09 | cécile
📀📀📀
Acarició el muslo del Miles de forma discreta, dejando un pequeño beso en su cuello pero él pareció no inmutarse, pues continuaba viendo atentamente Toy Story.
Su mano acarició un poco más arriba, demasiado cerca de la entrepierna del pelinegro, pero justo en ese momento soltó una carcajada sin dejar de ver la televisión, riendo de algo que Woody había dicho.
-Amigos tío somos tus amigos.-repitió con una risita.-¿A quien se le ocurre?-preguntó de forma retórica mientras miraba sonriente los dibujos animados.
Cécile suspiró resignada y terminó por tomar la mano de su novio, entrelazando sus dedos y recargando su cabeza en el hombro del mayor para poder continuar viendo la película.
A veces no entendía a Miles, veía a las parejas de adolescentes a su alrededor y siempre parecían estar deseosos del otro.
No yendo muy lejos, sus amigos, tanto Francis y Dimitri como Giselle y Jerome no podían mantener las manos alejadas del otro, siempre estaban besándose, abrazándose y a veces incluso jugueteando entre ellos. Los chicos parecían no tener suficiente de sus amigas.
Pero Miles no hacía nada de eso, se tomaban de las manos cuando ella entrelazaba sus manos, se besaban cuando ella lo besaba primero, nunca jugueteaban porque él decía que las muestras publicas de afecto no le gustaban. Incluso en el sexo ella debía iniciarlo todo porque el no mostraba intención de hacerlo.
Eso no era algo tan malo pues podría sólo ser tímido sentimentalmente hablando, pero algo que a Cécile le parecía un poco peor era que a él ni siquiera parecía interesarle tener relaciones con ella.
Además estaba segura de haberlo escuchado fingir un orgasmo dos meses atrás, no pudo revisar el condon porque no sabía exactamente en donde los tiraba Miles, pero de haberlo hecho estaba un 90% segura de que no encontraría el semen del chico en el látex.
Eso la hizo sentir mal un par de semanas y la tuvo pensando en que había hecho mal como para que su novio no la considerara suficientemente atractiva.
Cuando se lo comentó a Giselle ella mencionó qué tal vez estaba un poco tomado o fumado y le avergonzaría a él admitir que no había podido correrse.
O qué tal vez el sexo se había vuelto algo muy común, ya que no cambiaban de la misma posición jamás, Giselle mencionó algo sobre experimentar más su sexualidad como pareja.
Aunque la verdad era esta:
Miles ese día no estaba lo suficientemente concentrado como para pensar en algún video que hubiese visto anteriormente, los muy femeninos gemidos de Cécile lo desconcentraban.
Y terminó por sentirse la persona más terrible del mundo por usar de esa forma a la chica.
Y habría sido un reverendo idiota de no hacerlo.
Porque mientras ella le pedía consejos a su amiga para mantener a su chico interesado en ella, su chico fantaseaba con otro chico.
-Miles.-murmuró la pelinegra, mirando a su novio.
-¿Si cariño?-preguntó dándole una rápida mirada para regresar rápidamente su atención a la pantalla, llevándose un cacahuate a la boca.
-¿Cual es tu fantasía sexual?-preguntó en voz baja.-Podríamos hacerla.
La tos del chico resonó por la habitación de la chica, mientras él golpeaba su pecho ella le dio un par de palmaditas en la espalda, tendiéndole su jugo de caja.
El pelinegro bebió rápidamente, terminando por suspirar al sentir que ya no se ahogaba más.
Pero prefirió haberse ahogado ahí mismo antes de tener que responder.
-No lo se...no he pensado en ello.-murmuró, escuchando la voz de su cabeza gritarle: ¡mentira!
Cécile arrugó levemente la nariz, ¿como un adolescente de 18 años podía no haber pensado en su fantasía sexual? Ella misma lo había hecho.
Dispuesta a continuar abrió la boca, pero la voz de Miles la interrumpió.
-¿Cual es la tuya?-preguntó curioso, tomando un pequeño trago de jugo.-También podríamos hacerla.
La menor se sonrojó levemente.
-No te diré la mía si no me dices la tuya.-murmuró.
Miles suspiró.
Preferiría morir a admitirle a su novia que quería follar salvaje y desenfrenadamente con un chico, con un chico que ella conocía.
-Es verdad que no he pensado en ello, supongo que después de poder tener sexo por primera vez no pensé más en eso.-rió tan bien que Cécile no notó su nerviosismo.-Anda, cuéntame, somos novios desde hace un año y tenemos confianza.
Tanta confianza que no le puedes decir que las pollas te encantan. Recriminó su conciencia, pero la calló enseguida.
-No lo se...es que una vez Selle me dijo que tuvo un trío con su anterior novio y me ha dado curiosidad desde entonces.-susurró.
Miles asintió con los ojos entrecerrados, pensativo.
-¿Con otra chica?-preguntó cuidadoso, intentando ocultar el miedo de su voz.
Todos los adolescentes de su edad tenían un gusto enfermizo por las chicas que se besaban con otras chicas y ciertamente estaba asustado, porque suficiente trabajo le costaba hacerlo con Cécile en la posición que lo hacían, una nada romántica cabe aclarar.
-Con dos chicos.-susurró apenada.
Eso definitivamente llamó la atención de Miles, que la miró intentando ocultar su entusiasmo.
Sería raro para Cécile que esa respuesta le entusiasmara.
-Ya...-susurró, fingiendo indiferencia.
-Entiendo que no lo quieras, seguro debe de ser súper incómodo para ti ver a otro chico...desnudo.-Murmuró mirando sus muslos apenada, Miles suspiró.
-Yo...yo lo haría...por ti ¿sabes?-susurró sonrojado.
En serio, ¿cuando iba a dejar de mentirle de esa forma a la cara?
-¿De verdad?-preguntó sorprendida, Miles asintió ligeramente nervioso.
-Me gustaría poder complacerte de todas las formas posibles.-eso no era totalmente una mentira.
La verdad era que le avergonzaba la mala vida sexual que le estaba dando a Cécile, ella se merecía poder disfrutar y admitía que él no lo hacía para nada bien.
Tenían sexo probablemente una vez al mes o cada dos meses, a veces incluso menos, pero sólo eran penetraciones, con ella sobre sus rodillas en el colchón dándole la espalda y él odiaba no poder hacerla sentir bien, estaba demasiado seguro de que si ella no se encargara de acariciar su propio clitoris durante el acto, probablemente nunca llegaría.
El que la usase de tapadera no significaba que no le importaran sus sentimientos.
Es solo que no se atrevía a tocarla, mucho menos a complacerla oralmente.
-Pero...¿no estarías incómodo con eso?-preguntó ligeramente sorprendida.
-Probablemente...-medio mintió porque la verdad no estaba seguro de nada.-Pero...podríamos hacerlo con alguien con quien nos llevemos bien, tal vez no sea tan incomodo.
-¿De verdad vamos a hacerlo?-preguntó, ocultando una sonrisa, Miles asintió apretando los labios.
-Se que no tenemos una vida sexual muy buena, tal vez, así te sientas mucho mejor.-la menor besó el dorso de su mano.
Pensando en el muy buen novio que tenía, quien ponía sus deseos primero, solo para poder complacerla.
Ay Cécile, si solo supieras.
-¿Lo haremos con alguno de tus amigos?-preguntó curiosa.
Miles negó rápidamente.
-Joder no, van a pensar que soy gay.-murmuró con rapidez y también un poco de desagrado en su tono de voz.
-Podríamos ir a un bar gay, hay chicos bisexuales.-ofreció.
Miles suspiró.
-No iremos a un bar gay Ceci, alguien podría verme, no quiero que piensen que soy gay.-dijo serio.
-Entonces....-alargó, esperando alguna idea.
-Podríamos ir a la fiesta del sábado, hablar discretamente con algunos chicos, no tienen que ser bisexuales, al final no lo van a hacer conmigo, solo tienen que querer follar contigo.-susurró pensativo.-Y de esos hay un montón.-admitió.
La pelinegra soltó una risa, mientras le daba una ligera palmadita en el brazo.
📀📀📀
K opinan
Ahora si se viene lo chido.jpg
Siento feo por Cécile, pero bueno.
Es parte de lo que forma esta historia, los errores de adolescencia.
Cambiando de tema: JSKAJAJAJJA el Buzz español es de las cosas que jamás superaré en la vida.
[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]
Xfavor aprecien que tuve que subir ese video a mi canal de YouTube para que se rieran conmigo jskajajjajaja
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro