3.23 Cuando el hogar llama
La noche cayendo sobre ellos descendió la temperatura en el desierto, sin embargo, los fríos vientos estaban lejos de ser los causantes de como su piel se erizaba sin ningún control.
Damian había estado en esta situación miles de veces en el pasado. Ese momento en el cual parecía que la vida se le escapaba de las manos y que solamente un milagro sería capaz de salvarlo. Damian nunca necesitó de milagros cuando su habilidad e ingenio siempre supieron sacarlo de los conflictos, sin embargo ahora, ahora en la desesperación rogaba por que ocurriera uno.
"Tomaste un sueño mío chico maravilla, ahora te quitaré uno tuyo."
Esas palabras resonaron en su cabeza conforme una pesadilla se convertía en realidad frente a sus ojos: Raven flotaba en el cielo, su piel roja haciendo juego con esos ojos que lo perforaban con odio y desprecio. Al lado de ella se encontraba el dichoso Lord del Caos portando una expresión rebosada de orgullo, satisfecho hasta los huesos por su fechoría cometida.
Con los pies firmemente pegados al suelo y sus labios sellados, las estadísticas pintaban mal para Damian. Fallaba, sus esfuerzos fueron insuficientes para salvarlos.
De ser un salvador se convirtió a un mero espectador de como Raven se volvía el títere de un inepto egocéntrico.
Lo más devastador era saber que esto era su culpa.
Damian sostuvo la mirada con Klarion, tratando de trasmitir su determinación por aniquilarlo mientras de sus labios salían todas las promesas de una futura y dolorosa muerte. Pero claro, con la boca sellada mágicamente lo único que se escuchó fueron un par de incomprensibles murmullos en el aire.
"¿Qué es lo que dices?." Con una mano en el oído, Klarion se dirigió a él. "Habla fuerte y claro, no te entiendo."
Una risa burlona vibrando en la oscuridad fue lo que el moreno recibió, causando más gravedad a su malestar. Su captor jugaba con su orgullo, lo pisoteaba para restregarle cada una de sus fallas.
Sigilosamente Damian buscó de su cinturón una de sus herramientas, en un pestañeó el último de sus batarangs fue lanzado con la ultima esperanza de salvar su situación. Desafortunadamente el objeto nunca llegó a su blanco y fue detenido en el aire en una burbuja oscura ante el relajado rostro de Klarion.
"Gracias Raven." La mueca en Klarion se enganchó, agradecido con quien lo salvó de una sangrienta herida. El arma de Nightwing cayó patéticamente entre la arena. "Nada de trampas Robin."
Klarion se le acercó para menear un dedo en su rostro en provocación, en su acción se acercó lo bastante como para que Damian pudiera atrapar en sus puños la ropa del brujo, haciendo que del hombre saliera un gritó de genuino miedo ante la sorpresa. Al escucharlo Raven se inclinó, lista para proteger a su nuevo titiritero, parando sus intensiones únicamente cuando Klarion levantó una mano al aire para pedirle que se detuviera.
De la nada, las manos de Damian se encontraron vacías de nuevo. El mago escapó con su magia en su distracción con la mujer.
"Me gusta tu estilo, Robin. Luchas hasta el final como un buen tonto." Klarion se acomodó las arrugas de su saco una vez que volvió aparecer, esta vez fue inteligente en guardar su distancia del ex-asesino.
En su desesperación nada parecía funcionarle a Damian. El hoyo de desesperanza en su interior lo hicieron temblar en impotencia, Damian señaló al mago y sin importarle que fuera una acción inútil, volvió a decirle lo mucho que iba a pagar el descaro que cometía. Esta vez Klarion rodó los ojos a sus murmullos y con un fastidioso chasquido de sus dedos finalmente regresó la libertad de expresarse a la voz de Damian Wayne.
"...Déjala ir. Ya me tienes, ¿Por que ella es parte de tu patética venganza?." Damian cabeceó hacia la mitad demonio en el aire.
"¡Por que humillarte no es suficiente, quiero más!."
"Entonces mátame." Damian lo tentó sin miedo.
"Es todo un valiente, ¿No, Raven?."
"Un hombre patético." Raven respondió en la indiferencia.
"¡Gracias!, Finalmente te das cuenta. Él es un perdedor y tú dormiste con él...¡como mil veces!." Klarion hizo un gesto amargó mientras su cuerpo se sacudía con un escalofrío. "...Una escena que tal vez nunca se borrara de mi mente."
Cada palabra saliendo del brujo provocaba a Damian que la sangre le hirviera por dentro, pero antes de que pudiera decir algo contra aquella descarada y depravada confesión, por el rabillo de su ojo captó a Raven alzando una de sus cejas. La acción podría llegar a ser sutil e insignificante para cualquiera, pero no para Damian. Lo que había dicho Klarion le crispó los nervios, y eso le hacía creer a Damian que tal vez la mente de Raven no estaba del todo perdida bajo el control del brujo.
"Y justamente para que Raven pueda borrar ese vergonzoso pasado de su vida, le daré la oportunidad de acabar contigo. No tengo nada en contra ella, solo le estoy haciendo un favor al deshacerme de ti."
La voz de Klarion interrumpió su hilo de pensamiento y ahora a Damian le tocaba ser el de los nervios crispados al ver al brujo ofrecer una mano a la chica para ayudarla a descender del cielo.
"¿Por que no mejor tú acabas conmigo?. ¿Qué, temes perder contra mi?."
"Por favor Robin, ahorra el discurso de macho golpea pechos, yo no buscó demostrar quien es el mejor. Mi único interés es divertirme, y, ver como Raven te destroza con sus propias manos brindará más que eso." Un par de cantos místicos salieron de los labios del brujo y al instante Damian sintió que su cuerpo volvía a ser de su control. "Morirás a manos de quien más aprecias. Ese es el último paso a mi perfecta venganza..."
Su perfecta venganza era una tontería, pero eso no borraba el hecho de que la lucha fuera inevitable. Klarion tenia la ventaja en esta disputa y los pensamientos de Damian viajaron por cada posible plan para ganar la batalla contra los dos magos. Sus opciones terminaron siendo escasas, por lo cual no esperó a que Klarion callará para que sus pies se movieran a la acción.
La batalla a corta distancia siempre fue una desventaja para la mitad demonio. Agradecía que ella fuera tan testaruda como para nunca entrenar su punto más débil de lucha, por que solo así le fue fácil esquivarla. Damian tomó un puño de arena y lo lanzó al rostro de la mujer. Estropearle la vista a Raven sería un distracción que duraría poco, pero una que le dejó el camino libre hacia Klarion.
Con la letalidad del silencio atrapó a Klarion del brazo para así conectar uno de puños en su barbilla. Damian sintió sangre salpicar contra su piel conforme ambos caían al suelo, él continuó golpeándolo con sus puños sin darle al mago el respiro de comprender lo que ocurría. En cualquier segundo Raven o Klarion podían voltear su suerte, Damian tenía que hacer rendir lo poco que tenía de ventaja.
"¿Tomaste un sueño mío, ahora te quitaré uno tuyo.?, eso fue lo más patético que te escuché decir en este día Klarion. Y vaya que has dicho demasiadas idioteces. " Damian tomó dos puñados del cuello en la ropa del brujo para restregar al hombre contra la arena. "¿Tanto daño por querer ser Robin?, tu hubieras sido el peor de la historia."
"¡No te tengo miedo!. Sí es necesario, te mataré con mis propias manos."
El rostro de Klarion se desformó, sus ojos se transformaron en la misma oscuridad de la muerte mientras sus uñas se incrustaban sobre las manos de Damian. Él sentía el abrumador calor de la magia amenazando su piel, su ventaja había terminado y Klarion estaba más que listo para atacar.
"Haz tu mejor esfuerzo." Damian susurró en provocación, y en lugar de soltar al hombre, él lo apretó con más fuerza de su traje.
"Con gusto." Klarion le sonrió con la promesa de hacerlo sufrir.
Tal vez atacar sin siniestras no fue muy inteligente por parte de Damian. Verle al Klarion el labio sangrar a su cortesía era un impulso gustoso que le costaría caro, en especial cuando Damian sentía sus manos quemándose bajo las chispas de magia del Lord del caos.
Este pudo ser fácilmente el final de su batalla, fue una suerte que la vida le tuviera planeado un distinto encuentro con la muerte, porque justo cuando iba a ser calcinado por el brujo una fuerza ajena lo alzó en el aire para después lanzarlo abruptamente lejos de las garras de Klarion.
Damian cayó rudamente entre la áspera arena que no fue gentil con la piel desnuda de su espalda.
Odiaría de por vida las doradas tierras de Rub al-jali.
Con un quejido Damian abrió los ojos, las estrellas de la noche caían sobre él junto a la presencia de Raven flotando en el aire con una aura de destrucción rodeándola. Estaba lista para atacar.
En una retorcida forma Raven lo había salvado de las garras de Klarion, pero, ¿Quién lo salvaría de ella?.
La simplona discusión que tuvieron a causa de sus inseguridades carecía de importancia ahora que los dos se encontraban frente a frente con la tensión de una batalla.
Luchar contra Raven era lo último que haría, incluso sí se encontraba fuera de sí, él nunca le haría daño. Tampoco es como sí fuera sencillo derrotarla, una lucha contra ella era casi una causa perdida.
Ninguno hizo intento por atacar, ni siquiera cuando Damian se sostuvo nuevamente en sus pies. Ambos sostuvieron sus miradas, y aunque la de ella parecía estar perdida en la brevedad de su rabia endemoniada, Damian sentía que aún existía esperanza de hacerla entrar en razón.
"Raven, recupera el control de tu mente." Damian dijo calmado a pesar de que la adrenalina estuviera recorriendo su cuerpo como un desenfrenado ferrocarril. "Se que tienes motivos para estar molesta conmigo, pero esta no eres tú."
Entre la oscuridad, Klarion y su felino acompañante aparecieron para unírseles, la cara del hombre reflejaba la locura de la venganza mientras lo señalaba como un tirano para ordenar a la mujer. "¡Acaba con él!."
"No lo escuches Raven." Damian trató de llamar su atención, esa esperanza en su interior aumentando cuando Raven no se movió al comando de quien la tenía bajo su control. "Luchaste contra tus demonios por años, no dejes que tus esfuerzos se pierdan por los caprichos de otro. No dejes que él gané."
"Raven, Raven." Exasperado, Klarion mímico los llamados del asesino, cada vez su rostro se transformaba más en la verdadera amenaza que él era; un brujo, un demonio, un ser capaz de acabar con la existencia misma. "¡Ella no va a escucharte, ella es mía para controlar!."
"¡Raven!"
Damian llamó por su nombre nuevamente, dentro de él yacía la fe de que Raven estuviera recapacitando.
Fue un iluso.
Su último llamado fue lo que rompió el estupor de la mujer, pero no en la manera que hubiera esperando. Sí antes ella lucía inexpresiva ahora lucía como si estuviera lista para destrozarlo. Las puntas de su oscuro cabello se levantaban conforme la arena y el aire se movían al compás de los látigos de energía oscura que Raven manipulaba.
La teoría de como Raven aún se encontraba consciente de sus propias acciones se fue tan rápido como llegó.
"Guarda silencio." Raven envolvió a Damian en su magia, la presión que ejercía estrujaba las costillas del hombre, provocando de él gruñidos de verdadero dolor.
"¡Acaba con él de una buena vez demonio!"
"¿Acabar con él?. No." Raven dijo, la maldad que Damian solamente ha visto pocas veces en su vida bailaba en sus iris rojos. "La muerte es un lujo. La tortura es un mejor castigo."
"¡Pero que brillante idea!." Klarion unió sus manos mientras el gato en sus hombros caía a la arena para sisear hacia el moreno. "¿Te das cuenta Robin?, nuestra querida Raven también comparte mi sed de venganza hacia ti."
Klarion rió a sus expensas, al tope de su propia euforia ante la anticipación de lo que presenciaría, dichoso ante sus planes moviéndose acorde a los hilos que él mismo había plantado con sigilosa anticipación.
El hoyo en el pecho de Damian se profundizaba, a este punto ya sentía que perforaba su alma y la fracturaba en miles de pedazos. ¿Esa era la amarga sensación del fracaso o la de un corazón roto?.
Raven se encontraba demasiado perdida como para que Damian encontrará una salvación para los dos. Pero, quizás existiría una salvación para ella. Klarion la usaba con la única intensión de dañarlo, él mismo lo había confesado. Una vez que ella lo matara, Klarion la dejaría ir. Raven sería libre, y eso era suficiente como para que Damian aceptará que estos serían sus últimos segundos en la Tierra.
Sí Raven y las demás mujeres saldrían ilesas de este estúpido juego, Damian lo haría su último deber a cumplir.
"Olvida la tortura, mata a Robin de una vez Raven."
"Hazlo. Dale fin a este juego." Damian pegó su atención a Raven, conforme ella descendía del cielo para abrirse paso hacia él. En su elegante y lento andar llevaba la promesa de su final. "Sí este es mi final, entonces lo aceptaré. Prefiero morir en tus manos que en las de cualquier otra persona Raven. ¡Mátame!."
La vibración de la magia encadenándolo quemó su cuerpo en cuanto aquellas palabras salieron de sus labios. Damian gritó ante el ardor, pero resistió cerrar sus ojos, pues lo ultimo que estaba dispuesto a ver antes de morir sería a ella. Su consuelo final sería irse de este mundo a manos de quién más amo en este mundo.
La pureza de sus sentimientos parecían revelarse a sí mismo ahora estando al borde del final de su vida. A Damian se le vinieron miles de personas a la cabeza, cada importante a su propia manera para él; sus padres, a quienes por años consideró sus hermanos, su Abuelo, Alfred, sus amigos y los titanes. Pero al final, quizás por la cual dedicaba sus últimos suspiros era la misma persona que tenía en sus manos el yugo de su muerte.
El aire de la noche se detuvo cuando el aroma a lavanda lo golpeó una vez que ella redujo sus distancias a meros centímetros. Un saltó en su corazón y un nudo el fondo de su estómago. Damian daría lo que fuera por regresar el tiempo y enredar cada una de sus decisiones, pero pero pensar en ello solo era una perdida del preciado tiempo que ya no tenía.
No tenía miedo de morir, él aceptaría su destino con valentía. Sin embargo, lo que no se perdonaría, ni siquiera en la muerta, era marcharse de este mundo sin haber expresado sus verdaderas emociones. Era el peor momento para sincerase, él lo sabía, pero él ya no tendría otra oportunidad.
Damian tenía una ultima confesión que hacer, una necesidad que su corazón y mente le exigían cumplir. Raven necesitaba saber lo que su corazón tenía por decir.
"Acepto las consecuencias de mis decisiones." Damian ignoró el dolor, parecía que todo lo demás se había esfumado para dejar a los dos solos en la existencia. "Pero no por eso me iré de este mundo sin hablar con la plena honestidad que mi vida puede dar."
Quizás era la desesperanza que ya lo volvía loco, pero tras el peso de sus palabras vió como los ojos de Raven se abrían con ansiosa intriga.
Extrañaría su compañía, su risa, su inteligencia, su humor, el calor de su cuerpo, sus dulces besos y la manera tan fácil que ella tenía por hacerlo sentirse aceptado y amado. ¿Como no amarla?. ¿Cómo no decírselo?.
Un respiró le bastó para armase de valor y susurrarle su confesión. Solo para ella a escuchar y nadie más.
"Incluso en la oscuridad de la muerte sabré como fuiste alguien especial para mi. Desde que te conocí hasta este instante donde daré mi ultimo aliento de vida. Nunca tuve el valor de decírtelo, pero con todas las partes de mi alma Raven, yo siempre te he amado."
Decir aquello lo hizo sentir pleno, satisfecho consigo mismo de haber liberado ese peso en su corazón. Recitó la verdad de sus sentimientos en una confesión que debió haberse dicho antes.
Damian miró fijamente a Raven durante un largo momento, su silencio era difícil de interpretar. Sin embargo su postura era más sencilla de leer, lucía tensa, sorprendida...¿Indignada?, ¿Agitada?, y ¿Furiosa?. Su confesión parecía haberla dejando conmocionada.
"Raven...?"
"¡Cállate!, No te atrevas a decir otra palabra." Raven atrapó la barbilla de Damian, enterrando sus uñas ligeramente en su piel para evitar que de sus labios saliera palabra alguna. "Maldito seas por decirme esto ahora, ¿Cómo te atreves?. ¿Solo cuando estas al borde de la muerte serás sincero conmigo?.¡Bastardo!."
La reacción de Raven lo tomó completamente desprevenido, tanto como la mano de ella temblando en el agarre de su barbilla. El pecho de Raven se agitaba con querer controlar su cólera, pero a diferencia de su estoica expresión de hace unos momentos, ella parecía tener más control sobre sus expresiones.
"¿Qué esperas maldita bruja?. ¡Mátalo!."
Raven cerró los ojos, haciendo caso obsoleto al llamado del brujo. Ella murmuró el nombre del moreno en un respiro de completa frustración, sus labios temblaban conforme ella hacia intento de encontrar el enfoque de nuevo.
Damian pensó que de algún modo sus palabras causaron una ruptura sobre cualquier poder que Klarion tuviera sobre ella, pero, había algo más en la situación que lo hacia pensar diferente. Un misterio rodeaba a la mujer y él no terminaba de comprender cual era.
"Claro que ibas a decir eso ahora, estás desesperado." Ella le dijo entre dientes mientras la energía oscura que lo envolvía se volvía débil. Decepcionada, ella se inclinó sobre él para susurrar algo que no parecía ir dirigido precisamente a su persona. "Ni siquiera puedo continuar fingiendo. Espero que estés listo Zachary."
¿Fingiendo?, ¿Zachary?.
Por el rabillo de sus ojos Damian vió como una espesa neblina se creaba en el desierto, de entre ella segundos después, Zachary Zatara se abrió camino. Su inesperada presencia dejando a Damian intrigado y confundido.
"Me hubiera gustado disfrutar por más tiempo el show, pero creo que ya está listo." Con un pequeño gesto de su sombrero Zachary saludó a Klarion, quien al igual que Damian estaba lejos de comprender lo que ocurría. "Mucho tiempo sin vernos, Klarion."
"¡¿Qué esta pasando?!."
Lo mismo Damian se cuestionaba, por suerte las respuestas estaban prontas a revelarse.
El aliento de Damian se atoró en su garganta, incapaz de saber como reaccionar ante el cambio que transcurría ante sus ojos. La piel de Raven regresaba a su usual palidez mientras sus ojos volvieron a brillar con el dulce color de una preciosa piedra amatista.
La magia que lo aprisionaba desapareció una vez que Raven le dió la espalda para encarar a Klarion. Ella se llevó una mano a su brazo para desenredar su venda, mostrando a los presentes que los tres rasguños del gato habían desaparecido de su piel.
"Encontramos la forma de borrar tu marca." Ella dijo, y así la venda cayó entre la arena junto al plan maestro del Lord del Caos.
Los acontecimientos pasaron con tanta rapidez que por supuesto a Damian le costó juntar las piezas para comprender lo que acaba de ocurrir. El tambor de los latidos de su corazón retumbado fuertemente en sus oídos tampoco le ayudaban a pensar. Su mente viajo a mil por horas por una explicación. Un segundo estaba ahí, con la muerte sobre sus hombros confesando sus más puros sentimientos y al siguiente se encontraba presenciando todo esto.
"¡Me engañaste bruja maldita!." Klarion gruñó, su cuerpo temblando tras la traición que nunca esperó.
"En realidad, los dos lo hicimos." El comentario de Zachary solo aumentó la histeria del brujo. "Eres poderoso, pero no muy inteligente Klarion."
"Bien, entonces los tres pagarán con sus vidas mi venganza."
La paciencia de Klarion se perdió, y sin esperar más explicaciones invocó con un infernal grito a sus poderes, creando una relámpago entre sus manos para lanzarla hacia los tres héroes.
Los reflejos de Damian lo hicieron jalar a Raven detrás de él, listo para recibir el impacto de la magia por ella. Para su asombro, aquel conjuro se extinguió en el aire sin darle ninguna oportunidad de dañar a alguien.
"Eso fue innecesario." Raven lo empujó lejos de su espacio, se sacudió los brazos, como sí con eso quisiera borrar su tacto sobre ella. Ella le dio un vistazo de arriba abajo para regresar a poner sus ojos sobre el histérico brujo. "Observa."
Damian hizo tal cual se le dijo.
"Mis poderes..." Klarion se hizo para atrás al observar con extrañes a sus manos. Chasqueó sus dedos una y otra vez, pero cada vez que su magia trataba de sobrepasar unos cuantos metros de él, esta desaparecía en el aire sin explicación. Con una mueca agria el brujo exigió. "¡¿Que me hicieron?!."
"¿Nosotros?, nada." Zachary encogió los hombros para después señalar con cierto juego a los pies de Klarion."Tal vez esa runa mágica en donde estas parado sea tu problema."
"¿Runa?, ¿Cuál Runa?" Klarion agachó la mirada a sus pies y con horror vió a lo que Zachary se refería.
Entre la arena se había pintado un circulo azul alrededor del brujo, uno que ciertamente hace unos minutos no se encontraba ahí. Klarion trató de salir de este, pero cada vez que intentaba cruzar más allá de la linea azul en la arena, una especie de campo de fuerza invisible se lo impedía.
Klarion se encontraba en su propia prisión mágica.
El peligro parecía tener una nueva pausa, y, aunque a Damian aún le faltaba comprender el cómo y el por que de todo esto, para él ahora existía una única importancia; Raven.
La desquiciada rabieta de Klarion dentro del círculo de magia y la mirada de desaprobación del mago sobre él poco le importaron cuando atrapó la muñeca de Raven para girarlo hacia él nuevamente.
"Raven." Damian suspiró el nombre, el peso que estuvo sosteniendo todo este tiempo finalmente abandonaba sus hombros. Quería gritarle y reclamarle por haberlo hecho creer que la perdía, pero no se atrevió incluso si sentía que su corazón iba a explotarle en el pecho. Él alivio de saber que la supuesta posesión fuera una mera actuación borró cualquier malestar. "Fingiste estar bajo el control de Klarion, ¿Por que no me advertiste?."
"Ya me conoces, yo nunca comparto información contigo." Raven levantó una ceja en incertidumbre. "No fui ingenua como tu Damian, vine preparada con refuerzos. Sí no te hubieras escabullido a escondidas a encarar tu muerte tal vez hubiéramos optado por un mejor plan para detener a Klarion. Te lo dije Damian, estamos aquí como un equipo."
"Pero el plan no tienen la culpa. Funcionó tal cual lo planee." Zachary se interpuso entre ellos con una presumida actitud. "Tengo una larga experiencia en la improvisación."
"Debí suponerlo, es muy tuyo el convertir todo lo que haces en un show barato."
Un show barato y un teatro de mal gusto que casi le arrancaba el corazón.
"Funcionó mejor que el tuyo, Robin. Teníamos que tomar a Klarion desprevenido para terminar la runa y detenerlo. Por cierto, gracias por ser la distracción..." Zachary paró, con su dedo indice señaló de pies a cabezas a Damian mientras arrugaba los labios. "¿En donde esta tu playera?, ¿Porque siempre tienes que verte como un simplón exhibicionista?."
Damian quería decir tantas cosas, quizás empezar a reclamarle a quien tuvo en primer lugar la idea de tan innecesario plan. No solo le dieron el susto de su vida sino que también lo usaron como conejillo de indias. Pero no podía estar enojado cuando esto era justamente lo que estuvo pidiendo desde el principio; un milagro.
Irrelevante era que él hubiera sufrido el susto de su vida cuando la integridad de Raven se encontraba intacta.
"Raven."
La tensión de querer tomarla en sus brazos y confirmar una vez más que ella realmente se encontraba fuera de peligro se escuchó en su voz al llamarla.
"Salva tus palabras para después Nightwing." Raven lo detuvo con una mano de acercarse. Chasqueó sus dedos para que su casual atuendo cambiara a su uniforme Titán. Al bajar la capucha de su rostro, ella observó sus alrededores. "¿En donde esta Teekl?."
No era la primera vez que Raven le ponía interés a ese animal que pasó la mayor parte del altercado desinteresado sobre los hombros de Klarion. Para Damian parecía mas fundamental recuperar la sangre de la mujer que el brujo tenía bajo su poder a tener que buscar por un aburrido gato.
"¿Por que ese gato es tan significativo?." Él cuestionó una vez de que se percataron que dicho animal se encontraba desaparecido. "¿Qué hay de tu sangre?, Klarion puede volver a usarla."
"Al borrar la marca de mi cuerpo, esas gotas de sangre ya no le servirá a Klarion. Teekl es la conexión que él tiene con este mundo, su soporte a la realidad. Sin él, Klarion regresa por donde vino. Por eso te pedí que te encargarás del gato mientras luchaba con Djinn y las demás. Es su debilidad, un rasguñó y todo esto hubiera acabado..."
...Pero tu no escuchas.—- Él juraba que ella se abstuvo de decirlo.
Para empezar, a Damian le hubiera gustado conocer ese dato desde el principio. Pero sabiendo que su terreno con la mujer ya peligraba, prefirió ahorrarse el comentario.
"¿Creen que este patético truco de magia va a detenerme?. Son unos ingratos y unos tontos, ¡Nunca podrán derrotarme!." Klarion apretó sus dientes, golpeaba con sus brazos el campo de fuerza. "...Nadie juega conmigo."
Zachary y Damian dieron pasos hacia atrás, imitando la acción de Raven cuando las runas en la arena cambiaron su inocente azul por un intenso carmesí. Klarion se encontró rodeado por la electricidad de sus poderes, sus manos se apretaban en puños a su lado y su cuerpo tembló, descontrolado bajo su rabia. Sin advertencia, la tensión mágica de Klarion en el interior hizo una explosión.
Humo y arena envolvieron el desierto, segundos en los cuales los tres héroes fueron cegados de lo que transcurría al alrededor.
"¿A donde se fue?." Damian preguntó una vez que el humo se disipó.
Convenientemente Klarion y la runa mágica habían desaparecido.
"¡¿Crees que estaríamos parados aquí sí lo supiéramos?!."
"Nunca en la vida vuelvo a trabajar con ustedes dos." Raven murmuró. A pesar de estar pendiente del intercambio entre sus compañeros, su atención se enfocaba a la oscuridad del desierto. "Él no esta lejos."
"Y tienes razón como siempre. ¡Aquí estoy!." Klarion apareció detrás de ellos, dandole la ventaja del factor sorpresa para desviar el golpe que en reflejo Damian lanzó a él. Con una risilla esquivó la magia de Zachary y los látigos oscuros de Raven. "¿Tres contra uno?, eso es injusto. Permítanme hacer unos cambios. No necesitamos a Robin, ¿O si?."
"¡No!." Raven gritó.
Klarion extendió ambas manos hacia Damian, y aunque Raven ya se encontraba en camino hacia el brujo, fue demasiado tarde para detener su golpe. Damian sintió que su cuerpo se congelaba para después vibrar en un shock de electricidad, una sensación nada similar al amable calor que la magia de Raven le hacia sentir.
Cerró los ojos y mordió los labios esperando que el abrumador efecto pasara. Cuando lo hizo, Damian abrió los ojos para descubrir pronto que el ataque de Klarion sirvió para transportarlo lejos de la batalla donde Raven y Zatara ya se enfrentaban al gran poder del caos. ¿Por que alejarlo?, no tenía idea, pero la distancia no lo iba a detener.
Corrió con dirección a la batalla y maldijo en todos los idiomas que conocía a la arena dificultando cada paso que daba. Vagamente logró recorrer unos escasos metros cuando un rugido le hizo detenerse por completo.
Un espejismo en medio del desierto no sonaba como una idea descabellada, pues la bestia que de la nada se cruzó en su camino era tan grande como un oso salvaje y tan feroz como un tigre, parecía un producto de su imaginación. Tristemente, esa criatura era tan real como el aire que entraba a sus pulmones.
Los vidriosos ojos rojos y las manchas negras en un pelaje anaranjado le decían a Damian que había encontrado al perdido familiar del brujo, y por la manera que le pelaba los dientes sabía que no estaba nada contento de verlo.
Damian movió con cautela sus piernas, confirmando así que la atención de la gran fiera se encontraba sobre él. Dió un vistazo rápido a la lejanía al escuchar un gran golpe, los magos sostenían bien la pelea a pesar de que Djinn nuevamente se había unido a la batalla.
Otro feroz gruñido lo regresó a su propio inconveniente, la nueva apariencia de Teekl podría ser intimidante, pero no era la primera vez que Damian se enfrentaba con una criatura de su tamaño.
Raven y Zatara podrían sostener la atención de la genio y el brujo. Mientras tanto, sobre los hombros de Damian caía la responsabilidad de darle un final a este juego de venganza. Raven le dijo que un rasguño era suficiente...
Esta era la oportunidad perfecta para enmendar sus errores.
Damian no perdió más tiempo y se lanzó a la bestia con un grito de guerra. A su cinturón de herramientas ya le faltaban bastantes piezas, pero incluso sin sus batarangs o su espada, aún llevaba consigo una navaja lo suficiente filosa como para causar un rasguño. Afortunadamente eso era lo único que se necesitaba.
Teekl pasó de ser un inocente gato a un muy ágil felino con bastante fuerza como para retener sus golpes. Damian terminó cortando el frió aire de la noche más de una vez en claros fallos de salvar el día.
"arg..." Damian mordió sus labios para atrapar un grito de dolor.
Una pequeña distracción le costó tres largos rasguños en su descubierto pecho a cortesía de las garras de Teekl.
Apretó con fuerza el mango de su arma para darle inicio a un nuevo forcejeó entre hombre y bestia. La frustración acumulada de esta maldita misión se reflejaba en cada uno de los ataques del moreno, haciendo que su oponente poco a poco titubeara más en sus golpes. Finalmente una de las patas de Teekl quedó al descubierto y Damian tomó la oportunidad para clavar el filo de la navaja en su pelaje.
Teekl chilló mientras Damian sacaba la navaja ya cubierta de sangre. Como Raven había dicho, un rasguño sirvió para que la enorme bestia se encogiera hasta regresar a su forma de gato doméstico, luciendo tan inofensivo que en lugar de correr lejos o seguir atacando, se sentó en la arena a lamer su nueva herida.
"¡Teekl!" Klarion gritó en terror.
El llanto del gato no fue ignorado por su dueño.
Por primera vez en la noche Damian se sintió victorioso, en especial cuando Klarion abandonó la batalla con los usuarios de magia para auxiliar a su familiar.
Damian vió al brujo agacharse a recoger al gato en sus brazos, curiosamente el hombre parecía distorsionarse como un holograma a punto de apagarse. El plan de Raven funcionó.
"Sin tu familiar no tienes un ancla en esta realidad Klarion." Raven dijo desde el cielo por encima de ellos, serena y atenta a la escena, sabiendo que todo había acabado, pero también preparada para cualquier sorpresa. "Sin Teekl estás perdido."
Zachary Zatara no tardó en unírseles mientras la ausencia de Djinn se hacia presente nuevamente. Después tendría que preguntarle a Raven que es lo que pasó con la genio. Por lo pronto, el dichoso Lord del caos estaba atrapado. Ahora eran tres contra uno y Klarion lucía ya demasiado destruido como para continuar.
"¡Ustedes, brutos!" Klarion chilló al acurrucarse el gato en sus brazos, su cuerpo peligraba de desvanecerse fuera de esta realidad.
"Vete antes de que cambie de opinión y termine por enviar a tu familiar a otra dimensión, Klarion."
"Nunca olvidare esta traición." Klarion señaló a los dos magos para finalmente plantar su mirada llena de cólera en Damian. "Tu, tu aún sigues en mi lista, Robin. ¡Espera por mi!."
"Si, si...ya te oímos. Termina con el drama, ya quiero regresar a dormir." Zachary dijo impaciente. "Nos vemos en la siguiente reunión de la Night Force, Klarion."
Klarion peló sus dientes al mago, y con el dolor de su ego golpeado no tuvo otra alternativa que desaparecer con su rabieta del desierto. Tras su huida el brujo una incomoda sensación llenó la noche de Arabia Saudita.
Así como nada, lo que comenzó como una infantil venganza había llegado a su fin, dejando tras su trayecto heridas que no serian tan sencillas de curar.
Damian tuvo que suspirar, largo y profundo para retomar su respiración y darle entender a su cuerpo que finalmente se encontraban fuera de peligro. El peso en su corazón que cargó estas ultimas horas poco a poco se alivianaba, sin embargo, no desaparecería por completo...había terminado un problema, pero aún existían otras cuestiones que él debía resolver.
Sus ojos se posaron sobre la mitad demonio bajando a la tierra conforme las estrellas se acomodaban en el cielo, detrás de ella se acercaba Zachary Zatara. Ambos usuarios de magia lo miraron con un gran ceño, el segundo entretenido y la primera simplemente irritada.
"Tu especialidad debe ser saber molestar a la gente indicada, o mejor dicho, a la más psicópata. ¿A quién más esperamos con una secreta venganza contra ti?, ¿Le rompiste el libro de colorear a Darkseid?."
Zachary se echó a reír al comentario de la mujer.
"Este no es el mejor momento para tu sarcasmo Raven."
"¿De que momento es entonces Damian?, ¿Ir a besar a Supergirl?, ¿Dar discursos llenos de hipocresía? ó ¿Encarar a tu muerte frente a un poderoso hechicero?. Ilústrame, por favor."
Tanto drama le había hecho olvidar como Raven sabía sobre cierto incidente que él estuvo ocultando de ella con bastante recelo. Zachary Zatara tenía una boca muy floja.
Pero incluso así, Damian notaba como la disconformidad de Raven con él había aumentado considerablemente tras su supuesta posesión. Ella estaba sumamente molesta y algo le decía que su cambio de humor iba más allá que la cuestión de sus secretos.
"Quería recuperar tu sangre."
"Tus planes no salieron tan bien como esperabas, ¿o Sí?." Raven dijo con ironía al señalar los rasguños que él tenía marcados en el pecho. A decir verdad, sí no hubiera sido por ella, Damian se hubiera encontrado un desenlace un tanto trágico. "Tu herida es superficial. Se curará por su cuenta."
"Puedes estar molesta todo lo que quieras Raven, pero me alegra que estes bien. Eso es lo único que me importa."
"Klarion ya no será un problema en un largo tiempo, pero la misión aun no llega a su fin." Ella señaló al desierto, a donde a lo lejos se podían apreciar los cuerpos de las chicas que vinieron a rescatar en primer lugar. "Muévanse, hay personas que necesitan nuestra ayuda."
Ella dejaba en claro como a él no le dirigiría palabra alguna más allá de la misión. Pero a pesar de su obvio resentimiento ella tenía razón, aun faltaba recoger los pedazos de las malas decisiones del líder de los Titanes.
"Hay asuntos pendientes de los cuales hablar cuando terminemos." Damian le dijo cuando ella trató de huir.
"Y lo hablaremos, cuando el tiempo sea el más conveniente."
Damian apretó sus puños y afiló sus ojos al frío comentario. Ella se marchó sin darle un segundo más de su atención.
"Ya la perdiste, Nightwing." Zachary le susurró con burla y malicia al pasarle cerca. "Gracias por ser un cretino con Raven. Me hiciste un favor."
"¿Qué hiciste?."
"Hacer todo a mi alcance para salvarla...."
"¡Zachary!" Raven gritó desde donde ya ayudaba a Maps Mizoguchi a despertar. "Supergirl despierta, ayúdala."
"Ya voy Rae-Rae."
Con una mueca de sorbería, el mago corrió a socorrer a la hija de Krypton como se le pidió.
Damian observó con sospecha al mago alejarse, no dudaba ni un segundo que Zatara contó un secreto que no le correspondía solo para crear un conflicto entre Raven y él.
Al parecer los problemas no terminaban para él, pero llegaría al final de este embrollo y lo resolvería.
Esa sería su nueva misión.
——————————————-
"Mis poderes debieron mejorar el dolor. ¿Cómo te sientes?."
"Mejor, pero me quedó un zumbido en la cabeza."
"No me extraña, Damian te dió un buen golpe."
"Damian siempre fue una cabeza dura, quizás realmente la tiene hecha de piedra."
Raven dedicó una mueca amena a la joven antes de alzarse a sus pies. Mia 'Maps' Mizoguchi era tal cual Damian la describió; demasiado positiva como para estar en shock tras la experiencia que vivió. La mujer sonreía fácilmente a pesar de haber sido secuestrada y manipulada mentalmente por largos días.
Con Klarion fuera del cuadro ahora podían enfocarse en las víctimas que dejaron los hechos. Zachary ya trataba a Supergirl mientras Damian inyectaba un antídoto con la intención de despertar a la arquera. Siendo la más susceptible, la preocupación de Raven cayó sobre la amiga de la infancia de Damian. Por fortuna un dolor de cabeza y una fuerte confusión eran los únicos síntomas que quedaron como secuelas en la joven mujer.
"¿Recuerdas lo que te pasó?." Raven esta vez cuestionó al ayudar a la otra mujer a levantarse.
"Nada. ¿Segura que no fue un sueño?."
"Lamentablemente no lo fue. Fuiste raptada de tu hogar por un ser mágico hace algunos meses por venganza a Damian Wayne."
"Hay demasiadas preguntas en cabeza, pero la mas importante es; ¿Estás bromeando?."
"No...." Raven no supo como responder conforme poco a poco la boca de Maps se abría en par en par. "¿Estas bien?."
Tal vez la contusión de la cabeza era más profunda de lo que curó.
"¡Eso es tan genial, y yo estuve secuestrada todo el tiempo mientras ustedes hacían la mejor parte!. La misión, investigar, el rescate, una batalla." Maps se llevó las palmas al rostro para controlar su emoción. "¡Me lo perdí!. Soy tan buena encontrando pistas."
"Sí, Damian me lo comentó."
"Nos divertimos tanto en la academia." Mia le tomó las manos para regalarle una sonrisa que llegó a curvar sus ojos. "Gracias por ayudarme Raven. Siempre pensé que te conocería de otra forma. No que esta no fuera épica, pero esperaba más un encuentro casual....¡Oh espera!, ¿Cuánto tiempo dices que llevó fuera de casa? ¡Oh no!, Olive debe estar preocupada."
"Veo que ese golpe en la cabeza no borró tu habilidad de hablar sin parar Mizoguchi, que desgracia."
Raven apenas vió a Damian llegar, antes de que la chica a su lado volara de un saltó para lanzarse a los brazos del hombre y envolverlo en un amistoso abrazo. Raven intentó no reír de como la chica lo envolvía como un pulpo y él solo le daba incómodas palmitas en la espalda. Lucía incómodo, más no se negó al afecto de su amiga.
"¡Damian Wayne!. " Maps chilló mientras con lo que su fuerza le permitía agitaba al hombre de lado a lado. "Nada como una misión peligrosa para reunirnos después de tantos años, ¿Eh?, justo como en los viejos tiempos."
"Lejos de ser la manera correcta para una reunión de ex-compañeros."
"¡Amigos!, somos amigos."
"Una disculpa de mi parte por los recientes hechos." Damian separó a la chica de su persona. "Por una venganza contra mi, tuviste que vivir esta situación. "
"Tu no controlas a cada individuo en este planeta Damian. Además, no recuerdo nada. Y lo que más me molesta es que no ayudé a patear traseros."
Damian alzó una ceja ante el puchero de su amiga, buscó en Raven una respuesta a la extraña actitud, pero Raven solo encogió sus hombros. La pequeña Maps era un enigma incluso para su empatía.
"Insisto, lamentó los inconvenientes."
"Eso es tan bobo....este chico es un bobo." Maps lo señaló con el pulgar para decirle a Raven, después se tronó los dedos como sí recordara algo.
Maps y Damian cayeron en una conversación ajena y Raven dió la privacidad que los amigos necesitaban para ponerse al día. Damian era mejor en los interrogatorios, quizás él pueda sacarle un poco de información a la joven sobre lo que experimentó estando con Klarion.
Justo a tiempo se alejó de aquel par para que la arquera con un profundo ceño adornado su rostro la encontrara en el camino.
"Damian es un hijo de perra." Fue lo primero que Emiko le dijo, desesperada por maldecir en el aire. "La cabeza me mata, esa horrorosa genio movió mis recuerdos. Ni hablar de esa toxina que Damian me hizo oler."
"Puedo ayudar con el dolor de cabeza."
"Déjalo así, algo de esa toxina aún queda en mi sistema, siempre puede servir para preparar mi cuerpo para un próximo ataque similar." Emiko suspiró, dio vistazo atrás de ellas, a donde Maps ayudaba a Damian a limpiar la sangre de su pecho con un pedazo de su propia playera. "Me resulta imposible creer que esa genio me haya manipulado por una segunda vez. Damian me debe una muy grande por haberme metido en este lió."
"A ti y a todos." Raven murmuró ante la ironía de las palabras que Emiko había usado.
La neurótica travesura de Klarion vaya que fue un completo lío, uno que iba a durar mucho tiempo en desaparecer.
Todas las circunstancias que se dieron relacionadas con la misión tentaron el punto más débil entre Damian y ella: Confianza.
Y lo que pasa con la confianza es que sí se quiebra, tardaba mucho mas en sanar que un hueso roto.
Por supuesto que ella se sentía furiosa, después de esa insulsa discusión que tuvieron en aquella habitación de hotel Raven creyó que "ocultarse" información entre ellos había quedado en el pasado. Pero una horas después Raven descubrió no solo que Damian cargaba un sucio secreto desde hace meses atrás, sí no que también que se escapó del hotel para encontrar al brujo por su cuenta.
Damian actuó como un necio y eso casi le pudo costar la vida.
En cierta forma le causó una ligera, casi inexistente satisfacción, haber sucumbido al plan de Zachary en crear toda una ilusión para engañar a Klarion. Una actuación tan buena que el mismo Damian compró, y Raven pensó que serviría como una pequeña venganza, sí no hubiera sido por lo que su actuación desato.
No iba a mentir....esa confesión proclamada de los labios de Damian la tomó desprevenida. Palabras que le hubieran gustado escuchar en otro momento y no como una carta oculta por debajo de la manga de Damian Wayne para salvarse el trasero. Le dolía, sentía miedo y le causaba rabia pensar que esas hermosas palabras fueron expresadas con esa última intención.
La situación entre Damian y Supergirl la tenía con dudas en la cabeza, pero todavía fue más increíble presenciar a Damian usar la carta de los "sentimientos" a minutos de creer que moriría bajo sus manos. Quizás una confesión vacía y desesperada para tratar de sacarla de un trance que nunca existió.
Su amargura se hizo más persistente conforme Zachary caminaba hacia ellas con Supergirl a su lado. El solo hecho de estar cerca de la rubia producía una extraña sensación dentro del estómago de Raven. No quería estar celosa, pero tras ver aquel video al parecer sería un sentimiento nuevo que debía aprender a sobrellevar.
"Cero rastros de Klarion, ó de su magia en las chicas." Zachary movió el mentón para enfatizar a la rubia a su lado. "La gente de Krypton tiene buenos genes, ni un solo rasguño sufrió nuestra amiga Kara."
"Conveniente." Raven murmuró neutral, pero sutilmente perforando con la mirada en la linda chica de ojos azules. "Supongo que no necesitas ayuda para regresar a casa."
Aquella fue una abierta invitación para que la rubia se retirara. Ciertamente cualquier admiración que alguna vez sintió por ella desapareció con el rencor que le causó verla besar a Damian.
Celos....Esos horribles sentimientos serian algo en lo que debía trabajar pronto.
"Llegaré a Smallville por mi cuenta sin ningún problema. Y, creó que también tomaré unas largas vacaciones después de lo que pasó." Supergirl sonrió apenada al dirigirse especialmente a Zachary y Raven. "Sin ofender, pero odio la magia."
"En realidad, me siento adulado." Zachary le guiñó un ojo conforme se alzaba los hombros. "Somos seres superiores, de otra clase..."
"...De otra clase de parásito. En especial Zachary Zatara."
Interrumpiendo al mago, Damian se integró de nuevo al grupo junto a Maps. Su comentario causó una ligera risilla en la rubia, una a la cual tanto Raven como Emiko reaccionaron con cierto recelo.
"Zachary me contó sobre el control mental de Djinn y, me gustaría pedir disculpas por cualquier inconveniente que mi conducta haya ocasionado. En especial a ti Nightwing." Supergirl se apoderó de nuevo de la conversación, su postura recta y abierta hacía dicho hombre demostraba sinceridad. "Me tomaré un tiempo fuera, pero sí los Titanes necesitan de mi ayuda no dudes en llamarme."
Aunque quería lucir desinteresada e indiferente Raven estuvo mas que atenta al intercambio entre el asesino y la alienigena. Se sentía como una tonta por importarle, pero después de todo, ellos eran los protagonistas de la manzana de la discordia dentro de su mente.
Damian cabeceó sin decir más, la acción provocó un suspiro en Kara, como sí un peso se le hubiera liberado de los hombros...ó como sí ella se hubiera liberado de cierta culpa.
"También lo siento, Raven."
La disculpa la tomó desprevenida.
"¿Esta....bien?" Raven insegura mencionó, por un momento imaginando que lo decía por la lucha que tuvieron, sin embargo cuando los zafiros de la rubia se posaron con evidente motivación sobre Damian, Raven supo a lo que ella se refería con su disculpa.
Así que ella sí recordaba lo que ocurrió en la oficina de la torre. Interesante.
Esta vez Damian tuvo la decencia de lucir mortificado e irritado por la imprudencia de la rubia. Él desvió la mirada y de sus labios salió una silenciosa maldición.
....El peso de la culpa llegaba a ser abrumador para algunos.
La mitad demonio quedó más sería de lo que pudo haber estado antes, sus brazos quizás demasiado estrujados por debajo de sus pechos mientras veía a Supergirl despedirse antes de impulsarse en vuelo por el cielo estrellado del medio Oriente, dejando una estela de luz tras su ausencia.
"Queen, veo que estás completa." Damian habló, quizás en el intento de llenar el incómodo silencio que la partida de la super chica dejó.
"No gracias a ti, gran inepto."
"Me empieza a agradar esta chica." Zachary dijo, la frialdad del ambiente acompañando su comentario. "Pero como lo dije antes, tuve suficiente de este lugar, ¿Podemos marcharnos?."
"Aun no." Damian detuvo al mago de levantar sus brazos para llamar su magia. Luego dió un vistazo rápido entre Raven y Zachary. "¿Donde esta Djinn?."
"Ella dejó de ser un inconveniente ."
"¿Qué hiciste Raven?."
Raven rodó los ojos, exasperada ante la alarmante expresión del moreno, seguro pensaba lo peor de ella. Le hubiera encantado deshacerse de la genio para siempre, pero esos nunca han sido sus métodos de justicia.
"Nada, tu linda amiga esta viva." Raven abrió un diminuto portal, introdujo su mano y de ahí saco un anillo, el de Djinn. "Esta donde pertenece."
Le hubiera gustado dejar a Damian con el suspenso de sus acciones, pero conociéndolo, era mas que seguro que él se hubiera atormentado con el pensamiento de lo que ella pudo llegar a hacer.
"Fue tan sencillo para Raven derrotarla." Zachary presumió los logros de la mitad demonio como sí fueran suyos. "Esa genio fue dos veces arrastrada por el suelo por la misma persona. Ha, casi sentí lastima por ella."
"Aleja esa cosa de mi." Emiko alzó sus brazos por su frente, tanto ella como Maps dieron vacilantes pasos lejos del anillo y Raven.
"¿Tu resguardarás el anillo?."
"¿Porqué, crees que no sería conveniente?." Raven no se pudo detener de contestar cuando escuchó a Damian cuestionarla. "Su anillo es la prisión más adecuada para Djinn. Lo esconderé en la dimensión más inhóspita de la existencia para que ningún otro débil mental pueda caer en sus juegos."
"Mejor deja el caso por la paz, antes de que te sigas humillando, cavernícola." Zachary rió, disfrutando la indirecta de la mujer dedicada al moreno.
Damian frunció el ceño al mago y Raven supuso que su silencio era la prueba perfecta de regresar al anillo a su nuevo hogar. El portal se cerró para quizás nunca más volverse abrir. Djinn ya no causaría otro daño.
"Siento interrumpir, pero estoy lista para regresar a casa."
"Te llevaré a casa Mia." Raven relajó su postura ante la alegre voz de la chica, con un ademán indicó que se pusiera a su lado, haciendo lo mismo con Emiko. "Red Arrow, puedo llevarte a ti también, vamos al mismo continente después de todo."
"¡Wooo!, Siempre quise saber como era viajar entre el espacio y el tiempo." Sin inhibición Maps se aferró al brazo de la mitad demonio, emocionada como sí estuviera a punto de subirse a una montaña rusa.
"Por favor, déjame a mi primero o voy a morir de ver tanta felicidad en ese pequeño cuerpo." Emiko le murmuró en discreción.
"Desafortunadamente eso no será posible. Nos quedaremos en Japón por un día. Quiero asegurarme que no haya efectos secundarios en ustedes antes de dejarlas seguir con sus vidas."
"Supongo que podemos usar el castillo Wayne una vez más." Damian añadió. A lo cual Zachary no pudo evitar también competir.
"Yo pagaré por un hotel de lujo."
Raven de inmediato puso una pausa a una nueva discusión entre los dos hombres, poniendo una mano de frente para detener a los hombres. Su situación con ambos no era la mas amena, estaba decepcionada de Damian y Zachary tampoco se salvaba del sentimiento. Damian pudo haberle mentido, pero Zachary no era mejor a él.
"No irán conmigo, ninguno de los dos. Resuelvan por su cuenta como regresar a casa."
"¡No me puedes abandonar aquí Raven!, ¡A ti te importa mi bienestar!" Zachary gritó, genuinamente sorprendido.
"La misión ha acabado, necesitó cada fuerza de mis poderes para regresar a las chicas sanas a sus hogares."
Eso no era una mentira.
"Raven, esto no era parte de nuestro trato."
Él y su trato manipulador podrían irse al diablo.
"Sobrevivirán Zachary, sí tienen suerte."
"¡Raven!" Zachary tiró su sombrero al suelo en lo que parecía una dramática manera de detenerla.
"Ay dios, él es tan escandaloso."
Escuchó decir a Emiko Queen, pero Raven no le pudo seguir prestando atención a ese drama, pues sin poderlo evitarlo sus ojos cayeron en esa figura que la observaba.
"Raven." Damian dijo entre el aire, como una petición para que no se marchara. "Aún tenemos una charla pendiente, recuérdalo."
"Hablaremos." Ella le aseguró. "Te lo dije, lo haremos cuando sienta que es lo más conveniente por hacer."
"¿Cuando?," Damian esta vez exigió, en la desesperación de conseguir una respuesta. Pero Raven ya se preparaban para su vuelo. "¡Raven!, No huyas...."
Ella no le dió oportunidad de terminar para cuando tomó las manos de las dos chicas y las envolvió en la oscuridad de su alma. Lo último que vió antes de desaparecer fue el desierto reflejado en unos arrepentidos y derrotados esmeraldas.
Admitía que sentía algo de culpa por dejarlo atrás, dejarlos, pero realmente no tenía tiempo para preocuparse por ellos, aún debía asegurarse que las dos chicas bajo su cuidado estuvieran fuera de peligro.
Además, necesitaba tiempo para pensar y comprender todo lo que había pasado en tan pocos días. Canalizar su enojo, su confusión y la decepción que se aferraba a su corazón.
Ellos estarían bien por su cuenta.
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Ella realmente lo abandonó en medio del desierto.
Damian pateó la arena mientras miraba el lugar donde habían estado las tres mujeres.
Fue un necio y al final sus actos terminaron colapsando sobre él, debió decirle la verdad cuando tuvo la primera oportunidad. Maldecía una y otra vez él día que Supergirl llegó a la torre, y se maldecía a sí mismo por haber guardado un insignificante secreto por tanto tiempo.
Ni siquiera tuvo tiempo para hablar con ella. Tampoco era como sí ella le hubiera dado otra oportunidad.
Comprendía su malestar, y era más que obvio que su repentina huida era un descarado llamado para pedirle un tiempo a solas. El alivio dentro de su pecho le decía que estar sola por unos días le ayudarían a pensar y darse cuenta de que este inconveniente tenía una solución. Damian necesitaba también lo mismo, tiempo para encontrar una forma de explicarles sus acciones sin agravar estúpidamente la situación.
Por el lado positivo, Klarion y Djinn dejaron de ser un problema, y las tres mujeres raptadas se encontraban a salvo. Una clara victoria, lástima que Damian se sintiera como un perdedor...uno extraviado en el desierto.
"¡Me abandonó!, ¡A mi!." Zachary gritó para recordarle a Damian su presencia. Levantó su sombrero de mala gana del suelo para sacudirle la arena y después dejarlo caer sobre su cabeza. "Esa pequeña diabla-......¿Por que me ves así, tarado?."
Kara Danvers estaba siendo controlada, y por todo lo que sus enemigos fueron capaz de hacer en este día, Damian no dudaba que el incidente de su oficina también se relacionará con la venganza de Klarion. Pero, una persona más era el culpable de su más reciente problema, un hombre quién contó un secreto que no le pertenecía. Un sucio hombre quién lo saboteó.
Ahora sin nadie para detenerlo, Damian dejó que por su mirada viajara la promesa de una tunda hacia Zachary Zatara. Una promesa que se quedó en el aire, pues su sed por justicia fue más fuerte, y antes de que lo pudiera pensar él tomó al mago de su elegante traje.
"Se que hiciste eso con un propósito. ¿Con que intensiones?." Damian no iría a los detalles, el mago bien sabía de lo que hablaba.
"Salvar a Raven. Gracias a mi ella esta libre, yo la salvé. ¿Tu que hiciste?, solo la metes en problemas." A pesar de que la alerta se veía plasmada en su rostro, Zachary no dudo en responder altanero. "Le mostré la verdad, no merece tus engaños ni que juegues con ella."
"Los dos sabemos bien quien es el verdadero maestro de los engaños aquí. Tomaste una situación fuera de contexto para engañar a Raven."
"¿Engaños?, ¿Fuera de contexto?...ahora sí empiezas a hablar como un verdadero perdedor." Zachary resopló entretenido, sus manos atraparon las muñecas de Damian causando un ligero choque eléctrico que logró librarlo de su agarre. "¿Yo te hice besar a Supergirl?, No. Yo reproduje un video que mostró tus acciones. Y siendo sinceros, tu te hundes sin mucha ayuda."
"¿Y tu justamente tenías una grabación de lo que ocurrió en mi oficina?."
Con esa pregunta obtuvo justo lo que quiso, la muestra clara de que Zatara había cometido un error en su discurso. Habló de más y las sospechas de Damian aumentaron.
"Sí, bien...." Zachary balbuceó buscando una forma en la cual desmentirse. No logró encontrarla. "¡Pues!...Buena suerte saliendo de este desierto sin mi ayuda."
Damian tocó su sien impaciente, claro que el mago buscaría una manera de desviar la confrontación para salvarse. Y él sería un idiota que consideraría la cobardía del otro hombre.
Una vez más Zachary Zatara se salvó de la justicia de sus puños, era un bastardo con demasiada suerte. Después de todo, él fue quien salvó a Raven de las garras del mago, su ayuda fue primordial y Damian era incapaz negarlo.
Llegaría al fondo de ese apestoso y sospechoso caso sobre cómo obtuvo un video de su oficina privada. Podría dejarlo ir...por ahora.
"Sí crees que te necesito para salir de aquí estas muy equivocado Zatara. Encontraré mis medios para regresar, y cuando lo haga tu habrás deseado haberte quedado en este desierto de por vida. Ser un Wayne tiene muchas ventajas."
"¿A que te refieres?, ¿Me estas amenazando?."
"No, pero últimamente siento ganas de hacer una rueda de prensa, una donde hable sobre el entretenimiento y del charlatán mago, Zachary Zatara." Damian le dió una mirada en blanco antes de darle la vuelta y empezar a caminar.
No le rogaría a un bastardo por su ayuda, no cuando él tenía la habilidad de salir de este lugar por su cuenta. Caminar por el desierto le ayudaría a pensar.
Solo esperaba llegar a la civilización antes de que el sol regresara a ponerse en el cielo. Aunque, estaba seguro que en menos de unos minutos tendría una más rápida alternativa que lo sacaría de aquí.
Poco tiempo fue el que esperó antes de escuchar los crujidos de la arena proviniendo detrás de él. Zachary lo seguía, pero a pesar de percatarse de aquello, Damian aceleró su andar, queriendo perder al hombre.
Este último teniendo la ventaja de su magia, se dió por vencido en caminar para de aparecer frente a Damian en un pestañeó.
"Tienes tanta suerte que sea una persona de noble corazón." Zachary con la respiración agitada lo señaló con un dedo. La amenaza de Damian por arruinar su carrera lo había asustado. "Te salvaré de esta y tu me deberás un favor."
"No terminar con tu carrera de mago barato. Ese es el favor que te regreso, ¿Que te parece?. Y tienes suerte que sea un bastardo de noble corazón, por que ni siquiera necesito tu ayuda."
"¡UGH!, eres tan...¡UGH!" Zachary golpeó la arena y al acomodar el sombrero de copa en la cabeza, tomó un gran respiró para calmar su rabieta. "Te ayudaré a salir de aquí Wayne. Y Hey, Raven sabrá que te ayude, ese será un punto positivo para mi. Estamos a mano...perdedor."
¿A mano?...Nunca habría un estado de igualad o conformidad entre ellos.
Antes de poderle decírselo, Damian sintió un mareo, su cuerpo cayó hacia atrás como sí fuera absorbido por una fuerza externa. Un nudo se formó en su estómago e inconsciente se llevó una mano a la boca para no vomitar.
Entonces, así como sí nada, la horrible sensación desapareció y Damian se encontró frente a frente con su propio reflejo en un espejo.
El agradable ambiente y la destrozada cafetera dentro de un basurero le ayudaron a confirmar que se encontraba de regreso en su habitación de hotel, justo de donde habían partido en la mañana. Tal vez Zatara no lo abandonó en el desierto, pero dejó en claro que de ninguna forma lo acercaría a San Francisco.
Aprovechó cada segundo que tenía a la mano para preparar sus pertenencias, después recogería las de Raven y dejaría que su asistente arreglara los inconvenientes del hotel para poder marcharse. Necesitaba regresar a San Francisco cuanto antes.
Raven fue muy directa al decirle que requería espacio y él se lo daría, pero necesitaba estar ahí para cuando ella por fin decidiera hablar.
Su comunicador y celular continuaban donde los había dejado por la tarde, los tomó y estaba a medio camino de llamar al aeropuerto cuando notó una inusual cantidad de mensajes y llamadas perdidas. Todas de su padre y hermanos, aquella no podía ser una buena señal.
Junto al agitado ritmo de su pecho, sus dedos se movieron rápido por la pantalla, leyendo cada uno de los mensajes que confirmaba como desafortunadamente sus planes por regresar a la Torre de los Titanes se tendrían que posponer por un tiempo indefinido.
Sin que se lo esperara, el lugar que se hacia llamar su hogar pedía por su inmediato retorno.
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Nota:
Hice cambio insignificantes, pero cambios que me dieron un poco de paz mental. No es lo mejor, pero poco a poco uno va mejorando sus habilidades. Espero algún días poder subir una historia que no me de cierto grado de vergüenza.
Igual, muchas gracias por el interés y sus palabras, me dieron muchos ánimos.
Ha sido un año difícil para mi por muchas razones, así que me es más fácil caer en la histeria. xD. Asi que gracias por la paciencia.
El próximo capitulo llegara pronto. :)
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