22 | francis
Voten y comenten mucho
[3/5]
📀📀📀
-Amo los parques acuáticos.-dijo la platinada, dando un par de saltitos sobre su asiento del auto.
-Lo se cariño.-respondió el pelinegro con una sonrisa ladina, mientras aparcaba su jeep.
-Tal vez esta vez si esté abierto el tobogán que es realmente alto.-dijo sonriente, ladeando la cabeza.
Dimitri la tomó de la barbilla, acarició su labio inferior curvado hacia arriba y dejó dos besos cortitos en sus labios y uno en su nariz.
-Investigué eso hace un par de días, se que las últimas veces que vinimos realmente te daba ilusión subirte pero estaba en reparación. Yo solo quiero que mi chica sea feliz.-susurró contra la enorme sonrisa de Francis.
La rubia aprisionó su labio inferior entre sus dientes, mientras lo abrazaba por el cuello.
-Tú chica está muy feliz.-respondió en el mismo tono bajo, besándolo en los labios unos cuantos segundos, para terminar con uno pequeño en la mandíbula del pelinegro.
Dios, esa mandíbula cuadrada y marcada podría matarla.
-Vamos amor.-susurró Dimitri, dándole un nuevo beso, pero esta vez en la frente.
La rubia bajó del auto de un saltito, rodeó la jeep para terminar entrelazando su mano con la de su novio, quien cargaba la maleta en la que ambos llevaban lo importante.
Mientras esperaban en la corta fila para comprar sus pases al parque, Francis se tomó algunas fotografías junto a Dimitri, que le envió a su hermano.
Unas cuantas horas después, con sus pertenencias guardadas en un casillero, vagaban por el parque acuático en traje de baño con las manos entrelazadas, el cabello húmedo y uno que otro beso.
Las filas no eran tan largas ya que a pesar de ser sábado, no era temporada vacacional y en el lugar habían más niños pequeños y uno que otro adolescente, eso les había dado la oportunidad de subir prácticamente a todos los juegos posibles.
-¿Quieres comer algo Frannie?-preguntó Dimitri después de estar un rato en una piscina, besándose.
La platinada negó con una sonrisita que solamente le mostraba a Dimitri.
-No, quiero estar aquí un rato más.-dijo, besando sus labios cortamente, pues sintió cómo el chico apretaba sus costillas para hacerla reír.-Para.-rió.
-Me encanta tu risa, es demasiado hermosa.-dijo el pelinegro, acomodando el húmedo cabello de Francis, aunque estuviera trenzado para evitar nudos.
-A mi me encantas tú.-susurró, rozando sus narices en un gesto cariñoso.
Una pelota estrellándose a un lado de ellos, los hizo sobresaltarse.
-¡Lo sentimos!-murmuró el niño pequeño que nadaba hacía la pelota.
Francis lo miró mal mientras Dimitri solo le sonrió amistosamente, lanzándole la pelota.
-No te preocupes amiguito, solo no le peguen tan fuerte ¿si? Mi novia se asusta fácilmente.-pidió con una sonrisa y un guiño al final.
-Está bien.-asintió el menor, alejándose de la pareja bajo la mirada de su madre y sus tías, que estaban tomando el sol fuera de la alberca, mientras los más pequeños jugaban dentro.
Francis supuso que los tres pubertos que sólo miraban sus teléfonos también venían con ellos.
-No seas tan gruñona mi amor.-murmuró apretando sus mejillas con cariño, soltando una risa y besándola.
-Es parte de mí adn .-murmuró divertida.
-Lo se, lo se, y me encanta cuando tienes tu cara de enojada.-murmuró, besando su frente.-Mi mamá me dijo cuando era pequeño que buscara a alguien que se viera hermosa incluso enojada.
Francis sonrió nuevamente y besó su mejilla.
-¿Sabes lo mucho que te amo?-preguntó en voz baja, acariciando el hombro desnudo del ojiazul.
-Yo te amo mas.-respondió, besando su cabeza.
El ringtone del teléfono de Francis los obligó a separarse.
-Joder.-murmuró la chica, saliendo de la alberca totalmente mojada, solo así dos de los tres adolescentes despegaron sus miradas de sus respectivos teléfonos.
Bufó al leer quien llamaba, rodó los ojos y se dejó caer en la orilla de la alberca, metiendo solo sus pies.
-¿Que quieres mamá?-preguntó con molestia.
Dimitri suspiró, sabiendo que muy probablemente esa conversación se alargaría un rato, besó el muslo de su novia y comenzó a salir por las escaleras.
Automáticamente todas las mujeres que cuidaban a los niños y la otra puberta, dirigieron su mirada al pelinegro, esperando por ver el torso desnudo de ese atractivo chico.
El resultado fue diferente al esperado al encontrarse con una larga cicatriz sobre cada uno de sus pectorales, todas fruncieron el ceño confundidas por cuales podrían ser las razones para que un jovencito tuviera tan terribles cicatrices.
Aunque si, tenía unos buenos cuadros formados en su abdomen.
Dimitri les dio una sonrisa un poco incómoda al sentir todas las miradas sobre él, tomó su billetera y dejó un beso en la cabeza de Francis.
-Voy por algo de comer, ¿que quieres?...-preguntó de cuclillas junto a ella.-Ensalada no.-dijo obvio.
Francis sonrió, mientras peinaba el húmedo cabello de su novio, mientras las mujeres y la adolescente a su lado miraban 'discretamente' el trasero de Dimitri y los atractivos músculos de su espalda, en donde había una que otra marca rojiza ocasionada por las uñas de Francis.
-Lo que tú quieras.-susurró, tapando la bocina de su teléfono.
-Bueno.-asintió, dejando un beso en su mejilla para alejarse hasta el puesto de comida.
-Si mamá, obvio estoy con él, es mi novio.-dijo la plateada con molestia, recostándose en el suelo.
-Ya te dije que no me gusta ella.-respondió su madre molesta.
-Él, mamá, es un él.-respondió molesta.
-Y una mierda, nació mujer, es mujer.
-¿Sabes que? Creí que habías dicho que era una emergencia, pero solo quieres arruinar mi día con mi NOVIO.-gritó la última palabra, espantando a las personas a su alrededor.-Vete al diablo, estoy de muy buen humor como para escuchar a una maldita transfobica ahora mismo, ¿por qué no le dices toda esa mierda a alguien que le importe eh?
Y colgó, queriendo golpear algo por el coraje e impotencia que siempre sentía después de hablar con su madre.
Volteó para buscar a Dimitri, pero no lo vio por ningún lado, solo se encontró con las miradas prejuiciosas de la familia a su lado.
-¿Que me ven?-preguntó seria, ocasionando que todos desviaran los ojos de ella.
📀
La familia entera se había ido a la alberca de enfrente en cuanto Dimitri regresó y eso jodidamente enfadó a Francis.
-Esta bien amor.-susurró el pelinegro, llevándose una papa a la boca.
-No, no lo está, ¿te das cuenta que durante todo el rato que estuvimos besándonos y casi follando frente a ellos no hicieron una mierda? Pero claro, se enteran que eres trans y entonces no quieren ni estar cerca nuestro, maldita gente imbecil doble moral y...-el pelinegro la interrumpió
-Hey, hey, está bien Frannie, no todos van a aceptarme siempre, lo sabes.-susurró con una pequeña sonrisa, acariciando la pierna desnuda de la rubia.
Su corazón se oprimió al ver los ojos de su novia cristalizarse.
-No se vale.-susurró entrecortadamente, tallando sus ojos.-Tu no has hecho nada malo nunca, eres un angelito y siempre que se enteran te tratan horrible.
-Ay mi bebé.-susurró, dejando su comida sobre la pequeña mesa, se sentó detrás de Francis y la abrazó con fuerza, dejando un beso en su nuca.-No pasa nada, yo estoy bien, tú estás bien, es problema de ellos si juzgan antes de entender, no es culpa nuestra su ignorancia respecto al tema.
-Dimitri, la última vez te golpearon.-sollozó agarrandose con fuerza al brazo del ojiazul.
-No fue tan malo, solo unos cuantos moretones.-le recordó en un susurro junto a su oreja.
-Porque Alex y Clementine iban con nosotros, sino te hubieran matado a golpes.
-Pero no pasó nada Frannie, estuvimos bien ese día, estamos bien hoy y estaremos bien mañana.-la rubia se soltó de sus abrazo, para poder verlo de frente a frente.
Y a Dimitri le rompió el corazón mirarla llorar de esa forma en un lugar público y no solo uno común y corriente, sino, en su lugar favorito de la ciudad.
-Quisiera que nadie te hiciera daño por algo tan simple como tu identidad sexual, ¿tienes idea del miedo qué paso cada vez que te vas a tu casa? ¿O cuando vas al gimnasio en la noche? Joder, no puedo ni respirar bien hasta que no me llega un mensaje tuyo de que estás sano y salvo en tu casa, Dimitri, me da muchísimo miedo que te cruces con una de esas personas horribles y te hagan daño.-sollozó.
-Ven.-murmuró, abrazándola con fuerza.-Sabes que nunca salgo solo por las noches.-dijo contra su frente.-Tomo mis precauciones desde que tenía doce Frannie, te prometo que nada malo me va a pasar.
-Pero ya te han golpeado.-repitió.-Tres veces Dimitri, la segunda te mandaron al puto hospital.
-Te prometo que seré más precavido, ¿si?-la rubia asintió, soltando un pequeño sollozo.
Mientras el pequeño niño que antes les había lanzado la pelota sin querer, los miraba fijamente desde la distancia.
Su madre dijo que se habían alejado de ellos porque uno de ellos era transgénero, él no se quedó con la duda y le preguntó a uno de sus primos adolescentes.
Bea respondió que en el caso del chico, él había nacido siendo niña pero se había cambiado de sexo porque no se sentía a gusto siendo una niña.
A pesar de que ella lo dijo con ligera molestia, eso lo hizo feliz.
Al menos había alguien más como él.
Y tenía a alguien que lo quería tal y como era.
📀📀📀
K opinan?
Lloro
De verdad esta es de mis parejas favoritas, la forma en que se quieren es demasiado bonita.
Me duele que todo por lo que Dimitri pasa, realmente sucede en la vida real y es una mierda.
Y luego el nene, noooo, ame esa parte la verdad.
¿Se dan cuenta de lo hermoso que sería el planeta si a los niños/as se les enseñara que está bien enamorarse de niños y/o niñas, que esta bien si no se sienten a gusto con el sexo con el que nacieron o que esta bien que no te guste nadie en absoluto?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro