74 | gilbert
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Gilbert caminaba alegremente junto a Dorian, era el día libre de su amigo y planeaban pasar el resto del día juntos, y Gilbert totalmente lo necesitaba.
Había pasado las últimas dos horas ensayando para el recital que sería dentro de dos días, solo un día antes de que las vacaciones de invierno comenzaran.
Mientras Gilbert colocaba la correa de su bolso deportivo sobre su hombro, sintió un pequeño pero notable mareo que ignoró completamente, parpadeando con fuerza.
-¿Te encuentras bien?-preguntó Dorian preocupado cortando rápidamente su conversación anterior, Gilbert asintió.
-Si, es solo que la luz me lastima a veces...-mintió.-Mi mamá dice que podría tener astigmatismo.
-Ya veo...-murmuró mirándolo contemplativo.-¿Eso es todo?-Dorian asintió.-Está bien...-susurró con una mueca.-Oye Gi...
-Pensé en invitar a Florence antes de las vacaciones.-interrumpió, estúpidamente porque en realidad no lo había pensado y realmente no estaba listo para invitarla.
Dorian miró de reojo a Florence, que terminaba de abotonar su vestido rosado con diminutas flores blancas, mientras hablaba con Clementine.
-Está Clemen...-pensó Dorian en voz alta.-Y estoy yo...tal vez así te sientas más en confianza.-sonrió abiertamente.-Florence es muy linda, harían una bonita pareja.
Gilbert sonrió tímidamente, sintiendo sus mejillas colorarse.
Suspiró, sintiendo sus manos temblar ligeramente, no solo por el hambre.
-Esta bien...-susurró, comenzando a caminar cabizbajo hacia ellas. Dorian dejó un par de golpecitos de apoyo en su espalda, lo abrazó por los hombros y apretó delicadamente sus mejillas.
-Al menos mírala...¿si?-preguntó tiernamente en un susurro, pues ya estaban mucho más cerca, Gilbert asintió tímido.
-Lo intentaré.-murmuró en voz baja, despeinando un poco su cabello con nerviosismo.
En cuanto llegaron junto a su amiga y la peliazul, Clementine los miró sonriente desde el piso, atando los cordones de sus tenis.
-Hola chicos.-saludó alegre, al mismo tiempo que Florence solamente los miró con una sonrisa dulce mientras los saludaba con un movimiento de mano.-¿Me invitarán a su tarde de hombres? Muero por saber cómo son.-bromeó la pelirroja.
-Uhmmm...-susurró Gilbert, pensando en aceptar y fingir que había ido para eso, Dorian le golpeó el brazo con el codo.-En...en realidad...q-quería hablar con Flo-Flo-Florence.-tartamudeó, sonrojándose.
La azulada lo miró curiosa, pero sin borrar aquella dulce sonrisa de sus rojizos labios.
-¿Conmigo?-preguntó en voz baja, señalándose a sí misma.
Gilbert asintió rápidamente, alejando su mirada de sus bonitos ojos. Podría perderse en ellos.
Clementine se levantó lentamente, mirando curiosa el intercambio de palabras mientras colgaba su mochila en sus hombros.
-¿En que puedo ayudarte Gilbert?-preguntó Florence con esa vocecita que parecía pertenecer a una princesa, quitándose la liga del cabello.
Joder, que bonita se ve, Pensó Gilbert. Y también Clementine.
-Y-Yo...quería saber...si tú...tú...-ambas chicas lo miraron expectantes mientras Dorian intentaba alentarlo con la mirada.-¿Querrías...salir? Conmigo ¿tal vez?-susurró.
Clementine lo miró con el ceño fruncido, mientras Dorian lo veía orgulloso y Florence solamente le sonreía inocentemente.
-Claro.-respondió alegre, ganándose la mirada seria de la pelirroja.
Gilbert la miró ligeramente sorprendido, con sus mejillas aún sonrojadas.
-¿En serio?-Florence asintió sin borrar la sonrisa de su rostro.
-Por supuesto, ¿Quieres que practiquemos más hoy? Tenemos que hacerlo perfecto el jueves.
Entonces, las mejillas de Gilbert tomaron un tono aún más rojizo, el ceño fruncido de Clementine se borró rápidamente y Dorian soltó un nuevo golpecito de apoyo contra el brazo de su amigo.
-Uhhhh, yo...yo...-miró a Dorian pidiendo ayuda, su amigo simplemente le sonrió y asintió.-Quería decir...como una...¿cita?-preguntó finalmente, mirando a la teñida apenado.
La sonrisa de la azulada decayó poco a poco hasta quedar en una pequeña mueca que incluso la hacía ver extremadamente tierna.
El corazón de Gilbert se detuvo rápidamente, sintiendo la mano de Dorian sobre su espalda.
-Oh...-susurró Florence, removiendo nerviosa sus dedos, alejando el instinto de mirar a su novia.-Gilbert...
-Ah, yo...yo entiendo...-susurró avergonzado.
-Es que soy lesbiana.-dijo rápidamente, no queriendo que el chico se sintiera mal consigo mismo. Ambos morenos la miraron rápidamente.-Y además tengo novia.
