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3.22 Lord del Caos

Los pasos de Raven se apresuraba hacia la habitación en donde Damian interrogaba a la arquera.

Lo que ella vió en aquel video iba más allá de las obvias intenciones de Zachary por evidenciar una infidelidad. Raven tuvo que ignorar en como aquel pasional enlace de labios causó un retorcimiento en su estómago para enfocarse en algo mas relevante: Los ojos de Supergirl. En los usuales iris azules existía un brillo que para Raven no paso desapercibido.

Los hechos tan bizarros que ocurrieron en la oficina de Damian aquel día no le interesaban tanto como querer estar segura de que sus sospechas fuera solo una pasada de su imaginación.

En otra ocasión se tomaría el tiempo para reclamarle a Damian aquel hipócrita sermón que le dió hace unas horas. Él también había guardado un secreto muy importante de ella, y más le valía al dichoso hijo de Batman hablarle con la verdad cuando lo confrontara.

No solo quedó como una tonta con Zachary, si no que este se aprovechó de su lió mental para cobrar su favor mágico....Raven ni siquiera quería pensar en como eso sería otro embrollo que pronto debería afrontar.

Este día era un completo desastre y ella era ignorante a como estaba a punto de transformarse en peor.

Raven usó con discreción su magia para sacar el seguro y girar la perilla de la puerta con el número 808. Con cautela se adentró a la oscura habitación para sentir al instante con su empatía un vació que la alerto. Sin rastro de Damian o Emiko Queen, Raven suponía que nada bueno había pasado aquí, en especial por el diverso mobiliario revuelto por todo el lugar como una clara evidencia de una lucha.

Raven cerró sus ojos, concentrada en expandir su empatía por cada rincón del lujoso hotel. Sin embargo no pudo encontrar la presencia de Damian o Red Arrow en ningún lado.

Ella quiso rechinar los dientes en frustración al notar el teléfono personal y el comunicador de Damian abandonados sobre la mesa del televisor...

¿A donde podría haber ido?.

A quien engaña, ella sabía muy bien a donde Damian fue, o mejor dicho...a quien fue a buscar.

Maldita sea.

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Los oídos de Damian Wayne comenzaron a picar de la nada a la par en la cual el sol del desierto hacia su descenso del cielo.

Por la posición solar él calculaba que había pasado aproximadamente una media hora desde que llegó a la línea fronteriza entre Arabia Saudita y el desierto de Rub al-Jali. Media hora vagando en el desierto sin llevar un destino, simplemente esperando que Klarion en algún momento hiciera su aparición.

¡¿Cuanto tiempo tendría que estar rodando entre estas doradas tierras?!. Damian se estaba desesperando. Ellos lo querían a solas, ¡Pues aquí estaba para ellos!.

"¡¿En donde están?!." Damian paró su andar y en su desesperación gritó a la nada. Cuidadosamente observando sus alrededores como si esperará encontrar a quienes lo llamaron hasta aquí.

Una gota de sudor cayó lentamente de su rostro hasta mojar la pesada arena bajo sus pies. los segundos parecían pasar con lentitud mientras el solitario desierto se burlaba de él con su sin fin de miles y miles de kilómetros.

El sonido de la arena crujiendo lo hizo voltear hacia donde provenía el ruido, y como si estuviera presenciando un espejismo, la figura de una joven se le apareció de frente.

"Damian, viniste."

Djinn...

Con más de 4000 años de vida la genio lucía tal cual como en su tiempo dentro de los Titanes. Seguía teniendo el mismo rostro de aquella adolescente de 14 años que huyó cobardemente de las consecuencias de sus actos hace tantos años.

"¿Donde esta Klarion?." Damian no dió tiempo para un recuento, había venido a este lugar por una sola razón y nada más.

"Él vendrá pronto, yo solo quería tener un momento a solas contigo para hablar."

Los labios del moreno no pudieron evitar fruncirse ante la dulce y cínica voz de la chica.

"No tengo tiempo para charlar...Vengo por la sangre de Raven y por las personas que ustedes secuestraron."

"Tus amigas están bien, cada una de ellas lo están."

"Entonces tráelas aquí, Tu y yo no tenemos nada que hablar."

"De eso te equivocas, hay muchos asuntos sin resolver entre nosotros."

"¿El asunto de como te aprovechaste de mi confianza?."

"Tu únicamente me brindaste confianza hasta que Raven te lo permitió." Djinn reclamó.

"No, tu rompiste esa confianza. Lo único que Raven hizo es advertirme de las intenciones de tu anillo de crear una relación amo-súbdito conmigo."Damian dijo entre labios cerrados, controlando su impotencia antes de que estallara. "Decidí darte una oportunidad para explicarte a ti misma, pero huiste Djinn, como toda una culpable."

La genio se cruzó de brazos y guardo silencio, claramente sintiéndose atacada por el comentario de Damian. A veces la verdad dolía más que una mentira.

"Pudimos tener una conexión como la que tienes con la demonio."

"Mi conexión con ella fue una opción propia, la tuya hubiera sido en contra de mi voluntad."

"¿Puedes culparme?, ¡Quería ser libre por una vez de la celda que es mi anillo!" El joven rostro de de la chica se llenó de rabia. "Deseaba ser libre sin tener que depender de desconocidos tras desconocidos.·

"Y harías todo para conseguir tu libertad, incluso privar la mía." Con una dura mirada se dirigió a ella, increíble de que ella todavía tuviera el cinismo de culparlos por sus actos.

"Tu fuiste la única persona que fue buena conmigo..."

"Y lo arruinaste...Sí nos hubieras contado sobre tus miedos los Titanes hubiéramos podido ayudarte, Raven.."

"¡¿Raven?!?." Djinn resopló indignada al mero nombre. "Ella nunca me brindaría ayuda, por su culpa pase años escondida en un anillo. Gracias a ella perdí la oportunidad de tener un nuevo hogar en la torre."

"Es de ignorantes culpar a otros por tus acciones." Damian empuñó los brazos, ya había sido demasiado amable. "¿Acaso Raven te obligó a ponerme tu anillo?, ¿A trabajar con Klarion y secuestrar a inocentes?. No Djinn, todo eso ha sido tu culpa. ¿Quieres cambiar?...Detén esta venganza."

"No puedo."

"¿Porqué no?." Él respingo en un gruñido.

"Klarion tiene mi anillo." La genio murmuró con tristeza.

