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3.14 Little green monster Named Jealousy.

Zachary Zatara era el joven mago más poderoso del mundo; famoso en cada país, con millones de dólares en su cuenta bancaria, con una infinidad de fanáticos y también miles de chicas locas detrás de él. Vivía la gran vida de la farándula sin ningún límite de extravagancia o en dinero. Y, con tantas posibilidades al alcance de sus manos, ¿Qué era lo que él hacía con su tiempo libre?: Cuidar a niños pubertos.

El mago miró el calendario en su celular, confirmando así su segundo día oficial viviendo en la torre de los Titanes. Dos días completos de un sufrible martirio. Desde que llegó, su agenda ha estado llena al tope con clases que impartía a adolescentes, a quienes les faltaba toda la educación del mundo para saber respetarlo como él se lo merecía.

Pero las clases solo eran un pequeño grano de todo lo que hacia miserable al apuesto mago. Porque Zachary también debía compartir el mismo piso donde aquellos molestos jóvenes tenían sus habitaciones,  con la excusa de tener a alguien poderoso que protegiera a los inexpertos adolescentes en caso de algún ataque.

Meras patrañas, cualquiera de esos niños sería un buen bocadillo para un engendro del infierno.

Entonces, ¿Porque él sacrificaba sus lujosas vacaciones en el caribe, sus grandes fiestas y su valioso sueño para cuidar de mocosos que detestaba?. La respuesta era simple; Todos sus sacrificios los hacia por una pequeña demonio que se negaba a salir de su cabeza.

Él estaba acostumbrado a convivir con personas que solo aparentaban ser sus amigos para probar un poco de su fama y fortuna. Raven, en cambio, era honesta y lo aceptaba tal como era, con sus virtudes o sus defectos.

Zachary tuvo que experimentar varios golpes en la vida para poder darse cuenta de que Raven debía permanecer a su lado.

Era la mujer ideal para él.

Por eso, Zachary aceptó la primer oportunidad que se le presentó para encaminarse hacia San Francisco, con la esperanza de revivir las chispas de su antigua relación.

Planificó un plan, paso a paso para conseguirla de regreso. Estaba seguro de que Raven aun compartía sentimientos por él. Sin embargo, el ultimo desliz del mago no sería olvidado tan fácilmente. Ella era demasiado orgullosa. Además la traviesa demonio no era por nada la hija del mismo diablo, aunque no lo dijera, a ella le encantaba sentirse inalcanzable y disfrutaba verlo humillándose por su atención. 

Pero su plan aun seguía sin ejecutarse. ¿Cómo podría ponerlo en marcha?, desde su primer día aquí él había convivido con Raven solo unas cuantas horas...después de eso, fue casi imposible encontrarla.

Todo el tiempo del mago era invertido para cuidar de niños, mientras Raven permanecía desaparecida de su vista con la excusa de estar muy ocupada. Debía ser la verdad, ella nunca lo evitaría a propósito.

Lo que si le sonaba bastante inusual era que Raven estuviera siempre tan ocupada cuando los otros adultos en la torre se paseaban con serenidad por todos lados. A los únicos que Zachary no veía por ningún lado eran a Raven y a Nightwing.

Un foco de alerta iluminaba todos sus sentidos.

No podía ser una casualidad que esos dos fueran los únicos ausentes en toda la torre. Lo peor era que esta cuestión al parecer era algo normal, pues nadie comentaba al respecto. Era extraño, tan extraño como que él tuviera tantas responsabilidades cuando Damian Wayne ni siquiera confiaba en él.

La conclusión era sencilla a deducirse; Nada era por azar, Nightwing debía ser quien movía los hilos para impedir que Zachary y Raven convivieran.

El perspicaz Damian Wayne seguro percibió sus intensiones desde lejos. El líder sabía que el único intereses de Zachary de venir a la torre era para pasar tiempo con la mitad demonio.

Ese fornido bastardo lo odiaba, le asignó las peores tareas para hacerlo perder la cordura con esos mocosos que arruinaban todos sus trajes sastreados. Damian solo esperaba a que Zachary se hartara y se marchara.

Pero la táctica del líder de los titanes llegaría a su fin el día de hoy.

Zachary lo buscaría, lo enfrentaría y le haría saber que nadie le impediría conquistar una vez mas el corazón de Raven. Ella lo perdonaría y regresaría con él, a él no le importaba cuantos trajes Gucci tuviera que sacrificar en el intento.

"¡Hey! ¡Zachary!"

Un niño de cabellera rojiza apareció de manera inesperada frente a él.

El nieto de Barry Allen se fascinó desde el primer día con su magia, y ahora no perdía la oportunidad de molestarlo con dudas, preguntas o bobas demostraciones de trucos de magia.

Genial, de todos los niños en la torre él tuvo que ganarse a un irritable velocista como fanboy.

"Ahora no Wally, tengo algo que discutir con tu líder." Zachary murmuró cansado, sacándole la vuelta al menor.

No tenía tiempo para lidiar con el niño, ya había perdido quince minutos merodeando tratando de encontrar a Damian Wayne. Esta maldita torre además de enorme y fea, tenía demasiados cuartos. Zachary realmente no sabía a donde se dirigía.

"¡Me llamo Bart!"

"Si, como sea..."

"Nunca encontrarás a Nightwing si sigues buscando en los pisos de las habitaciones y los baños."

El mocoso tenía un buen punto.

Zachary miró con interés al velocista...El niño vivía aquí...

"Niño, Llévame con Nightwing." El mago ordenó.

"¿Que no dijiste que me esfumara?" El pecoso sonrió con jovial travesura. "Creo que puedes encontrarlo por tu cuenta...A menos que..-"

"¿A menos qué?"  Zachary soltó impaciente.

No podía creer que un niño menor de trece años se atreviera a chantajearlo.

"Enséñame como aparecer un conejo de un sombrero y te diré donde encontrar a Nightwing."

"¿Sacar un conejo del sombrero?, ¿¡Me estás rebajando a un mago de fiestas!?"

La insolencia del pelirrojo a hacerle una sugerencia como esa era estelar. Zachary solo quería sacar su varita y borrarle esa expresión de satisfacción del rostro.

...ah...todo lo que debía soportar por esa demonio.

"Puedes hacerlo, ¿Si o no?. "

"¡Bien!...te enseñaré, pero en nuestra próxima lección, ¿Entiendes?" Zachary señaló al chico quien cabeceó emocionado como un loco "Pero primero, llévame con Nightwing."

"Cuida tus brazos, es hora de que yo haga magia."

"Que—"

Las palabras quedaron atrapadas en su boca cuando el chico lo jaló del brazo, después de eso no recordó mucho.

Todo a su alrededor se movía en un flash, mientras un remolino se revolvía en el interior de su estomago, como si lo preparara para salir expulsado de su cuerpo.

Entonces, tan rápido como comenzó, terminó. Cuestiones de segundos que para el mago fueron toda una tortura.

Al parecer el velocista usó sus poderes para moverlo de lugar.

"Hemos llegado al centro de negocios, seguro Nightwing esta ahí."

"Quiero vomitar" Zachary tomó un bocado de aire al llevarse en reflejo una mano a la boca.

Era inevitable, estos viajes siempre le daban mareos.

"Genial, lo de tu apodo era verdad, ¡En verdad eres el chico vómito!." Bart cacareó animado.

La burla del niño hizo que Zachary se olvidara de su mareo para gruñir bajamente en amenaza.

Al notar la cólera del mago, Bart decidió no arriesgarse y salió corriendo de ahí con una risilla traviesa.

"Malditos niños" Zachary murmuró al acomodarse correctamente el saco.

Con el velocista fuera de su vista, Zachary pudo apreciar sus nuevos alrededores; se encontraba en otro aburrido pasillo.  En este solo había una puerta con una placa colgado que decía Centro de negocios.

Él lograba escuchar varias voces del otro lado de la puerta...como el velocista dijo, seguro Nightwing se encontraba ahí.

Con su impecable traje, cuerpo recto y las manos hechas puños, él se dispuso a entrar. La puerta se deslizó abierta, revelando una gran sala con varios aparatos y una gran mesa de reuniones en el medio, la cual se encontraba ocupada por varios de los adultos de los Titanes.

A él no le sorprendió ni un poco la ausencia de Raven en esas sillas...a este paso encontrarse con la mitad demonio era como encontrar agua en un desolado desierto.

Más lo importante aquí era que en la cabecera de la mesa se encontraba Damian Wayne. Justo a quien buscaba.

Zachary quería ir en este instante a decirle cada una de sus verdades, reclamar el cómo se atrevía a privarle la compañía de Raven, y, realmente esperaba que el moreno no cargara con su espada, porque también deseaba darle unos buenos golpes en esa nariz de gorila.

Sin embargo, reprimió sus instintos mas primitivos al ver la sala llena, entrar de la nada a golpear al líder con todos sus aliados presentes lo pondría en una desventajosa situación. No era como si Zachary fuera un cobarde...simplemente mantenía la cautela, después de todo, sería toda una tragedia tener un hoyo ensangrentado en su mas reciente  camisa Salvatore Ferragamo.

Hombre precavido valía por dos.

Por el momento, esperaría escuchando hasta que la reunión terminará para tener a Nightwing para él solo.

"La visita de Conner esta programada para mañana a las primeras horas del día." Red Robin habló para todos "Aproximadamente se quedara dos meses."

"Bien...¿Reyes?" Damian habló desde su lugar.

"Cyborg llegara el día de hoy, quizás, por la tarde" Jaime Reyes respondió al líder casi con la misma autoridad que él. 

"¿Víctor Stone vendrá?, pero, ¿Qué hay de la liga?"

"No me mires a mi, Jon.  No tengo los detalles, Víctor se postuló por sí mismo." Jaime luego señaló al líder "Pregúntale, él debe saber."

"La razón tras su postulación no importa, de cualquier manera su presencia será de ayuda. Esperen a su llegada y me avisan de inmediato.  ¿Hay algo mas que quieran aportar?" Damian cuestionó al grupo, a lo cual los ocupantes negaron "Entonces, esto es todo, pueden retirarse."

Pronto se escuchó el ruido de las sillas moviéndose conforme los hombres se preparaban para salir, todos excepto el líder quien continuaba sentado y ya había reconocido la presencia del mago.

Zachary estuvo atentó a la mirada de Damian sobre él, ignorando a los curiosos hombres que presenciaban todo al desocupar la sala de negocios.

"Zatara, ¿Necesitas algo?" Damian mencionó despreocupado una vez que los dos quedaran totalmente solos.

Su actitud le provocaba mas ira, era como si él supiera porque estaba aquí. Gozaba de su desesperación.

Bastardo.

"Buscó a Raven, seguro tu sabrás donde puedo encontrarla."

"Deberías saber que ella está ocupada en su trabajo." Damián acomodaba unos documentos regados de la mesa antes de alzar la mirada y sonreírle con malicia. "¿Qué, no te ha dicho sobre su trabajo?, pensé que eran amigos."

"¿Cómo me lo podría decir?. Por alguna extraña razón, la he visto muy poco desde mi arribo a esta horrible torre."

"¿Extraña razón?...En realidad no hay nada de extraño en que alguien deteste tu compañía."

"Sería imposible que Raven detestara mi compañía." Zachary comentó soberbio, tratando de conseguir que Damian se cabreara, pero el hombre sentado ni siquiera inmuto. Entonces, él iría directo al meollo de sus asuntos. "Se lo que estas haciendo Wayne, tu estas detrás de que no vea a Raven por ningún lado."

"Cuidado con tu inseguridad, mago. Te está convirtiendo en todo un paranoico."

Zachary empuño sus manos, tanto que sus uñas se encajaban a su piel. La despreocupación con la cual le contestaba le daba rabia. Se hacía el ignorante cuando claramente sabía de lo que hablaban.

"O, al tener a un rival como yo, tu inseguridad te hizo idear un complot en mi contra. Llenaste mi itinerario con clases para no tener tiempo de ver a Raven. ¿Tanto le temes al fracaso, Wayne?"

Damian reía por debajo de su aliento, negando con su cabeza como si disfrutara de cada palabra saliendo de la boca del mago.

Mientras tanto, Zachary analizaba sus probabilidades de sobrevivir a manos de Nightwing, si es que se atrevía a usar sus dotes mágicos para transformar esa torcida nariz por la de un cerdo. Damian no cargaba su katana, eso era favorable para la longevidad del mago.

"Escucha, Zachary. Si realmente quisiera crear un complot en contra tuya, tu no estarías aquí, invadiendo mi espacio y molestándome con tu presencia." Nightwing, con documentos en manos se levanto de su silla aun con esa expresión de arrogancia. "Lamentablemente Raven cree que podrías ser de utilidad, por eso sigues aquí. Y, ¿Quieres saber un secreto?...Ella fue quien realizó todo tu itinerario."

"Si, claro." Zachary rechinó en sarcasmo.

"Viniste a la torre para brindarnos ayuda, ¿No?, pues como todos impartirás tus conocimientos a los mas jóvenes...Aunque dudo que sean mucho."

"Ambos sabemos porque realmente estoy aquí."

Zachary nunca tuvo necesidad de ocultar sus intenciones. Su único motivo por el cual pisó esta torre era Raven, y Nightwing debía tener eso en claro.

Desde hace tiempo que analizaba la relación entre Raven y Damian,  y todo lo que veía le hacia dudar de cuanta 'amistad' había ahí realmente. El moreno podía aparentar otra cosa, pero Zachary sospechaba que su atención y deseo también se encontraba en la mitad demonio.

Damian Wayne era definitivamente un potencial rival, y al mago le asustaba que durante su ausencia le llevara ventaja. Para su suerte, las posiciones en los tableros podían cambiar de manera drástica con un chasquido de dedos.

"Tengo la idea general. Siempre haz tenido las intenciones de un maldito egoísta. Obviamente tu no estas aquí para ayudar."

"¿Acaso no te haz visto en el espejo?. El egoísta eres tu, me escondes a Raven"

"Ya te lo dije imbécil, ella tienes sus propias responsabilidades, ajenas a las tuyas." Damian esta vez perdió un poco la serenidad en su voz. "Ahora largo, específicamente le pedí a Raven que me mantuviera lejos de ti."

A pesar de sus palabras, Damian dio la vuelta a la mesa para tratar de salir de ahí, sin embargo cuando pasó cerca del mago este se interpuso en su camino, parando su andar.

La conversación estaba lejos de terminar.

"Espera, por responsabilidades, ¿Te refieres a la misión de encontrar a la Japonesa?."

"Se llama Maps, y el caso no es de tu incumbencia." Damián gruñó, agarró los papeles en sus manos con una innecesaria fuerza, demostrando lo poco contento que se encontraba por saber que Zachary conocía los detalles de la misión en la cual trabajaba.

Sabiendo su malestar, obviamente Zachary aprovecharía esta oportunidad para enfadarlo.

"Creo que si es de mi incumbencia, ¿Por cual otra razón Raven me contaría todo si no es que requiere de mi opinión?"

"A nadie le importa tu opinión, este caso es personal. No te metas."

"No deseo interferir en tu misión, puedes llamarme un egoísta, pero a mi si me importan las personas." Zachary alzó el mentón para fijar su mirada con la del alto moreno, lo desafiaba sin temor a perder su perfecta dentadura. "Pero no voy a permitir que arruines mis planes, haré lo que sea necesario para regresar con Raven. Tu, ni nadie lo impedirán."

"¿Me estás amenazando?, No me hagas reír." Damian despidió con la profundidad de su voz. "Eres un tonto si te crees capaz de intimidarme."

Los hombres se miraban como dos leones peleando por el mismo territorio, que a decir verdad a ninguno le correspondía reclamar.

"Puedo ser muchas cosas, mas nunca un tonto. Solo protejo lo que será mío. Recuerdo lo mucho que me envidiadas cuando tenía lo que tu únicamente podías desear en secreto. Eres un cobarde."

Damián rechinó los dientes, poco a poco Zachary cavaba mas hondo en sus nervios.

Ese era su cometido, quería que él perdiera la cabeza, nada en la vida le daría más satisfacción. Pero entonces, como si nada Nightwing recuperó su compostura, incluso fue capaz de mostrar una presumida actitud.

"Pasaron muchas cosas en tu ausencia, tantas que te sorprenderías Zatara."

Aquella declaración podía significar muchas cosas. Las sospechas aumentaban...definitivamente algo diferente pasaba entre las dos aves de los titanes, lo podía ver en la mueca de orgullo en Damian, era como si le restregara un nuevo logro, uno que Zachary nunca llegaría a cumplir.

Ver al líder de los Titanes tan confiado de si mismo lo hacía sentir miedo. ¿Acaso Zachary llegó tarde a reclamar el amor que tanto anhelaba?. ¿Sería que Damian Wayne por fin se atrevió y actuó?...

No, no era posible.

Ciertamente se percibía una vibra diferente entre Damian y Raven pero tampoco era como si todo estuviera perdido para Zachary. Si fuera oficial, él ya lo hubiera sabido por lo menos de Raven...que decía...Damian ya estuviera restregándoselo. Nightwing solo tanteaba el terreno, el cretino creía haber ganado una batalla que apenas iba a dar inicio.

"Me importan un bledo las 'cosas' que hayan pasado, siempre existirán posibilidades en esta vida y voy aprovechar cada una de ellas."

"Demuestras demasiada seguridad para alguien que está muy lejos de su meta."

"Tu crees que he estado ausente, pero en realidad ella siempre me ha buscado." 

Si era necesario, Zachary usaría cada truco sucio que tuviera bajo su manga. No mentiría, mas si modificaría la realidad a su favor, cualquier cosa que le sirviera para provocar al hombre.

La pequeña acusación causó que Nightwing bufara en rabia, como un toro desenfrenado listo para envestir a su presa. Unicamente bastaría otro empujón a su psique para que cediera a sus instintos primitivos y lo atacara....Tal vez eso era lo que el mago deseaba, verlo actuar sin morales para que Raven se diera cuenta como Damian en verdad era un hombre sin educación, un musculoso cavernícola sin cerebro.

Damian no era el adecuado para ella. Y Zachary estaba totalmente decidido a demostrárselo.

"Seguro haz notado como ella desaparece de vez en cuando, días que sale de esta torre para visitarme." Zachary continuó tentándolo, mientras las respiraciones del otro hombre iban acelerándose en un intento de calmar su ira. "La ultima vez fue hace poco y la pasamos tan bien que involucramos algunos higos, ostras, chocolate y mucho vino tinto, seguro alguien tan inteligente como tu sabrá que fines tienen esos alimentos....mmmm...Sus labios se me hicieron irresistible ese día. Ella sabe como ...¿Un dulce misterio?."

Su valentía fue sustituida por el temor cuando Damian se le echó encima. El hombre lo atrapó con brusquedad de los antebrazos con toda la intensión de lastimarlo.

Zachary temía por su hermoso rostro. Damian era un gran orangután que fácilmente podría dañar todos sus años dedicados a su belleza....

Levantó el rostro para toparse con la máscara ocultando los ojos del moreno, incluso así podía sentir la fulminante, cruel y cínica mirada de él atravesándolo como una fría espada. Pero este no era el momento para demostrar debilidad, Damian Wayne no lo intimidaría.

Con esto, Damian oficialmente se declaraba como su enemigo por el afecto de Raven. El muy estúpido nunca se lo diría, pero sus acciones hablaban por si solas.

Esta silenciosa guerra que había comenzado hace años por fin se volvería una realidad.

"¿Qué, vas a golpearme?. Adelante." Zachary sonrío sádicamente. "Hazlo en el rostro para que todos puedan verlo, quizás corra a Raven para que pueda curarme."

Damian frunció el ceño, y como si algo lo hubiera hecho recapacitar, decidió soltar al mago con un fuerte empujón que mandó al chico a golpearse contra una de las abandonadas sillas.

"No vales mi tiempo." Damian dijo con un tono de voz neutral.

El moreno recuperó del suelo los documentos que en algún momento abandonaron sus manos para sacudirles el polvo y meterlos debajo de su brazo. Actuaba calmado, había recuperado su compostura y se preparaba para huir...pero Zachary no quería dejarlo ir con la mente tan tranquila.

"Si no me crees puedes preguntarle a Raven. Ella te podrá confirmar mi historia." Zachary hizo que el moreno volviera a parar su andar. Y aunque nunca dio la vuelta para enfrentarlo, sabía que lo escuchaba atentamente. "Considéralo, aun hay mucho tiempo para mi, Wayne.  Al final, ¿Cual mago ganará?... ¿Yo, o... yo?"

Damian ser reservó los comentarios y con los hombros tensos decidió abandonar el lugar, ya no tan calmado como aparentaba.

"¡Carajo!, apenas salí vivo de esa."  Zachary comentó aliviado al caer sobre la silla.

Ahora que el peligro se había marchado, él se quitó el saco para mirarse los brazos que le pulsaban con dolor. Ciertamente el hombre le había dejado las manos marcadas en su piel...eso le dejaría moretones.

Provocó tanto al moreno que seriamente se esperaba mucho más que leves marcas en los brazos, este día se salvo por un pelo de un buen golpe en el rostro. 

Nightwing era un insolente incivilizado que trataba de usar la fuerza bruta para restringirle sus planes. Tonto, ya era demasiado tarde, nada lo haría cambiar de perspectiva.

Jugaría con cada carta negra en su poder, sin importarle las consecuencias que conllevaran.  Seria difícil y quizás un poco mezquino de su parte, pero Zachary haría cualquier cosa para recuperar lo que una vez perdió.

Después de todo, Raven era la única mujer para él.

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Damian pensó que lograría tolerar a Zachary Zatara en la torre, pero este demostraba rápidamente ser una gran incomodidad. Desconocía cuanto tiempo más podría ahogar sus deseos por romperle el rostro.

¡Se atrevió a provocarlo!

Desde antes de que llegara suponía cuales serían las verdaderas intenciones del hombre para unirse al equipo. El joven Zatara solo estaba aquí para estorbar y colgarse el día entero de la atención de la mitad demonio.

Hoy le declaró la guerra, quería ver al líder perder el control para hacerse pasar por un mártir con Raven. Pero Damian no caería en sus absurdos juegos, Zachary simplemente no valía la pena de su ira.

Damian no necesitaba pelear ninguna batalla, mucho menos cuando el casi tenía la victoria en sus manos. De hecho, gracias a la presencia del mago, Raven tenia mas tiempo libre, el cual lo pasaba junto a él en su departamento.

Y a pesar de que pasaban mas tiempo trabajando e investigando, disfrutaban la presencia del otro amenamente. La tensión que estuvo pasando entre ellos se esfumo por completo.

Ahora, lo único que faltaba era encontrar a Maps. Al asegurar el bienestar de su amiga, ambos tendrían tiempo de sentarse sin pendientes o distracción para poder aclarar realmente a donde este nuevo 'cambio' los llevaría.

Como deseaba enfocarse solo en eso, pero por alguna razón las palabras de Zatara aun resonaban en lo mas oscuro de su mente.

'Ella desaparece de vez en cuando, días que sale de esta torre para visitarme.'.....'Sus labios se me hicieron irresistibles. Ella sabe como ...¿Un dulce misterio?.'

No quería caer en su juego, pero aquello lo había dicho con tanta confianza que lo hacia dudar si era verdad o una mentira.

En el pasado, Raven nunca le ha mencionado a Zachary...según él, la ultima vez que vió al mago fue después del incidente de Eric Forester.

Aunque tampoco era como si ella tuviera la obligación de contarle todo lo que ocurría en su vida.

Raven desaparecía de vez en cuando, salía días enteros con la excusa de visitar a Victor Stone o a su tía Alice. Siempre regresaba agotada pero contenta, como si hubiera hecho algo bien.

Ciertamente Zachary logró entrar en su cabeza. Ahora dudaba....¿Raven le habría mentido todo este tiempo y realmente sus viajes eran para justificar sus visitas al mago?.

"Lo juro, esa será mi ultima visita a la editorial por un largo tiempo." 

Damian alzó la cabeza para ver como un portal negro se cerraba en medio de su oficina en la torre. Raven apareció con una expresión de fastidio, usando un lindo vestido gris que le llegaba hasta las rodillas y unas zapatillas negras que ella odiaba pero debía usar siempre que lidiaba con clientes importantes en la editorial.

El nítido tono de su voz fue como un hechizo que inmediatamente borró su tonta inseguridad. Zachary podía irse al diablo, pues lo primero que Raven hacia al regresar de su vida de civil era venir a visitarlo a él, sin importarle lo molesta y cansada que estuviera.

El mero pensamiento lo hizo sonreír internamente como un bobo.

"¿Todo bien en la vida laboral?" Él no pudo evitar preguntarle con ironía al verla arrastrar una silla sin ninguna gota de energía.

Ella terminó por sentarse significativamente cerca de la silla de Damian. Un largo suspiro de alivio salió de sus labios conforme se quitaba los zapatos...sus pies debían estar matándola, seguro estuvo toda la mañana parada.

"Todo estaría bien si tan solo la compañía no hubiera colapsado gracias a que muchos proyectos se pausaron porque alguien iba a financiar la foto biografía del heredero de Bruce Wayne, el próximo best seller del mundo. Por cierto, gracias por retractarte. Ahora tengo que visitar a cada autor con los que he trabajado para convencerlos en regresar."

"Lo siento, pero publicar información sobre mi vida privada solo traería innecesaria atención a la familia Wayne."

La única respuesta que recibió de Raven fue un ruido de protesta que hizo con su garganta. Se encontraba con el cuerpo esparcido, derrotada sobre la silla, como si por fin tuviera un respiro después de andar toda la mañana caminando por las calles de San francisco en esos tacones.

"Traté de hacer algo para remediarlo, te ofrecí mi coche para que las visitas fueran mas rápidas."

"Usar tu coche de ultima generación no me hubiera servido de nada. Además, tu mejor que nadie sabes lo mala que soy para manejar."

"No eres mala, solo eres poco agraciada para estacionarte."

"¿Acaso eso fue un intento de cumplido?...¿Es así como remiendas el desastre que causaste?". Raven lo miró directamente, una ceja alzada en su rostro mostrando su incertidumbre.

Damian encogió los hombros pero fue inevitable regalarle una pequeña e inocente sonrisa. Ella negó con la cabeza antes de acomodarse apropiadamente en la silla.

Momentos después, Damian se sorprendió al sentir unas piernas apoderándose del espacio libre en sus muslos. La mitad demonio desvergonzadamente las había puesto ahí, como si reposar sus piernas sobre las de él fuera la cosa mas cotidiana de la vida.

"No puedes quejarte, necesito descansar mis piernas y que me duelan es en cierta forma también tu culpa." Raven le respondió al sentir su curiosa mirada sobre ella. Con la ayuda del escritorio, ella arrastró su silla para acercarse aún mas y poder echar un vistazo a la pequeña visualización del sistema de búsqueda en el comunicador abierto sobre el escritorio. "¿Alguna noticia sobre Mia?."

"Ninguna."

"Déjame ver." Raven se inclinó, intentando tomar el reporte maltratado sobre la mesa.

Alguien debió sufrir la frustración que Damian sentía, y en este caso los documentos que cargó desde el centro de negocios hasta su oficina fueron la víctima perfecta.

"¿Para que?, ya los revisé."

"Siempre es bueno tener otra perspectiva."

Damian suspiró y negó con con la cabeza, pasando de todas maneras los documentos a Raven para que pudiera darles una leída.

Él aprovechó el nuevo silencio para relajarse en su silla. Al moverse sintió una pequeña presión en su estomago, haciendo que viera los pies de Raven reposando casualmente sobre sus muslos.

Algo en su interior le provocaba pensar que este era un inconsciente acto territorial, y su ego se quería inflar con tan solo imaginar a Raven marcándolo como suyo.

Ella seguía ausente, cada vez más atrapada en los reportes que leía. Mordía sus labios en concentración y Damian la observó como si ella le estuviera dando un espectáculo.

Él apenas llegaba a los términos de aceptar lo mucho que le atraía la mitad demonio... imposible negarlo ahora que se sentía completamente embelesado por ella.

Su corto cabello estaba un poco mas arreglado que de costumbre, con pequeñas ondulaciones que enmarcaban su rostro perfectamente, sobresaliendo el poco de maquillaje que ella usaba sobre sus mejillas y labios.

Damian frunció la boca; al parecer esta mañana se empeñó a mejorar su apariencia. Tenía lógica, pues hoy debía lucir presentable para los clientes de la editorial. Sin embargo, la paranoia de su mente lo hacia pensar distinto, tanto que creía que la razón detrás de todo ese maquillaje era para Zachary Zatara.

"Tenías razón, aquí no hay nada. Aunque es bueno saber que la lista de los desiertos ha disminuido tanto."

"Eso fue exactamente lo que dije." Damian quitó de un jalón los papeles de la mujer

Ambos se quedaron en silencio, Damian se enfurruñaba mientras Raven aun se recuperaba de su arrebato.

"¿Estas enojado porque leí los reportes?" Ella cuestiono con duda"...solo quería estar segura de que no hubiera algo importante."

"No estoy molesto."

"Tus emociones me dicen que estas afligido."

"Te lo aseguro Raven, no estoy molesto. Es solo que..."

Ella anticipaba su respuesta.

Damian no quería demostrar que las intensiones del mago habían logrado traspasar su seguridad, al cuestionarla sobre la razón detrás de su maquillaje. En cambio, deseaba apresurar esa conversación pendiente para determinar que era lo que ellos tenían. No decir nada lo volvería loco en pocos días, especialmente con la presencia de Zachary merodeando cerca.

"¿Qué?" Raven demandó impaciente cuando el silencio se alargó por demasiado tiempo.

"Zatara estuvo colmando mi paciencia para saber en donde encontrarte." Damian confesó sin levantar la vista de esos papeles que ya había leído cientos de veces. Al final fue incapaz de admitir lo que desconcertaba a su mente. "Tiene una gran obsesión contigo, a pesar de que su familia te detesta."

La escuchó exhalar un respiro entre alivio y fastidio conforme acomodaba mas sus pies sobre él. Obviamente relajada al saber que el asunto tras su malestar era tan sencillo.

Ella era indiferente a la realidad.

No se atrevió a exigirle una respuesta, hasta donde sabía, Raven era libre de hacer lo que ella quisiera. Explicaciones era lo menos ella debía darle.

"Zachary no esta obsesionado conmigo Damian, es mi amigo y  no nos hemos visto desde hace mucho tiempo. Él solo quiere convivir conmigo."

"Él lleva consigo una foto tuya a sus espectáculos."

"¿Y tu cómo sabes eso?"

"Lo vi."

"¿Lo viste?." Raven le preguntó divertida, dudando de la credibilidad de sus palabras.

"Si, lo vi." Damian chasqueó irritado, ella no se tomaba en serio el problema que representaba el mago en su vida.

"Si tu lo dices Damian." Ella sostuvo con sarcasmo al mismo tiempo en cual una diminuta sonrisa aparecía en su rostro.

"Claro..sonríe." Damian cruzó los brazos inconforme. "Veo que te complace tener un acosador detrás de ti. Nunca pensé que estuvieras tan sedienta por atención."

"No es un acosador Damian. Es Zachary, él es...excéntrico."

"¿Segura que sirven tus poderes de empatía?...Me preocupa tu forma de percibir la realidad."

"Damian, se que te encanta demostrar lo celoso que estas pero, ¿Podemos dejar de hablar de Zachary?."

"Yo no..." Damian presionó sus labios para evitar continuar, evadiendo una nueva discusión. "Bien."

Continuar con el tema carecía de sentido si él no tenia planeado interrogar a Raven sobre sus sospechas referentes al mago. Y, aunque sutilmente trato de indagar por información, nada concordaba entre las palabras de la mitad demonio y Zachary.

Aquí solo existía una cuestión: Uno de los dos mentía.

Raven siempre demostró ser digna de su confianza...ella nunca le guardaría un secreto como ese...¿No?.

"¿Ahora, que?"

"No he dicho palabra alguna." Él se quejó. Desconocía el nuevo arrebato de la chica. ¿Acaso sus emociones se proyectaban tan escandalosamente?

"No tienes por que decirlo. Esto..." Raven lo señaló con un dedo de pies a cabeza "...habla para mi."

"¿Eres incapaz de detectar la obvia obsesión de Zatara. pero si mis calladas emociones?. Son tus piernas sobre mis muslos ¿Verdad?, Las usas como receptores de emociones. "

"No seas tonto." Ella rodó los ojos ante la absurda suposición "Leo tus emociones porque compartimos una conexión."

"Lo sé, fue una broma."

"Una broma...cada vez actúas más raro."

"Soy capaz de hacer una broma."

"Cuando regrese Garfield pueden concursar para saber quien es el mejor bromista entre los dos."

"Eres detestable." Damian negó con la cabeza sin embargo una relajada mueca en el rostro lo acompañó, al final ella lo sacaba poco a poco de sus pensamientos negativos.

"¿Haz hablado a casa?...¿Como van las cosas en Gotham?"

Internamente agradeció que ella fuera quien cambiara el tema de la conversación.

"Hablé con padre por la mañana. Grayson hace un buen trabajo en las calles y Kyle cuida bien de mis mascotas."

"Y Alfred, ¿Cómo esta él?."

Raven no conocía personalmente a Alfred, pero nunca fallaba en preguntarle por el bienestar de quien sería como un abuelo para él. Nunca se le hizo extraño, más si le daba curiosidad su genuino interés por el mayordomo. Quizás Raven lo apoyaría en aquel plan que tenía para detener a la oscuridad de arrebatarle al hombre mayor.

"Su salud por el momento se encuentra estable...pero se que lo inevitable esta pronto a llegar. Creo saber como evitarlo; Pensaba llevarlo a visitar Nanda Parbat y usar el pozo de lázaro"

"—No." Raven interpuso precipitadamente.

Por alguna razón ella se puso alerta, dejó atrás su actitud relajada y burlona. La idea del moreno la sacó de su zona de confort.

"Antes de dar una opinión déjame terminar." Damian frunció el ceño molesto.

"Nada puede salir bien involucrando al pozo de lázaro Damian. Tu lo sabes bien."

"Jason sobrevivió, lleva una vida normal."

"Normal es el adjetivo menos adecuado para describir a Jason. Él entra en un diminuto porcentaje de casos que no salieron tan mal" Raven bajó las piernas de sus muslos, estipulando así la seriedad con la cual tomaba la conversación.

Por un momento imaginó que ella lo apoyaría...no contar con su valoración lo ponía a analizar sus opciones. ¿Realmente nada salvaría a Alfred, él se iría sin que Damian pudiera hacer algo para detenerlo?.

"Alfred no estaría complacido con tu plan."

"¿Como estas tan segura Raven?, tu ni siquiera lo conoces."

Ella retractó su cuerpo, desprevenida por el duro tono en las palabras de Damian.

Nuevamente se comportaba como un nefasto, pues sus manos se encontraban atadas y él desconocía como actuar.

"Te conozco a ti y se que Alfred fue el encargado de convertirte en el hombre que eres hoy en día. Sus enseñanzas vivirán para siempre en ti." Raven alcanzó la rodilla de Damian, posando su mano cerca de la suya en un toque cálido, inocente, tímido y lleno de comprensión que lograron  confortarlo. "Las aguas del pozo de lázaro no son para Alfred."

"Tengo que hacer algo. En cualquier momento podría pasar una desgracia."

"Alfred estará contigo por muchos años mas Damian" Un pequeño secreto se resguardaba en los ojos de la mitad demonio conforme decía aquellas palabras "Te lo aseguro."

La seguridad con la que Raven hablaba lo tomó desprevenido, ella lo hacia ver como un hecho cuando en realidad ninguno de los dos estaba seguro que final estaba destinado para Alfred.

"Debes prometerme que olvidarás esa idea. Es peligroso para todos, especialmente para él."

Era la primera vez en meses que él dudaba en ceder a una de sus peticiones. Sin embargo, verla tan agobiada lo hizo recapacitar un poco. Antes de actuar, consideraría todas las consecuencias que podrían conllevar su decisión.

"No te puedo prometer eso, pero pensaré mejor todas las posibilidades."

"Confío en ti, tomarás la decisión correcta."

Con eso dicho, ella abandonó el toque en su rodilla para unir sus manos. Él alzó sus ojos para toparse con el sereno rostro de Raven, como siempre transmitiéndole la seguridad que él tanto necesitaba.

Damian tragó el nudo que se atoró en su garganta mientras su corazón sonaba fuerte dentro de su pecho. Lo dejaba sin palabras, ¿Qué mas podría contestarle cuando ella ya había dicho todo?.

Él se encontraba incapaz de apartar la mirada de ella. Sus ojos le trasmitían tanto, sus manos, sus labios, ...todo en ella le gritaban para que él la tocará.

Un silencio paso entre ellos, y después de lo que pareció una eternidad él se inclinó hacia ella, reposando su frente contra la suya. Los ojos de Damian ocultos detrás de su máscara se enfocaron en esos labios que lo invitaban a probar, para después posar su mirada en esas gemas amatistas en una silenciosa plegaria.

Una plegaria que ella respondió con un diminuto cabeceo.

Raven soltó la unión de sus manos para descansar una palma en la  mejilla del moreno y terminar la distancia que los separaba. Ella rosó sus suaves labios contra los suyos en un lento pero sensual beso.

Cerró sus ojos en plenitud, eso era lo que Damian sentía cada vez que saboreaba sus dulces labios. Porque podían tocarse, compartir sus emociones en una forma física ahora que la inhibición quedó olvidada, desde que la tensión y el miedo que alguna vez vivió entre ellos se rompió casi por completo.

Era liberador pensar que esto cada vez se convertía en una respuesta natural entre ellos.

Damian atrapó la sonrisa de su boca en un beso mientras Raven enredaba sus brazos alrededor de su cuello para atraerlo mas cerca. El pequeño movimiento de sus cuerpos causó que sus sillas chocaran juntas y que ellos se separaran asustados cuando Raven casi cayó al suelo.

Obviamente él alcanzó a atraparla. Sin embargo, seguir sentados sería solamente un estorbo.

Él se alzó de su asiento, levantando a su paso también a Raven. Guió a la mujer con sus brazos hasta que su espalda golpeara con la orilla del escritorio. Se inclinó hacia ella y con sus brazos envolviéndose fuertemente alrededor de su cintura la acercó a su pecho.

"Azar, alguien si que esta muy necesitado de atención" Raven le dijo en un murmullo.

Maldita sea, si que lo estaba.

No la había visto en toda la mañana, el mago lo había alterado de los nervios y ellos no habían hecho nada desde que llegaron de Japón. Estaba mas que necesitado, más ahora que no tenía porque cohibir su deseo por ella.

Ella pasó sus dedos contra su fuerte pecho, gozando la sensación de  los músculos contrayéndose por debajo de su uniforme.

Damian gruñó en advertencia, dejando que sus manos cayeran sobre las caderas de la mujer. Se inclinó de nuevo hacia ella, buscando nuevamente sus labios en un beso, pero ella se lo negó al alejar el rostro. Damian se giró a verla en incertidumbre, Raven le regaló una mueca presumida.

"Bruja." Damian chasqueó sin maldad, mientras Raven gozaba silenciosamente de su pequeña travesura.

Ella unió de nuevo sus frentes, y con la delicadeza de sus dedos desprendió la máscara de los ojos del moreno. Dejando sus esmeraldas al descubierto para ella.

"Ahora si..." Ella susurró complacida.

Damian no necesito escuchar más y con su boca cubrió la de ella en un beso que ardió su alma. Dentro de su ser aquella llama comenzaba a incitar al deseo, tan animoso y delicioso que lo hacia imaginarse una infinidad de panoramas en los cuales se necesitaba poca ropa y mucho contacto.

"Jason saldrá a patrullar toda la noche..." Él tosió nervioso, al detenerse por un momento "Quizás podríamos ir a mi departamento."

"No puedo esta noche Damian."

"¿Qué?, ¿Porque?"

De inmediato su mente lo hizo sospechar...más cuando ella se tardaba en darle una respuesta. Aceptar su invitación no era una obligación, pero en verdad nunca se esperó que Raven rechazara su oferta con tanta rapidez, mucho menos cuando se demostraba tan dispuesta.

"Rose tiene un problema, prometí ayudarla."

"¿Cuál problema?" Él cuestionó solo por mera curiosidad, para saber si ella otra vez tardaría en darle su respuesta.

"No te puedo decir, son cosas de mujeres." Esta vez Raven fue mas rápida en contestar, pero conforme hablaba, nunca se atrevió a conectar su mirada con la de él.

"Ya veo..."

"Pero, estoy aquí ahora."

Damian apenas tuvo tiempo de entender la sugerencia en su voz cuando ella lo sostuvo del rostro para atrapar sus labios en un beso que fue todo menos tímido. Raven se saltaba la dulzura para mover sus labios con la necesidad del deseo..era voraz, como si intentara marcarlo para siempre con cada uno de sus besos.

Lo atrajo tan cerca a a ella que prácticamente se robaba el aire de sus pulmones mientras sus besos se volvían más desesperados, como si rogara por que él respondiera. No tenía que pedir mas, él le daría lo que pedía.

Él le respondió cada beso, asegurándose en desbordar todo su deseo en ellos. Sus Labios se deslizaban uno contra el otro, húmedos y necesitados.

Damian movió su cabeza, relamiendo su lengua en sus labios, buscando por una entrada que ella gustosamente le accedió.

En sus brazos sintió el cuerpo de Raven ir débil, suspiros ahogados salían de su boca conforme ella trataba de seguir de pie, aferrándose fuertemente de su espalda. Damian reafirmó el agarre en su cintura para alzarla y descansar su cuerpo sobre la lisa superficie del escritorio mientras él se inclinaba levemente sobre ella.

Continuó abusando de sus labios conforme la presión de sus manos sobre su piel parecían atravesar mas allá de la tela de su vestido, como si él quisiera desprender la maldita prenda de un jalón. Deseaba desbordarse en ella y tomarla aquí mismo en su oficina, sobre su escritorio sin importarle que toda la torre los escuchara.

Pero todas sus fantasías se vieron frustradas cuando sin previo aviso ella los detuvo al sentarse sobre el escritorio. Raven alejó el cuerpo de Damian con una firme mano sobre su pecho mientras sus ojos se fijaban con plena atención a la puerta, como si tratara de ver mas allá del metal.

"Alguien se acerca." Raven susurró con pesados respiros que se esforzaban en regresarle el aliento de su acelerado corazón.

Ella lo miró con ojos frenéticos al pasar apresuradamente una palma sobre su boca. Al terminar, ella desapareció solo para reaparecer segundos después sentada en la silla que había dejado olvidada.

Raven también se pasó su palma sobre sus propios labios al arrastrarse con la silla para regresarla a donde pertenecía frente al escritorio.

Ahí fue cuando él se dio cuenta de que ella usaba su mano para borrar las desordenadas manchas de labial rojo de sus labios, y seguramente había hecho lo mismo con él.

Borró en ambos los rastros que habían dejado sus apasionados besos.

Damian continuaba deslumbrado por cómo todo había pasado tan rápido, su pecho se encontraba agitado por la pasión aun recorriendo su cuerpo...buscando una forma de satisfacerse.

Esmeraldas se encontraron con amatistas, una conexión que trasmitió todo lo que no pudieron terminar. Él se encontraba a punto de moverse para cerrar la distancias entre ellos y tomarla de nuevo en sus brazos, pero él tuvo que abandonar esos deseos cuando la puerta de la oficina se deslizó abierta.

Jon se paró bajo el umbral de la puerta, una mueca extraña se dibujó en su rostro cuando sus ojos azules se fijaron sobre las dos aves en la habitación, casi parecía...¿complacido?. Y al querer abrir la boca para decir algo, fue movido de lado por la persona que Damian menos deseaba ver en este instante.

Genial, su persona menos favorita arruinó el momento.

"¡Raven!, ¡Ayúdame!" Zachary entró chillando. Corrió hasta frenar con una perpleja y ruborizada Raven.

"¿Qué hizo el inútil de Zatara esta vez?" Damian gozó la ofendida expresión en el mago.

Molestar al mago ciertamente le ayudaría a calmar la frustración dentro de su cuerpo.

"¿Yo?...¿Porque supones que hice algo?"

"La magia de Zachary se salió de control en las lecciones que le daba a mi equipo" Jon respondió con tranquilidad al flotar a un lado de la silla de la chica.

"Veo que no eres bueno para guardar secretos Kent." Zachary murmuró amargado.

"¿Me van a decir que hiciste?" Raven exigió un poco impaciente.

"ehhh...será mejor que lo veas por ti misma" Zachary frotó una mano detrás de  su cuello en pena.

"Zachary, tienes dos días aquí y....Sabes que, solo llévame. " Raven se alzó a sus pies, y sin pensarlo dos veces salió flotando detrás de Zachary.

Se había ido tan deprisa que dejó sus zapatillas olvidadas a pie de su escritorio.

Por su parte, Damian se quedo debatiendo si sería buena idea seguirlos o dejarlos ser...Raven arreglaría cualquier error del joven mago, pero... ¿Podía confiar en Zachary estando a solas con la mitad demonio?.

De aquello si que no estaba muy seguro.

Un ruido como el de un globo desinflándose causó que Damian olvidara su debate. Intrigado, fijo su mirada a donde Jon ocupaba el asiento que había dejado la mujer. El irritable sonido provenía de él, chillaba con una gigantesca sonrisa en sus labios. Por alguna razón estaba entusiasmado...más feliz a lo habitual.

"¿Qué te pasa tonto?, ¿Estas sufriendo de un derrame cerebral?"

Su agrio comentario fue poco para bajar el entusiasmo de su mejor amigo, a este punto era imposible que su sonrisa se enganchara más.

"¡Se estaban besando!"

"¿Que..?..¡No! " Damian sintió el rubor de la vergüenza en la punta de sus orejas.

"¡Por todo Kansas, si lo hacían!"

Damian se quedó con la boca abierta capturando moscas sin saber que decir. De todos los escenarios posibles...tenía que ser el superchico descubriéndolos por segunda vez.

Un momento...solo existía una forma en la cual los pudo descubrir, y esa era usando sus poderes de rayos x.

"¿Nos espiaste?" El moreno escupió con veneno.

"¿Como crees?, lo deduje cuando entré por sus ritmos cardiacos, el rubor en sus mejillas y las respiraciones agitadas. Pero, gracias por confirmar mi teoría."

Oh, lo había atrapado

"Estábamos....investigando."

Damian patéticamente mostró los documentos que leyeron para probar su historia, pero obviamente nada convencería al alien. Jon los descubrió y sonreía como un idiota, bastante satisfecho por su logro.

"Investigándose los labios."

"Deja de hacer eso antes que te rompa la boca." Damian reprimió cuando atrapó al hombre lanzando besos al aire en mofa. "Eres un repulsivo voyerista. Tu querida mami estaría muy decepcionada."

"Puedes ofenderme todo lo que quieras. Pero nunca remendarás que te he atrapado con las manos en la masa, o mejor dire...¿En Raven?" Jon rió torpemente de su propia broma.

"Eres un idiota."

"Quiero ser el padrino en la boda."

Damian solo gruñó, sabiendo que nada callaría a su amigo.

¿Que había hecho en este mundo para merecer tal karma? ¿Acaso haber muerto tan violentamente en el pasado no fue suficiente castigo?.

"Ya escucho las campanas de la iglesia, no puedo creer que te cases primero que Tim y Jason." Después Jon chilló preocupado. "Raven puede entrar a una iglesia...¿Verdad?."

"Creo que es momento de desempolvar algo de kryptonita" Damian acercó una mano a su cinturón de herramientas, donde siempre cargaba un pedazo de aquel mineral. La amenaza iba en serio."Te daré cinco segundos para desaparecer...uno...dos..."

"Se cuando mi presencia no es deseada. Me iré...¡pero a planear tu boda!."

Jon desapareció del lugar como Flash, dejando tras de él un rastro de su escandalosa risa.

Damian se quedó en la oficina acompañado por las zapatillas de Raven en el suelo. Aquellos zapatos olvidados eran la única evidencia de lo que estuvo a punto de ser.

Tenerla desnuda sobre su escritorio, con el cabello alborotado, los labios abusados y sus piernas envueltas sobre sus caderas, esas serían imágenes que vivirían solo en su imaginación. Él se quedaría con sus deseos atrapados, pues Raven le había negado su invitación, para supuestamente ayudar en un asunto privado a Rose Wilson.

Sin Raven para distraerlo de su paranoia, él regresaba a sentir esa inseguridad dentro de su pecho.

Tal vez Raven usaba a Wilson como una excusa para desaparecer una vez más, y en realidad ir a encontrarse en secreto con el vil mago.

Porque en este pequeño tiempo Damian encontró un aspecto que coincidía con el relato de Zachary Zatara... El mago tenía razón en una cosa, los labios de Raven sabían a un dulce misterio.

"Zatara esta llegando a mis nervios."

Su paranoia lo atrapaba en un abismo, era mejor ocupar su mente en algo productivo a estar pensando tonterías.

Damian se alzó a sus pies, abandonó su máscara en el escritorio y en cambio, tomó las zapatillas en el suelo para salir a buscar a su dueña. Aunque, había un diminuto problema, no tenía idea de a donde esos dos se habían ido.

Se aventuraría a la sala principal, el lugar se encontraba cerca de su oficina y al parecer era un punto de reunión popular.

Con la esperanza de encontrar a los dos hechiceros, se dirigió con pasos apresurados aquel lugar.

Durante su trayecto nadie apareció en su camino, y al descubrir que la sala también estaba desocupada se comenzó a cuestionar como una torre repleta de personas se encontraba tan vacía a escasos minutos del almuerzo.

Quizás debía olvidarse de los magos para hacer algo de provecho, como buscar a Jaime o Drake y verificar los análisis del presupuesto. No, definitivamente buscaría que demonios estaba haciendo Jason Todd en estos momentos. Seguro nada bueno, la noche anterior acabó rompiéndole los brazos a todos los ladrones que encontró.

Estuvo a punto de marcharse cuando de la nada, una especie de portal se abrió en la entrada. Por un segundo pensó que se trataba de la mitad demonio, sin embargo, descartó rápido su suposición al ver como un hombre afroamericano salía del hueco en el espacio-tiempo.

"Hey, chico."

"Victor Stone " Damian saludó, reconociendo de inmediato al alegre cyborg. "Te esperábamos más tarde."

"Siempre tan caluroso con las bienvenidas." El hombre se paseo por el lugar con toda confianza. "Igualito al viejo Batman."

"Es mi padre después de todo."

"Ugh, no puedo imaginar ser el hijo de ese murciélago. Sin ofender, pero debió ser duro."

"Tu adolescencia fue peor. Te convertiste en un Cyborg."

"Nahh..vivir con Batman es mucho peor." El hombre rió conforme abría la puerta del refrigerador. "Esto esta mas vacío que un McDonalds en plena semana santa. ¿Donde esta toda la comida?"

"Tenemos muchos adolescentes en crecimiento que alimentar." Damian encogió los hombros. Desconocía la situación de los alimentos, ese era asunto de Jaime.

"Mala suerte, tengo mucha hambre."

Victor cerró la puerta del refrigerador, pasando a las altas alacenas con la esperanza de encontrar comida. Desde su lugar, Damian podía ver que la alacena estaba tan vacía como el refrigerador.

Mala suerte para el invitado, pero bueno, había cuestiones mas importantes de que hablar.

"ilústrame, Stone. ¿Porque dejar la liga de la justicia para venir a los Titanes?"

"Escuché que necesitaban ayuda por aquí. ¿Como negar una visita a un lugar donde me idolatran tanto?..En la liga no me valoran, solo me ven como el experto de las computadoras."

"Idolatrar, que egocéntrico" Damian resopló altanero, provocando una calurosa risa del hombre que ya estaba acostumbrado a su inusual humor. "Supongo que trabajar entre niños y adolescentes puede hacerte sentir superior."

"ah-ah...nada de eso pequeño hombre, mantenme lejos de las hormonas adolescentes. Estoy aquí para ayudar con la programación de la torre y el sistema de seguridad. Mi trabajo estás con las máquinas."

"Creí que querías un respiro de las computadoras." Damian respingó ante a la ironía.

"Creíste mal moreno, lo que busco es un respiro de mis compañeros. Hay mucha sangre nueva en la liga, aquí.." El cyberhumano señaló el lugar con brazos abiertos "...En la torre me siento como en casa."

"Supongo que la presencia de Grayson debe ser sufrible."

"No lo describiría como sufrible pero si es bastante bizarro ver a un Batman tan alegre...da escalofríos"

"De igual manera tu visita nos será de gran ayuda." Damian aseguró al visitante.

"No te preocupes, me quedaré aquí por unos días, estaré disponible para cualquier cosa. Aunque comienzo a dudar si realmente deba quedarme, ¿Como piensas que sobreviva sin comida? Esto esta vacío por todos lados."

"Comes demasiado para no realmente necesitar alimento, ¿A donde va tanta comida?" Damian le preguntó haciendo un ademán a la obvia compostura de su cuerpo.

"Créeme, no querrás saberlo." Cyborg por fin paró su búsqueda por la cocina para tomar un solitario panquecito de chocolate del contador. Con un brillo de humor observó las zapatillas que el joven líder cargaba en sus manos. "Por cierto, ¿Porque cargas unas zapatillas?. No te juzgo, seguro te quedan geniales,  pero no creo que esas sean tu talla."

"Te levantaste hoy muy festivo, ¿Verdad Stone?" Damian rodó sus ojos. Abandonó los zapatos en un taburete en la cocina mientras aun oía las divertidas carcajadas del mayor. "Son de Raven, los olvidó en mi oficina."

Victor sonrió fraternalmente a la mención de la mitad demonio. La bruja y el hombre cibernético habían creado una especie de hermandad desde hace muchos años cuando la rescataron del infierno.

Damian estuvo tan distraído con otras cosas, que olvido mencionarle a Raven que el hombre vendría de visita.

Verlo en la torre sería una grata sorpresa para ella.

"¿En donde está?, tengo casi un año que no veo a esa pequeña bruja"

Acaso acababa de decir...¿Casi un año?

"¿Un año?, ¿No han trabajado juntos recientemente en alguna misión?" Damian no pudo evitar cuestionar.

Seguro calculaba mal, pues la ultima vez que Damian escuchó a Raven decir que visitaría al Cyborg fue hace unas semanas, precisamente el día cuando regresó de su viaje con los Kents.

Recordaba precisamente como Raven le dejó a cargo el cuidado de Jake, para que ella pudiera partir a reunirse con el hombre frente a él. Pero ahora, justamente el mismo hombre le decía que no la veía desde hace más tiempo.

...Entonces, ¿Ella le mintió?

"¿De que misión hablas?, La ultima vez que la vi fue en Navidad.." Victor aventó la basura de su panqué al bote mas cercano."Raro, porque los dos podemos manipular el espacio-tiempo y nunca tenemos tiempo para visitarnos, aunque hablamos mucho por teléfono..."

Damian permitió que el hombre divagara en su discurso para poder analizar lo que acababa de escuchar.

Si lo que el cyborg decía era verdad, significaba que Raven le ha estado mintiendo.

¿Porque ella tendría que mentirle para salir de la torre?.

Una conducta extremadamente atípica de la mujer, a menos de que quisiera ocultarle la verdadera razón tras su desaparición porque Damian lo desaprobaría, y lo único que él podría llegar a desaprobar era a Zachary Zatara.

Parecía una absurda teoría, pero no encontraba otra razón por la cual Raven inventaría una excusa, cuando ni siquiera tenía la necesidad de darla. 

Gracias a Cyborg estaba mas cerca a confirmar lo que Zachary le había restregado hace unas horas; Raven ha estado visitando al mago todo este tiempo a sus espaldas...

¿Y Damian que podía hacer?, Nada más que quemarse con el veneno de su ira. Él y Raven aun no eran nada, estaba consciente de eso. Simplemente, se privaba del derecho de ir a reclamarle o exigirle una explicación.

"¿Sigues ahí hombrecillo?, te espaciaste por un tiempo."

Damian observó al afroamericano, quien milagrosamente había encontrado otra cosa para comer. El hombre masticaba despreocupadamente otro panquecillo.

Esa fue la imagen suficiente para que una maravillosa idea iluminará el brillante e ingenioso cerebro de Damian Wayne.

Odiaba creer que Zachary tuviera la razón, más tampoco podía exigir una explicación a la mitad demonio ni ir personalmente a golpear al mago. Sin embargo, había una cosa que él si podía hacer; cobrar venganza.

Lo único que lo haría sentirse de maravilla de nuevo sería ver al patético mago sufriendo, pero como no podía hacerlo...quizás alguien más lo haría por él.

En este mundo él no era la única persona que sentía una gran aberración por el primo de Zatanna, pues aquel mitad hombre-mitad maquina que comía inocentemente un pastelito odiaba al mago tanto como Damian lo hacía.

Descubrir que cierto mago rompió el corazón a su hermanita había  causado que Victor Stone perdiera un poco su sensatez, tanto que si hubiera visto al hombre en ese momento Zachary ya tuviera un hueco en el pecho a causa del cañón sónico adherido al brazo del Cyborg.

Cuando Cyborg escuchará que el mago se encontraba abajo la misma torre y que pasaba tiempo con Raven, perdería la cabeza. Eso era algo que Damian tenia que presenciar a toda costa.

"Stone." Damian comentó casual ocultando toda la malicia de sus intenciones al llamar la atención del mayor. "¿Sabes quien más esta aquí en la torre?

"No me digas, ¿Beyonce?" El Cyborg dijo divertido, nuevamente mostrando su buen humor. "El suspenso no te queda Nightwing, anda ya dime, ¿Quién esta aquí?"

"Esta bien, si insistes tanto." Damian encogió sus hombros para después sonreír "Quién esta aquí es...Zachary Zatara."

La expresión en el Cyborg era para conmemorarla como la primera muestra del asesinato del famoso mago de Las Vegas. Victor estaba tan conmocionado que Damian temía que sufriera un corto circuito.

"¿Ese bastardo esta aquí?, ¡¿Porque?!"

"Raven lo invitó."

"¿QUE?....¡¿Y tu la dejaste!?." Victor perdió los estribos de inmediato.

El hombre había olvidado su glotonería al abandonar medio pastelillo en el contador para comenzar a hiperventilar en rabia.

"Habla hombre, ¿Porque permitiste que Raven lo trajera aquí?" Cyborg le exigió desesperado.

"Intenté muchas veces convencerla, pero sabes como es Raven ...odia que se interpongan en sus malas decisión."

"Oh, la traición hermano. ¡LA TRAICIÓN!. Esa pequeña bruja me va a escuchar."

Cyborg lleno un vaso con agua y lo tomó de un solo trago antes de dejarlo caer con fuerza al contador. Se limpió la boca como todo un macho para sacarle la vuelta al líder y dirigirse a la salida con pasos cortos pero firmes.

"¿A donde vas Stone?" Damian preguntó haciéndose el ignorante, pues sabía muy bien que su plan fue todo un éxito.

"A castrar a un mago." El afroamericano dijo entre dientes sin detenerse.

"Espera, Podemos encontrarlo mas fácilmente con los monitores de seguridad. ¿Te ayudo?."

Damian sonrió con malicia cuando él cabeceo.

Ese Zatara estaba mas que muerto y Damian disfrutaría cada segundo de aquello sin sufrir consecuencia alguna.

—————————-

"Hemos dado vueltas por ocho minutos Zachary. ¿En donde dejaste a los niños?"

"No lo recuerdo,...Este lugar es estúpido e innecesariamente enorme..¡¿Para que quieren tantos cuartos?!"

Raven rodó los ojos ante la quejumbrosa respuesta, quien debería estar quejándose en estos momentos era ella. Llevaban un tiempo rondando los pasillos de la torre sin poder encontrar donde estaban los niños, ya que Zachary no recordaba en cual sala los dejó. Y por alguna razón ella era incapaz de detectar las auras de los niños con su empatía, eso la hacía preguntarse que clase de problema le esperaba.

"Aquí debe ser." Zachary exclamó al pararse a la puerta de una sala de entrenamiento. Ya no fue una sorpresa encontrarla vacía cuando él la abrió."Bueno, seguiremos buscando."

"Zachary, vas acabar con mi tolerancia."

"Estoy acostumbrado a que mis asistentes hagan todo por mi" Zachary  mofó como una diva conforme ellos retomaban de nuevo su camino en la búsqueda de los niños perdidos. "Ni siquiera te molestes conmigo Raven, esto también es tu culpa...nunca me diste mi tour personalizado."

"No tengo tiempo para darte un tour y no estoy enojada." Raven respingó. Caminaba junto al hombre sin importarle que estuviera descalza. "Pero por lo menos hazme saber que el problema de magia no es de vida o muerte."

No estaba enojada, más si bastante frustrada; Olvidó sus zapatos, le preocupaba no encontrar a los niños después de haber pasado por mas de diez salas y además, Zachary la interrumpió en el peor momento posible de su día.

Un suspiro salió de sus labios al pasar los dedos por las ondas de su cabello, su mente aun reproducía los fragmentos de lo que pudo haber ocurrido en el escritorio de Damian.

Él la sostuvo con tantas ansias, mientras sus ojos se oscurecían con una poderosa necesidad. Era como si la hubiera querido consumir ahí mismo solo con su inquietante mirada. Raven aun podía percibir el sabor de sus labios, sus fuertes brazos en su cintura y sus manos recorriendo en suaves pero demandantes caricias sobre su cuerpo.

Los deseos quedaron en claro mientras lo sentimientos continuaban ocultos. Su 'relación' funcionaría así, por lo menos hasta que pudieran tener un tiempo libre para solucionar todo.

Raven no podía evitar que el calor de su cuerpo se volviera a encender con solo pensar más allá de su imaginación. Ciertamente ella nunca había querido tanto deshacerse de la ropa ocultando sus cuerpos.

No es como si llevara una contabilidad de los días desde la ultima vez..pero parecía haber sido hace una eternidad.

Tristemente, el deseo de consumar sus pasiones tendrían que esperar otra noche.

La conversación con Damian la hizo pensar seriamente en la salud de Alfred. Creía que sería buena idea hacerle hoy una visita a Gotham para verificar su estado, solo como prevención.

Sus secretas sesiones curativas eran recientes, pero fueron suficientes para que Raven comprendiera porque Damian respetaba tanto a Alfred. El mayordomo era un gran hombre, uno que ella aprendió a apreciar rápido gracias a sus amenas conversaciones.

Alfred también era un amigo por el cual ella velaría.

Un amistad secreta, la cual Damian aun desconocía. Por eso optó en decirle una mentirilla blanca cuando la invitó a pasar la noche en su casa.

Desconocía como él reaccionaría al enterarse de que ella curaba a Alfred. Tampoco era como si ella estuviera muy emocionada por descubrirlo.

"Deja de mortificarte mi pequeña demonio, todo esta bien."

La voz de Zachary la hizo regresar al presente. Inmediatamente detectando como faltaba el tono juguetón en la voz de su acompañante.

A decir verdad, desde que salieron a los pasillos él había estado actuando un poco serio, algo para nada habitual en su extravagante personalidad.

Raven sentía una tensión atormentando las emociones del hombre, un pensamiento debía estar carcomiendo su moral. Lo que le hizo pensar nuevamente, ¿En que problema habría metido a esos pobres niños?.

"¿Porque presiento que me estas haciendo dar vueltas por la torre para idear una forma con la cual salirte con la tuya?." Ella lo regañó.

Zachary solo negaba divertido.

"Confías tan poco de mi, te lo aseguro Raven, el problema no pone en riesgo la vida de nadie."

"Te conozco y siento que me estas ocultando algo, estás muy serio."

"Aww...Rae, te preocupas tanto por mi que casi me alegra tu poca confianza." 

Y ahí estaba de regreso con su sarcasmo, el Zachary que ella conocía. Aunque...el sarcasmo también podía ser una sólida forma de evasión.

"Cambiemos el tema y subamos al siguiente piso." Zachary le dijo cuando llegaron al final del pasillo. No había más habitaciones que revisar por lo cual, ambos dieron la vuelta para regresar al elevador. "Por fin tengo tiempo para charlar contigo. Dime, ¿Qué te pareció Japón?."

"Estuvo bien..." Raven suspiró, cayendo en los intentos del chico en hacerle olvidar sus sospechas. "En realidad no vi mucho. Me mantuve ocupada con la misión."

Y también ocupada con otras actividades que involucraron litros de sake y un lindo jardín japonés.

"Una verdadera lástima. Japón es un país divino, te encantaría". Zachary le regaló una coqueta sonrisa al guiarla por el pasillo con una mano en su espalda. "Tengo una fabulosa casa en Shibuya, quizás algún día podamos ir. ¿Que te parece pasado mañana?."

Definitivamente ya sonaba más como él.

"Que te parece...nunca. Estoy trabajando en una misión"

"Ah si, tu misión. Estuve pensando...dices que una genio secuestró a la amiga de Damian...."

"Una genio de 4000 años en un cuerpo de adolescente." Raven lo corrigió.

"Una característica bastante desagradable, pero muy precisa para identificar a un genio" Zachary le dijo al parar enfrente del elevador que ya abría las puertas para ellos. "Con eso es posible encontrar su santuario con mas precisión. La familia Zatara tiene una amplia biblioteca sobre genios, si deseas, puedo ayudarte."

"Esa sería una maravillosa ayuda."

"Vez, soy de ayuda...¿Aun te arrepientes de haberme traído?" Zachary descansó las manos en los bolsillos de su pantalón mientras la observaba, una serena sonrisa se pintó en sus labios.

"No me arrepiento de haberte traído, eres un gran amigo." Raven exhaló al apretar el botón que los subiría al siguiente piso. "Solo trataba de evitar más conflictos al tenerte aquí. Hay muchos pendientes en la torre, y lo último que deseaba era lidiar con una disputa entre tu y Damian. Siempre andan intentando sacarse los ojos."

Los ojos de Zachary se volvieron fríos, otra vez perdía la relajación de su rostro con la mera mención del líder.

Raven fue golpeada por una fuerte onda de odio que provenía del hombre a su lado.

"Zachary tus emociones...."

Su voz se vio abruptamente cortada cuando el elevador paró de emergencia antes de llegar a su destino. 

El movimiento inesperado, provocó que Raven tambaleara sobre sus pies, solo para volver a recuperar su compostura cuando fue tomada de los antebrazos. Antes de saberlo, fue empujada, su espalda pegó contra la pared del elevador, quedando así atrapada entre esta y el cuerpo de Zachary.

¡Porque el mundo creía que ella era una muñeca de trapo que se mangoneaba a su placer!

"Mencionas su nombre con tanto cariño." El hombre murmuró  peligrosamente, sin que Raven pudiera escucharlo.

"...¡Que diablos te pasa!" Raven gruñó y alzó la vista para toparse con unos calculadores ojos azules. "¿Qué es este machismo tan de repente Zachary?"

"Necesito saber algo."

"Ah, si. Ahora todo tiene sentido." Raven rodó los ojos molesta y con agrio sarcasmo."¿No podrías preguntarlo sin necesidad de aventarme contra la pared?"

"Necesito que me respondas con toda honestidad Raven." Zachary estaba decidido a ir directo al meollo de sus inquietudes. El ligero tacto en sus brazos se volvió más fuerte y exigente. "La noche de mi show, cuando te invité a vivir conmigo...¿Porqué apareciste con Damian?"

Todo este acto bárbaro, ¿Para que le estuviera exigiendo una respuesta del pasado?. Él seguía completamente resentido por algo tan insignificante.

Como siempre cualquier cosa que involucrara al murciélago y al mago la perseguiría para hacerle la vida difícil.

"No puedo creer lo que estoy escuchando....¿Puedes soltarme o necesito hacerlo por ti?"  Raven lo amenazó.

"Evades mi pregunta, ¿Hay algo que quieras decirme Raven?..Acaso me ocultas un acontecimiento importante."

"Por que no mejor me dices lo que en realidad te esta molestando" Raven escupió al perder la paciencia.

"¿Porque, de todas las personas posibles llevaste a Damian ese día a mi show, porque son los únicos que están ausente todo el tiempo, porque te empeñas a pasar tanto tiempo con él?...dime, ¿Tu y él están saliendo juntos?" Zachary fue directo, riguroso y suspicaz.

Después él se inclinó a susurrarle tan cerca que ella sintió su tibio aliento golpeando sus mejillas. 

"Si es verdad Raven, soy capaz de asesinarlo. No es justo que él te tenga cada día de su vida, mientras yo solo me conformo con las migajas de tu compañía. Si yo te tuviera todos los días...tu ya serias mía."

Era demasiada información que se procesaba dentro de su cabeza en tan poco tiempo. Ella sentía el dolor y angustia en cada una de sus palabras, Zachary actuaba como si le hubieran quitado una esperanza en la vida.

"Haz perdido la razón—"

"—No he perdido la razón. Siento una vibra diferente entre tu y él. Me asusta...Dime que no he llegado tarde." Zachary actuaba tan seguro de si mismo, tan dominante que Raven lo desconocía.

"Damian es mi amigo y mi compañero de equipo Zachary."

Aquello que había dicho no era necesariamente una verdad absoluta, pues Raven era incapaz de darle una precisa respuesta. Mucho menos en estos momentos en los cuales Damian y ella solo flotaban sobre lo desconocido.

"Mi pequeña demonio, nosotros también somos amigos y eso no ha evitado que nos toquemos."

"Somos amigos que se han tocado, porque alguien nos hizo comer una cena afrodisíaca....¿O haz olvidado como me hiciste ir a buscarte pensando que estabas en problemas?"

"Nunca lo olvidaría." Zachary relajó el agarre de sus brazos para sonreírle pícaramente y pasar un dedo por su mentón. "¿Quieres otra cena así?, puedo prepararla en segundos."

"Podría ser.." Ella sonrío coquetamente.

Siguiéndole el juego, acarició algunos botones en la camisa del mago en una sugerente invitación. Mientras tanto, Zachary sonreía orgulloso tal lo hiciera un zorro que creía haber atrapado a su querida presa.

Oh, estaba totalmente equivocado.

"Para que después de conseguir lo que quieres de mi, tu puedas irte a una de las tantas pijamadas que organizas." Raven continuó, abandonado totalmente su amena actuación.

Ella lo empujó de los hombros para apartarlo de su espacio.

La caída de la arrogancia del mago fue larga y dolorosa, pues sabía exactamente de lo que Raven estaba hablando.

"Maldita seas, Bunny."

"Si Zachary, 'maldita' Bunny, no sabe guardar tus sucios secretos." Raven murmuró con agrio sarcasmo. "Siempre es mejor culpar a tu asistente al tener que calmar la saciedad de tus pantalones, ¿No?."

"Mi pequeña demonio, esa fue una fiesta con mis fans."

"Fiestas." Ella lo corrigió. "Y según Bunny, tu eras el único hombre rodeado por miles de chicas."

Raven se movió, creando un considerable espacio entre ellos para encontrar el botón que reanudaría el movimiento del elevador.

Zachary era un tonto si creía que usando sus emociones lograría manipularla para hacerla ceder a sus deseos. Ella también era astuta y no caería con tanta facilidad en sus juegos.

"Hueles a celos, me fascina.."

Zachary dio dos pasos largos para volver a cerrar la distancia entre ellos, la tomó del brazo y la acorraló de nuevo contra la pared.  A este punto Raven solo tenía dos opciones; golpearlo hasta verlo retorcer de dolor o simplemente hacerlo desaparecer de ahí.

"La falta de oxígeno en estas cuatro paredes te hace decir disparates. ¿Cómo deduces que estoy celosa?...Prácticamente te llamé un desgraciado Playboy"

"Uno que es leal a ti." Él le sonrió confiado antes de abrazarla y oler sutilmente su cabello.

"Rompiste conmigo por irte con alguien mas" Raven bufó ante la ironía de sus palabras.

Ella aun no se apartaba, lo quería tener cerca, pues la idea de golpearlo hasta que rogara por clemencia aun seguía rondando en su cabeza.

"Un error que se puede arreglar."

"Un error que hemos arreglado al seguir siendo amigos."

"Amigos con derecho." El proclamó orgulloso y arrogante, como si sus palabras fueran todo un hecho "¿Podemos besarnos?"

"¡No! " Ella trató de zafarse ante el atrevimiento, pero él solo apretó mas su agarre en ella.

Era un vanidoso.

"Pregunté por mera cortesía por que soy un caballero." El pillamente le susurró en el cabello."Pero, como veo que te gustan los cavernícolas, no me dejas otra opción."

Una avalancha de emociones proviniendo de él cayeron sobre ella. El deseo y su soberbia la tomó desprevenida a pesar de que se anticipaba a sus sucias tácticas de hacerla caer ante él.

Zachary era un zorro astuto que de alguna forma u otra siempre lograba atraparla.

"Se lo que estás pensando, y no pasará. " Ella dijo con un temblor en su voz.

Era demasiado tarde para que algo hiciera a Zachary Zatara desistir.

En ese preciso instante, él cerró la distancia entre ellos con un firme y demandante beso. Zachary presionaba su boca como si quisiera borrar con ella los labios de Raven. Pedía todo de ella e incluso más.

Raven esperó una acción como esta por parte de él, pero aun así el impacto de la sobreestimulación en su empatía la dejaron inmóvil.  Ella no sabía que hacer...

"¡Raven, ¿QUE HACES BESANDO AL MAGO?!"

De un momento a otro, la presión en los labios de Raven desapareció y con su ida el raciocinio regresó a su mente. Sus sentidos se reactivaban; la presencia de Zachary ya no se encontraba sobre ella y el aire se volvió ligero a su alrededor.

A pesar de haber recuperado el poder de su cuerpo ella aun no lograba mover un solo músculo. La realización de los actos del mago le caían como ladrillos.

¡Ese tramposo y atrevido mago se aprovechó de ella!...¡La besó sin su consentimiento! Debía haberlo estrangulado y matado justo ahí.

Pero no lo hizo...no se atrevió a moverse, pues cuando él la besó una chispa se movió como un pequeño cosquilleo en su interior. Una sensación que no terminaba de gustarle pero tampoco le desagradaba.

Mierda...ahora que...

"'¡Raven!"

El desgarrador grito de su nombre la hizo girar a las puertas abiertas del elevador donde podía observar a Zachary siendo arrastrado por la camisa en manos de un hombre alto.

"¿Victor?" Raven cuestionó sorprendida al reconocer al robusto hombre que con fuerza lanzó el cuerpo del mago a los pasillos. "¿Qué haces aquí?"

"Jovencita, necesitamos hablar." Victor le habló como una autoridad,  parándose entre las puertas del elevador para impedir que estas se cerraran.

"¿Hablar, Victor?, Lanzar a un compañero de mi equipo por el aire no es una buena forma de empezar una conversación."

Raven apartó del camino al Cyborg para abandonar el elevador y acercarse a Zachary que yacía en el suelo.

Estaba sumamente enojada, si alguien le haría daño al mago, sería ella misma.

"Ouch, Rae, me duele mi pierna."

"Hombre, deja de hacerte el Mártir" Victor señaló con desprecio al joven quejándose en el suelo.

"Estas bien Zachary, deja de fingir."

Raven abandonó al mago, sabiendo que se encontraba en perfecto estado y volteó de nuevo al visitante. Era toda una sorpresa ver a Victor Stone en la torre.

Consideraba al Cyborg como uno de sus amigos más cercanos, y su presencia hubiera sido grata si tan solo su saludo no hubiera atentado con la vida del dramático Zachary.

"Pero yo soy la víctima aquí."

Sh...!" Ella cayó a Zachary, tampoco se encontraba muy amena a él.

"Vine desde la liga para ayudar al equipo y me encuentro con este pelmazo aquí también, ¿Porque lo invitaste?." Victor ahora se dirigía a ella.

"Porque necesitamos todo el apoyo posible Victor."

"Pero...¡¿A ÉL?!" Victor señaló a Zachary con exagerado repudio.

"¿Porque me estas atacando tanto?, ¡Soy perfecto!." Por su parte el otro hombre respingo vanidoso.

"Oh hombre, tu estas muerto para mi. Le rompiste el corazón a Raven y encima te atreves a besarla en mis narices."

"No es como si ella se estuviera quejando mucho" Zachary respondió altanero y desvergonzado.

La actitud del joven solo terminó por traspasar lo nervios de Victor, quien ya preparaba su cañón sónico para atacarlo. Victor ni siquiera lanzo una amenaza, accionó directamente el golpe.

Para suerte de Zachary, Raven actuó rápido y creó un escudo con sus poderes, evitando así que el cañón del cyborg causara una tragedia. Al verse seguro, el mago veía todo desde el interior del escudo protector con una arrogante sonrisa.

En serio, su actitud no ayudaba.

"Fue suficiente Victor."

"Por favor, dime que no estas saliendo con este idiota de nuevo Raven."

Raven decidió ignorarlo para regalarle una sonrisa y un abrazó.

Tenía mucho tiempo que no lo veía y aunque su postura de hermano mayor era una exageración, ella apreciaba su preocupación, eso le daba entender que él la estimaba sinceramente.

"Te adoro Victor, pero ya soy una mujer adulta y puedo hacer lo que quiera con quien quiera".

"La oíste, ¿verdad?" La arrogante sonrisa de Zachary se enganchó más.

"Eso iba para los dos Zachary" Raven rodó sus ojos.

La mueca de arrogancia cayo de inmediato de los labios del mago.

"Pequeña Bruja, en verdad te extrañé."  Cyborg le dijo ligeramente con afecto mientras la tomaba de los hombros "Pero aun así voy a castrarlo."

"No me sorprendería en realidad" Raven sacudió la cabeza con una sonrisa "Me gusta verte aquí, pero estoy en medio de una situación en estos momentos, ¿Te buscó después para ponernos al tanto?.

"Por supuesto" El hombre la soltó para que ella pudiera seguir con sus cosas. Después volteó con una sucia mirada hacia el mago "¡Tú!, ten cuidado muchacho."

"¡Raven, espérame!"

Ella bufó al escuchar los pasos del mago siguiéndola mientras se alejaba del área del elevador.

Aún continuaba molesta con él, y quizás en estos instantes estuviera en otra dimensión si no fuera porque lo necesitaba para saber donde demonios se encontraban los niños.

Por ahora, le serviría el trato de hielo para parecer indiferente a su presencia. Se lo merecía gracias a su deplorable comportamiento.

Iban acercándose a la quinceava puerta del día cuando Raven notó una especie de pelusa gris moviéndose sigilosamente en el suelo. Intrigada, ella la siguió hasta que esta terminó por toparse con una esquina sin salida.

La pelusa aun estando estática parecía respirar. Ella pensó que su vista le estaba haciendo una mala jugada porque cuando se agachó pudo ver que en realidad aquella pelusa era un conejo gris.

La pequeña criatura se acercó a ella en dos saltos, moviendo sus pequeños bigotes y olfateando sus pies descalzos. Dos ojos vidriosos negros la miraron curiosamente mientras la pequeña naricita se movía...adorablemente.

Debía estar alucinando, porque no había manera de que un conejo entrara a la torre y estuviera en el doceavo piso. Ademas de que nadie en la torre tenía permitido poseer mascota sin un consentimiento previo.

Entonces, ¿De donde salió?.

"¡Raven, los encontré!"   

Raven atrapó al conejo entre sus manos antes de seguir la voz de Zachary. El mago la esperaba frente a una puerta que pertenecía a una sala común de entretenimiento.

Al llegar el hombre a su lado se puso nervioso. Al abrir las puertas de inmediato ella supo el porque.

'Por todo las zanahorias del planeta.' Ella pensó pesadamente al ver como toda la habitación que se usaba para que los jóvenes estudiaran se encontraba tapizada desde el suelo hasta el techo con un incontable numero de conejos de cada tamaño y color posible.

Ella le echó un sigiloso vistazo al polizonte descansando cómodamente en sus brazos....ahora entendía como es que aquella criatura había llegado a los pasillos.

"Gracias a la virgen estas aquí. ¡Rae, haz algo!" Jaime llamó por ella mientras cargaba en sus hombros a Bart para que no fuera atrapado por el rio de conejos tapizando el piso.

"¡No puedo detenerlo!" El pequeño pelirrojo gritó asustado, en sus manos sostenía un sombrero de copa....el epicentro de donde provenían todos los afelpados animales.

"Son tan tiernos, los quiero a todos." Mar'i flotaba a lo lejos, cargando un sin fin de conejos en sus pequeños brazos.

Varios titanes corrían por todos lados tratando de controlar la mini plaga en la habitación. Por su parte, la mitad demonio solo pudo girar hacia el culpable de todo este caos.

"Le estaba enseñando un simple truco al niño flash y las clases se salieron un poco de control." Zachary comentó despreocupado ."Pero hey, te dije que no era un problema grave."

"¿Nada grave?...a este paso San francisco será invadido por conejos Zachary."

"Y me llamas a mi exagerado."

Él se atrevía a bromear.

Si, definitivamente Zachary sería enviado hoy a la dimensión desconocida.

"¡La puerta!" Jaime señaló hacia ellos en advertencia.

Pero ella no pudo hacer nada mas que sentir como una fila de conejos pasaba por sus pies, corriendo despavoridos hacia los pasillos de la torre.

Limpiar las averías del mago, les tomaría un buen tiempo.

——————

Damian Wayne poseía el peor karma de la historia de la humanidad.

Lo que comenzó como una venganza para Zachary Zatara terminó siendo un puñete directo al pecho del moreno.

Su plan fue casi inofensivo, únicamente trajo a Cyborg a la sala de vigilancia para que pudiera encontrar al mago en la torre.

Claro, con la ayuda de cientos de monitores fue demasiado sencillo encontrar a Zachary y a Raven esperando al elevador en los pasillos del onceavo piso.

Cyborg se marchó con rapidez después de calcular a donde los dos magos se dirigían. Los esperaría fuera del ascensor, justo cuando este llegara a su destino.

Damian se mantuvo atrás, permitiendo que el otro hombre hiciera el trabajo de vengar su molestia con el mago. Estaba tan seguro de que Zachary recibiría su merecido, que Damian ya comenzaba a sentir esa gran satisfacción dentro de él.

Sin embargo él nunca pudo probar las dulces gotas de su venganza, pues el destino le tenía preparado algo más; un golpe directo a su desprevenido corazón.

En uno de los tantos monitores, observó al mago y a la mitad demonio entrando al elevador, ahí iniciaron una conversación entre ellos y poco después Raven se comenzó a mostrar un poco apática con el chico.

Todo parecía tan normal que Damian nunca se esperó lo que estaba a punto de ocurrir.

Con puños cerrados el moreno observó el triste cambio del panorama.  El joven Zatara comenzó a hostigar a Raven con un juego de insinuación, del cual ella logró zafarse solo por unos instantes, porque minutos mas tarde el mago la volvió atrapar, para hacer algo que provocó que Damian casi perdiera la cabeza.

¡El jodido Zatara besó a Raven!

Las cámaras de seguridad no podían estar mintiéndole, la clara imagen de Zatara besando a Raven era una realidad que Damian no quería aceptar.

Fueron escasos segundos en los cuales los labios de Raven y el mago permanecieron unidos, pero para él fue una maldita eternidad.  Agradecía a Cyborg que llegó a salvar el día y alejo al atrevido hombre de la mujer.

Igual, era muy tarde ahora, esa imagen rodaba en su mente desde que la había visto por primera vez hace media hora. Damian analizaba cada detalle, tratando de encontrar una explicación que pudiera calmar sus ganas de salir corriendo.

El mago fue quien comenzó todo, y en realidad Raven nunca le correspondió. Pero, ella tampoco lo alejó...¿Que hubiera pasado si Victor Stone no hubiera llegado a interrumpir?, ¿Ella hubiera terminado también besándolo?..

Esto le daba a entender que la advertencia del mago iba en serio. Zachary se le quería adelantar, ya hacia los primeros movimientos en su batalla, jugaba sucio y estaría determinado a hacer todo lo que pudiera para obtener a Raven sin importarle el cómo.

Y Damian...¿Se quedaría con los brazos cruzados observando todo?...

No sabía que haría consigo mismo.

"Hey demonio, ¿Ya me vas a quitar el castigo de patrullar por las noches o aun sigues muy ocupado con tus clases privadas de 'magia'?"

Damian se sobresaltó al ver a un despreocupado Jason Todd por su lado. Se preguntaba como es que el forajido había llegado hasta aquí sin que él se hubiera dando cuenta de su presencia.

"Inusualmente callado, ¿Te comió la lengua la sexy enfermera?" Jason carcajeó al escuchar a Damian rechinar los dientes con la mención de la bruja. "No me digas..¿En tan pocos días Raven ya te mandó al diablo?"

El forajido trataba de abrirse paso entre la penumbra de los sentimientos del moreno, pero este opto por seguir mirando al frente, enfocado especialmente en aquella solitaria pantalla que mostraba la imagen pausada de Raven y Zachary del elevador, segundos antes de que la tragedia ocurriera. 

Damian tenía muchas cosas en las cuales pensar, por ejemplo; ¿Cómo deshacerse de un mago sin ser enviado a la cárcel?...Seguro habría mas de una forma de lograrlo.

"Te niegas a hablar....Algo muy serio te ha pasado." Jason insistió otra vez.

"No tengo energía para discutir contigo Todd"

"¿No quieres pelear conmigo?....¡Es mas grave de lo que pensé! ¿Enfermaste?" Jason se acercó a él para tocarle la frente en mofa. Damian lanzó su mano de un manotazo, pero ni eso detuvo al mayor de seguir actuando como un tonto. "Temperatura normal. No me digas, ¿Comiste algo que Raven cocinó?"

"Puedes dejar de hablar de Raven"

"Hay serios problemas en el paraíso." Jason negó con la cabeza antes de girarla un poco a la derecha y sonreír malvadamente de oreja a oreja al notar algo a lo lejos. "Oh, ya veo. Tienes competencia."

El forajido picoteó con un dedo la pantalla donde la imagen de Raven y Zachary en el elevador aun se proyectaba.

"Mi competencia debe valer la pena, Zachary Zatara obviamente no lo hace."

"Aww, ¿Mi hermanito esta triste porque le quieren bajar a la novia?"

Jason se acercó al control de mando tratando de reiniciar el video de la catástrofe, pero Damian rápidamente lo detuvo.

"Ella no es mi novia y mucho menos estoy triste. Nada me afecta." Damian dijo con severa seriedad.

En realidad, hacía un pobre trabajo para no hacer notar su enojo.

"No tienes porque hacerte el fuerte conmigo Dami, se que ver a  Zachary besando a tu chica en el elevador te está matando."

"¿Cómo..?"

Nightwing ni siquiera pudo terminar de formular su pregunta, se encontraba genuinamente asombrado de que Jason supiera exactamente la razón tras su amargura, sin haber visto el video completo. Claramente la imagen en la pantalla que ambos veían era la de los dos magos charlando casualmente dentro del elevador.

"El video de ellos besándose se esta reproduciendo en tres pantallas distintas detrás de ti en estos momentos." Jason rió pero esta vez su risa carecía de burla, en cambio, demostraba un poco mas de comprensión.

"¡Ella no lo besó!—-No me importa. Raven puede hacer lo que quiera."

"Ah, pero yo creo que si te importa."

"Patrañas."

"Niégalo todo lo que quieras. Pero, si sigues con esa actitud la vas a perder en verdad, y ella será para otro hombre."

"Raven no es ningún objeto." Damian se atrevió a desafiar los juguetones ojos del forajido. Le molestaba que hablará de ella como sí fuera una pertenencia."Y, lo menos prudente que haría es escuchar un consejo de tu parte. Eres un desastre."

"O...tu eres el desastre, porque claramente tienes algo bueno pero no  lo quieres aceptar." Jason murmuró tal lunático, como si por su mente pasara la broma mas graciosa de la vida. "Raven te tolera, dios sabe porque.  Siendo sinceros, dudo que encuentres a alguien como ella."

"Compartimos un vinculo, es obvio que pueda tolerarme." Damian trató de razonar.

Por naturaleza lo negaba, pero cada vez se le hacía difícil encontrar una excusa que decir.

"¿Me vas a decir que no me pateaste de tu casa para poder pasar un tiempo a solas con ella?" Jason suspiró cuando Damian no supo como responderle. "Mira monstruo de Bruce, no tienes nada que admitirme a mi. Pero a Raven sí, haz tu movida ahora o ese mago te ganará el mandado."

"Raven no es un premio, deja de hablar de ella como si fuera un objeto."

"Y tampoco es tu juguete para saciar tu sed sexual y aun así la tratas como uno."

"¡La respeto!"

"Entonces demuéstralo." Jason lo sacudió de los hombros, extrañamente parecía perder la paciencia. "Mientras tu tratas a Raven como un sucio secreto, ese chico prácticamente limpia con la lengua el camino por donde esa diablilla va a pasar."

Damian se había quedado mudo, lo que Jason le decía comenzaba a tener mucha lógica.

"Si no puedes admitir lo que sientes por ella, entonces suéltala. Raven se merece algo mejor que un bastardo como tu." Jason susurró cansado "Pero, primero cierra ese circulo que comenzaron por que dudo mucho que también quieras perderla como amiga. Y déjala ser feliz."

Y así como llegó, el forajido se esfumó tal lo hiciera una fría brisa por la mañana.

Red Hood lo leyó como un libro abierto y por primera vez en su vida Damian consideraba seguir uno de sus consejos. Jason podía ser un idiota, pero sus palabras tenían toda la maldita razón.

Obviamente dejar ir a Raven estaba lejos de ser una opción. Necesitaba tomar una decisión de inmediato.

Sabía muy bien que era lo que quería;  Él quería a Raven.

Hablar después no les serviría de nada. El momento para hacer realidad todo era ahora o nunca.

No podía esperar más, mucho menos con Zachary merodeando como un buitre.

Lo suyo no se podía tocar.

Rose tendría que esperar, porque esta noche Damian tendría a Raven para él.

Con un ultimo vistazo a los monitores pudo detectar que Raven entraba a la sala principal de la torre. Damian tomó las zapatillas de Raven y se marchó dispuesto a encontrarla.

Agradecía que la sala de vigilancia estuviera cerca de la sala principal, porque temía que en un momento de debilidad él se acobardara otra vez y saliera corriendo.

Sus apresurados pasos lo acercaron a su destino. Sentía su corazón resonar en sus oídos ante los nervios de lo que estaba apunto de ocurrir; un cambio total de cual seguramente nunca se arrepentiría.

El destino lo hizo detenerse a escasos centímetros de la puerta de la sala principal. Un pequeño chillido lo hizo mirar al suelo, donde una pelusa gris con ojos lo miraba atentamente.

"¿Logan?" Damian murmuró ante la presencia del conejo que ya saltaba lejos para esconderse de él

No había manera, este conejo era gris.

Damian se agachó a inspeccionar al asustado animal al mismo tiempo en el que la puerta cercana a él se deslizaba abierta con un suave sonido. Él continuó en el suelo incluso cuando dos pies descalzos acapararon su campo de visión.

"La encontraste." Raven bajo en cuclillas para verificar al conejo en las manos del chico.

"¿De donde salió este conejo?" Damian cuestionó genuinamente intrigado por el animal.

"Es una larga historia" Ella le dijo al alzarse sobre sus pies "Te la contaré en otro momento."

"No importa, necesito hablar contigo" Damian silenciosamente le entregó sus zapatos olvidados y al conejo que se veía aliviado de regresar a los brazos de la mitad demonio.

"¿Sobre que?" Raven suspiró cansada.

"Me gustaría que lo habláramos en privado." Damian le dijo serio, dandole a entender que lo que quería discutir con ella era de alta importancia.

"¿En privado?" Ella le sonrió con complicidad. "Mañana, te lo prometo."

"Es una situación que no puede esperar mas tiempo."

"¿Es algo grave?"

Si

"No necesariamente..." Damian terminó por contestar.

"Entonces puede esperar mas tiempo.  Ahora, hay una situación en la sala de estar que necesita de tu atención."

Damian frunció el ceño conforme Raven lo tomaba de la mano para guiarlo hacia la sala.

"¿Qué hizo Zatara esta vez?, ¿Tiene que ver con el conejo en tus manos?"

"De hecho, el conejo si tiene que ver con Zachary, pero no es de lo que te estaba hablando." Raven lo jaló insistentemente, realmente motivada a mostrarle algo en particular "Ya lo verás."

En medio de la sala había un circulo hecho de personas conformado por Jaime, quien parecía el vocero del grupo, a su lado derecho estaba un cansado Tim, después Cyborg, Jason, Jon, Kory, y por último Jackson.

La presencia de Zachary Zatara hacia falta. Una fortuna para el vanidoso Zatara, por que si Damian se lo hubiera encontrado, fácilmente ya le hubiera tirado la primera hilera de dientes de su estúpida sonrisa.

"Tuve que hablar con él para meter un poco de sensatez en su cabeza....pero creo que esto va arruinar un poco los planes." Jason murmuró un poco mortificado al dar un ligero vistazo dentro del circulo de héroes.

"A él no le gustará esto." Jon respondió después, con el mismo tono preocupado.

"¿A quien no le gustará que?" Damian preguntó, sorprendiendo a los dos hombres altos, que de un salto dieron la vuelta para verlo.

"Diablos demonios y centellas..."

"'¡No veas!" Jon alzó los brazos para impedirle al líder pasar mas allá de la agrupación de personas.

"¡Rae, lo encontraste!" Una contenta Mar'i Grayson pasó volando, deteniéndose con la mujer para acariciar al conejo en sus manos.

Damian desvió la vista de las chicas para ver al nervioso Jon aun intentando ocultar el círculo con sus brazos.

Eran demasiadas voces, mucha gente y él realmente no entendía que  pasaba...

"¿Puede alguien explicarme que pasa?"

"No puedo creer que aceptarás traerla." Raven fue quien contestó, el monótono tono de su voz estaba presente, pero él pudo detectar el pequeño entusiasmo también cuando habló.

Definitivamente ella estaba entusiasmada, tanto que no se daba cuenta de que aun lo tomaba de la mano. ¿Pero con que?.

"¿Traer a quien?" Damian estaba aún muy lejos de comprender que era lo que ocurría.

Deducía que la respuesta a su pregunta no le iba agradar gracias a la inquieta conducta del superchico, quien ya hablaba con un nervioso tartamudeo.

"Recuerdas como Conner iba a venir..."

Jon apenas comenzaba a explicar y Damian ya estaba consiente de que esto definitivamente le iba a desagradar.

"¿Y?..."

"Bueno, al final mi papá lo necesitó para una misión en el espacio."

"¿Y?"

"Y, como estará lejos por un tiempo, mandaron a un suplente." Tim terminó por explicar conforme se abría camino entre la multitud.

"¿Suplente?"

"Un buen suplente."  Raven murmuró emocionada por su lado.

Damian sintió como ella soltaba su mano conforme el circulo de héroes comenzaba a dispersarse. 

"Hola Nigthwing."

Aquella dulce voz lo hizo temblar en mero pánico.

Oh no...

Sus miedos se volvieron realidad cuando una rubia alta se reveló entre todas las personas.

"Vine un poco antes de lo que esperaban a Conner, espero que no sea un problema." La rubia continuó, regalándole una sonrisa que parecía guardar un secreto. "Pero es que realmente estaba emocionada por venir."

Supergirl estaba aquí, en la torre...

Carajo.

——

Este capitulo tiene un titulo alternativo; Mucho ruido y pocas nueces.

Creo que este capitulo es el mas innecesariamente largo que he escrito en mi vida. 59 paginas de pura cochinada...Segun Wattpad es una hora de lectura XD! ¿¿qué?!

Pero mi desplazamiento puede mas que mi razonamiento...so......

Sin embargo me interesa saber con toda sinceridad...¿Es demasiada extendido?....¿Hay material innecesario?...

En serio, me gustaría poder actualizar mas rápido pero ya saben...la cuarentena no es fácil

Espero que todos se encuentren bien, cuídense mucho y espero que este nuevo capitulo les ayude un poco a pasar el tiempo!!

Pd. quiero una mascota ;_;

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