Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15. ♫ ┋trials and lovers.

Formar parte de Starr Records es, sin duda, el sueño que llevaba persiguiendo desde hace tanto tiempo, que aún me cuesta creer que sea real.  Ahora, varias semanas después, siento que estoy viviendo en un tornado, pero de los buenos. Jimmy y su equipo han sido increíbles desde el primer día. Me dejaron claro que esta no sería solo una oportunidad pasajera; querían ayudarme a construir algo que realmente reflejara quién soy como artista. En cuanto firmé el contrato, comenzamos a trabajar en mi música de inmediato. No había tiempo que perder, y yo estaba más que lista para darlo todo.

Las sesiones en el estudio se han convertido en mi lugar favorito. Cada vez que tomo el micrófono y canto, siento que estoy dando un paso más hacia mi verdadera esencia. Jimmy siempre está allí, apoyándome con consejos y observaciones que solo alguien con su experiencia podría ofrecer. Me emociona ver cómo mi música comienza a tomar forma, cómo las ideas que llevaba en mi cabeza durante tanto tiempo finalmente están cobrando vida. Hemos estado trabajando en algunas de las canciones más personales que he escrito, y aunque eso a veces da un poco de miedo, también es increíblemente liberador. Es un recordatorio constante de por qué amo tanto lo que hago y de lo importante que es compartir esas partes de mí con el mundo.

Mis amigos también han sido un gran apoyo durante todo este proceso. Austin, especialmente, ha estado a mi lado en cada paso, animándome, celebrando cada pequeño logro como si fuera un gran triunfo. Él entiende lo mucho que esto significa para mí, y su entusiasmo ha sido contagioso. Cada vez que me siento agotada o insegura, ellos están ahí para recordarme por qué empecé todo esto en primer lugar. Por supuesto, no todo ha sido fácil. Aun así estoy aprendiendo a disfrutar del proceso, a valorar cada pequeño avance como una victoria.

Si me hubieras dicho hace unos meses que estaría aquí, que sería parte de Starr Records y estaría trabajando en mi música con un equipo tan increíble, probablemente no lo habría creído. Pero aquí estoy, viviendo este sueño que parecía tan lejano. Y aunque todavía queda mucho por hacer, no puedo evitar sentirme increíblemente feliz y agradecida por cómo han cambiado las cosas. Estoy lista para lo que venga, para darlo todo y demostrar que pertenezco a este mundo.

Ally comienza a tocar los acordes suaves de la canción que habíamos estado preparando para Austin. Me quedo junto a ella, apoyada contra el piano, observando cómo sus dedos se deslizaban por las teclas con facilidad. 

Por un momento, mis pensamientos se desviaron. A pesar de todo el caos de mi vida últimamente, sigo dedicándome a escribir canciones para Austin. Él siempre había sido mi musa, incluso cuando mi propio camino parecía más incierto que nunca. Sin embargo, esta vez, al escuchar cómo Ally daba vida a nuestras ideas en el piano, no puedo evitar sentir una pequeña punzada de inseguridad. Quizás es porque todo parecía tan simple para ellos, como si estuvieran perfectamente sincronizados, mientras yo apenas puedo mantener mi vida bajo control.

La voz de Austin rompe el hechizo.

—Esa canción es genial, voy a ponerla en mi nuevo álbum. — Dice con entusiasmo, sus ojos brillando con esa chispa que siempre tiene cuando habla de música.

Me río un poco y levanto una ceja, fingiendo incredulidad.

—¿No crees que tu nueva canción debería tener letra?— Brome mientras me cruzo de brazos mirándolo.

Austin sonríe tímidamente, encogiéndose de hombros.

—Sí, sabía que le faltaba algo.

Fue entonces cuando decido sugerir lo que llevo tiempo queriendo decir.

—¿Por qué no intentas escribirla tú?

Austin hizo una mueca dramática, claramente recordando su último intento fallido de componer una canción.