Bien se sabía quien poseyera en sus manos el anillo de Djinn tenía completo control sobre ella. Los poderes de la genio pertenecían a su amo y ella no tenía manera de detenerlo, convirtiéndose así en una muñeca de cuerda de su amo.

¿Sería él capaz de creerle tan fácilmente?. Después de sus previas experiencias con Djinn, Damian poco confiaba en su palabra.

"Se acabo tu tiempo Genio. Marchante, las amigas del pequeño Robin te esperan."

Rodeado de una misteriosa neblina el dichoso Lord del caos apareció para unírseles.

A este punto de su situación, a Damian ya no le sorprendería si un dragón se aparecería de la nada.

La siempre adolescente le dió un ultimo vistazo a Damian al cabecear a la orden de Klarion antes de huir del lugar.

"¿Realmente necesitas manipularla por una tonta venganza?." Damian preguntó en cuanto la genio se esfumó. Él nunca perdería la oportunidad de resolver una incógnita.

"¿Manipular a una débil genio?, Pfff...ella quisiera."

Damian, dudando que Klarion estuviera hablando con la verdad buscó en las manos del hombre por alguna especie de joyería y tal lo esperó, no encontró el anillo de la genio en sus dedos. En conclusión; Klarion decía la verdad y Djinn una vez más quizo verle la cara de tonto.

"¿Entonces porque trabaja contigo?."

"Digamos que le ofrecí una oportunidad de trabajo que no pudo negar."

"¿Buscar venganza contra mi?, muy maduros."

"No eres tan encantador como tú crees Robin." Klarion le enchuecó los labios, nuevamente llamándolo por su antiguo alter ego con aberración. "Hay demasiadas personas que te tienen un gran resentimiento, personas dispuesta a lo que sea con tal de dañarte."

Era consciente de como nunca fue Mr Simpatía, pero realmente en este caso estaba lejos de comprender porque el brujo presentaba tanto desagrado hacia su persona. Un desprecio excesivo de alguien que Damian apenas y conocía. Pero al diablo con Klarion y Djinn, Damian no olvidaba la única razón por la cual se encontraba siguiendo sus juegos.

"Lo que sea." Damian alzó los hombros y con exigencia pidió. "Vine por la Sangre de Raven ¿En donde esta?."

"Tu no estas en posición para negociar conmigo. ¿Sabes cuanto esperé para poder tenerte en mis manos?. ¡Lo que me hiciste fue imperdonable!."

El sol ya casi se perdía para ceder su puesto a la luna y las estrellas, se hacia tarde y cada segundo sin tener la sangre de Raven bajo su seguridad lo hacia sentirse más ansioso.

Sí el brujo no entregaba esa botella pronto, Damian iba a cometer una estupidez de vida o muerte.

Damian dejó salir un respiro largo mientras sus brazos y piernas hormigueaban con la sensación de la adrenalina dentro de sus venas deseando dar inicio a una lucha y terminar de una buena vez por todas con esta tontería sin sentido.

"¿Qué pude ocasionar en tu vida?, ni siquiera te conozco."

¡Deja de decir eso, si me conoces!." Klarion hizo un berrinche al patalear sus pies en la arena. "¡Hace más de trece años tu arruinaste mis sueños!."

"He arruinado la vida de cientos de personas, ¿Te gustaría ser más especifico?."

Rayos rojos salieron de las manos del brujo, su malhumor y rabieta se intensificaba. Obviamente la falta de interés de Damian solo causó que el brujo se sintiera humillado.

Tampoco era como sí a Damian le importara.

"Tsk...No sé como Batman te soportó por tantos años como su Robin, eres un verdadero fastidio. ¿No recuerdas como me conoces?, bien, te daré una pista. ¡Teekl!"

De la nada el familiar del brujo se le apareció en el aire, moviendo la cola de lado a lado mientras en el hocico cargaba un viejo y maltratado libro. El gato siseó antes de mover la cabeza en una señal para que Damian tomará el libro. Una vez en sus manos Damian pudo leer que en el título decía *El primer libro de hechizos de Klarion*. Con desconfianza hojeó cada una de las hojas en blancos hasta llegar a la ultima pagina y encontrarse con un simple dibujo.

Le era difícil interpretar aquel infantil y pobre ejecutado garabato de Batman abrazando a un Robin de piel azul con cuernos en la cabeza y a un anaranjado gato volador que usaba un antifaz negro. El titulo de la obra era: *Somos venganza, Somos la noche.*

"La ejecución es deficiente incluso para un niño de cinco años, los débiles trazos pueden indicar daños neurológicos significativos. ¿Conoces al niño que realizo esto?. Debería visitar a un profesional de la salud."

"¡No te lo mostré para que lo analizará estúpido murciélago!" Klarion arrancó el libro de las manos de Damian para regalarle una mirada que pretendía ser escalofriante. "Yo hice ese dibujo cuando era niño."

"TT...ahora comprendo perfectamente el por que de tu desastroso estado mental. Nunca es tarde para visitar a un psiquiatra." Damian sonrió de lado a la obvia perdida de calma del otro hombre quien maldecía sin parar.

"¡Estoy calmado Teekl!." Klarion gritó al gato maullando como si quisiera tranquilizar a su amo. "Pero él ni siquiera trata de recordar como hace años en la Academia de Gotham él junto a su amiguita Maps arruinaron mi sueño de ser Robin. Rompieron mi libro y el hechizo que tenía para manipular a Batman." *****

Esperen, ¿Que?.

Damian vivió demasiadas aventuras (problemas) junto a la risueña Mia Mizoguchi durante su tiempo de encubierto en la Academia de Gotham. Eso fue hace años, pero ahora que se le era mencionado, él vagamente recordaba como en una ocasión su nueva amiga lo obligó en acompañarla por las cloacas de la escuela para buscar una "Bestia" anaranjada que ella había jurado ver. Nunca encontraron a dicha bestia, pero sí un libro bastante similar al cual Klarion le enseñó hace unos minutos. Un libro que Mizoguchi tomó consigo y que en un inesperado encuentro con Killer Croc terminó hecho pedazos y abandonado en las aguas residuales de la academia.

Había sido un hecho tan insignificante para la vida de Damian que lo había olvidado por completo, sin nunca se imaginar que sería el factor detonante de este momento.

"¿De esto se trata tu famosa venganza?. Patético." Damian se burló con desprecio. "Batman es enemigo de la magia, tus oportunidades de ser Robin era nulas desde el principio."

"¡Tu rompiste mi sueño, yo arruinare tu vida!."

"No tengo tiempo para tus amenazas, acabaremos con esto hoy." Damian tuvo suficiente de las tonterías del brujo y en un movimiento rápido se lanzó a él, pero antes de poder tocarlo este desapareció en sombras que se mofaban en formas de murciélagos que pronto se desintegraron en el aire.

"Tristemente tú ya tuviste mucho tiempo para brillar Robin y ahora es mi turno. Me divertiré tanto con mi añorada venganza."

La voz del brujo resonaba en sus oídos más le era imposible encontrarlo en la oscuridad del desierto.

"Asegura el bienestar de Raven y de las chicas, después podrás vengarte de mi todo lo que quieras."

"Sin preocupaciones, pronto vivirás en carne propia lo que planee para ti. Me humillaste y rompiste mis sueños."

"...AARGH!."

Los pensamientos de Damian pararon cuando recibió un fuerte impacto en el rostro que lo hizo caer y hundirse entre la arena. La adrenalina del momento se prendió en sus venas, agudizando sus sentidos para comprender lo que acaba de ocurrir.

Mientras se levantaba aturdido y con un pulsante dolor en la barbilla él pudo escuchar el ruido de una tela ondeando en el viento, su visión se desplazó al cielo para ver una capa roja ondeando en el aire siendo portada por una inesperada figura.

"¿Supergirl?" Él apenas tuvo tiempo de preguntar, pues la mencionada se le lazó de nuevo al ataque.

Esta vez Damian esperó sus golpes al esquivarlos mientras buscaba de su cinturón de herramientas el mineral que detendría a la rubia. Pero en su desesperación descuidó su postura, dandole la entrada perfecta a la super chica de atacarlo libremente.

Gruñó abiertamente ante el ardor expandiéndose en su pecho conforme los rayos de la kryptoniana lo dañaban sin misericordia. El dolor no lo detuvo de sacar la kryptonita de su cinturón para con esta conectar un puñetazo al rostro de la mujer. Los rayos pararon cuando la rubia cayó debilitada entre la arena, pero el daño ya estaba hecho.

Damian cayó de rodillas, soltando la piedra cerca de él para llevarse las manos al pecho y encontrarse con las quemaduras de segundo y tercer grado; gran parte de su piel lucia carbonizada, el tejido estaba dañado, mientras el resto de su pecho tenía un color rojizo y dolía como sí cientos de agujas se le estuvieran clavando al mismo tiempo.

Con cierto rencor levantó la mirada hacia la figura de la chica que débilmente se arrastraba lejos de él, tratando de alejarse de los efectos que la kryptonita le ocasionaban. Ella giró la cabeza para lanzarle una mirada sucia, sus iris azules brillando con una tonalidad rosada que Damian había visto bastante veces en el pasado.

Ahora se daba cuenta que ese brillo rosa era distinto al que vió en el espacio, sin embargo era idéntico al que vió en su oficina y en los ojos Emiko Queen en aquella guarida mágica. Era lo demasiado listo como para coincidir ambos eventos y concluir esa conducta agresiva contra él se relacionaba más a la magia que a los efectos de mera kryptonita rosa.

La tuvieron todo este tiempo bajo su control y Damian nunca se dió cuenta.

Cada vez se enojaba más consigo mismo, el comportamiento extraño de la rubia era otro detalle importante que se le escapó de las manos y ahora sufría las consecuencias.

Damian gruñó de impotencia al doblar el cuerpo y sostenerse con un solo brazo contra la arena, el intenso dolor de las quemaduras se propagaba por todo su cuerpo.

"Despídete del mundo Robin."

Damian levantó el rostro, parpadeó unas cuantas veces para enfocar su visión hacia lo lejos donde dos figuras se encontraban paradas. Una era la de un muy sonriente Klarion y la otra de Supergirl con la advertencia de su visión láser apuntado directamente en él.

Mierda...

¿Cómo llego la rubia hasta allá, lejos del efecto de la Kryptonita?. No sabía y a decir verdad ahora teniendo el peso de su yugo sobre sus hombros ya no le importaba. Al final, su último intento por salvar el día falló, no se pudo ni salvar a si mismo. Su amiga, Red Arrow e incluso la Super chica quedarían a las manos de los villanos. Y Raven, él era incapaz de describir el hoyo de decepción y rabia que sentía en su interior por haberle fallado.

Obligó a sus pies a moverse cuando los rayos láser de Supergirl comenzaron a viajar hacia él. El mundo empezó a andar en cámara lenta a la par en la cual Damian hacía su ultimo intento por luchar. En segundos fue golpeado por un abrumador calor que lo envolvió enteramente, sin embargo, para su sorpresa la sensación era gentil...¿Así se sentía la muerte?. No...él ha estado muerto antes....

"Después de todo lo que hablamos aún decidiste venir por tu cuenta, en serio hay algo mal en tu cabeza."

Sus ojos se abrieron en par en par para ver una pantalla negra parando los rayos de Supergirl y evitando así que lo dañará. El alivió de su suerte sustituyó a la angustia conforme en su aún estado de confusión reconoció la voz de aquella reprimenda.

"Raven..." Damian suspiró su nombre al verla ahí con los brazos extendidos al cielo proyectando un campo de su magia para protegerlos. Era un bastardo con suerte. "...Llegaste justo a tiempo."

Ella lo vió de reojo con una mueca de disgusto, estaba molesta. Sin embargo su ceño pronto se transformó en preocupación al percatarse de su mal estado.

Cuando el ataque paró Raven bajó su escudo, atenta a la lejanía a las figuras que desaparecían de la escena para poco después despejar su atención del desierto y arrodillarse a lado del herido hombre.

"Te pudiste haber ahorrado este dolor sí tan solo dejarás de pensar con egoísmo por unos segundos."

"Y tu ahorra el sermón por favor." Él soltó con un gruñido, suspirando ante la familiar sensación de los poderes de Raven sanando su cuerpo.

El mero tacto de su mano sobre su pecho era algo que él ya agradecía.

El egoísmo nunca pasó por su cabeza al decidir venir por su cuenta a buscar a Klarion, por todo lo contrario, egoísta sería dejar pasar más tiempo en las manos de Djinn y el brujo las vidas de las dos chicas. Además, solo muerto permitiría que Raven también fuera una pieza más de esa colección.

"Damian." Raven lo llamó, la severidad de su voz no compartía la inexpresividad de su rostro.

Sin embargo él la conocía lo suficiente como para saber que ese ligero levantamiento de su ceja izquierda significaba que algo le molestaba.

"Estoy bien..." Él dijo cuando finalmente pudo respirar normalmente. Raven había borrado por completo su herida.

"¿Por que viniste por tu cuenta?. Klarion es reconocido por los grandes usuarios de magia como Lord del Caos. Él es una verdadera amenaza, suele actuar como un niño, pero es capaz de destruir ciudades con un solo dedo."

"¿Como un niño?, ¡Alguien me está menos preciando!."

Ese chillido revoloteando por el desierto no le dió oportunidad a Damian de contarle a Raven el porque de sus acciones, en especial esa intención por recuperar una diminuta botella con su sangre que el brujo pretendía usar para poseerla.

"Raven, ¿Cómo puedes hablar así de mi?" Klarion apareció en un portal carmesí, marchando enfurecido fuera de este mientras con un dedo señalaba de mala gana a la mitad demonio."Creí que éramos amigos."

"Tu rompiste el lazo de amistad cuando decidiste poseerme." Raven no tardó en regresar su inquietud. "¿Qué tan idiota puedes estar como para atreverte a trabajar con una genio y tratar de poseer a la hija de Trigon?."

Los ojos de Raven se volvieron carmesí ante la presencia del brujo, y al asegurarse de que Damian estuviera del todo curado ella lo dejó para pararse tan imponente que incluso Klarion se quedó sin palabras.

Damian se alzó a sus pies a lado de la mujer, con una mano sobaba la desnudez de su pecho. La herida había desaparecido dejando atrás únicamente a su ya familiares cicatrices, suponía que le debería el gracias a Raven para cuando terminaran con esto.

"¿Bien?." Raven insistió esperando que el brujo hablara. "¿Cómo si quiera lograste poseerme Klarion?."

"Klarion tiene tu sangre Raven, la recolectó en Japón con ayuda de su familiar." Damian supuso que era la hora de delatar las acciones del hombre, aprovechando que este respetaba a la demonio lo demasiado como para temerle.

"¡Eso no es cierto Raven!, Djinn es quien hizo eso, ¿No es así Teekl?" El brujo balbuceó con un rostro pálido. Esta vez ni siquiera su fiel amigo peludo pudo defender su mentira.

"Debí imaginar que ese sucio gato en Japón era Teekl." Raven gruñó, sus puños se llenaron de su magia mientras el mencionado animal se escondía detrás de su amo.

"Tomó a Queen de nuevo y me chantajeó con tu sangre para traerme aquí. Dijo que la entregaría y las liberaría sí venía por mi cuenta..."

Si la situación no fuera tan delicada, Damian hubiera disfrutado cada segundo de la cara de pánico en Klarion. Era un orgullo ver como Raven era capaz de hacer temblar en miedo al mismo Lord del caos.

"¡Tu cállate!" Klarion en su desquició lanzó un rayo de magia hacia Damian.

Damian se preparó para el impacto sin embargo contó con la rapidez de Raven quien lo protegió con un escudo que hizo rebotar lejos el ataque.

"Klarion." Raven bajó el escudo de Damian y exigir. "Entrega mi sangre y deja ir a las chicas."

"Sabes que lo mucho que me agradas Raven, y por eso te daré la oportunidad de no entrometerte en mi venganza."

"Y yo te doy la oportunidad de dejar pasar este incidente sin consecuencias serias de mi parte. Ahora, Dame mi Sangre."

La atmósfera en la noche del desierto se tensionó ante el aura rodando a los dos usuarios de magia. Damian observó como Klarion presionó sus labios pensativo ante el peso de la amenaza de la demonio. Pero, repentinamente la seriedad en ese rostro azulado cambió a una sonrisa macabra y llena de malicia.

"¡No!" Klarion gritó, al mismo tiempo golpeó sus palmas en un aplauso, creando así una enorme onda de energía que impactó contra los titanes e hizo que estos volarán por el aire.

Los cuerpos de Damian y Raven cayeron a cientos de metros lejos de Klarion entre los ásperos granos de arena. Ninguno de los dos podían levantarse debido a que la onda de energía de Klarion aún continuaba golpeándolos como sí fuera las potente ráfagas de viento de un huracán, les era difícil siquiera aferrarse de la arena para no salir volando de nuevo.

Damián enterró sus manos y codos a la arena, a unos seis metros de él Raven también luchaba contra la tempestad. Sus ojos se conectaron, los de ella brillaron en blanco y antes de que Damian lo supiera su cuerpo se encontraba ya a su lado...Lo teletransportó.

La escuchó gruñir al luchar contra la fuerza del viento para ponerse de pie, sin embargo el viento era demasiado potente para que el peso de su cuerpo lo resistiera. Al presenciar como Raven tambaleaba sin poder encontrar un equilibrio, Damian imitó la acción previa de luchar contra el viento para poder levantarse a su lado. Al enterrar los talones en la arena Damian se mantuvo de pie, con una mano en la espalda de la chica y otra en su espalda la ayudó a mantener un equilibrio, lo suficiente como para que alzará sus brazos al aire y en segundos con sus poderes los blindaron de la adversidad.

Sus cuerpos finalmente tomaron un respiro, pero a pesar de que ella los protegía dentro de una espera de magia, ellos no podían ver más de esta. Una clara desventaja era no ver lo que ocurría a sus alrededores.

"¡Robin tiene que pagar lo que me hizo!"

"Damian, se que no sueles ser la persona favorita de la gente, pero, ¿Qué demonios le hiciste a Klarion para que te tuviera tanto rencor?."

"Aparentemente rompí sus ilusiones de convertirse en Robin al destrozar su libro de hechizos." Damian suspiró, incapaz de creer la estupidez que acababa de decir.

"Debes estar bromeando, esa no puede ser una razón. ¿Cuando paso eso?."

"Ocurrió en mi tiempo de encubierto en la Academia de Gotham, apenas lo recuerdo." Al darse cuenta de que aún no dejaba ir a la chica, Damian la soltó para notar por primera vez como ella tenía vendando el brazo, seguro escondiendo esa marca de posesión que ahora llevaba como un maldito tatuaje. Eso quería decir que ni ella o Zachary pudieron encontrar una solución al problema. Una mala noticia en verdad.

"Debemos detenerlos y recuperar tu sangre antes de que puedan usarla de nuevo." Damian dijo sin importa preguntar por la clara ausencia del mago.

"Eso es claro—...¿Que diablos esta haciendo?."

Confundido, Damian siguió la mirada de Raven más allá de la opacidad del escudo que los protegía y de la oscuridad del Rub al-Jali. Las fuertes ráfagas de viento se detuvieron para mostrar a la lejanía un aura roja emanando del cuerpo de Klarion...

No tardaron mucho para descubrí lo que el brujo hacia cuando en un pestañeo cuatro familiares figuras aparecieron para hacerle compañía: Mia Maps Mizoguchi, Red Arrow, Djinn y Supergirl, cada una de ellas con un par de ojos rosas mostrando el efecto del control mental de la genio en ellas.

De los labios de Damian salió una larga maldición.

"¡No digas que no te lo advertí, Raven!." Klarion señaló a las mujeres detrás de él con entusiasmo. "Este juego apenas empieza Titanes."

"Lo único que faltaba, una lucha contra tus Ex-novias. A quienes por cierto no podemos dañar por que están siendo usadas contra su voluntad." Con fastidio Raven borró el escudo que los protegía.

Por alguna razón sus palabras sonaban a un reclamo.

Damian la miró extrañado ante su comportamiento, ella estaba genuinamente enojada y había algo más oculto en sus palabras que él no lograba descifrar.

"Se todo sobre Supergirl, Zachary me mostró lo que ocurrió entre ustedes dos en tu oficina hace días." Raven no fue capaz de esconder la disconformidad y decepción en su expresión. "Eres un hipócrita, darme todo ese sermón sobre la confianza, sobre como guardar secretos que pusieran en peligro la misión cuando tu duraste meses para decirme sobre Supergirl y la misión en el espacio...Si, también sé sobre eso."

—-Zatara era un hijo de puta.

"Este no es el momento." Damian sintió el pánico que estuvo evitando por varios meses y días.

Estaba claro que ya no era una opción negarlo, pero tampoco era el tiempo adecuado para confrontarlo.

"No, no lo es y tienes suerte de eso. Aunque me gustaría que vayas pensando en tus respuestas para después. Especialmente en porque me ocultaste algo tan importante."

Tenía demasiadas razones por la cual decidió guardarle el secreto de sus accidentes con la kryptoniana, pero la principal era por ser un temeroso tonto o que no quería perderla por insignificantes accidentes que él no causó. Pero en vez de confesarle aquello, él dijo lo siguiente:

"¿Tal vez por la misma razón en la cual me ocultaste lo de Djinn?."

Raven apretó sus labios y lo miró con ojos entrecerrados, no estaba feliz con la defensiva respuesta que recibió.

"¡Silencio, Silencio!, su pelea de amantes esta robando protagonismo a mi plan." Klarion pataleó en una rabieta por la falta de atención que se le brindaba.

"Después..." Damian susurró a la mujer en una promesa de que ellos hablarían de esto.

Raven alzó una ceja para después cabecear y girar su cuerpo con dirección hacia el equipo de Klarion. Él le siguió la acción, ambos listos para cualquier indicio de lucha. Por que una lucha era lo único que podían esperar.

"Yo me encargo de tus ex-novias y de Klarion." Raven le comentó discretamente mientras a lo lejos el brujo aún continuaba su berrinche. "Tu del gato."

¿Del gato?...Ella debía estar tomándole el pelo.

"Este es un trabajo de equipo." Damian la contradijo, sacando de nuevo la kryptonita que había recuperado cuando ella terminó de curarlo. "Puedo inhabilitar a Supergirl y encargarme de Red Arrow. Tu encárgate de usar tu empatía para sacar a Mizoguchi del peligro."

"Vas hacer lo que te dije. ¿O quieres una ultima oportunidad con Supergirl?, ¿Eso es lo que quieres?."

Demonios...ella no dejaría ir el asunto tan fácilmente.

"Tómalo entonces." Damian insistió con el mineral verde, tratando de que ella lo tomará. Raven simplemente observó su ofrecimiento con desprecio.

"Eres muy ingenuo si creer que necesito esa piedra para detenerle a Supergirl."

"¡No peleen pajaritos, los dos tendrás su oportunidad de jugar!" Emocionado

Klarion frotó sus manos juntas, la fricción creando que chispas de magia salieran de sus dedos. "¡Esto será tan hilarante que no puedo esperar!. ¡Niñas, den una buena lucha!."

La adrenalina comenzó a correr entre las venas de Damian al ver como el grupo de mujeres fuera de sus propios sentidos se movían hacia ellos. La única que se había quedado en su lugar era Djinn, quien a costado de su complice manipulaba las acciones de las chicas con su magia.

Él corría entre el pesado terreno de arena hacia la lucha mientras Raven volaba por los cielos con la única intensión de interponerse a la rubia que ya se avecinaba con toda velocidad hacia su dirección. Ella pretendía luchar con la kryptoniana con sus propios puños...

Una civil y una humana con una excelente habilidad en el combate serían fáciles de neutralizar para cualquiera de los dos, el problema recae en derrotar a los hechiceros y a la Super chica, en especial sí Raven se oponía a enfrentarla sin la kryptonita. Pero poco después, Damian terminó tragándose sus palabras cuando en la interceptación en el aire Raven conectó su puño rodeado de su magia en el estomago de la rubia haciendo que Supergirl cayera del cielo.

'Ella realmente no necesitaba la Kryptonita para pelear.'

Aprovechando que Supergirl aun se recuperaba Raven desvió las flechas de Red Arrow dirigidas hacia ella y a Damian con su magia.

'Encargarte del gato.' Desde el aire Raven le mímico con los labios para después dejarlo y encontrarse una vez más con la recién recuperada Supergirl.

Los ojos de Damian se reposaron a lo lejos en el gato anaranjado descansado sobre los hombros de Klarion. A diferencia de su amo, el animal apenas y prestaba atención a lo que ocurría a su alrededor. Lucía inofensivo y desinteresando, no demostraba ser una amenaza.

Damian ignoraría la absurda orden para apoyarla en la verdadera batalla y él reforzó su buena decisión al percatarse de como su amiga de la infancia venía hacia él con un grito de lucha. Más allá del control mental, a Damian le aliviaba ver el bienestar de la mujer intacto a pesar de todo el tiempo en el cual ella estuvo cautiva.

"Mizoguchi, esta no era la forma en la cual pensé que sería nuestra primera reunión después de tantos años." Damian le dijo al encontrarse con ella y al romper su ataque, la empujó gentil pero lo suficientemente fuerte para crear espacio entre ellos.

La joven mujer de cabellera oscura persistió y al equilibrar su postura dirigió otro gancho que Damian esquivó.

"Lucha contra ese trance-"

Damian jadeó al recibir un puñetazo en el rostro, para ser un chica normal ella sí que sabía como dar un golpe. Con su previa experiencia con Red Arrow, él debió suponer que las palabras eran inútiles para romper el hechizo que la controlaba. Sin embargo, bien sabía la solución al problema.

"Sabrás perdonarme después." Damian dijo en un susurró.

Sorprendiendo a Maps con su rapidez, Damian tomó a su amiga por los brazos mientras con su pierna golpeaba los tobillos de esta para hacerle perder el equilibrio. Él se inclinó junto con ella conforme caía al suelo para usar su cabeza y golpear la frente de la chica.

Aquel golpe fue lo que se necesitó para que ella perdiera el conocimiento en sus brazos. Él la deposito gentilmente en la arena, la dejaría aquí lejos de la batalla, esperando que al despertar regresará a ser ella misma.

Damian se enfocó de nuevo en lo que ocurría; Raven continuaba luchando en el aire con Supergirl , y también con Djinn quien se había unido en algún momento en la pelea, desde la tierra Red Arrow si descanso disparaba sus flechas hacia la Titán.

Corrió con todas sus fuerzas hacia ellas, sus ojos puestos en la mitad demonio que hacia todo lo posible por atacar y esquivar a sus tres oponentes mientras al mismo tiempo ella retenía sus ataques consiente de que no podía dañar gravemente a ninguna....Aunque quizás con Djinn no se retenía tanto.

Damian aún se encontraba muy lejos como para poder asistirla, ¿Como es que se alejó tanto de ellas?.

"Nunca me agradaste Raven." Emiko gritó nunca parando de disparar su arsenal contra Raven.

"En su tiempo compartí un poco el sentimiento hacia ti Red Arrow." La mitad demonio respondió mientras su magia la rodeaba en una esfera, protegiéndola de las flechas, de la magia de Djinn y de los rayos de Supergirl. "Los celos son sentimientos traicioneros..."

"¿Crees que tuve celos de ti?, realmente estas muy segura de ti misma."

La distancia entre ellas y Damian por fin fue lo apta como para que él alcanzará de su cinturón tres Batarangs que con precisión volaron uno a uno de sus dedos en distintas direcciones hasta que llegaron a explotar contra cada una de las atacantes de Raven. La distracción le sirvió a Raven para retomar de nuevo el ritmo de la lucha a su favor.

Raven abarcaba los cielos y en Tierra Damian hacia frente a una enfurecida arquera. Esta vez las palabras quedaron olvidadas para ir directo a la acción.

La debilidad más grande de Red Arrow era la lucha a corta distancia, de esta manera no podía hacer brillar su habilidad con el arco y la flecha, por eso Damian necesitaba llegar a ella. Él esquivo cada una de las flechas que iban hacia él mientras cerraba la distancia entre ellos hasta el punto que se volvió lo suficientemente incomodo como para que la arquera pudiera continuar usando su arco, obligándola a usar el combate cuerpo a cuerpo para defenderse.

En el intercambio de golpes Damian la hizo retraerse con pasos hacia atrás, de vez en cuando propinando un controlado golpe en su persona sin dañarla, pero sí distrayéndola como para que él pudiera llevar a cabo su decisivo asalto.

Cuando el tiempo le pareció correcto el moreno permitió que ella rompiera la distancia y creara un espacio entre ellos. Aún con los cuerpos en posición de pelea ambos permanecieron en sus lugares con la adrenalina corriendo en sus adentros queriendo continuar la lucha.

Red Arrow fue quien dió el primer paso al acomodar su arco con una nueva flecha pero Damian fue más rápido al lanzar uno de sus discos explosivos hacia ella. Los ojos de Emiko Queen se engancharon por unos microsegundos, pero cuando el pequeño disco pasó por su lado sin ninguna gracia ella sonrió de forma fanfarrona.

"Fallaste Nightwing." Red Arrow reclamó altanera, el arco preparado en sus manos para disparar.

"No, no lo hice." Damian sonrió vanidoso ante la confusión en el rostro de la mujer.

El disco había sido una mera distracción.

El sonido de un click ocasionó una acción cadena que tomó desprevenida a la arquera.

Desde el primer contacto que tuvo directamente con ella Damian había plantado un diminuto dispositivo en su hombro que al haberlo accionado hace unos segundos roció un humo amarillo al rostro de la chica.

El arco de Red Arrow cayó entre la arena conforme ella trataba de controlar su tos, pero sin importar lo que hiciera, el somnífero al final hizo su efecto. A la par en la cual la arquera cayó fuera de combate en la arena un manto de una cálida oscuridad cubrió el desierto, se escuchó un grito y después Damian percibió una ráfaga azul-roja descendiendo velozmente del cielo para estrellarse contra la tierra creando un remolino de arena que lo nubló todo.

Cuando las partículas de la tierra finalmente se alejaron Damian vio claramente a Raven sobrevolando un nuevo cráter sobre el suelo donde se encontraba una inconsciente Supergirl. La había derrotado por su cuenta.

Tres menos, faltaba una.

"Tu turno genio." Raven no perdió tiempo para dirigirse a Djinn, quien también ya se encontraba lista para un encuentro.

"Haz tu mejor intento Demonio."

"Raven, hazla bajar." Damian le gritó mientras se acercaba a ellas preparado con sus herramientas en manos.

A pesar de que Raven lo escuchó e hizo que la genio descendiera de poco a poco desde las alturas, la ayuda de Damian tuvo que ser interrumpida cuando en su camino se le cruzó el familiar de Klarion.

Él paro sin saber como reaccionar ante el animal que lo observaba aburrido meneado su cola de lado a lado. Raven le pidió que se encargará del gato, sin embargo su aspecto inofensivo no lo convenció en dañarlo.

Damian dió uno pasos para sacarle la vuelta al gato sin esperar que este le gruñera de una forma bestial, advirtiéndole de no seguir moviéndose. Aún así él trato de caminar más allá del animal pero por alguna extraña razón sus piernas ahora parecían tener dificultad para seguir el comando, a decir verdad, sentía como si no fueran a ningún lugar...como si sus pies se hubieran pegado a la arena.

Perplejo sus ojos viajaron a sus piernas solo para darse cuenta de que se encontraba encerrado en un brillante circulo rojo. Él maldijo bajo su aliento, pues sí algo aprendió en las decenas de libro que Raven le hizo leer fue la habilidad para reconocer pentagramas y estaba muy seguro que este en especial era un hechizo inmovilizador.

Odiaba tanto la magia.

"Es majestuosa, ¿No crees?." Klarion apareció a su lado en una espesa niebla para contemplar amenamente la lucha entre la genio y la mitad demonio en los cielos. "Raven se ha vuelto muy poderosa con los años."

Por más esfuerzo que hiciera al mover sus piernas, Damian no las podía despegar de la arena.

"Deja de moverte y disfruta el espectáculo Robin. Te tomó tanto deshacerte de dos humanas que te perdiste la lucha de Raven con la Kryptoniana...Fue magnfica, pero esta..." Klarion le dedicó una tenebrosa sonrisa. "Esta lucha será como ver a un tigre peleando contra un conejo."

"¿Tan poco confías en tu propia compañera de equipo?."

"Nunca fuimos realmente compañeros. Además, con las otras chicas fueras del juego yo ya no necesitó los débiles poderes de una genio...."

"Eres un asqueroso oportunista."

"Agradezco el cumplido." Klarion le comentó como si ellos fueran los mejores amigos de toda la vida. "Pero yo no obligué a la genio a nada, su participación fue voluntaria. Es más, ella me dió la idea de secuestrar a tus amigas más cercanas , y acepte por que de inmediato pensé en esa mocosa que te ayudó a romper mis sueños, luego vinieron más y—...¡Oh, eso debió doler!."

Entonces, Djinn fue la autora intelectual de este jodido ataque, ahora se sentía como un tonto por si quiera haber sentido algo de simpatía por ella y darle el derecho de la duda.

Damian siguió la dirección hacia el donde el brujo señalaba; Djinn entregaba cada gota de esfuerzo en la pelea pero no era lo suficiente como para llevarle el paso a la mitad demonio quien no solo propinaba golpes físicos con sus propios puño si no que también con los látigos de su magia.

Aunque confiaba en Raven para encargarse de Djinn, Damian notaba su falta de concertación cada vez que ella desviaba su atención en él para asegurarse de que estuviera bien. Esos pequeños segundos de distracción podrían costarle la batalla y Damian, él ya estaba harto de estar atrapado en un circulo sin hacer nada.

En alguna pagina de todos esos malditos libros de magia debió haber leído una solución para esta prisión mágica.

"¡Acaba con ella Raven!" Klarion chilló en exaltación, sus ojos llenos de euforia.

Tu...brujo traicionero!" Djinn gritó con rabia provocando solamente que dicho hombre riera más fuerte.

Para el moreno era una buena cosa que su captor estuviera tan distraído como para prestarle atención, pues Klarion nunca se percató de como sus ojos verdes se afilaron ante la llegada de un recuerdo que lo sacaría de su prisión. Sí su memoria no le fallaba, para que uno pudiera romper un hechizo de inmovilidad lo único que se debía hacer era expresar un juego de palabras mientras se hacían unos ademanes de manos, de esta manera la runa entre sus pies se borraría para dejarlo libre.

"¡Magnifico!, ¡Tienes que mirar esto Teekl!." Klarion alzó al gato del lomo para presentarlo hacia donde la acción ocurría.

El felino maulló irritado mientras su amo lo sacudía con loca emoción.

La voz de Raven rugió haciendo que el desierto temblará mientras la explosión de sus poderes cubrió el lugar entero para después formarse en una ave oscura que ataco sin piedad a la genio.

Los espectadores se encontraban tan asombrados por la escena que Damian aprovechó la distracción para llevar a cabo su plan. Él fue discreto en hacer las señas correctas con sus manos mientras al mismo tiempo murmuraba un enigmático juego de palabras bajo su aliento. Casi al instante el circulo bajo sus pies se iluminó por unos segundos...poco después se apago.Se percató de como su plan falló cuando quizo mover sus piernas y estas no cedieron.

"Buen intento Robin." Klarion flotó hasta quedar frente a él, con los brazos cruzados lo observó con desdén, ofendido de que Damian hubiera intentado huir. "Nadie creería que Robin posee conocimientos mágicos. ¿No acabas de decir que Batman era enemigo de la magia?, ¡Mentiroso!."

"Yo no soy Batman. Yo estoy preparado para cualquier imbécil que se me ponga enfrente." Damian dió un decreto vistazo detrás de Klarion viendo como Raven casi terminaba con Djinn.

"Ingenuo. Lamento informarte que ese simple encanto no sirve de nada contra mi magia, ni siquiera sentí cosquillas."

"En verdad eres muy poderoso." Damian entonó con sarcasmo, haciendo que el brujo se enojara. "Con tanto poder imagina todo lo que pudiste hacer si hubieras tenido la oportunidad de ser Robin."

"¡SHHHH!"

Damian sintió una presión en la boca que selló sus labios para no dejarlo hablar más allá de murmullos incomprensibles.

"Callado estás mejor." Klarion le sonrió travieso, flotaba lejos de él para acercase cada vez más a las dos mujeres ."Ahora, disfruta un poco de lo que vas a presenciar, pues puede ser lo ultimo que veas."

Ninguno de sus incomprensibles gritos sirvieron para llamar la atención del mago. A Damian le aterraba el por venir de lo que las palabras del brujo podrían significar, especialmente cuando él aun poseía la botella con la sangre de Raven. Ciertamente nada bueno podría ocurrir.

"iInfirmi creatura uocabatur!." Klarion exclamó para que sin ninguna advertencia la genio que Raven tenía atrapada entre su magia desapareciera.

"¿A donde la mandaste?" Raven exigió con poca paciencia.

"Me aburrió su actuación." Klarion dijo desinteresado. "Ya no la necesito."

"Entonces ¿Ya cumpliste tu capricho?." Raven regresó hostil y con sarcasmo. Con una gesto de su barbilla señaló al atrapado moreno detrás de ellos. "Libera a Robin, dame mi sangre y lárgate."

"mmmmm....." El brujo fingió pensar. "No."

"Por todo Azar, no tengo paciencia para estas cosas. Klarion, ambos sabemos que tú titulo de Lord del caos es mucho mejor que el de ser Robin. Digo, ser Robin es en cierta forma hasta patético. ¿Porque aferrarse a una cosa tan infantil?."

Damian no pudo evitar fruncirle el ceño desde la distancia al escucharla despreciar su antiguo titulo de vigilante, ella lo vió de reojo pero prefirió ignorarlo.

"Nadie se burla de mi y lo sabes, él arruinó mi sueño!"

"Es una tontería que paso hace años. Supéralo," Raven rodó los ojos antes de ponerse seria y de decir amenazantemente. "Ó te haré superarlo por mi fuerza."

"Pensé que éramos amigos..." Klarion jaló aire dramáticamente mientras se tocaba el pecho perturbado, actuando como sí las palabras de la chica fueran una traición hacia su persona.

"Robaste mi sangre, trataste de poseerme, me marcaste como a una vaca, secuestraste a civiles, ah..y tratas de asesinar a mi novio. Todo eso y más por una estúpida venganza."

El corazón de Damian se saltó dos latidos, sin embargo, este no era el momento para emocionarse por escuchar la palabra novio de su boca por primera vez. Mal momento, mala situación.

"¡Que desagradable!" Klarion hizo una cara de disgusto. "¡Ya no eres divertida Raven!"

", porque solo existo para divertir a lunáticos como tu."

"¿Y por que estás saliendo con él!?"

Damian trato de mandar todo su odio a través de sus ojos hacia Klarion que lo señalaba. Quien era él para juzgarlo, Klarion estaba igual de cuerdo que una manzana.

"Oh...por un momento me olvide de él." Raven le dió un vistazo aburrido a Damian por el hombro del mago.

Cuando Klarion giro a ver al moreno otra vez, Raven aprovechó para regalarle una diminuta pero agria sonrisa a Damian, dandole a entender que ella aun seguía molesta con él. Damian bufó, pero entonces notó un interesante despreocupado brillo en los ojos de la mujer, como si ella tuviera solucionado el problema dándose todavía el tiempo para bromear y tomarle el pelo al brujo. ¿Qué plan podría ella tener?.

"Robin es un perdedor, se dejó manipular por una genio. ¿Acaso eso no te provoca golpearlo?." Klarion chilló al llevarse las manos al rostro incapaz de soportar su propia frustración. "Tu y yo juntos podríamos ser una imparable pareja de hechiceros. ¡Unete a mi en la venganza Raven!"

"No sé, las razones de tu venganza no son los suficientemente serías como para tomarlas en serio."

"Entonces sí mis palabras no te convencen encontrare otra forma de hacerte cambiar de opinión." Klarion aplaudió sus manos para que su familiar apareciera entre los dos hechiceros cargando una botella roja en el hocico. "¿Recuerdas a Teekl?, ustedes se vieron hace poco en Japón y Teekl me trajo un pequeño souvenir de ese encuentro... Ah, las maravillas que se pueden hacer con la sangre de una mitad demonio."

Sí antes Damian sentía las locas ganas de salir de este circulo ahora no había poder en la tierra que borrara su motivación para salir de ahí.

"¿Me estas amenazando?" Raven resopló, la calma de su postura quedó olvidada.

"Yo nunca te amenazaría mi querida amiga de la oscuridad." Klarion negó, inocentemente jugó con la botella entre sus dedos antes de extender el brazo para el alcance de Raven. "¿Quieres esto?, es tuyo."

Damian y Raven gruñeron con furia cuando la chica intentó recuperar su sangre solo para Klarion rápidamente la quitara de su alcance.

"Conmigo no vas a jugar Klarion."

"Yo únicamente quiero ofrecer mi ayuda Raven. ¿No estas enojada con él?. Te engañó, te mintió y después te hizo sentir mal por guardarle un secreto cuando él mismo guardaba de ti uno peor." La voz de Klarion sonaba como un susurro aterciopelado que hipnotizaba. "Tu solo lo querías proteger..."

Raven cada vez lucía menos tranquilla como sí considerará lo que se le decía. No era de dudar que el brujo estuvo pendientes de ellos las veinticuatro horas.

"¡Raven!" Damian grito, más su evidente problema con su boca no lo dejó que se escuchara más que un simple sonido incompresible.

"Debería usar tus poderes para destruirlo." La chiflada mueca de Klarion se enganchaba por todo su rostro. La euforia y la maldad emanando de su piel. "A la hija de Trigon un simple mortal le vió la cara. Eso es un delito."

La manipulación verbal nunca funcionaria en Raven, sin embargo aquella botella entre los dedos del brujo guardando la sangre de la mitad demonio empezó a brillar de color carmesí junto a los ojos de Raven, seguramente la marca que ella ocultaba debajo de esos vendajes en su brazo también brillaba con la misma intensidad.

Daman quería gritarle que se detuvieran, deseaba parar esta pesadilla pero era demasiado tarde....Klarion había usado la única carta que le quedaba a su favor, él ya la tenía bajo su poder.

La expresión de la mujer se volvió dura conforme se dirigía a Damian, llena de resentimiento y tracción mientras sus ojos perdían su enfoque. El demonio de Raven tomo el control de su cuerpo. Klarion esta vez había logrado cumplir con su posesión sin una previa advertencia.

"Ya no huyas de quien eres, Robin no te aprecia..Nadie en ese equipo de Superhéroes te aprecia....¡Destrúyelos!."

"Ya no me ocultare de quien soy." Raven con una voz infernal jadeó al mismo tiempo en el cual piel pálida cambiaba a un ligero carmesí. "Todos pagarán...en especial él."

"¡Si!"

No....

Damian apretó sus puños contra sus muslos, golpeando sus piernas con una enorme frustración que no sentía desde aquel incidente con Eric Forester. Necesitaba detener esto.

Con una satisfactoria sonrisa Klarion se volvió a dirigir a Damian.

"Tomaste un sueño mío chico maravilla, ahora yo te quitare uno tuyo."

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AN:

******Klarion queriendo ser Robin no es un invento mío, si no una inspiración que saque del comic de Gotham Academy 


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