Mi bolígrafo se mueve sobre mi cuaderno de canciones, totalmente inspirada ante el miedo y la ansiedad que me recorre en este momento, o más bien hace un par de semanas.

No es fácil cuando te das cuenta que algo que nunca creíste que iba a pasar, está pasando ahora mismo y es mucho más complicado de lo que debería. Maldigo el día en que me di cuenta que de verdad me gusta mi mejor amigo.

Austin.

—¿Qué haces aquí?— Una voz me hace asustarme, pegando un suave grito que me hace levantarme del sillón de la sala de música.

Tiro mi cuaderno detrás de mi sobre los almohadones y sonrío.

—¡Dios! Chicas, me asustaron.— Llevo la mano a mi pecho intentando calmar los latidos exagerados de mi corazón.

—Estas un poco nerviosa últimamente, ¿Qué sucede?— Pregunta Ally en lo que cierra la puerta de la sala, al igual que Trish, ambas chicas tienen una sonrisa sospechosa en sus labios.

Suelto un suspiro, ¿Qué sentido tiene ocultarlo aun más?

—No quiero que se asusten o se sorprendan pero creo que puedo estar sintiendo cosas por Austin...

A penas termino de decir aquello, espero otro tipo de reacción a la que me dan.

Enseguida Ally y Trish festejan chocando los cincos mientras se ríen, frunzo el ceño estando confundida por la escena frente a mi.

—¿Sorprendernos? ¡Summer, eras la única que no lo sabías!— Entrecierro los ojos ante las palabras de la castaña en lo que me ve con una gran sonrisa.

—¡Oh por dios! Esto es mucho mejor que el programa que estoy mirando.— Dice Trish, y me hace rodar los ojos.

Bueno, al parecer era la única ciega, pienso con sarcasmo.

Tomo asiento en el sofá nuevamente agarrando mi cuaderno para dejarlo sobre mis piernas, veo la página que acabo de escribir y la levanto para verlas a ellas, quienes se acercan a mi junto con un par de sillas para estar a mi lado.

—No importa demasiado ya, Austin también le gusta Kira, ¿Sino por qué más la invitaría a salir?

—Para olvidarse de ti, ¿No has pensado en eso?—  Expresa Ally con suavidad, me da una pequeña sonrisa con la intensión de reconfortarme, a lo que yo trato de imitar su gesto, aunque sale mal y se vuelve una mueca rara.

—Igualmente no planeo hacer nada, es tarde y yo yo estoy para esperar a un chico que está confundido.

Trish a mi lado me da una palmada en el brazo llamando mi atención.

—¡Eso! Así se habla, no hay que esperar por ningún hombre, o mejor dicho por nadie, es por eso que soy mala mesera.— Esa pequeña broma me saca una sonrisa, a lo que niego con la cabeza.— Sabes que cualquier cosa que necesites, aquí estamos.

—Gracias chicas, aunque pondré todo esto detrás de mi porque quiero enfocarme en lo que de verdad quiero y estoy segura de qué lo hago.

Muevo mis dedos sobre la tapa del cuaderno dando a entender mis palabras.

—¿Puedo ver qué tienes ahí?— Asiento con la cabeza pasándoselo.

Ally analiza las palabras de la última canción que escribí, su ceño se frunce y eso hace cuando está muy concentrada en lo que lee. Me pone nerviosa ya que siempre cuento mucho para este tipo de cosas así que su opinión siempre va a tener un valor importante para mi.

Luego de un par de segundos, que se volvieron eternos para mi, me mira y me sonríe.

Es la señal.

—Esto es perfecto.— Ally se lo pasa a Trish, suelto un suspiro con una pequeña sonrisa.

—Summer, esto es precioso, deberías sacarlo hoy mismo.— La chica de rulos no tarde en halagar mis palabras escritas.

Eso me da nervios, más que nada las últimas cuatro palabra.

—¡Si! Tengo tiempo antes de que mi mamá llegue de África, quedará perfecto.— Puedo decir que ellas son las dos más ansiosas por sacarlo al mundo.

—¿De verdad lo dicen?—Mi voz suena emocionada.

—Absolutamente, creo que es momento de que inicies tu carrera como cantante, ¿Qué piensas?

Las tres nos damos una mirada cómplice.

Bueno, siempre estuvimos hablando con las dos de por fin realizar este sueño, hemos grabado cosas pero nunca se sintió tan real como con esta canción. Las miro a ambas y asiento con la cabeza.

—Entonces hagámoslo.— Con aquellas palabras por fin saliendo de mi boca, doy un salto del asiento, seguida de ambas chicas a mi lado.

—Compartamos al internet el gran talento que tienes así puedo ser tu manager también.

Oh Trish, siempre buscando un trabajo nuevo y a su vez, el que extrañamente más le ha durado gracias a Austin. 

Sólo espero que no me haga saltar de un acantilado, o robar una motocicleta o hacer fiestas todas las noches para una revista. Suficiente con lo que le pasó a Austin por mentir sobre eso, no pienso hacer lo mismo.

Así que sin más, nos ponemos a grabar.

Por suerte un vídeo sencillo de mi frente al micrófono, la música de fondo y mi voz, es más que suficiente, incluso puedo decir quedó aun más perfecto de lo que esperaba y eso me emociona. No tengo idea de cuanto tiempo tardamos, sólo que cuando se termina de subir a internet, me hace dar cuenta que ahora de verdad se está volviendo realidad mi sueño de ser cantante.

Austin me odiará por eso, por no haberle dicho, es que surgió tan rápido y no tengo idea donde se encuentra así que, va a ser toda una sorpresa. 

Al momento que oficialmente ya está en todas las plataformas, cierro la pantalla de la computadora y suelto un suspiro con una pequeña sonrisa. Ahora a esperar a ver cuanta repercusión tiene y si a la gente le gusta o debo de retirarme oficialmente de la música. Me levanto de la silla y salgo de la sala de música para bajar a la tienda con el resto de los chicos que están preparando todo para la llegada de la mamá de Ally, así que todo está decorado.

 —Wow, amo la decoración.— Digo llegando a los últimos escalones llamando su atención. Miro a la castaña que lleva un montón de cosas extrañas puestas, aunque una de ellas me llama más la atención.— ¿Por qué llevas una alfombra como falda?

—¡Eso es lo que dije!— Austin aparece a mi lado señalando a la chica y me río.

—Claramente no están actualizados en lo último en moda en África. — Ally se acerca a nosotros con una expresión como si nosotros fuéramos los que piensan cualquier cosa.

—¡Ally!— Una mujer aparece por la puerta gritando el nombre de mi mejor amiga.

Con rapidez nos colocamos debajo del cartel de bienvenida.

—¡Bienvenida a casa mamá!— Decimos todos al unisono.

Ally se acerca a ella para darle un fuerte abrazo, en lo que nos acercamos poco a poco.

—¿Por qué estás usando una alfombra?— Le pregunta y de mis labios se escapa un "Aja" antes de que pueda detenerlo.

—¿Viste? Claramente no está actualizada en lo último de moda en África.— Habla Austin con un suave tono de burla.

Austin y yo chocamos los cinco con una pequeña risa. Ally nos ve de mala manera aunque una sonrisa aparece en sus labios.

—Ustedes deben ser Austin y Summer, es un placer por fin conocerlos.—La mayor se acerca a nosotros dos para darnos un abrazo que devolvemos sin dudar, parece una mujer muy dulce.— Ally me ha hablado mucho de ustedes y lo talentosos que son, además estoy muy emocionada que Austin cantará en el lanzamiento de mi libro.

No sabía esa información, me acabo de enterar en este preciso momento.

Bueno, supongo que no soy la única oculta secretos de los dos.

—¡No puedo esperar a cantar en el Café Jungla! Es mitad café, mitad jungla.— Expresa el rubio con felicidad.

—Ally me dijo que eras divertido.

—¿Qué dijo sobre mi?— Dez enseguida corre a nosotros posando para la mamá de Ally.

—Que tu nombre es Dez.— Habla ella con lentitud.

—¡Asombroso!— El pelirrojo expresa para luego irse otra vez.

—Mamá, tengo una gran idea, Summer acaba de empezar en la música, ¿Por qué no la dejas cantar en el lanzamiento de tu libro? — Ally no me da tiempo a reaccionar que le dice aquello a su mamá.

La miro ladeando la cabeza.

—Ally no sé, es que...

—¡Es una idea genial!— Soy interrumpida por la mayor que al parecer está emocionada 

—Y puedes cantar conmigo, Summer.— Giro a ver a Austin cuando escucho su voz, tiene una gran sonrisa.— Uno de mis sueños cumplidos.

Muy bien, creo que tiene un gran poder que no me di cuenta que alguien fuera capaz de tener sobre otro alguien.

—Yo tengo la canción perfecta para ustedes.— La castaña nos mira emocionados a los dos, junta sus manos esperando la respuesta.

Asiento con la cabeza mordiendo mi labio inferior, dudosa.

—Me gusta la idea.

Después de mi confirmación, todos festejan. Austin y yo nos abrazamos con fuerza, aunque se siente algo raro ya que dura más de lo normal y me siendo cómoda allí, nos damos cuenta de las miradas de todo el resto y nos separamos con rapidez.

—Summer, ¿Cómo es eso de que acabas de subir un vídeo a internet? Tiene más de cincuenta mil visitas en una hora, genial.— El pelirrojo dice eso y se va como si nada viendo el video en su celular.

Maldita sea.

—¿Summer?— Austin llama mi atención colocando su cara en frente de la mía.

Hago un gesto de disculpas a la mamá de Ally, agarro de la muñeca a mi mejor amigo para llevarlo a los bandos de la tienda, allí nos sentamos y lo miro con una pequeña sonrisa.

—Lo siento no haberte dicho, surgió así de la nada con las chicas, no estás enojado, ¿Verdad?

—¿Enojado? No, ¿Sorprendido? Si.—Suelta un suspiro rodando los ojos, se hace el difícil pero al final veo la sombra de una sonrisa en sus labios.— Me alegra que por fin hayas decidido subir algo, ¿Puedo verlo?

—Por supuesto, pero quiero que lo veas mientras yo te veo a ti, quiero ver tu reacción.

Saco mi celular del bolsillo y lo muevo un poco.

—Trato hecho.— Asiente con la cabeza.

Eso es más que suficiente, así que busco el vídeo en internet y es verdad que Dez no mintió al respecto de las visitas, no creí que fuera a llegar tan lejos en tan poquito tiempo. Aprovecho cargar varias veces la página y no dejan de subir los números, aun así me contengo a gritar y le extiendo el celular a Austin, sus dedos rozan con los míos cuando lo agarra.

Los quito con rapidez por la corriente eléctrica en mi cuerpo, nos sonreímos y él comienza a prestar atención al vídeo tanto como a la música. Sus ojos brillan, aunque no sé si es el reflejo en la ellos o de verdad le está gustando, no me doy cuenta que estoy prestando atención a su rostro más que a la canción.

Supongo que lo he usado como excusa para verlo, admirarlo.

—¿Es la canción que me habías mostrado? La terminaste.—Murmura luego de que la canción termina, se gira a verme directamente a los ojos, asiento con la cabeza apretando mis labios.— Me encanta.

Eso es todo amigos, me he ido.

Muy bien, hoy es el día donde por fin me presento a varias personas después de un largo tiempo sin hacerlo.

No estoy nerviosa... Me estoy volviendo loca en pocas palabras.

Creo que anoche no he dormido en toda la noche, más que nada porque no dejaba de cargar la página del vídeo de la canción, Count Me In, que ya llegó a medio millón de visitas en un día y sigue subiendo cada vez que lo vuelvo a cargar. Si eso no es resumen de que de verdad la locura me está ganando, entonces no sé que sea.

Además estuve leyendo los más lindos comentarios de gente aleatoria del internet que comenzó a apoyarme en mi inicio, lo cual se siente muy lindo y nunca creí tener tanto reconocimiento en tan poco tiempo.

Miro por detrás de la cortina que da al escenario, me gusta mucho la decoración de la cafetería, ahora entiendo porque a Austin le gustó desde un principio, quien por cierto, agradezco que mi presentación sea con él, hacerlo sola en tan poco tiempo no era una opción, ha sido mi salvación.

Como literalmente en todos los ámbitos de mi vida desde que somos mejores amigos. Lo que me hace pensar, tal vez deba de dejarlo así, ser sólo amigos, Austin aun sigue confundido por Kira y no lo puedo culpar, es una chica grandiosa y Austin... Simplemente no lo merezco de esa manera, si tan sólo está conmigo como mi mejor amigo, eso es más que suficiente para seguir.

Bajo por los pequeños escalones, al levantar la mirada Austin se acerca por el pasillo que da al escenario para quedar en frente de mi, él sostiene una guitarra y ambos nos sonreímos.

—Muy bien, ¿Cómo te sientes, super estrella?— Me pregunta, yo ruedo los ojos a causa de los nervios.

—Wow, me ha llamado super estrella una super estrella de verdad, debo sentirme muy halagada.—Ante ese sentimiento pues comienzo a burlarme un poco, aunque al final termino poniéndome seria.— Hablando en serio, creo que voy a vomitar.— Confieso llevando mis manos al estómago.

No debí tomar ese licuado de banana con cosas extrañas de la jungla.

—No te asustes, sabes que eres muy buena, yo lo sé y el mundo ya lo sabe.— Dice para darme apoyo emocional e intentando calmarme, sonrío ladeando la cabeza y lo veo a los ojos.

—Tu eres el mejor amigo que se puede pedir.

—Y tu eres la mejor persona que pude conocer.

Sus palabras son diferentes a las mías, ¿Acabo de ser yo la cruel o él es el cruel? No lo sé, pero dentro de mi cabeza ya no quiero tener una batalla sobre lo que él quiere, ya es suficiente. No puedo leerle la mente, aun. 

Hasta que creen una pastilla que lo tomas y te da esos efectos secundarios y... ¡Focus, Summer! Esto es una idiotez.

—¡Chicos!—Trish aparece para vernos a los dos con una gran sonrisa.— ¿Ya están listos? Los están por presentar.

Luego del anuncio se va, suelto un suspiro girando a ver a Austin.

—Es momento de subir al escenario.

—Vamos.

El rubio extiende su mano en mi dirección, la agarro unos segundos después ignorando el sentimiento que se hace presente en mi pecho. Los dos caminamos detrás de las cortinas.

—No puedo estar más feliz de presentarles a dos grandes artistas, uno que ya todos conocen y una de ellas que está por ser muy reconocida, un aplauso para Austin y Summer.— Dice la mamá de Ally a través del micrófono, lo que da el pie a que las cortinas se abran de par en par. 

Austin comienza a tomar la guitarra y el cosquilleo dentro de mi estómago vuelve, empezamos a cantar, el mundo a nuestro alrededor parece desvanecerse, dejando sólo nuestras voces entrelazadas en el sonido de la música. Cada nota resuena en el aire, cada palabra cargada de significado y emoción. Miro a Austin y encuentro su mirada, llena de emoción por tenerme a su lado y poder cantar juntos.

A medida que la canción avanza, siento una conexión más profunda con Austin de lo que nunca había experimentado antes. Cada mirada, cada sonrisa compartida, es como un rayo de luz en medio de la oscuridad, iluminando el camino hacia un nuevo capítulo entre nosotros, junto con el miedo que no deja de aparecer. Las chispas que vuelan entre nosotros se vuelve evidente, estoy segura que todo el mundo que nos está viendo lo siente. 

Como si el universo mismo estuviera conspirando para unirnos de una manera que nunca habíamos imaginado.

Cuando finalmente llegamos al final de la canción, el aplauso del público nos devuelve a la realidad, pero la conexión entre Austin y yo permanece intacta. Nos miramos el uno al otro con una mezcla de asombro y alegría, sabiendo que este momento había marcado algo difícil de explicar con palabras. 

Miro al público rompiendo el contacto visual, hago una reverencia llena de emoción y salgo corriendo para bajar detrás del escenario, Austin me ve con una gran sonrisa en lo que se quita la guitarra.

—Nunca supe lo mucho que extrañé el escenario hasta ahora, gracias por estar conmigo allí arriba, eres el mejor.— Expreso, aunque ni siquiera es suficiente decirlo con palabras.

—No, Summer, gracias a ti por subir allí conmigo, no sé que hubiera hecho sin ti todo este tiempo, apoyándome, estado para mi.— Austin es rápido y me agarra de los hombros para abrazarme, allí me quedo quieta cuando se lo devuelvo.

Parece que los latidos de nuestros corazones se juntan y se sincronizan cuando estamos juntos.

—Soy la mejor.— Digo por lo bajo, tratando de mantenerme cuerda por su tacto.

—Eres la mejor.— Confirma el chico.

Nos separamos un poco y quedamos enfrentados, la euforia del momento nos lleva a juntar nuestros labios en un beso, es suave y sorpresivo para ambos. Cuando nos separamos, nos vemos con una gran sonrisa, sin embargo una voz que no esto presente en todo el lugar.

Doy varios pasos para atrás viendo a Kira colocarse en frente de mi, de Austin.

—Austin, he pensado al respecto y si, quiero ser tu novia.

La chica salta a abrazarlo, giro mi cabeza para ver a Ally, Trish y Dez quien está presenciando toda la escena. Suelto un suspiro rodando los ojos y me voy de aquel lugar antes de que algo más sucediera.

Yo sabía que no era buena idea, y sólo me dejé llevar.

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