—Chicas, ya saben lo que sucedió la última vez que quise escribir una.—Habla resignado.

—Sí, pero no debes rendirte a la primera vez que te equivocas.—Lo anima Ally con esa mezcla de dulzura y determinación que siempre logra inspirar confianza en los demás.

Austin reflexiona por un momento, caminando detrás de nosotras, y finalmente asiente.

—Tal vez tengas razón, debería dar otra oportunidad.

Sabía que ese es el momento perfecto para que Ally hiciera su movimiento, y no me equivoco. Se levanta del asiento frente al piano, rebusca en su mochila y saca un cuaderno que parece nuevo.

—Esperaba que dijeras eso. Mira, te tengo algo. — Dice ella entregándoselo a Austin con una sonrisa.

Observo cómo Austin toma el cuaderno con entusiasmo, y en ese instante cuando siento algo extraño. He notado pequeñas señales antes, pero este gesto de Ally, tan considerado y personal, me hizo preguntarme si hay algo más entre ellos. Trato de ignorar ese pensamiento, pero no pude evitar sentirme... en desventaja.

—Wow, gracias, Ally. — Le agradece Austin de una manera genuina.

—Y mira, tiene...— Comienza Ally, pero antes de que pudiera terminar, Austin la interrumpe.

—¡No toques mi cuaderno!— Exclama imitando la típica frase de Ally, lo que nos hizo reír a los tres.

Mientras siguen hablando, me quedo en silencio, observando la dinámica entre ellos. Aunque me alegra que Austin estuviera dispuesto a intentar escribir otra canción, no puedo evitar sentirme un poco desplazada. Ally y Austin siempre habían tenido una conexión especial, y aunque sabía que no debía compararme, en momentos como este es difícil no hacerlo. Sé que soy la mejor amiga de Austin desde quien sabe cuantos años, perdí la cuenta, aun así el sentimiento está allí.

Finalmente Austin sonríe, decidido.

—¿Saben qué? Tienen razón. Yo puedo hacerlo.

—Sé que puedes.— Dice Ally dándole una palmada en el hombro.—Sólo tienes que pensar en tus cosas favoritas, en la gente que te interesa, en lo que conoces.

Austin se ríe y bromea sobre su falta de habilidades en geografía mientras salimos de la sala de música. Me uno a las risas, tratando de concentrarme en el momento y no en los pensamientos que rondan mi cabeza. Pero mientras caminábamos juntos, no puedo evitar preguntarme si Ally veía a Austin de la misma manera que yo lo hacía. Y, lo más importante, si Austin se daba cuenta de ello.

Cuando Austin muestra la canción que había escrito, todos quedamos impactados. Es una canción muy pop, con letras que parecían fluir directamente desde el corazón y pasión. Ally y yo intercambiamos miradas sorprendidas mientras la escuchábamos. La melodía es movida y te da ganas de bailar, y las palabras... Son perfectas. 

La canción se convirtió rápidamente en un éxito. En cuestión de semanas, estaba sonando en todas las estaciones de radio del país. Era imposible caminar por la calle sin escucharla salir de una cafetería, un auto o incluso de los teléfonos de los fanáticos. Los comentarios en las redes sociales estallaron, y el hashtag con el nombre de la canción comenzó a ser tendencia. Austin había logrado algo increíble.

Yo estaba feliz por él, de verdad lo estaba, pero había algo en mí que no podía ignorar. Las letras de la canción eran profundamente románticas, llenas de admiración y amor hacia alguien. La idea de que pudiera estar inspirada en alguien específico me inquietaba más de lo que quería admitir. Cuando todos comenzaron a preguntarse para quién era la canción Austin se limitó a negar que hubiera alguien detrás de la canción. Decía que era sólo una composición, fruto de su creatividad, pero sus respuestas evasivas sólo avivaban la curiosidad de todos.

No podía evitar sentir una pequeña chispa de esperanza. Tal vez, sólo tal vez, no estaba inspirada en nadie en particular. Pero al mismo tiempo, el simple hecho de que existiera la posibilidad de que lo estuviera me hacía cuestionarme todo. Si Austin realmente había escrito esa canción pensando en alguien, ¿Quién sería? ¿Podría ser Ally? El pensamiento me atormentaba, pero no dije nada. Guardé mis dudas para mí, dejando que esa chispa de esperanza me diera algo a lo que aferrarme.

Mientras tanto, Trish y Dez se obsesionaron con un nuevo programa de televisión donde los jueces analizaban letras de canciones para intentar descifrar a quién estaban dedicadas. Inspirados por ese programa, se dedicaron a investigar quién podría ser la musa de Austin. Era gracioso verlos tan comprometidos con sus teorías, pero cada vez que hablaban de ello, sentía un nudo en el estómago. Sus hipótesis iban desde Ally, con quien Austin había trabajado tanto, hasta una misteriosa fan que podría haber conocido en alguna presentación.

Yo intentaba mantenerme al margen de esas conversaciones, pero era difícil ignorarlas. Aunque me esforzaba por no mostrarlo, cada vez que mencionaban un nombre diferente, sentía una mezcla de alivio y ansiedad. Al final, nadie parecía tener una respuesta clara, ni siquiera Austin.

El éxito de Steal My Heart se convirtió rápidamente en un caos inesperado. Apenas unas semanas después de que la canción estuviera en todas las radios y encabezara listas, Val, la mujer que quería hacer a Ally ser parte de un grupo de gatas, apareció con una acusación que dejó a todos atónitos: según ella, la canción era un plagio de algo que había escrito hace tiempo.

Austin negó todo desde el principio, diciendo una y otra vez que la canción era completamente suya. Pero Val tenía su propia versión de los hechos, presentando viejas notas, grabaciones y hasta bocetos de letras que, según ella, eran la prueba de que Austin le había robado la idea. 

Y ahí estábamos ahora, los cinco sentados en una sala de tribunal, esperando que el juicio comenzara. Austin está al frente, con los hombros tensos y las manos apretadas en las rodillas. Puedo verlo tratando de mantener la calma, aunque todos sabemos lo mucho que lo afecta. Es su canción, su trabajo, y ahora tiene que defenderse como si no fuera suficiente haberla creado.

Ally está junto a él, con una expresión mezcla de calma y nervios. Trish, a mi lado, está inquieta, tamborileando los dedos contra el banco, aunque si expresión seria siendo la abogada de Austin esta vez, y Dez simplemente mira alrededor como si todavía no pudiera creer lo que estaba pasando.

Yo trato de no mirar demasiado a Austin, porque cada vez que lo hago siento una mezcla rara de frustración y tristeza. Esto no debería estar pasando. Steal My Heart había sido un éxito tan puro, algo que nos había unido a todos, y ahora esta en juego por un lío que nadie había visto venir.

En la sala a penas se oían murmullos, pero todo el lugar parece cargado de tensión.

Sin embargo todo parece ir en nuestra contra y ni siquiera sabemos como está sucediendo, pues hasta el juez le cree a la mentirosa de Val en vez de a nosotras.

—Austin, sé honesto y di sobre quien es la canción, tal vez convenzamos al juez de que no la robaste.— Digo yo mientras miro a Austin y se gira a verme con una expresión de preocupación.

—¡Pero no es sobre alguien!— Repite por milesima vez y suelta un suspiro.

 No puedo evitar temer que esta fuera la prueba de que Steal My Heart nunca había sido para mí.

—Sé que eso no es cierto, y ya que no me dirás, lo probaré de otro modo.—Trish habla como la abogada que aprendió todo de un programa de televisión, y se gira en dirección al Juez.— Juez quisiera llamar a mi primer testigo.

