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3.5 Insuficiencia Emocional.

No fueron minutos, tampoco horas, en realidad han sido días.

Días sin ninguna maldita noticia de la mitad demonio, y eso, eso esta volviendo loco a Nightwing.

Usualmente cualquier cosa exasperaba a Damian pero el hecho de que Raven estuviera ignorándolo y evitándolo elevaba su tolerancia a otros niveles.

Y, por alguna razón a él le decepcionaba el entrar a la torre sin toparse con ella.

Estaba molesta con él, eso era un hecho.

Jaime y Jon le han presumido como ellos si pudieron contactarse con ella mientras las propias llamadas de Damian siempre eran recibidas por el buzón de voz.

¿Porque esta molesta con él?; Ese era el misterio que aun debía resolver.

No seguiría esperando a que ella apareciera, debía ir tras ella y exigirle una explicación. ¡Sí!, la buscaría para decirle lo todo incorrecto de sus recientes actos. Como por ejemplo; Faltar a las reuniones e ignorar sus llamadas. Él podría estar llamando para una emergencia y ella se daba la dicha de ignorarlo.

El moreno se echo para atrás en su silla, miro el calendario de actividades en la computadora de la sala de control. Precisamente hoy a las once de la mañana la mujer tenia programada una conferencia sobre las emociones y el campo de batalla para los chicos nuevos.

Era el momento perfecto para confortarla.

Faltaban quince minutos para las once, si se apuraba la podría alcanzar antes de que comenzara.

Con esa idea en su mente, Damian se encamino a la puerta cuando el subido de su comunicador lo hizo mirar de nuevo al escritorio. Ahí se encontraba su comunicador notificándole la entrada de una llamada.

En su interior sintió un hilo de esperanza, quizás sus 232 llamadas a Raven por fin eran regresadas.

Tristemente el nombre brillando en la pantalla no era el cual esperaba, convirtiendo así su esperanza en un profundo ceño en su rostro.

"Tienes mucho valor para llamar después de casi un mes...Logan" Damian escupió con desprecio el nombre del verde.

Perfecto, alguien con quien desquitar su frustración.

"Dame un respiro viejo, mi plan de teléfono es malo."

"¿Cuando regresan?, Los necesitamos."

"Em...si, Tara y yo estamos perfectos, ¿Gracias por preguntar?." El sarcasmo de Gar no era bien recibido "¡Solo hablo para ver como están todos!"

"Todos estamos bien. ¿Cuando regresan?"

"¡Bromeas!, Todavía nos falta visitar Asia y Australia....Tara se muere por conocer—"

"¿Cuanto tiempo mas van alargar esta pre-luna de miel?" Damian interrupió al hombre "Aun no se casan, ¿Después de la boda se irán por más meses?..¿En donde esta tu responsabilidad con el equipo?"

"Viejo...viejo. Calma, suenas muy amargado, cuando tengas un amor como el mío entenderás lo necesario que es un tiempo a solas con tu pareja.....¿Es muy urgente?"

¿Realmente lo era?....¿O solo quería arruinar la felicidad de Logan por su desdicha?

"No Logan, no es urgente." Damian se percato de la hora, las once en punto "Trata de no morir o contraer una enfermedad Logan, tengo que irme."

"¡Espera, espera! No cuelgues, apenas iba a preguntarte por Supergirl"

"¿Qué?" Damian apretó la bocina del teléfono con fuerza.

"Si, lo se todo galano. Serás una leyenda para cuando se lo cuente a todos, ¿Prefieres Twitter o Instagram?"

"No se de donde oíste eso pero-"

"No hay necesidad de mentir, Jaime me lo contó todo. Entonces, ¿Pronto veremos a Supergirl en la Torre?"

Damian se imaginaba la picara mueca en el rostro de Gar después de haberle dicho eso...el verde disfrutaba de esto.

"Jaime te mintió...fue un error-"

"Si, si me contó lo de la kryptonita rosa, pero también me dijo, que Jon le dijo, que Supergirl le había dicho que tu ¡le gustabas!" Garfield Logan lo interrumpió emocionado.

"Pillo, te gustan las rubias, tendré que proteger a m Terra de ti"

La fastidiosa risa del verde le molía el cerebro como un taladro. De por si, su visita al espacio ya era un autentico dolor de cabeza.

Necesitaba detener la filtración de la información antes de que pudiera traerle consecuencias.

Fue un accidente, pero eso no evitaba que esto diera una mala imagen de él. Damian no quería ser comparado al prostituto de Grayson.

No, Damian Wayne tenía una reputación por mantener.

Él no seguía faldas, ni se debilitaba a la vista de unas llenas y bonitas piernas, o sedoso cabello oscuro, labios suaves, perfume de lavanda con vainilla.....Oh...

En su mente pronto llego la imagen de la mitad demonio del grupo. Ella era la menos indicada a enterarse de su pequeño accidente en el espacio.

¿Porque?...no tenia la menor idea. El trato entre Raven y él únicamente tenia la intensión de darle un cierre a un circulo vicioso, no eran exclusivo pero....

¡No debía saberlo!

"¿Estas ahí viejo?"

"¿Le haz contado a alguien más?" Damian le respondió al verde. Serio, sin emoción y con su objetivo bien claro.

"No, Jaime me lo acaba de contar. Aunque...¿Cuentan las serpientes que alimente hace rato como alguien?" El idiota se reía al otro lado de la linea como si hubiera contado el mejor chiste del mundo.

"Guarda el secreto y no le cuentes a nadie, ni a Markov. Si llego a saber que tu divulgaste mi problema te eliminare de los Titanes para siempre. No volverás a trabajar para la justicia. ¿Entiendes?"

"¿COMO?...DE QUE DEM-"

Damian colgo la llamada.

Solo eso le faltaba, mas personas conociendo sobre su horrible experiencia.

Logan mantendrá su boca cerrada después de escuchar esa amenaza. Jon ya estaba bajo amenaza...pero Jaime Reyes...el sujeto sería difícil de convencer, prácticamente era una mujer que amaba la difamación de información innecesaria.

Algo se le ocurrirá para comprar el silencio de Jaime...primero estaba Raven.

El reloj marcaba las 11:08 de la mañana para cuando Damian llegó a la sala de entrenamientos. Los héroes de futuro ya se encontraba ahí, buscando asientos y conversando entre ellos.

Todo normal, pero Raven seguía ausente.

"Hey Chico malvavisco"

Y como si su día no pudiera ser peor; Rose Wilson aparecía para 'alegrarle' el día.

"¿Que haces tu aquí?, ¿Donde esta Raven?"

"En casa, me pidió que la sustituyera" La hija de Slade le contesto sin desquitar la vista a los menores.

"¿Tu vas a dar una conferencias sobre emociones?" Él preguntó inseguro.

Rose Wilson era tan estable emocionalmente como él; ambos padecían de insuficiencia emocional.

"Si, pero menos relajación y esas cosas. Mi enfoque es: '¡Como hacer llorar a tu enemigo'. Emocionante ¿Verdad?"

"¿Porque Raven no vino?, no la veo desde hace días e ignora toda mis llamadas"

"Aww, ¿Estas preocupado?" La chica se reía de él, para después optar una postura más sería pero igual de desinteresada. "No sé porque ignora tus llamadas, pero hoy en la mañana se sentía mal, he ahí la razón de su ausencia."

"¿Mal?, ¿Como que enferma?"

"Vomitar toda la noche y parte de la mañana se cataloga como enfermedad, ¿no?".

Malas noticias.

La ultima vez que Raven mostró señales de enfermedad hubo graves problemas.

"Debió haber venido de inmediato, la ultima vez casi se muere"

"Lo se...pero es necia. La deje descansar solo porque mañana ira a ver a Cyborg." Rose comenzó a hacer calentamientos mientras lo observaba con una picara sonrisa "¿Porque la buscas? ¿Problemas con tus pantalones?, Yo podría ayudarte."

"Grotesco." Damian se alejo de la rubia. Se dio media vuelta para toparse con las animadas voces de los mas jóvenes.

Las cosas se habían complicado.

Hora de moverse al plan B.

——————————-

"Prometiste estar aquí hoy." Raven gruño hacia la bocina del teléfono.

Su día comenzó siendo un desastre desde muy, pero muy temprano.

Lo único que deseaba después de haber pasado por el shock que la pequeña Grayson le provoco con su noticia era descansar.

Desafortunadamente nada de eso ocurrió porque durante su primera hora de sueño un malestar en su estomago la hizo despertarse.

Las nauseas y el vomito la hicieron permanecer despierta toda la noche, el inodoro siendo su único acompañante de su desgracia.

Convenció a Rose que la suplantara en la torre, pero torpemente olvido que también tenía pendientes en su trabajo de civil.

Raven sentía una gran sentido de responsabilidad por cumplir con su vida de civil, por lo cual, con la poca energía que le quedaba en el cuerpo logro llegar a su pequeña oficina en la editorial mas grande de todo San Francisco.

Solo necesitaba entregar un manuscrito y sería libre de irse a su casa a descansar todas esas horas de desvelo.

Pero eso, eso tan solo era una pequeña parte de su día de mierda.

Lo único que la mantenía con un poco de optimismo era saber que hoy daría en marcha su venganza en contra la cabeza de dura del líder de los titanes.

Damian se merecía una lección, nadie, pero nadie le hacia un desplante.

Tenia todo perfectamente planeado, su contacto llegaría hoy para hacer sufrir a Damian Wayne. Pero, ahora su contacto le llamaba para echarse para atrás.

"Lo siento, se presento algo, es urgente. Además, tu no haz hablado de mi paga " La voz del otro lado de la linea era la de un hombre muy coqueto.

"¿Tu paga?, me debes muchos favores. Es tiempo que devuelvas uno." Raven bufo.

"Tu y tus favores....." Él suspiro pesadamente, pero sin dejar su tono juguetón. "Igual no puedo ir hoy, el inconveniente es grave Raven. Tal vez mañana tenga mi agenda libre para ti y—"

"Aguarda un momento." Raven interrumpió alejando el teléfono de su oido.

Quería gritarle y maldecir al maldito al otro lado de la linea pero un reflejo en su estomago lo impidió.

La nauseas y asco llegaron a ella de nuevo.

Se llevo una mano a la boca como si la acción fuera a tener las ganas de sus entrañas por salir a darle una visita a la limpia madera de su escritorio.

Su malestar seguía muy persistente; las nauseas, los ascos, mareos, el dolor de cabeza y de estomago solo le confirmaban que este no era un buen día para ella.

Ella nunca se enfermaba.

Quizás esto solo era una reacción de su Karma por haber modificado los recuerdos de una alma tan pura como la que Mary Grayson tenía.

La niña estaba bien, su estructura psíquica intacta con un pequeño fragmento de memoria en el olvido. Y solo por eso el universo la hacia pagar con una culpa que se manifestaba con síntomas en su cuerpo.

O eso era lo que Raven creía.

"¿Todo bien?. Suenas menos iracunda a lo habitual."

"¡Deberías estar aquí hoy!" Raven grito cuando el teléfono regresó a estar cerca de su oído. "Lo prometiste grandísimo idiota"

"Ah, ahí esta la raven que conozco." La risa del hombre únicamente agrandaba la ira de la chica. "Ya te lo dije, hoy hay graves problemas. Te hice una promesa y por eso mañana me veras ahí."

Mas le valía y así fuera. Dejar pasar mas tiempo era un problema, su plan necesitaba hacerse ¡ya! antes de que su débil corazón se arrepintiera de la idea.

Unos toques en la puerta la hicieron mirar a la entrada de su oficina, ahí pudo observar a la rubia asistente de la dirección general con su mini falda nada profesional.

"Rachel, alguien te busca."

"Estoy ocupada." Ella simplemente contestó sin mirarla.

"Tu visitante es muy insistente."

Raven suspiro, alejó de nuevo el teléfono para mirar a la bonita y rubia asistente, la cual no tenia idea alguna de como realizar su sencillo trabajo.

Se dio una vuelta en su silla, regalándole la espalda a la asistente.

"No es el mejor momento. Si no es alguien importante hazlo irse. Inventa la excusa que mas te gusté."

"Creo ser alguien importante, ¿No crees Rachel?"

Ella estuvo a punto de 'accidentalmente' cerrar la puerta en la bonita cara de la rubia con sus poderes cuando reconoció la inconfundible voz de Damian Wayne.

Raven apretó con fuerza la bocina del teléfono en ira.

¡Ese maldito!

"Gracias por su ayuda, Señorita Hill." La amabilidad en la voz de Damian sonaba irreal para Raven." Pero,¿Le gustaría dejarnos a solas?. Tengo unos asuntos pendientes con la Señorita Roth"

"Fue un placer ayudar, señor Wayne. Los dejare solos."

La mitad demonio ni siquiera necesitaba darse la vuelta para saber lo encantada que estaba la asistente ante la atención del moreno.

Si tan solo supiera esa ilusa que su lado 'caballeroso' era una actuación.

La puerta se cerró, poco después pudo escuchar como Damian tomaba asiento.

Raven no estaba lista para enfrentarlo sin hacer que su egocéntrica cabeza rodara por el suelo. Dejó que el silencio fuera el único medio de comunicación entre ellos.

"Eh...Rae, ¿Sigues ahí?" La voz en su oido le hizo recordar la llamada pendiente.

"Si."

"¿Pasa algo?"

"Mas vale que cumplas con tu palabra. Mañana o veras" Raven amenazo a su contacto y antes de colgar su teléfono le dijo: "Me tengo que ir, un inconveniente acaba de entrar a mi oficina."

"Que manera tan peculiar de tratar a los clientes, seria buena idea ir a reportarte a Recursos humanos y salvar a esas almas inocentes de ti."

Raven por fin tuvo el valor de dar la vuelta en su silla para verlo.

Damian estaba sentado en una pequeña silla que lo hacia ver como un gigante, el ceño en su frente dejaba atrás su actuación del perfecto caballero para mostrar su verdadera cara; el bastardo egocentrico que ella conocía.

"Te daré una sola oportunidad para que me digas la razón de tu visita". Ella le regreso el ceño.

Obviamente no era bienvenido aqui.

"Di una visita a la Compañía de mi padre, estaba cerca y pensé en pasar a decir hola."

Vil mentiroso.

"Empresas Wayne esta al otro lado de la ciudad y tu nunca vas al trabajo."

Damian visitaba raramente la empresa de su padre. Según él, ir mas de una vez al mes era una perdida de su tiempo ya que podía monitorear todo su legado desde la torre o de su propio departamento.

Seguía el mismo rol deI su padre; un malcriado millonario que aparentaba tener interés en su empresa.

Claro, un simple teatro para el publico.

En realidad era un obsesivo y tenia completamente bajo su mirada cada uno de los movimientos dentro de Empresas Wayne a su mando.

"La visito por lo menos dos veces a la semana, tres si encuentro fallas. Por cierto, la rubia de hace rato se esta robando material."

"Ese no es mi problema." Raven rodó los ojos, se acercó al escritorio, abrió su trabajo final para con el fingir estar ocupada.

"Traje tu capa, la dejaste olvidada en la sala de entrenamiento."

"mmm...Déjala en el escritorio." Ella continuaba ojeando el libro sin ponerle interés a Damian.

"Me has estado evitando Raven" Damian dijo después de un pequeño silencio, esta vez estaba algo alterado.

"¿A eso haz venido?, mi atención no puede estar en ti todo el tiempo. Tengo cosas mas importantes que hacer con mi vida"

Lo escuchó gruñir ante su desinterés, y ella quería reír.

"Faltaste a tu compromiso en la torre y también a la reunión que convoque contigo y Jaime." Damian continuó, poco a poco su faceta inquebrantable convirtiéndose en reclamo.

"¿Porque ir?, De todas formas mi opinión carece de importancia."

Con su ultimo comentario ambos cayeron en un incomodo silencio.

Ella sentía su mirada fijada en ella; La analizaba buscando una respuesta mientras ella seguía hundiéndose mas en la farsa con el libro.

Raven no quería hablar con él....eso era peligroso en muchos sentidos.

"Te vez mal, Rose me dijo que estabas enferma."

"Rose siempre dice muchas cosas"

"No dormiste."

No era una pregunta, era una afirmación y para la sorpresa de todos; él tenía razón.

Demonios, ¿Era tan evidente su malestar o Damian quería restregarle sus habilidades para indagar?.

De igual forma ella ya no le contesto.

"Es anormal que te enfermes Raven."

"No estoy enferma." La mencionada por fin respondido.

Había una probabilidad del 90% de que él estuviera en lo correcto

"¿Segura?" Él le volvió a insistir.

Raven comenzaba a dudar si su malestar iba mas allá de síntomas psicológicos. Todo se sentía muy real.

"Mira, tal vez estés cansada, pero será mejor que visites la enfermería de la torre para realizarte unas pruebas."

"No puedo hacer lo que te plazca Damian, estoy trabajando"

"Eres la jefa de este departamento, puedes irte si quieres."

"Basta. Puedo seguir tus ordenes en mi otro trabajo pero aquí tu palabra vale nada" La mujer se levanto, Damian imito la acción. "Le acompañare a la puerta, Señor Wayne."

"¿Iras conmigo a la torre?"

"No necesito ir contigo a ningún lado. Mañana visitaré a Victor. Ahora, por favor marcharte."

"Estas siendo inmadura Raven, se que estas molesta conmigo, pero no por eso vas a ignorar tu salud."

"El mundo no gira a tu alrededor Damian" Raven rápidamente tomo su el libro en sus manos, lista para salir de ahí.

Al rodear su escritorio ella escucho el característico chasquido de lenguas de su amigo.

Podría estar molesto todo lo que quisiera, se lo merecía.

Justo cuando Raven pasó por una lado de Damian sintió un nuevo mareo golpeándola como una suave brisa que la hizo titubear en sus pasos. Logro encontrar su equilibrio al recargar una mano en la orilla del escritorio.

Quizás fue muy brusca al levantarse de la silla.

"¿Raven?, ¿Estas bien?"

Una fuerte mano se poso delicadamente sobre su hombro. Obviamente al detective no se le escapaba nada.

Ella no quería escuchar esa preocupación en su voz, seguía molesta con él y su sinceridad podría llegar a ser un peligro.

Debía cumplir su cometido y él no la haría arrepentirse de sus decisiones.

"Estoy bien." Raven le aseguro, trato de quitar la mano de su hombro pero él no la dejo.

Su desorientación le impedían detener las manos del chico azulando su barbilla para conectar sus miradas. De un momento a otro lo único dentro de la visión de Raven fueron unos preocupados ojos bañados en un mar verde.

"Olvida por un momento tu enojo conmigo Raven. Tu salud es más importante, la ultima vez fue casi fatídico."

"Estoy bien, Cansancio. Tuve patrullaje y después vine aquí"

"Vamos a la torre para asegurarnos, por favor."

"Necesito entregar esto hoy, es importante"

"¿Mas que tu salud?" Damian le cuestiono, la suavidad de su voz y la de su tacto parecía irreal.

Esto era peligroso para Raven. Incluso mas que sus mareos o mas que sus impulsos por venganza.

"Estoy bien, y si, este manuscrito es importante." Ella hablo, tratado de evitar ahogarse en ese mar verde.

"¿Iras a la torre después de entregarlo?"

Los ojos verdes de Damian se movían con un inusual temblor, buscaban una respuesta en su rostro. Pedía las cosas con casi suplica, demostrándole lo mucho que le preocupaba su estado.

Era un idiota y ella aun mas en caer por un par de sinceros ojos verdes.

".....Tal vez." Raven le contestó, sin demostrar lo mucho que el contacto entre ellos le provocaba sentir un desvanecimiento en las piernas.

Le gustaba verlo desesperado cuando no lograba obtener lo que él deseaba.

í.

"¿Porque estas tan molesta conmigo?, ¿Qué hice?" El agarre de su mentón se volvió firme sin llegar a lastimarla.

Damian estaba frustrado; junto sus cejas en pensamiento, intentado encontrar una respuesta para su propia pregunta. Poco después la tensión de su rostro aumento con un gruñido escapándose de sus labios.

No había encontrado su respuesta y ella continuaba sin darle una explicación.

"No lo puedo creer, eres necia. ¿Tu molestia conmigo es mas importante a tu bienestar?."

"El único necio aquí eres tu. Vete y déjame en paz."

Molesto, Damian dio un paso hacia adelante, el verde de sus ojos intensos sobre los de ella. Raven levantó su mentón ante su proximidad igualando su postura. Se equivocaba al pensar que él la iba a intimidar.

Sus cuerpos naturalmente se encontraban, un nudo se hizo dentro del estomago de la chica al pensar como caminaba en la delgada linea del peligro.

Ella estaba molesta con Damian, su mente fijada en ello, Pero su cuerpo y sus deseos trataban de llevarla por otro camino.

Una razón mas por la cual ella lo había estado evitando.

¿Desde cuando Damian se convirtió en una debilidad para ella?.

"Entonces..." Raven comenzó, sin mover sus ojos de él. "¿No te vas a ir?"

"Primero te llevare a la maldita enfermería." Él dijo cuando sus narices se tocaron y sus ojos nunca se apartaron del otro.

Raven sintió el golpe de su aliento en su rostro con cada palabra recitada y su debilidad ya había cruzado la linea del peligro.

"Me gustaría verte intentarlo." Ella respondió sin poder detener la sonrisa dibujando en su cara.

Le gustaba la tensión que recorría su cuerpo, quería liberarla. ¿Que mas daba?. Sus planes de la dulce venganza continuarían. No había nada de malo en darse un probadita de su víctima, ¿No?.

De igual forma todo fue caso perdido al sentir como la mano de Damian acariciaba afectuosamente su cabello para después colocar sus dos tibias palmas por debajo de su barbilla. Con su rostro atrapado a merced de Damian a la chica no le quedo mas que aferrarse al libro en sus manos, tratando de controlar el escalofrío recorriendo su cuerpo.

Raven dejaría a su cuerpo tomar las decisiones de aquí en adelante.

Dejaría que su mentón se elevara más con la intensión de ceder con su deseo de tener los labios del hombre sobre los suyos.

Quizás así el frío recorriendo su cuerpo la abandonaría para únicamente ser llenada con el fuego infernal de la pasión.

"¡RACHEL!¡ RACHEL!"

El grito de su nombre provoco que el imán invisible entre ellos se rompiera.

Al parecer el destino quería seguir interrumpiendo sus momentos.

Damian la soltó, dando un espacio considerado entre ellos, Raven hizo lo mismo pero esta fue se encontró con la esquina de su escritorio encajándose en su cadera solo para que justamente en ese momento una chica de facciones asiáticas-americanas abriera la puerta de su oficina sin ninguna educación.

"¡Rachel!, El hijo de Bruce Wayne esta en el edifico, ¡Lo vi!. Lo vi en las cámaras de seguridad. Debemos buscarlo, es guapísimo—¡AH!"

"Antt." Raven saludo a la chica mujer.

La mencionada parecía haber perdido la razón. Sus ojos abiertos en par en par se enfocaban por su lado en donde Damian se encontraba parado.

La pobre estaba tan sorprendida como avergonzada de ver a su 'crush' frente a ella.

Antt.*

Una chica dulce que conoció en sus años de barista. Era una de sus mejores clientes, con la cual creo una pequeña amistad.

¿Quién lo creería?...El destino las unió de nuevo años después en una editorial.

Su amiga civil y ahora compañera laboral se encontraba parada en la entrada de su oficina sin poder gesticular palabra alguna.

Tenía que agradecer la interrupción, la hizo detenerse justo antes de cometer un error. Y quizás Raven ahora debía dar un final al tormento de su buena compañera.

"Antt," La mitad demonio comenzó "Este es Damian Wayne, un próximo cliente y —-"

"Y el guapísimo hijo de Bruce Wayne" Damian termino la introducción por ella, con su faceta de niño millonario de regreso. "Mucho gusto, Señorita ¿Antt?. Debo confesar, es un inusual nombre"

"Es mi apodo, en realidad mi nombre es Annabel, Annabel Tompkins-Tang" La intrusa respondió en automático, como un robot.

"Bien, Señorita Tompkink—"

"Me puedes decir Antt." La mujer volvió a interrumpir. Embobada observaba al hombre.

Raven y Damian arquearon una ceja al mismo tiempo, curiosos ante la actitud de la mujer.

"Eh...¿Necesitas algo Antt?" Raven aliso su pantalón de vestir para acercarse a la chica quien aun no se movía.

Raven giro un poco su cabeza hacia donde había dejado a Damian para con desprecio decir: "El Señor Wayne ya se va. Necesita irse a pensar en un mejor titulo para su autobiografía. ¿Puedes creerlo?, quiere llamarlo 'El hombre mas engreído y patán del mundo'."

Con su comentario hizo que Antt saliera de su pequeño estado de parálisis.

"No es tan mala idea, el libro se vendería muy bien. Solo necesitamos poner en la portada una foto de él...sin camisa"

Y de nuevo la mujer cayo en su mundo de ensueño, seguramente fantaseando sobre cierto hombre color canela sin camisa. Raven ni siquiera tenia que leer la mente de Antt para saberlo, el rojo intenso y la boba mueca en su rostro la delataba.

"Me gusta su idea, tal vez debería trabajar con usted en mi libro." Damian se acerco a Antt como un galán y Raven estaba confundida.

¿Pero de que demonios hablaba?.

"¡Seria un placer!" La inocente de Antt no pudo evitar ocultar su emoción "Pero Rachel..."

"A la Señorita Roth no le interesan mis ideas." Damian puso las manos sobre los hombros de la mencionada demostrando una fingida decepción "Ademas, ella no parece estar del todo bien. ¿En esta empresa obligan a sus empleados a trabajar incluso estando enfermos?"

"¡oh!, ¡Entonces tu si fuiste quien vomito en el baño!. Culpaste a la Rubia del Jefe" Antt le reclamó.

Damian la soltó para ponerse detrás de la asiática, miraba a Raven con una mueca de satisfacción.

El maldito obtendría lo que quería de una forma u otra.

"Estoy bien" Raven aseguro pero la chica se acerco para inspeccionarla.

"Te vez mal. Rachel, debes irte a casa a descansar"

"Debo entregar el manuscrito final de este libro, es importante."

"Lo haré por ti. "

Y de un momento a otro el libro fue robado de sus manos por una enérgica Antt.

"Escuche a su compañera." Damian aprovecho que Antt estaba frente de él para fruncirle el ceño "Es importante que cuide su salud ante todo. Vaya a descansar, trabajare con Annabel"

"Anda, vente a casa Rachel. Pasare a Recursos humanos para avisarles." Su compañera le regalo una amistosa sonrisa, poco después se volteo hacia Damian quien cambio su dura expresión a una mas amable.

"¿Le gustaría ir a mi oficina para trabajar con su libro señor Wayne?"

"Claro, pero llámame Damian" El hombre contesto cortésmente a la invitación.

'Te veo en la enfermería' El hombre le gesticulo antes de marcharse con junto a Antt.

Con un ultimo vistazo lleno de orgullo por parte de líder de los titanes Raven se quedo sola para maldecir su suerte.

Él cumplió su cometido.

Maldito.

............................

Damian se las ingenio para salirse con la suya y hacer que recursos humanos le dieran un pase medico. A Raven no le quedo otra alternativa mas que irse a casa.

Ahora se encontraba con la ropa mas cómoda del mundo tirada sobre su sofá.

Comenzaba a creer que su malestar iba mas allá de simples síntomas ocasionados por la culpa.

Estaba hecha polvo, se sentía fatal y tal vez debió haber visitado la enfermería de la torre como Damian se lo sugirió. Pero su orgullo se lo impidio, ella prefería mal pasar el rato a tener que ceder ante las ordenes del chico.

Mañana sin falta visitaría la enfermera de la torre si las cosas seguían igual, esto seguramente solo era algo temporal.

Era un hecho que él se encontraba esperándola en la enfermería en estos momentos. Imaginárselo impaciente y enojado en la puerta de la enfermera esperándolo a era todo un deleite para Raven.

Eso seria suficiente para ella, además, aun estaba enojada con él.

Raven se relajo más entre los cojines de su sofá, la suavidad abrazando su cuerpo adolorido para comenzar a seducirla a la oscuridad de un prometedor sueño reparador.

Poco a poco la luz del techo se iba disipando de su visión cuando de repente juro escuchar un ruido extraño...

Golpes.

Abrió sus ojos, dormir quedo en el olvido cuando el sonido de golpes en su puerta persistieron.

¿Una visita?

Demasiado cansada como para levantarse y sabiendo que Rose nunca tocaría la puerta, la mitad demonio libero su aura para descubrir quien abusaba de la madera de su puerta.

'Una persona adulta....masculino....familiar...Damian...'

"Ugh no." Ella se quejo al sobarse la cabeza.

Lo unico que le faltaba.

"Se que estas ahí adentro Roth"

Raven se hundió mas en el sillón, tomó un cojin rojo para cubrirse el rostro. Como si eso fuera a detener los insistentes golpes de Damian.

Por un lado su orgullo se sentía satisfecho al ver como él insistía tanto en buscarla. Obviamente le molestaba su indiferencia hacia él, y él estaba desesperado por encontrar la respuesta del porque.

Pero, por otro lado...ella solo quería descansar.

"No me iré hasta que me abras Raven."

Él era muy terco, cumpliría su palabra. Por lo cual Raven no tuvo otra opción mas que contestarle.

"No me provoques y solo vete" Ella le contestó con la almohada sobre su rostro ahogado su voz.

"Déjame entrar, esta lloviendo y vine caminado. Estoy empapado"

Era verdad, desde hace un buen rato que la lluvia se había apoderado de la ciudad.

Pero aun así Raven se sintió curiosa, se levanto del sillón para caminar hasta la puerta. Miro a través de la mirilla y si, el hombre estaba empapado de pies a cabeza cargando unas bolsas tan mojadas con él.

"¿Qué, se averió tu Ferrari?" Raven se burlo.

Divertida observo como Damian torcía la boca con genio.

Para ella era entretenido presenciar al karma por fin cobrarle algunas facturas expiradas.

"Fui a comprar algunas cosas"

Como si supiera que ella lo estaba viendo, Damian levanto sus manos a nivel de la mirilla, mostrándole las bolsas.

"Bien, por ti. Se mas inteligente esta vez y llama un uber antes de irte."

Y como si el mundo la hubiera escuchado por primera vez en su vida, lo increíble paso.

Damian dio un suspiro largo, pateo una invisible piedra en el suelo y sin otra respuesta, mala palabra, queja, o rezongo se fue...

Se fue.

Después de unos minutos, Raven abrió la puerta y si, nadie se encontraba por los pasillos.

¿Era posible sentirse satisfecha y decepcionada al mismo tiempo?.

Raven regreso a recostarse en su improvisado nido en el sillón.

Aun no lo creía; Damian le hizo caso.

La sensación en su interior era extraña pero no le daría mas vuelta al asunto.

Entonces, antes de que pudiera volver a caer en los brazos de Morfeo la mitad demonio escucho un estruendo proviniendo cerca de los ventanales de su departamento.

'¡La escalera de emergencia!'-De inmediato pensó.

Tal cual lo haría Flash, los pies de la chica volvieron a encontrarse con la alfombra. Corrió rápido hacia los ventanales que daban justamente a las escaleras de emergencias de edificio.

"Oh, será mejor que no estés— ¡Damian!"

Si, ahi estaba él.

Damian ya se encontraba con la mitad de su cuerpo en la ventana abierta como si fuera un ladrón barato de hogares.

"Ya casi estoy adentro" Damian le respondió cuando ella lo tomo de su chaqueta negra, tratando de impedir que entrara más.

"No si logro aventarte por las escaleras." Raven continuaba empujando, provocando que la cabeza del chico se golpeara constantemente contra la pared "Llamare a la policía, ¡Largo!"

"La policía tardaría días en llegar aquí."

"¡Me estas mojando!"

"Esos es porque me estas empujando"

"Te odio idiota"

"¡Te espere en la enfermería por horas!"

"Pensé que seguías con Antt."

"Tu amiga Annabel es muy insistente." Damian le regalo una sonrisa arrogante mientras forcejeaba contra ella "Por suerte logre escapar de ella después de una hora. Todo el tiempo restante te estuve esperando en la torre, pero nunca llegaste bruja"

"Claramente la paciencia no es una de tus virtudes."

"No cuando la situación es importante" Él por fin sobrepuso su fuerza a su favor haciéndola hacer tres pasos hacia atrás, permitiéndole el libre acceso a su casa.

Raven cruzo los brazos, aguantando todas sus ganas de usar sus poder y hacerlo volar fuera de su vista.

"Por tu desafinada apareciera deduzco que aun estas pasándola mal."

Sabia que su playera de Superman, sus pequeños shorts negros y calcetas rojas eran lejos el atuendo mas fino de su closet, pero estaba en su maldita casa y en ella podía usar lo que le viniera en gana.

"Tu nunca te enfermas Raven."

¿Porque no iba a molestar a su adorara Emiko dora la exploradora?.

"La puerta de la salida es grande y te espera Damian." Raven se volvió acomodar en el sillón, asegurándose que sus pies taparan todo el espacio.

Él no estaba invitado a sentarse.

"Esto no es normal en ti." Damian se paro frente a ella después de dejar sus bolsas en la barra de la cocina.

"Bueno, tampoco es normal que tenga tanta tolerancia a los patanes como tu y mira, aun no te he matado. La vida da muchas sorpresas."

"Necesitamos hablar."Él ignoro su insulto.

"No quiero hablar contigo, mucho menos ahora que no dejas de acosarme."

"No te acoso. Estoy...angustiado por tu condición."

La respuesta de Raven para Damian simplemente fue una señal con su mano hacia la puerta, invitándolo a salir de su casa.

"¿No piensas reconocer que estas enferma?"

"Ya te dije, mañana iré a la enfermería."

"Podemos detener un grave problema antes de que sea demasiado tarde-"

Raven hundió el discurso del chico en sus oídos al darse la vuelta para quedar frente al respaldo del sillón, su fiel cojín sobre su cabeza para ahogar la voz de chico.

Pero el efecto duro muy poco.

"¡Raven, Raven!"

'Azar, este hombre...'

¿Acaso no entendía que ella estaba molesta con él?.

Era como lidiar con un niño que pedía atención cada cinco segundos y Raven solo deseaba hacerlo callar, o en lo mejor de los casos; irse.

Ella fingió toser unas cuantas veces, Damian guardo silencio ante esto.

"¿Estas bien?" Él pregunto con una genuina preocupación.

"Insistes demasiado, me agotas Damian."

Raven escondió su maliciosa sonrisa cuando Damian se acercó mas a ella, preocupado y con sentimiento de culpa.

¿De vez en cuando podía hacerse la víctima no?

"¿Haz comido algo?." Al no tener una respuesta, Damian continuo "Necesitas peso en el estomago. Compré todo para hacer la sopa que Alfred nos hacia cuando enfermábamos, te hará sentir mejor. "

A pesar de todo lo que había vomitado su estomago gruño ante la idea de comer.

La oferta la tentaba.

Para cuando Raven se levanto de su escondite, Damian ya había entrado a la cocina, y a su paso dejando un camino de manchas negras en la alfombra. Aun continuaba mojado y estaba haciendo un desastre en su departamento.

"Te daré permiso de cocinar para mi, pero...quítate esa ropa. Estas arruinando la alfombra y me gusta tener cosas bonitas"

El hombre paro de mover las bolsas de la cocina para mirar el desastre causado a su paso. No solo la alfombra había sido afectada, en el suelo de la cocina se creaba una mini piscina por debajo de sus pies.

"En el baño hay una secadora, deja tu ropa ahí." Raven se encamino a dirección de su habitación "Veré si encuentro ropa tuya en mis cajones."

"¿Donde esta Wilson?" Él pregunto con inseguridad.

"Salió." Ella le contestó antes de que un aliviado Damian se encerrara en el baño.

Lo dejaría hacerle algo de comer, de esa forma se ahorraría la fatiga de cocinarse algo ella misma, pero después lo mandaría a volar.

Era un peligro tenerlo cerca y aún sentía su enojo con él.

En uno de sus cajones encontró un par de pantalones y una sudadera del chico, prendas que alguna vez terminaron olvidadas en su habitación.

Evitaría recordar a toda costa el como llegaron ahí.

Con la ropa del hombre en mano, Raven salió justo a tiempo para dejarse atrapar por una visión que le quito el aliento y le seco la boca.

Damian salía del baño usando únicamente su ropa interior mientras se ocupaba de secar su cabello con una toalla negra.

Su piel color canela brillaba acentuando cada músculo marcado en su cuerpo, y claro, Raven no podía desquitar sus ojos de lo bien que él llenaba esos bóxer negros.

Oh azar, ¿Era ella o comenzaba a hacer calor?

Un vago recuerdo llego a su mente; sus manos recorriendo los detalles de ese cuerpo, cada músculo y cada cicatriz marcada.

Sin pensarlo dos veces, ella desapareció la ropa que llevaba en las manos.

"¿Encontraste ropa?" Damian se puso frente a ella, curioso por ver las manos de la joven vacías.

"Nada. Seguramente te llevaste todo." Ella rapidamente mintio.

Si tan solo supiera que su ropa ahora se encontraba flotando en una dimensión desconocida solo para que ella pudiera deleitarse con su cuerpo semidesnudo.

"Puedo jurar que mi sudadera de la universidad de Gotham aun esta aquí."

Esa prenda era la favorita de Raven a la hora a dormir, pero en estos momentos ella fingiría demencia y no le diría que estaba colgada en su closet.

"Te la llevaste. ¿No lo recuerdas?" Ella fingió estar molesta por su insistencia. Nada en este mundo arruinaría su especulo."¿Qué no ibas a cocinarme algo? El reloj hace tic tac, en cuanto salga esa ropa de la secadora te largas."

Damian rodó los ojos, le entrego la toalla y se fue hacia la pequeña cocina de su departamento sin volver a insistir más por su ropa.

La visión que Raven tenia de él alejándose hacia la cocina valía cada segundo. Quizás se aprovecharía de la situación para divertirse aun más.

Una pequeña venganza.

"Toma, un mandil" Raven le acerco con sus poderes un mandil rosa que Kory le había obsequiado hace un buen rato.

"¿Para que quiero eso?" Damian vio la tela rosa flotadora como si se tratara de su peor enemigo.

"Es para proteger tu piel del aceite."

"TT...He soportado peores dolores."

"Bien, pero no vengas llorando después. No pienso curarte si te quemas, estoy muy débil."

Con un gruñido Damian tomo el mandil flotador para amarárselo en el cuello y sus caderas. De inmediato le dio la espalda, ocultando así el rubor de vergüenza pintándose en sus mejillas.

Raven satisfecha con su tarea se sentó en uno de los banquillos de la pequeña isla en su cocina, desde aquí tenia la perfecta visión del temible líder de los titanes usando únicamente un mandil rosa en su cuerpo y concentrando cocinando para ella.

Ella se divertía como nunca antes.

Ah...el karma a veces era tan bueno.

Deseaba tanto tener una cámara en este instante. Aunque, esta imagen difícilmente se borraría de su mente. Ella se encargaría de siempre recordar lo bonito y delicioso que Damian Wayne se miraba concentrado haciendo una sopa usando únicamente su ropa interior y un pequeño mandil rosa.

Mirándolo trabajar le hizo pensar sobre él; Damian era un hombre extraño, un cínico, grosero patán, un bastardo egoísta con un alma noble en su interior.

Él era un caos emocional, un tonto...

Pero uno muy sensual.

Tenerlo en su cocina, semidesnudo y prácticamente a su merced no era un punto bueno para ella, pero si un blanco fácil para su demonio.

Una deliciosa visión que provocaba que un calor comenzara a nacer en medio de sus piernas.

Su demonio ignoraba su coraje contra él y solo quería saciar esos deseos inconclusos en su interior. La interrupción de Jon y de Ant habían creado un deseo para su demonio.

Y Raven carecía del poder para detener sus propósitos, porque ella también deseaba tanto como su demonio estar atrapadas entre esos fuertes brazos.

Probablemente parecía una pordiosera con su cabello revuelto, su gastada playera de Superman y su rostro reflejando fatiga, pero eso no la detendría de su nuevo objetivo.

Su verdadera venganza estaba programada para mañana...por el momento podría usarlo como si él fuera guante desechable. Lo gozaría y después le daría una patada en el trasero.

Damian continuaba demasiado atento a las verduras que picaba como para darse cuenta de las intenciones de la mitad demonio, quien ya había abandonado su asiento para acercarse a él.

"¿Necesitas algo?"

Él la notó cerca, pero continuo picando la verdura en la tabla de madera.

"Lo haz notado, ¿Verdad?...te haz convertido en mi perra."

El sonido del cuchillo en contra de la tabla de picar se detuvo y por fin él tuvo la decencia de mirarla con confusión en sus iris esmeraldas.

"¿Tu que?"

"Mi Perra" Ella no podía sostener la sonrisa en sus labios al ver como sus ojos verdes se abrían de par en par.

"Estas demente..."

"Mírate nada más y dime si no es verdad. Haces lo que yo te pido."

Ambos miraron fijamente a su falta de ropa, el mandil rosa decorando su cuerpo y la zanahoria en su mano.

"Esto no fue por tus órdenes."

"Pero aun así lo estas haciendo"

Ella se acerco más, pero él se hizo para atrás.

Ese movimiento la confundió, Damian, ¿Dudada?.

El trato entre ellos era casual y ella lo vivía libremente, quizás por su naturaleza infernal, pero Damian...él pensaba mucho en las consecuencias, se preocupaba y su mente era un caos.

Tantos años con su familia lo hicieron un hombre cauteloso.

De un momento a otro él pasaba de ser un desenfrenado a antes a un titubeante e inseguro niño.

Eso, eso arruinaba la diversión para la mitad endemoniada de la mujer.

Tenia que tomar las cartas en el asunto. Se aseguraría de borrar todas las preocupación de Damian para siempre.

"Piensas demasiado Damian, tu mente es un caos."

"Eso no es cierto"

Ella volvió a acercarse y él dio un paso hacia atrás.

A Damian le preocupaba arruinar la amistad entre ellos, Raven lo conocía demasiado para saberlo que esa era la razón de su caos mental.

No exageraba al dudar, ambos caminaban por un hilo muy delgado. Pero Raven dudaba que esta nueva etapa en sus vidas arruinara la conexión que ambos compartían.

Nada lo haría, el pasado se había encargado de demostrarles que eso era casi imposible. Sobrevivieron psicópatas succiona almas, una niña genio, endemoniados hermanos y hasta el final del mundo.

A este punto de us vidas parecía que nada podría arruinar la conexión entre ellos.

"Estoy sumamente enojada contigo en estos momentos" Ella comenzó "Pero a pesar de eso te puedo asegurar que ni eso o cualquier otra cosa va arruinar nuestra amistad."

"Lo se, pero..."

"Pero nada." Raven lo atrapo entre el contador y su propio cuerpo. "Soy una idiota por hacerlo, pero confío ciegamente en ti Damian. ¿Tu confianza en mi?"

"Por supuesto" Él contestó, esta vez sin titubear.

"Entonces deja de preocuparte. Digo, dejaste un condón dentro de mi cuerpo y tu sigues vivo. ¿Que podía ser peor a eso?"

"Muchas cosas podían ser peor que eso"

"Tienes una cabeza muy dura" Raven suspiró cansada "Esto es algo temporal, todo terminara bien eres muy-"

Raven no pudo terminar su discurso cuando un extraño movimiento dentro de su estomago la hizo separarse abruptamente de él.

Oh, no otra vez.

En reflejo se llevo una mano a su boca, intentando parar la sensación de las nauseas.

"¿Raven?"

En lugar de responder, ella desapareció de la cocina para reaparecer en su baño.

Nada la iba a detener de descargar todo el contenido de su estomago en la porcelana del inodoro. Pasaron unos segundos antes de que Damian la encontrara doblada en el baño y vomitando.

"Estás mal" Él se agacho por su lado, con una mano acarició su espalda y con otra la ayudo a recoger su cabello.

"¿Qué te hizo pensar en eso Sherlock Homes?" Ella escupió molesta.

El suave movimiento de la mano de Damian en su espalda le ayudaba un poco a aliviar la mala racha que su cuerpo estaba pasando.

Vomitar era la peor actividad de la vida.

"Podrías estar aliviada pero no haces caso. Debí haberte llevado a la enfermería a la fuerza cuando tuve la oportunidad."

"Cállate, no eres mi padre" Ella dijo al levantarse.

"Tengo mucha suerte de no serlo, ¿No crees?"

El reflejo del espejo del lavabo lo mostraba sonriéndole.

Bastardo.

Lo dejo ayudarla a encontrar refugio en su cama, acababa de descubrir que vomitar por la novena vez en el día te dejaba mas débil a comparación de la primera vez.

"¿A donde vas?" Raven pregunto al verlo salir del cuarto.

"Terminaré la sopa...Necesitas comer algo ligero-"

Raven inmediatamente arrugó la cara, porque podía haber vomitado hace 2 segundos, pero su estomago actuaba extraño. Tenia mucha hambre y... ¿antojos?.

"Quiero una hamburguesa con doble carne y unas papas extra grandes"

"Raven, acabas de vomitar. ¿Cómo se te puede antojar eso?"

Quizás exagero, era demasiada grasa para su estomago, no lo resistiría.

"Bueno, una barra de chocolate."

Su comentario hizo reír al chico, y ella sonrió al escucharlo.

"El día que no se te apetezca el chocolate sabré que algo realmente malo pasa contigo Roth."

—————————

Podía acostumbrarse a este trato, tal vez estar 'enferma' no era tan malo después de todo.

Raven se encontraba reposando sobre su cama con una deliciosa sopa en su regazo, la televisión de la sala colocada arriba de su tocador sintonizado los mas recientes episodios de Game of Thrones.

Un trato de princesa y ella no tuvo que mover siquiera un dedo, todo había sido gracias a su sensual enfermero.

Damian se encontraba sentado en una silla por un lado de su cama con su propio plato de sopa. El mandil rosa había sido sustituido por una sudadera negra que él, desafortunadamente, descubrió en uno de sus cajones.

Por lo menos aun tenía la visión de sus bóxer negros.

Totalmente relajada entre las almohadas de su cama individual, dio otro sorbo a la sopa. Estaba deliciosa, debería felicitar a Alfred por sus conocimientos culinarios, después de todo la receta era de él.

Hablando de Alfred.

El hombre mayor era un segundo padre para el moreno, un abuelo a pesar de no estar relacionados por sangre. Hace unos meses Damian le había dado la noticia de que el mayordomo de la familia Wayne tenía un estado critico de salud.

"¿Como esta Alfred Damian?"

"Muy bien, las nuevas terapias lo han ayudado. Comienza hacer cosas por su cuenta" Damian miraba fijamente la pantalla, pero los tintes de alegría de su aura eran obvios para ella.

La alegria de Damian la contagio.

Sus visitas secretas a Gotham han estado sirviendo después de todo. La recuperación de Alfred no era a gracias de sus terapias con los doctores pero si gracias a la magia de Raven.

Damian era un idiota, pero ella lo apreciaba, no soportaba verlo sufrir y la noticia del mal estado del mayordomo lo estuvo atormentado por días. Por eso, ella no dudo en ir a Gotham a visitar a Alfred y sanarlo con sus poderes.

En sus visitas, ella descubrió que Alfred era un hombre agradable, caballeroso y muy inteligente. Le agradaba charlar con él y era claro el porque Damian tenia tanto respeto por el anciano.

Alfred merecia tener buena salud.

Sus visitas eran un secreto entre Alfred y ella. Era mas fácil, de esa forma se quitaría de encima al paranoico de Batman, quien seguramente sospecharía de sus intenciones, y Damian....ella realmente aun desconocía porque le ocultaba ese secreto al chico.

"Me alegra" Ella simplemente contestó antes de comer otra cucharada de sopa.

Ahora que lo pensaba, ella parecía siempre guardar secretos de Damian, especialmente aquellos relacionado con algunos de sus familiares. Como por ejemplo, el desaparecer fragmentos en la memoria de su inocente sobrina.

El tan solo recodar ese detalle de información le hacia sentir un revoltijo dentro de su estomago.

Tal vez el guardar tanto secretos era la razón por la cual su cuerpo se sentía tan mal. Sacarlo de su sistema le haría bien, ademas, Damian merecía saber lo que paso con Mar'i Grayson.

"Damian, ¿Recuerdas la boda de Hank y Dawn?" Raven comenzó directa.

"Si. ¿Porque?" Damian le contesto distraído, enfocado mas en el televisor que en ella.

"¿Recuerdas como nos escabullimos al almacén de la cocina?"

"¿Si?" Su rostro ahora reflejaba confusión y un toque de interés.

"¿Tú y yo destruyendo los estantes de comida con nuestra... 'actividad'?"

"Si...¿Quieres recrearlo?"

Raven rodó sus ojos ante la sugestiva forma en la cual el moreno le hablo.

Alguien había ganado demasiada confianza después de aquella conversación en la cocina.

"Podemos recrearlo si quieres, pero para eso primero necesitamos que tu linda sobrina Mar'i este presente para presenciar todo de nuevo."

"¿Que?" La confianza dreno del rostro de Damian para dejarlo con un gesto de pleno horror.

"Ese día ella nos vio. Estaba buscando un lugar donde esconderse cuando accidentalmente entro al almacén y..pues-"

"Es una broma."

"Ojalá lo fuera"

"¿Cómo lo sabes?"

"Ella me lo dijo cuando patrullamos juntas la ciudad"

"Esto esta saliendo de control" Damian murmuro por debajo de su aliento, mas para él que para ella. "¿Se lo dijo a alguien más?"

"No, y tampoco tendrá oportunidad de hacerlo. Borre sus recuerdos de esa noche" Raven dijo apenada, su atención en la televisión donde el climax de la batalla de Winterfell contra el rey de la noche casi llegaba a su fin.

"Mierda"

Fue lo único que él dijo y la culpa de nuevo se apodero de Raven.

"Lo sé. Me siento mal por lo que hice."

"No, le hiciste un favor. Ella es muy joven para tener esos recuerdos" Damian suspiro "¿Es esa razón por la cual me has estado evitando?"

"No realmente."

Damian bufo en ironía, dejo el plato en una de sus mesitas de noche y sobó sus desnudos muslos tratando de controlar la desesperación de su interior.

Raven, por su parte, lo ignoro y regreso a ver como Daenerys quedaba a su suerte en medio de la batalla en contra de cientos caminantes blancos que iban con todo a matarla. Alguna vez en su vida la mitad demonio se llego a sentir de la misma manera...derrotada y sin esperanzas.

"Sería tan sencillo, solo dime porque estas molesta conmigo." Su amigo de nuevo hablo, esta vez con una falsa indiferencia.

Pero Raven sabia bien, que lo estuviera ignorando lo volvía loco. Después de todo era Damian Wayne, un terco orgulloso.

"Dentro de tu cabezota seguro encuentras la respuesta Damian."

"Este compartimento debe terminar."

"¿Porque?" Raven ahora cuestiono indiferente.

Damian se quedo sin palabras y en lugar de seguir insistiendo cruzo sus brazos sobre su pecho y se echo de nuevo en la silla. Enfurruñado volvió a posar sus ojos sobre la pantalla con una mueca de molestia en sus labios.

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Raven, era divertirlo verlo actuar como un niño cuando estaba de mal humor o frustrado por no obtener lo que quería.

En este momento de seguro su cabeza trabajaba a mil por horas tratando la razón por la cual ella lo evitaba. Lo dejaría con sus pensamientos mientras ella disfrutaba de las ultimas horas del día.

Esto era vida, su malestar estaba en pausa, disfrutaba de la comodidad de su cama y miraba su programa favorito en compañía de su esclavo por un día.

¿Qué mas podia pedir?

"Patetico."

Volvió a escuchar la gruesa voz de Damian, esta vez no se dirigía a ella si no a la televisión que mostraba a Jorah Mormont muriendo en los brazos de Daenarys.

"Aunque aprecio ver maduro a comparación a tu usual programación, esto es más que patético. Ese hombre tuvo la oportunidad de comenzar su vida de nuevo y regreso a morir por esa mujer."

"A eso se le llama lealtad Damian, él la amaba."

"Murió en los brazos de una mujer que nunca correspondería sus sentimientos."

Raven rodó sus ojos, siempre analizando todo a los extremos. ¿A caso no podía solamente sentarse calladito?.

"Por favor, tu harías exactamente lo mismo por Emiko Queen, la exploradora de Africa."

"¿Emiko?, ¿La exploradora?"

Opps...¿Dijo eso en voz alta?....Bueno, ya no había vuelta atrás.

"Si, Emiko. ¿Cuando llega a la torre?...el otro día estaban muy emocionados por ella."

"Emiko no..." Damian comenzó a decir confundido... "Ni siquiera Oliver ha podido contactarse con ella."

"Estoy segura que si le hablas te contestaría rápido. Tu eres el Jorah de su Daenerys ¿No?"

Ella no pudo controlar el veneno destilando en su ultimo comentario. Pero el solo recordar como los ojos de Damian se llenaron de emoción al escuchar sobre las hazañas de la arquera, le hacían sentir una extraña sensación en su interior.

Una mala sensación.

"Espera...¿Estas celosa de Emiko?"

"¡¿Celosa?!" Ella pregunto indignada.

"No veo otra razón...." Damian tenia una sonrisa en su cara, orgulloso de si mismo.

Ese ego algún día iba a matarlo.

"Todo tiene sentido ahora, por eso me haz estado evitando. Estas celosa"

Eso provocaba mas ira en la mitad demonio...¿Como se atrevía a siquiera suponer eso de ella?. Nunca estaría celosa de nadie, mucho menos de Emiko Perfecta Queen.

Y que el estuviera gustoso por ello había sido el ultimo estribo de su paciencia.

"¡No estoy celosa !. Estoy molesta porque mis opiniones son ignoradas. Yo te sugerí a Emiko y la rechazaste, pero cuando Jaime te contó sobre Emiko la madre Teresa de los animales tu cambiaste de opinión."

"A mi me sigue sonando a celos." Él le regalo una engreída mueca.

"Eres imposible Damian" Raven rozaba sus párpados con la palma de su mano, intentado calmar su frustración. "No solo fue con Emiko si no también con Zachary—"

"Eso es porque Zachary es pésimo para trabajar en equipo" Damian la interrumpió, dejando el juego en su voz atrás. "Y lo que te dije sobre Emiko era enserio, no la necesito en el equipo, pero sabes que los animales son mi prioridad y por eso-."

"Mejor di que mi opinión no es importante, y deja de dar excusas tan tontas." Esta vez ella fue quien lo interrumpió

"Me importa tu opinión. En el equipo tu eres mi mano derecha"

"Querrás decir tu secretaria.No me tomas enserio."

"Si lo hago" Damian contestó firmemente "Para eso era la reunión a la cual tu no fuiste. Para oír tu opinión."

"Estoy segura que Emiko nunca hubiera faltado a una de tus reuniones" Raven cruzo sus bazos neciamente.

Él frunció el ceño, miraba a la nada mientras sostenía su barbilla con sus manos.

Raven intento leer sus emociones pero fue en vano, no podía hacerlo con claridad, era como si intentara ver la imagen en una televisión sin señal.

Damian se negaba a enseñarle sus emociones.

El bastardo había aprendido a controlar la conexión que ellos compartían para privarle sus sentimientos.

Los créditos se habían terminado, la pantalla negra era lo único que brindaba luz a la habitación. Una ligera iluminación que acompañaba a la perfección el pesado silencio entre los dos.

La Paz de hace unas horas se esfumo tan rápido como llego.

Desde el punto de vista de un tercero, tal vez la razón de su enojo podría parecerle absurdo.

Un mero capricho e incluso algo de celos de por medio, lo admitiría y ella no podía evitar sentirse de tal manera. Su orgullo iba primero ante cualquier otra sensación.

"No tienes porque estar celosa de Emiko" Damian se levantó de su asiento, camino alrededor de la cama con sus manos escondidas dentro de los bolsillos de la sudadera y sus ojos verdes fijos en ella.

Raven bufo molesta, repetía el asunto de los celos. Apretó tanto el cruce de sus brazos en contra de su cuerpo que sus costillas comenzaron a dolerle, todo para evitar que sus poderes se desbordaran sin control.

"Sabes, Nunca sería como Jorah para ella."

Damian se paro a la orilla de la cama, y ella arqueó una ceja.

Parecía un idiota, ¿De que diablos hablaba?.

"Nunca me sacrificaría por alguien de esa forma. Como un tonto con falta de racionamiento lógico que actúa únicamente por impulsos primitivos."

Él se acercaba poco a poco a ella, serio y aun sin poder leer sus emociones.

Por lo tanto, Raven continuaba sin saber de que hablaba el moreno, pero de igual forma lo dejo seguir con su discurso.

"'Nunca me sacrificaría por alguien', eso es lo que mi mente me dice siempre. Pero, es bastante curioso...mi mente lo niega cuando he actuado sin pensar tantas veces en el pasado cuando tu estas de por medio."

Al escuchar eso el corazón de la mitad demonio dio un involuntario salto dentro de su pecho.

"Luche en contra de mi abuelo para protegerte después de haberte conocido por poco tiempo. Yo amaba a mi abuelo, creía en él e incluso así, sin pensarlo me puse en su contra aquel día en el infierno. Años después casi muero a merced de tus hermanos y lo mas increíble de todo...trabaje junto a Zachary Zatara para salvarte de la manipulación de un robot. "

Los brazos de Raven se relajaron sobre sus muslos cuando Damian con una boba sonrisa en sus labios se sentó cerca a ella.

"Actúe sin pensar por ti Raven, algo que mi mente me prohibe hacer por cualquier otra persona, pero no contigo. Así que no cuestiones quien es mas importante para mi cuando la respuesta esta justo aquí."

Él picoteo la frente de la chica con su dedo indice.

"Yo también te he salvado el trasero varias veces si a eso quieres llegar". Ella le contesto, tratando de sonar irritada.

"Exacto. Ambos hemos sido el Jorah del otro desde que nos conocimos. Amigos leales desde el comienzo, y nadie mas podrá cambiar eso. ¿Eso fue lo que me dijiste en la cocina o no?..Nadie."

Damian era un idiota, pensaba demasiado en las consecuencias que sus actos podrían traerle, pero aun así le había salvado la vida más de una vez sin pensar en su propia seguridad.

A su orgullo le dolía admitirlo pero sus palabras de algún modo se acomodaron agradablemente dentro de su cabeza.

"O nada" Raven respondió.

Porque era verdad, se lo había dicho en la cocina, nada ni nadie podría arruinar su amistad y su conexión.

"O nada" Damian repitió.

De pronto la palma de Damian se poso sobre su frente y sus ojos se llenaron de preocupación.

"Estas tibia, aun te vez mal."

"He estado en peores condiciones." Raven le sonrío, asegurándole que se encontraban bien.

"Eso es cierto" La mano de Damian paso de su frente a acariciar su cabello y finalmente detenerse sobre su mejilla.

Raven se enfoco en esos esmeraldas que dejaban todas las ventanas abiertas. Su conexión fluía y ella finalmente podía leerlo.

Lealtad, admiración, sinceridad, respeto, afecto...

Poco a poco su enojo con él se disipaba a lo lejos, siendo remplazado por una agradable sensación en su interior. Seguramente un efecto de su vinculo especial.

El deseo y la necesidad de mantener un lazo emocional receptivo con Damian cada día se hacia más fuerte. Con solo una mirada le prometio estar siempre ahí para sacarla de la oscuridad.

Y el sentimiento era reciproco.

Raven suspiro contenta al sentir como el pulgar del chico suavizaba su mejilla.

Se hundía como una tonta en sus lagos verdes, había algo en su interior manifestándose, una sensación familiar pero al mismo tiempo diferente.

Una sensación que le aterraba identificar a pesar de que llenaba su cuerpo con una agradable energía; como si flotara en las nubes sin tener preocupación alguna en su cabeza.

No se atrevería a etiquetar a ese sentimiento dentro de ella en estos momentos.

Los latidos de su corazón parecían haberse sincronizado con el movimiento del pulgar del hombre en su mejilla...ella se perdía.

Ojos amatistas se clavaron sobre unos labios ajenos.

Raven tenia muy pobres decisiones últimamente, por lo menos esta la llegaría a disfrutar. Ahora su cuerpo estaba decidido a hablar en lugar de su mente.

Que vergüenza, ella era tan débil cuando estaba con él.

Sin querer pensar en el mañana, se propuso a aprovechar del tiempo.

Con sus pequeñas manos se apodero fuertemente del cuello de aquella sudadera negra para jalarlo hacia ella. Sus labios se unieron y una corriente eléctrica recorrió cada esquina de su cuerpo.

Todo quedo en el olvido cuando ella comenzó a besarlo y él correspondió cada sensual roce.

Fue brusca, tanto que Damian gruñía en contra de su boca con su asalto, pero ella no podía frenar. Sus entrañas ardían por él, un deseo creciente desde hace días.

Raven deseaba desaparecer esa sudadera negra de su cuerpo. Lo necesitaba para satisfacer sus necesidades como nadie más en su vida

Un revoloteo en su estomago, ese calor intenso recorriendo sus venas, como una especie de droga necesaria para su organismo, ese efecto solo era por él y nadie más.

Damian era el único hombre que le hacia sentir ese efecto en ella.

Con sus manos se aferro a su nuca y sus dedos se perdieron en su oscuro cabello, dominando el beso.

La pasión se intensificaba dentro de su cuerpo, deseando fundirse en Damian al sentir su aliento y su corazón latiendo alteradamente cerca al suyo.

Ella le sonrío cuando le hizo espacio en su cama para que se recostara por su lado.

Raven enredo una de sus piernas en la cintura del hombre y sus manos se apoderaron de sus mejillas para reanudar el beso, todo sin eliminar las sonrisas de sus labios.

Era una tonta, pero se se sentía tan plena ante la atención que Damian le daba con cada uno de sus besos que a ella ya no le importaba.

Raven suspiro contenta al sentir como unas fuertes manos recorrían su espalda.

El ritmo entre ellos había disminuido, el roce de sus labios ahora era lento, dulce y suave. Pequeño besos, tranquilos como si tuvieran todo el tiempo del mundo entre sus manos. Tan largo que Raven comenzaba a perderse en la pasión que él le ofrecía.

Raven no pudo evitar reírse ante el firme agarre de su trasero por cortesía del moreno. Ella se separo para toparse con un par de ojos traviesos y una mueca picara en él.

"No te emociones tanto chico maravilla" Raven le regaló otra sonrisa mientras peinaba su cabello fuera de sus ojos verdes " Estoy enferma. ¿No lo recuerdas?...Oye, quizás esta vez tu eres quien me esta robando el alma."

"Eso no es gracioso" Damian contestó serio.

"De vez en cuando acepta una broma."

"No puedes bromear con algo tan serio, casi te mueres"

Raven rodó sus ojos, él era un caso perdido.

Acomodo su cabeza entre su cuello y su hombro, ignorándolo mientras enredaba sus brazos en su cuerpo. Era una posición cómoda, un abrazo tan natural que le hacia recordar lo mucho que le gustaba disfrutar de su compañía.

Era su amigo, ella podía usar el confort de un amigo para pasar el mal rato y el calor del cuerpo de Damian envolviéndose sobre el suyo hacia un excelente trabajo en hacerla sentir bien.

"¿Seria mucho exigir que te quedaras conmigo esta noche?" Ella no pudo evitar sonrojarse al susurrarle esas palabras.

No sabia de donde había salido su tímida petición, pero el pensar en pasar la noche sola le provocaba sentirse triste y con mucho frío.

El negó con su cabeza y levanto la sabana para cubrirlos a ambos.

Raven se dejo envolver por el calor que Damian le ofrecía hasta caer en un profundo sueño. Gozaba tanto de estar así que cuando el agradable calor desapareció de su cuerpo ella se despertó.

Poco a poco sus ojos se abrieron, la oscuridad de la noche llenaba su visión. Un escalofrío recorrió su cuerpo a pesar de esta completamente tapada con la sabana.

El reloj en la pared marcaba las tres de la mañana.

Un ruido la hizo sentarse de golpe en la cama solo para toparse con Damian sentado en la esquina de su cama terminado de colocarse sus zapatos, usaba la ropa con la cual se había escabullido dentro de su departamento.

"¿Qué haces?" Ella le pregunto confundida y aun con sueño en sus ojos.

"Vuelve a dormir." Damian le contesto al levantarse de la cama. "Me tengo que ir"

"¿Qué?, ¿Ya te cansaste de agarrarme el trasero?" Ella dijo como una broma, pero en su interior estaba algo sentida por haberlo atrapado escabullirse cuando el le prometio quedarse toda la noche.

"Voy a la torre."

"¿A las 3 de la mañana?, ¿Ocurrió algo?"

Esta vez ella se preocupo. Demonios, en ningún momento pensó en la torre.

"Estas enferma Raven. Tienes una infección alienigena."

"¿Que?, Lo dices tan seguro..."

"Me desperté al sentir tu fiebre, iba al baño por un trapo mojado cuando escuche tu teléfono, pillaba como loco porque se estaba quedado sin batería. Al tomarlo para apagarlo note que tenias mensajes y llamadas perdidas de Starfire."

¿Porque tendrían tantas llamadas de la alienigena?....¡¿Y si ella no borro correctamente la memoria de Mar'i?!

Pronto Damian le dio su respuesta.

"Mar'i esta enferma, Kory también y exactamente todas padecen los mismos síntomas. ¿Comiste la comida de Kory verdad?"

Demonios había olvidado que comió la espantosa comida de la alienigena.

Era difícil que Raven se enfermara con virus de la tierra, ella casi era inmune a ellos. El caso era diferente cuando ponías virus extraterrestres de por medio.

Al parecer las habilidades culinaria de Kory hicieron de las suyas otra vez.

"Ellas ya están en Gotham pero Kory dejó medicina para ti en la Torre. Iré a recogerla"

"Oh...¿A esta hora?, Es muy tarde."

"Entre mas rápido te recuperes mejor, ¿No crees?."

"Por lo menos déjame crear un portal para ti." Raven se ofreció después de recordar que el chico había llegado a su departamento caminando.

"No, eso te agotara mas." Damian le regalo una sonrisa, mostrando una llave que saco de su pantalón "Además, mi Ferrari en realidad esta en perfectas condiciones."

El bastardo la engaño.



--------------------


Nota:...

... 

Les traigo este capitulo sin editar LOL. Tenia todas las intenciones de hacerlo pero en realidad no he tenido mucho tiempo y a partir de mañana tendré menos tiempo libre en mis manos.

Nos leemos!

Ultimamente mi mente anda nula...si ven algo fuera de lo normal me dicen xD! siempre se aceptan criticas constructivas, sugerencias u opiniones.

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