-Ohhh.-murmuraron los dos al unísono.
-Perdón si te di señales equivocadas, no fue mi intención.-susurró sincera y dulcemente.
-No, no...no te preocupes.-dijo Gilbert, de pronto con más confianza.-No hubieron señales, solo...eres muy bonita.-admitió sonrojado.-Tu novia tiene suerte.
Ambas chicas sonrieron tímidamente, con un ligero tono rosado en sus mejillas.
-Bueno, ella es muy bonita también.-admitió Florence, sonrojándose más.
Clementine, intentando que ninguno de sus amigos la viera totalmente roja, se agachó, acomodando sus calcetines y fingiendo atar nuevamente sus cordones.
-Bueno...nosotros nos vamos...-murmuró Dorian alegre.-Uhmmm, Clemen, ¿De verdad querías venir?
La pelirroja ni siquiera elevó la mirada cuando respondió negativamente.
-No...tengo que trabajar hoy, pero gracias.-murmuró, escondiendo su enrojecido rostro.
-De acuerdo, nos vemos.-se despidieron, comenzando a caminar hacia la salida.
-De todos los posibles escenarios no me imaginé este.-admitió Gilbert una vez que estuvieron solos, caminando hacia la salida de la preparatoria.
Dorian soltó una risita, entrelazando su mano con la de Gilbert.
No de una forma romántica, lo hacían desde pequeños, siempre que uno tenía miedo el otro tomaba su mano, también en los juegos del parque de diversiones, comenzó a hacerse más y más común que a veces ni siquiera se daban cuenta de que iban tomados de las manos.
Era el mismo tipo de demostración afectiva que todas sus amigas tenían, ellas siempre iban a todos lados tomadas de las manos, solo que por alguna razón, a ellas no las molestaban por ello.
-Tendrás que buscar una nueva crush.-dijo divertido, dirigiéndolos hacia el subterráneo.
-Supongo que si.-admitió, balanceando sus manos inocentemente.
Caminaron tranquilamente hasta la estación, mientras hablaban de todo y nada, comenzaron a bajar las escaleras sin alejar sus manos.
-Lo siento, se que odias viajar en el subterráneo.-murmuró Dorian sacando la billetera del bolsillo de su sudadera. Gilbert se encogió de hombros mientras su amigo buscaba la tarjeta que le permitía entrar en el transporte.
-Solo lo odio cuando voy solo.-admitió, mordiendo ligeramente su labio.-Ademas, es más rápido que viajar en autobús.
-Si tan solo no hubieras reprobado tu examen de conducir...-suspiró divertido Dorian, colocando su tarjeta para poder cruzar.
Gilbert rodó los ojos, pasando por delante suyo.
-Estuve a punto de atropellar a un perrito, ni siquiera tengo ganas de intentarlo de nuevo, la verdad.-admitió, esperando a Dorian, que guardaba nuevamente su tarjeta y su billetera. Instintivamente Gilbert entrelazó su mano con la de su amigo.
-Maricas.-gruñó con desagrado un hombre canoso al pasar junto a ellos. Gilbert soltó la mano de Dorian.
Dorian miró al hombre molesto, abrió la boca e hizo el intento de caminar hacia él.
Gilbert lo detuvo, tomándolo de los brazos.
-Déjalo Dorian, no vale la pena.-murmuró, empujando ligeramente a su amigo hacia el lado contrario por el que el hombre había desaparecido.
-¿Por qué siempre nos insultan? Ni siquiera eres gay.-gruñó, apretando con fuerza sus puños, permitiendo que las manos de Gilbert sobre sus brazos lo guiasen.
-Porque son idiotas.-respondió con simpleza.
-Odio que siempre asuman que somos pareja, ¿Sabes lo incómodo que me hace sentir?-murmuró, revolviendo su cabello.-Eres mi mejor amigo y no es por ofender, pero Gilbert, que me emparejen contigo solo por tomarnos de las manos es incómodo, sexualizan nuestra amistad y me hacen sentir extraño porque a mi si me gustan los hombres. Siento como si te estuviera...abusando o no se.
-¿Que dices?-preguntó serio.-No seas imbecil, Dorian. Siempre nos han dicho eso, pero no importa, tu eres mi amigo y te amo.
El moreno suspiró mirando al piso incómodo.
Gilbert no perdió el tiempo y le dió un fuerte abrazo.
-No importa lo que digan o asuman de nosotros, tu eres mi amigo, mi hermano, y no voy a dejar de mostrarte cariño por culpa de gente idiota.-susurró contra su oreja.-Y por favor no pienses eso de ti mismo...yo se que no te gusto. El que te gusten los hombres no significa que te gusten todos.
-No me gustan, son de lo peor.-rió, contra el hombro de Gilbert.-Solo me excitan.
Gilbert soltó una carcajada, para después dejar un pequeño beso en la sien de Dorian.
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K opinan?
Amo demasiado su amistad, necesito amigos así 😩
Btw, ¿ya están en el grupo de fb?
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