Trish llamó a Brooke al estrado con esa típica actitud suya de "tengo todo bajo control", aunque, para ser sincera, no tengo ni idea de cuál era su plan. Brooke se levanta de su asiento y camina hacia el frente con una confianza que casi me resulta irritante. Esa chica siempre había tenido esa manera de moverse como si supiera algo que los demás no. Ahora, sentada frente al juez, parecía más lista para un comercial que para un juicio.

—Brooke, hace tres semanas dijiste que Austin te dio flores, ¿no es así?

—En realidad, no es así.

Cuando empieza a contar cómo había sido ella quien le dejó las flores y no al revés, siento un extraño alivio. Al menos, eso despeja una posibilidad más. Aunque claro, para Brooke eso es sólo otra excusa para alargar el momento y seguir hablando de Austin. La chica simplemente no superaba nunca su obsesión con él.

Miro a Trish, esperando su reacción. 

—Entonces ya sabemos que la canción no es sobre ella.— Dice con resignación, y siento que el aire se vuelve un poco más ligero, aunque mi mente sigue corriendo corriendo. Si no es sobre Brooke... ¿Sobre quién es?

—Espera, si puede... — Sigue hablando Brooke pero Dez la interrumpe a través del microfono.

—No esta interesado, muévete. — Habla, y el tono en su voz fue tan sincero y tan divertido que no pude evitar reírme.

Brooke, parece entender el mensaje y se retira con una mueca, claramente molesta. 

Cuando la chica extranjera sube al estrado, no puedo evitar morderme las uñas. Hay algo en su presencia que me pone más nerviosa de lo que quiero admitir, es decir, esta chica es una maldita modelo, literalmente.  

—¿Puedes describir la naturaleza de tu relación con Austin?— Se lanza Trish usando un tono seguro, como si estuviera a punto de descubrir un gran misterio.

—Austin Moon mi novio.— La chica respondió, con una mezcla de orgullo y torpeza, pues claro, es lo único que se le enseñó a decir.

—¿Vieron eso? Incluso se los ha visto diciendo 'te amo' en publico. — Su tono triunfante me hizo querer gritar, pero antes de que pudiera siquiera procesar lo que estaba sucediendo, la chica, con una sonrisa encantadora-

—Te amo. — Le habla la chica en dirección a Trish con una sonrisa encantadora, quien a pesar de no entender absolutamente nada, sigue con esa sonrisa.

No puedo evitar soltar una risa nerviosa mientras llevo mis dedos al puente de mi nariz. Es obvio que no entiende nada de lo que esta pasando, pero eso no detuvo a Trish. Brook levanta la voz con una objeción, pero lo que realmente me sorprende es escuchar a Austin también saltar a defenderse.

—Objeción.— Explicó claramente irritado por toda la situación.— No salimos, le estaba dando clases de español.

Trish se cruza de brazos, frustrada, y con un suspiro irritado.

—Ugh, siguiente testigo.

—Te amo.— Repite, esta vez con una especie de emoción que hizo que toda la sala se quedara en silencio por un segundo.

—Si si, yo también te amo, vuelve a tu lugar.— Trish le hizo un gesto con la mano, claramente intentando mantener la compostura.

Mientras la chica bajaba del estrado, me cruzo de brazos, tratando de ocultar mi sonrisa. Hay algo surrealista en todo esto, como si estuviera atrapada en una de esas comedias románticas que nunca terminan bien para la protagonista.

La siguiente en entrar, es por supuesto Kira, lo que esta vez si me pone nerviosa.

—Tu y Austin tienen un secreto, ¿Es eso cierto?— Pregunta la gran abogada con esa mirada de abogada amateur que había perfeccionado en este juicio.

—Amh, si es cierto.— Responde Kira con una naturalidad que me hace arquear una ceja. 

¿De qué secreto está hablando?

La emoción en el rostro de Trish es notable.

—¡Por fin! Ahora, cuéntale a la corte el secreto que esconden.

Desde su asiento, Austin comienza a gesticular frenéticamente, claramente intentando que Kira no dijera nada. El pequeño intercambio entre ellos solo aumenta mi curiosidad. ¿Qué están ocultando?

