19 | giselle
Voten y comenten mucho xfa
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-¿Y ahora que tienes?-preguntó Maxine con su voz dulce de madre del grupo, sentándose junto a la morena, mientras Francis y Cécile continuaban hablando en voz baja.
Giselle solo negó, aguantándose un pequeño puchero de tristeza que luchaba por mostrarse en sus labios.
-Sabes que puedes hablar conmigo de lo que quieras Selle, haré lo que pueda para ayudarte y apoyarte en lo que sea que te esté pasando.-dijo con una sonrisa.
-No es nada.-susurró, mirando cómo Jerome entraba en la cafetería acompañado de Miles, como si nada hubiera pasado.
Fue inevitable no mirarlo con furia, enterrando con fuerza su tenedor en los macarrones de su almuerzo.
La castaña suspiró.
-Ya veo...-susurró con una mueca.-¿Jerome verdad?
Giselle sintió sus ojos cristalizarse y solo atinó a asentir en voz baja, llevándose un poco de comida a la boca.
-¿Que es lo que hizo ahora?-preguntó Cécile interesada, pues el nombre del pelirrojo había llamado la atención de sus otras dos amigas.
-En la fiesta...terminé por irme con Nicole, ya saben, la porrista de primer año.-todas asintieron.
-¿Volvió a ignorarte en la fiesta?-preguntó Maxine cuidadosamente, obteniendo como respuesta un simple asentimiento.
Francis solo negó con tristeza y discreción, pensando en lo idiota que Jerome podía llegar a ser la mayoría de las veces, tratando mal a Giselle y gritándole todo el tiempo, aunque debía admití que ella no se quedaba atrás, siempre era la primera en lanzar cosas o golpes.
-Pero eso no es lo malo...-susurró la morena.
Un silencio algo incómodo se formó entre ellas, mientras compartían una mirada que demostraba lo que las tres pensaban.
Claro que es malo, es muy malo que tu pareja te ignore y el que ya ni siquiera te importe que lo haga debería de ser una señal para salir de ahí.
Pero ninguna abrió la boca para pronunciar aquellas palabras, no cuando ya se lo habían dicho cientos de veces antes y continuaba en una relación con Jerome.
A ella todo lo referente a su noviazgo le entraba por una oreja y le salía por la otra.
-Supongo que estuve demasiado tiempo con Nicole y sus amigas porque cuando volví a donde estaban, Jerome ya se había ido.-susurró de forma dificultosa.
-¿Se fue sin ti?-preguntó Francis ofendida.-¿De nuevo?
Giselle negó.
-Subió con una chica a las habitaciones.-susurró, con unas cuantas lágrimas silenciosas escapando de sus ojos.
-Ese hijo de puta.-escupió Maxine totalmente enfadada.
-Yo...yo no dudé en subir.-limpió sus ojos, intentando evitar más miradas sobre ella.
-Ay no...-susurró Cécile, mirándola con preocupación.
-Si lo vi sobre alguien.-sollozó.-No estaban teniendo sexo pero es obvio que estaban besándose, ella aún tenía ropa pero aún así estaban frotándose... ...Ni siquiera pareció notar que lo había visto.-su labio tembló de una forma terrible.-Y salí dando un portazo...pero aún así no vino detrás de mi.
-Selle...-la risa desganada a mitad del llanto de la nombrada interrumpió a Francis.
-Nunca viene detrás mío cuando me rompe el corazón en más pedazos; Pareciera que no le importa.-sollozó cubriendo su boca.
-Oh cariño, no te mortifiques por ese gran imbécil.-murmuró Maxine, limpiando sus lágrimas de forma delicada.
-¿Sabes que es lo peor? Que estoy un 80% segura de que era Hailey y eso quiere decir que yo tenía razón.-lloriqueó.-Odio tener razón en estas situaciones.
-¿Como estás tan segura?-cuestionó Cécile, acariciando la mano y cabello de su amiga.
-Tenia un suéter negro enorme, sus jeans negros rotos y sus converse negras, yo la vi cuando llegó...y estaba vestida igual.-limpió su nariz.
-Mierda...-susurró Francis, compartiendo una mirada de sorpresa con Maxine y Cécile, mientras Giselle limpiaba sus lágrimas con la manga de su hoodie.
Las tres sabían muy bien que Hailey y Jerome a penas se dirigían la palabra por obligación de la obra, definitivamente no se esperaban que se hubiesen acostado.
Porque ciertamente todas la vieron una o dos veces durante la fiesta y si, iba completamente vestida de negro, con sus jeans rasgados, sus converse negros con blanco y un suéter.
Aunque Francis recordó vagamente que el suéter no era "enorme" en realidad se miraba algo ajustado, pero todo era la perspectiva.
Además, esa noche, todas las chicas levaban puestos vestidos o tops de colores.
-Cada vez...cada vez pienso que ha cambiado, que ahora de verdad quiere hacer las cosas bien conmigo, que todas las cosas que me prometió las cumpliría...pero al final termina igual. Él con su pene dentro de otra chica y yo llorando sola en mi habitación a las 2:00am.
Cécile no dudó en abrazarla con fuerza.
-Mira Selle, tú sabes muy bien lo que todas pensamos sobre Jerome, y su relación...
-Lo que Ceci intenta decir...es que ustedes juntos solamente se hacen daño, cuando no es él quien te hace daño eres tú quien se lo hace a él, no dudo que ambos se quieran mucho...tal vez incluso se amen, pero no pueden continuar de esta forma Selle.
»Su amor ahora mismo es dañino, les rompe el corazón, les lastima el alma y les llena la vida de tristeza y sufrimiento, los dos se merecen lo mejor del mundo, si quieren obtener lo mejor el uno del otro deberían separarse, pensar y madurar, cada uno por su cuenta, si al final deciden darse una última oportunidad y funciona perfecto, si terminan cayendo en lo mismo de siempre entonces no es la persona correcta, déjenlo por lo sano e intenten solo ser amigos.
Es la única forma en la que no terminarán odiándose tanto que no puedan ni mirarse las caras.
Todas miraron atentas a Maxine, ligeramente impresionadas por tan cierto y maduro discurso.
-Tal vez te haga caso esta vez.-susurró Giselle, limpiando sus últimas lágrimas, todas quisieron aplaudir y hacer una gran ovación, pero solo sonrieron con el orgullo plasmado en el rostro.-No he hablado con él desde la fiesta.
-Seis días, creo que eso es un nuevo récord.-murmuró Francis divertida.
-Me ha enviado obsequios a mi casa, incluso fue el sábado y el domingo a buscarme pero no lo dejé entrar ni por la ventana.-admitió, clavando nuevamente su tenedor en la pasta.
-Eso mamona.-murmuró Francis, imitando a Clementine.
Sus tres amigas soltaron ligeras risas de nostalgia.
-Se siente la ausencia de Clemen.-admitió Cécile en voz baja.
-¿En donde está de cualquier forma? No ha respondido ningún mensaje que le he enviado. Ha faltado cuatro días a clases y ella nunca falta.-preguntó Maxine, dándole una mordida a su burrito.
-El año pasado faltó dos semanas ¿recuerdas? Cuando nos dijo que se fue de vacaciones con algún tipo que conocía.-dijo Giselle sin importarle tener la boca llena de comida, todas asintieron.
-Ah, si...también recuerdo que cuando recién entró en la escuela faltó como un mes.-rememoró la menor de todas.
Francis miró incomoda hacia su ensalada.
En primer lugar, le incomodaba el rumbo de esa conversación.
En segundo lugar, ¿porque su madre no podía ser normal y decirle a las cocineras que le enviaran de almuerzo un simple sándwich? Desde que tenía memoria, su almuerzo había sido ensalada, mientras que a Alexis le enviaban emparedados.
Tal vez por eso siempre la consideraron presumida.
-Bueno, espero no falte demasiado porque podría perder su beca.-murmuró Cécile con una mueca.
-Tal vez la hayan metido a Rehabilitación.-susurró Giselle, ganándose una mala mirada de las otras tres.
-Giselle.-regañó Maxine.
-¿Qué? ya es como la sexta vez en este año que la arrestan y con todo lo que se mete me sorprende que no esté en el reformatorio ya, si es que finalmente la ingresaron a NA deberíamos alegrarnos por ella, cuando consume la verdad es que se comporta como una lunática como la otra vez, que se peleó a golpes con un vagabundo.
-Me sorprendió que ella ganara.-murmuró Maxine intentando aligerar el ambiente, lo que por suerte logró, y se dio por terminada la conversación.
Francis solo miró con tristeza su comida.
Ojalá ellas supieran que cuando Clementine actuaba como 'lunática' no era realmente por estar drogada, sino por...su situación. Así al menos tendría con quien hablar al respecto.
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K opinan?
Háganle caso a Maxine para tener éxito en la vida 😉
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