—Yo no lo diré.— Dice Kira en un tono firme. 

—La reputación de Austin depende de ello. — Insiste Trish, pero Kira no se deja intimidar.

—En serio, no lo diré. 

El juez, con una actitud que me recuerda a un adolescente malhumorado, intervino.

—Señorita Starr, recuerde que está bajo juramento, ahora cuéntenos los detalles.— No puedo evitar rodar los ojos. ¿Por qué el juez está actuando como si esto fuera un programa de televisión?

—Bien... Ayudaba a Austin a que Taylor Swift cantara en la fiesta sorpresa de cumpleaños de Summer.

Mis ojos se abren de par en par, y una sonrisa enorme aparece en mi rostro.

—¿Me estaban haciendo una fiesta sorpresa?— Pregunto emocionada siendo incapaz de contenerme.

—Ya no, sabes.— Responde Kira con un tono casi casual. Mi sonrisa se desvanece tan rápido como había aparecido.

Me hundo un poco en mi asiento, sintiéndome como una tonta por emocionarme tanto. Todo este caos, este juicio absurdo, y ahora descubro que había arruinado una fiesta sorpresa que ni siquiera sabía que existía. Perfecto.

Miro a Trish, quien parece más molesta que nunca. Por mi parte, sólo quiero que todo esto terminara, aunque una parte de mí sigue pensando en lo que Kira acaba de revelar. Taylor Swift en mi fiesta sorpresa... habría sido increíble. Pero, claro, esa ya no es una posibilidad.

—Si no hay más evidencia, tendré que fallar a favor de la señora Val.— EL juez está a punto de golpear su martillo para terminar el juicio de una vez, pero todos entramos en una especie de frenesí para que esto no terminara.

—Su señoría, antes de decidir su fallo, tengo otra evidencia, Austin, quisiera que cantaras Steal Your Heart.— Una vez más Trish habla estando segura, lo cual ya no sé si sea algo bueno o malo porque hasta ahora no hemos podido encontrar nada.

—¿Eso en que ayudará?— Pregunta Austin en un tono malhumorado.

—Sólo hazlo, y confía en Trish, y en todos esos episodios de Crimen y Sentencia que le enseñaron todo.— Digo yo hablándole a Austin con una pequeña sonrisa en mis labios, por lo que rueda los ojos soltando un suspiro resignado.

Así es como la música comienza a sonar en todo el lugar, un momento raro pero esperando que esto funcionara. Austin cantando con su usual característica, carisma, y sonrisa que encanta a todos comienza a cantar.

Cuando llega al estribillo, con una gran sonrisa, extiende la mano hacia Brooke, quien, aunque sorprendida, acepta sin dudar y la hace girar con gracia.

Luego, se acerca a Kira, quien se ríe mientras dice algo que no pude escuchar, y también la saca a bailar. Los movimientos de ambos son torpes pero divertidos, y en cuestión de segundos, hasta el juez parece menos rígido, observando con interés, puedo ver hasta sus hombros moviéndose al ritmo de la música.

Finalmente, es el turno de la chica extranjera, aunque no entiende mucho de lo que está pasando, se nota que disfruta ser parte de su actuación.

Mientras tanto, yo estoy a un lado, junto con Trish, Dez y Ally, aplaudiendo como si estuviéramos en uno de sus conciertos. Mi corazón latía con fuerza, y no puedo evitar quedarme hipnotizada. 

Cuando Austin termina la canción, la sala entera estalla en aplausos. Incluso el juez parece impresionado, golpeando suavemente su martillo, no para dar un fallo, sino para llamar al orden. Austin se inclina en una reverencia exagerada, disfrutando el momento, y luego toma asiento en el estrado.

Se sienta con una gran sonrisa, respirando profundamente pero aún manteniendo esa chispa que lo hace tan especial. Y yo, desde mi lugar, no puedo dejar de aplaudir y sonreír, completamente enamorada, mientras una pequeña voz en mi cabeza repite: Por favor, que esto haya sido suficiente.

—Bueno, ahí tiene su prueba, su señoría. Ya sabemos de quién escribió la canción.—Trish se cruza de brazos, con una sonrisa de triunfo en su rostro.

—¿Ah, sí?— Dice el juez, mirando a Austin con una ceja levantada.

—Cuando cantaba, miró a todas las chicas de la sala, excepto a una. Hay una explicación obvia: para él era muy emotivo. Austin escribió la canción para Summer.—Trish lo dice como si fuera la revelación más evidente del mundo.

Mis ojos se abren como platos, y el corazón me late tan rápido que estoy segura de que todos pueden oírlo. Lentamente, me levanto de mi asiento, con la mirada fija en Austin. Camino hacia él como en un sueño, incapaz de creer lo que acabo de escuchar.

—Austin... ¿Es cierto? ¿La escribiste para mí?—Mi voz es apenas un susurro, cargada de esperanza y nerviosismo.

Austin se pone de pie, su mirada fija en la mía. Por primera vez, su eterna seguridad parece tambalearse, pero hay una determinación en sus ojos que lo hace más valiente de lo que nunca antes lo había visto.

—Sí, es cierto.—Su voz es firme, aunque ligeramente temblorosa.— Tenía que decírtelo, pero no lo hice. Sé que acordamos sólo ser amigos, pero mi corazón está a punto de explotar cada vez que te veo. Y esta es la forma en la que sentí que debía desahogarme.

Mi corazón da un vuelco, y una sonrisa se dibuja en mi rostro.

—Si te soy sincera, sí esperaba que la canción fuera para mí.—Admito, dando un paso más cerca de él.

Austin me mira con intensidad, y puedo ver cómo su nerviosismo se desvanece poco a poco.

—Summer, nunca he sentido algo así por nadie más. Eres mi mejor amiga, pero también eres todo lo que siempre he querido. Y no podía seguir escondiéndolo.— Hace una pausa y toma mi mano.— No sé qué pasará después de esto, pero quiero intentarlo, contigo.

Mi respiración se detiene un momento mientras las palabras se hunden en mi mente. Lo miro a los ojos, y por primera vez en mucho tiempo, todo encaja. Todo tiene sentido.

—Yo también quiero intentarlo, Austin.—Mis palabras salen con total honestidad.— Todo este tiempo traté de ignorarlo, de fingir que solo éramos amigos, pero nunca funcionó. Tú también eres todo lo que siempre he querido.

Austin sonríe, esa sonrisa genuina que siempre me derrite, y sin pensarlo dos veces, cierra la distancia entre nosotros. Su mano roza mi mejilla, y antes de darme cuenta, sus labios están sobre los míos.

Es como si el tiempo se detuviera. El ruido de la sala de la corte se desvanece, y lo único que importa es este momento, este beso que lo dice todo. Cuando nos separamos, apenas unos centímetros, ambos estamos sonriendo como tontos.

De pronto, la sala estalla en aplausos y vítores. Trish grita algo sobre ser la mejor abogada de todos los tiempos, mientras Dez hace sonar una bocina de aire que no tengo idea de dónde sacó. Incluso el juez parece emocionado, golpeando su martillo varias veces mientras dice:

—Bueno, eso fue inesperado... Pero adorable. Señores del jurado, mi veredicto: ¡Austin Moon gana el caso!

El alivio y la alegría llenan el aire. Ally me abraza emocionada, y Trish y Dez están bailando como locos. Pero yo sólo tengo ojos para Austin, quien me mira como si fuera la única persona en el mundo.

—Ganamos.—Le digo entre risas.

—No sólo ganamos el juicio.—Responde él, entrelazando sus dedos con los míos.— También te gané a ti.

Y por primera vez, todo en mi mundo está exactamente como debería estar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro