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3.10 Ojos Vacios

Raven despertó gracias al punzante dolor en la parte trasera de su cabeza. Debía levantarse, los fuertes rayos del sol entrando por su ventana le decía que ya era muy tarde y las calles de Japón la esperaban para una misión.

Levantarse sonaba tan sencillo dentro de su mente cuando ella estaba demasiado adolorida y agotada como para mover un pie.

Fue hasta que Rose entró a su habitación y arrojo sus sabanas al suelo cuando Raven realmente se levantó a prepararse.

Una vez cambiada, salió de su habitación con dirección al comedor de la mansión, lugar donde se topo con los hombres esperándola para irse. Un aspecto bastante obvio, pues ella era la pieza principal para el plan de hoy.

Después de tomar una taza de té y comer una pan tostado, ella estaba lista para salir a la calles junto a sus compañeros. Aunque el maldito dolor de cabeza aun seguía persistente golpeando en su frente.

Caminaron por unas cuadras antes de que Damian los hiciera detenerse sobre la acera de la calle mientras encontraba en su teléfono la dirección de la estación de tren para llegar a Shibuya.

"¿Por que Jason tiene un ojo morado?"

Raven dirigió su atención hacia donde el dedo de Rose señalaba; al gran ojo morado adornando el apuesto rostro de Jason Todd. 

Curioso, quizás la oscuridad en las gafas de sol que llevaba puestas era la razón por lo cual no lo había notado antes. Porque, ahora que Rose lo mencionaba ese oscurecimiento en el ojo de Jason era imposible de ignorar.

La noche de ayer continuaba siendo borrosa para ella, su memoria solo contaba con fragmentos incompletos de recuerdos. Pero, si algo podía recordar perfectamente era a un Jason Todd ileso yéndose de aquel restaurante acompañado por la desastrosa Ravager.

Bebió demasiado Sake ayer, su dolor de cabeza y la falta de memoria eran un claro ejemplo de ellos. Su cuerpo también se sentía un poco adolorido, pero eso, eso había sido provocado por distintas razones que recordaba vagamente.

¿Que pasó ayer?

"Damian no sabe compartir." Jason dijo de modo juguetón al cruzar sus brazos.

"Y Jason no sabe cuando cerrar la boca." Damian le respondió sin levantar la vista de su teléfono.

Tanto Rose como ella posaron sus curiosas miradas de la figura del hombre mayor para después mirar al alto moreno. Ambos actuaban  extraños, una especie de tensión se sentía entre ellos.

"¿Se pelearon?"  Rose fue quien se atrevió a realizar la pregunta flotando en el aire.

"¿Pelear?...Ese pequeño diablillo me atacó. Le hice una visita y se puso agresivo." Jason encogió sus hombros mientras en sus labios se dibujaba un mueca burlona "Damian es un perro rabioso, uno muy territorial"

"Cuida tu boca Todd."

Raven uso la yema de sus dedos para darle un masaje a su frente. Estas discusiones carecían de sentido y solo servían para aumentar el dolor de su cabeza.

Carecía de la tolerancia para exigir una explicación de esos dos. Cualquiera que hubiera sido el problema causante de ese ojo morado seguramente no la involucraba a ella.

Jason y Damian prácticamente se la pasaban del cuello siempre.

'Cosas de hermanos' Raven pensó.

Ella tenía cosas mas importantes en las cuales enfocarse, como encontrar a la amiga de Damian. Y la estúpida discusión entre los bati-hermanos y su maldita resaca no la iban a detener.

"Ughhh..." Raven gruñó y con sus manos aferro más su sombrero a su cabeza, evitando así que la intensa luz de sol de Japón siguiera atormentando sus pobres ojos.

Mala idea por parte de Damian, el de salir a caminar a las calles en la hora en la cual los rayos del sol golpeaba con mas intensidad la faz de la tierra.

Ó...¿Quizás ella debió haberse levantado más temprano?.

No, todo era culpa de Damian.

"¿Que pasa con la oscura pajarita?"

La voz de Jason sonó como un tambor dentro de sus oídos. Poco después, percibió la atención de los mercenarios sobre ella.  Damian aun estaba muy ocupado en su teléfono como para mirarla.

"Nuestra linda demonio esta pasando por una terrible resaca a mi cortesía."

Raven sintió un brazo colándose sobre sus hombros y acercarla a un delgado cuerpo en un abrazo. El familiar olor a plátano, del shampoo de Rose le ayudó a relajarse por un segundo.

"¿Una resaca esta fuera de su alcance?, la he visto levantar muertos antes con su bibidi babidi bu."

"Guarda energía para su hechizo."

Un buen momento para agradecer la incumbencia de Rose por contestar todas sus preguntas por ella. Raven ni siquiera tenía energía para hablar.

"Ahora entiendo su atuendo." Jason apunto su dedo en ella, sin hacer ningún esfuerzo por ocultar su granuja expresión. "Necesita entrar en personaje y por eso se vistió como una verdadera bruja."

Raven echo un vistazo a lo que llevaba puesto; jeans rasgados, una sencilla playera, una chaqueta ligera y unos sencillos converse. Todos de color negro, pero lejos de ser un atuendo que una verdadera bruja usaría.

Los lentes de sol y el enorme sombrero con copa redondeada sobre su cabeza eran simples accesorios para sobrevivir su resaca.

Y, aunque Jason estuviera bromeando, estaba lejos de estar incorrecto. Porque en realidad, los colores oscuros eran perfectos para dejar fluir con facilidad la magia en los hechizos.

"No, su atuendo es para repelar el sol. ¡Se puede derretir!."

Los dos mercenarios se echaron a reír con la broma de la rubia.

Extraño, ayer se agarraban del cuello y hoy se comportaban como si fueran los mejores amigos. Claro, riendo libremente a sus expensas.

Los odiaba.

"Basta de charla, es hora de movernos." Damian los observó en silencio por unos segundos antes caminar de frente.

Por fin había encontrado la forma de llegar a la estación del tren.

Rose y Jason fueron detrás de él mientras ella caminaba sola al final de la alineación mirando a la espalda de Damian.

Actuaba de manera inusual, mas callado y distante de lo habitual.

Desde que se despertó ella no había tenido oportunidad de hablar con él, tampoco era como si él se estuviera esforzando en iniciar una conversación con ella.

Estaba angustiado y no necesitaba hablar con Damian para saberlo.

Quizás era todo el asunto envolviendo Maps. Él siempre mostraba una faceta de indiferencia con los demás pero era muy devoto con las personas que consideraba cercanas.

A decir verdad, Raven sintió celos al ver al hombre tan mortificado por la noticia de su amiga desaparecida. Si, fue una egoísta por pensar en sus propios sentimientos cuando la vida de una persona estaba en peligro.

Quería la preocupación del hombre para ella y nadie más. Su lado endemoniado a veces le sorprendía a ella misma. Pero Damian era una persona importante para ella, y fielmente creía que ella también lo era para él.

En fin, ella trataría de olvidar esos innecesarios sentimientos e intentaría disfrutar un poco del escenario japonés a su paso.

Caminaron por varias cuadras hasta finalmente llegar a la estación del metro. Afortunadamente el tren hacia su destino los estaba esperando cuando llegaron.

Fue hasta en ese momento en el cual entraron todos al vagón del tren cuando Damian por fin se le acerco para sentarse junto a ella.

Ella observó como al otro lado del vagón Jason y Rose compartían el mismo asiento, charlando como amigos de toda la vida. 

Damian seguía en silencio y quizás estaba algo tenso. Ella podía verlo por el rabillo de sus ojo en la manera en la cual acomodaba la mochila que llevaba por su frente.

Según él, el accesorio (junto a la ridícula playera con la Micky Mouse dibujada en el frente) le hacia parecer un simple turista, ayudándole a filtrarse factiblemente entre la gente.

Para ella era suficiente decir que Damian era un terrorista de la moda, justo como Dick Grayson.

Él removió el interior de su mochila hasta sacar un pequeño frasco blanco y una botella con agua para ofrecérselos a ella.

"Toma dos pastillas, son extra fuerte. Te servirán para tu dolor de cabeza."

"Gracias." Ella respondió al aceptarlos sin decir más.

No quería poner en evidencia lo mucho que notaba la tensión en sus hombros.

"Toma todo el agua. Mantenerte hidratada es importante....¿Estas segura que puedes hacer tu hechizo en este estado?"

Ella escucho su pregunta conforme las pastillas pasaban a través de su garganta.

El dolor de cabeza era molesto, pero su resaca no interferiría en el uso de sus poderes.

Por otro lado, sus poderes necesitaban un descanso después de hacer tantos hechizos fuertes, como curar el brazo roto de Tim, y ni hablar de su trabajo secreto en Gotham alejando a Alfred de las manos de la muerte.

"No será ningún problema, pero aleja a esos dos de mi." Ella apuntó a los mercenarios quienes recibían miradas de los demás gracias al escándalo que causaban.

"Tu fuiste quien los incluyo en el plan de hoy." Damian le regaló una discreta sonrisa.

"Ni me lo recuerdes. Ayer estaba fuera de mis cinco sentidos, tome malas decisiones."

Sin saber porque, la pequeña sonrisa de Damian se transformó en un ceño. Él volteó su cuerpo hacia la ventana, donde se quedo admirando por un tiempo la vista sin decirle nada.  Después, como si nada y sin darle un segundo vistazo, él se levanto con su mochila para irse a sentar junto a Jason.

Pero..¿Qué había sido eso?.

Lo averiguaría después, por el momento dejaría que el efecto de las pastilla hicieran sus efectos y la liberaran de la horrible jaqueca.

"¿Que le hiciste al pobre chico?. Se fue a sentar junto a Jason con una cara de cachorrito regañado por su amo." Rose ocupo el asiento vacío de Damian.

Al parecer no era la única que había detectado la conducta extraña del hombre.

En ese momento, llegaron a una nueva estación, donde el vagón en el cual viajaban vagón se termino de llenar. El viaje a Shibuya seria largo, por lo cual no vio problema en seguirle la conversación a la rubia.

"Debe estar preocupado por Maps, eso es todo" Raven le susurro de regreso.

"No llevaba esa cara ayer."

Ambas voltearon a ver a los dos hombres americanos parados mientras sus antiguos asientos eran ocupados por dos ancianas. Ellos conversaban, con Jason sonriendo y Damian con una clara preocupación sobre sus cejas.

Ciertamente, Damian se veía mas animado el día anterior.

"Eso no significa nada. Jason y tú se estaban matando ayer. Hoy parecen ser los amigos de toda la vida."

"Mucho alcohol, una buena charla y unos cuantos golpes pueden reparar cualquier amistad."

"¿Que hicieron precisamente ayer?"

"Oh Rae-Rae, eso es secreto." Rose se recargó sobre su respaldo y dejo una pequeña risa salir de sus labios "La pasamos bien y, creo que tu también la pasaste muy bien anoche."

"No..." Raven comenzó a negar su insinuación pero Rose fue más rápida.

"Ayer en la noche fui a buscarte a tu cuarto para dormir contigo y tu nos estabas ahí. Hoy en la mañana voy a levantarte y te veo usando la anticuada pijama de Damian. Pero, si eso no es suficiente...también te vi tomar una pastilla anticonceptiva en la mañana. ¿Aun vas a negar tu noche con el rollo de canela?"

Inconscientemente, Raven sonrío cuando una salida sensación se acomodó en su pecho y en el fondo de su estomago al recordar las migajas de los acontecimiento de la noche anterior.  Podía no recordarlo por completo pero estaba segura de que ella paso un buen momento con Damian.

Los ojos de Raven se encontraron con los sugestivos de Rose y su sonrisa desapareció junto a la magia de sus recuerdos.

La rubia la atrapo. Como siempre, nada nuevo ahí.

"Por cierto. Me puedes agradecer el haberte embriagado."

"¿Lo hiciste con ese propósito?"

"Pues claro, actuaba muy frívola últimamente. Yo solo te di un buen empujón para cambiar eso." Rose se le acerco más y con una mano movió una cerda de su cabello en burla. "Me gusta ayudarte, mi recompensa siempre es poderme reír a tus expensas...¿Recuerdas tu muy, pero muy vergonzosa visita a ese hospital?"

"Lo recuerdo." Raven murmuró amargamente.

Solo Rose tendría una excusa como esa para ayudar a sus amigos.

"Anda, cuéntame. ¿Qué paso ayer para que el rollo de canela ande tan triste?"

"No estoy segura...Quizás esta así por la misión."

Como sabia dicho, lo que paso ayer en la noche era un borroso flash dentro de su mente.

"No, algo paso entre ustedes ayer."

"¿Cómo estas tan segura?"

Rose señaló de nuevo a Damian, a quien atraparon viendo a la dirección de ambas. Él rápidamente desvío su mirada para regresar a conservar con Jason, esta vez dándoles la espalda.

Raven apretó la botella de plástico con sus manos, frustrada al desconocer detalles de la noche anterior.  Lo único a lo que se aferraba era a ese bienestar dentro de su pecho y nada más.

¿Necesariamente algo malo debió haber pasado ayer entre ellos?.

Era raro, porque no se sentía de esa forma. Por todo lo contrario, ella se sentía bastante bien. Pero el exceso consumo Sake le había creado lagunas mentales, así que no estaba totalmente segura.

"Déjame te ayudó a hacer memoria" Rose se acercó aun mas a ella de modo en cual la conversación fuera mas intima y nadie alcanzara a escucharlas. "¿Cuantas veces lo hicieron?"

"Una..creo..."Raven sintió el rubor de la pena llenando sus mejillas.

Era tonto seguir evitándolo cuando claramente para ella y Rose, eso había pasado entre las dos aves. Quizás el hablarlo con la rubia le ayudaría a recodar los detalles faltantes de su noche.

"Quizás lo golpeaste, tu habitación estaba echa un Caos."

"No, yo fui a su cuarto a buscarlo y..."

Ella fue a buscarlo a su habitación por que se sentía sola en su ebriedad. Lo encontró completamente empapado, con una solitaria toalla en sus caderas cubriendo su cuerpo; acababa de salir de un baño.  En ese preciso momento su mente se nublo, el fondo de su estómago se encendió porque sus lujuriosos pensamientos del avión seguían dentro de ella.

Su objetivo en ese entonces fue claro: deshacerse de esta estúpida toalla. 

Pero, claro estaba ebria y su cerebro no procesaba de manera correcta sus ideas.  Así que, lo único que consiguió fue entrar a esas aguas termales con toda su ropa puesta. Un movimiento muy tonto, pero eficaz, ya que esa toalla desapareció del camino cuando Damian entro al intentar sacarla del agua.

Recordaba como la llama del deseo se apodero completo de su cuerpo al verlo sentado lejos de ella, tan sereno, tan calmado y tan desnudo.

Raven se le insinuó mientras él la tachaba de ebria.  Pero ella fue muy insistente. Cuando Damian se negó, e intento escapar, ella uso sus poderes para detenerlo y después....

"Oh Azar...." Ella murmuró mortificada cuando la realización de sus actos la golpearon como un rayo en una tormenta.

"¡¿Que?!"

"Creo que me forze un poco en él."

"¿Un poco?" Rose pregunto.

"Bueno...bastante."

"¡¿Lo violaste?!"

El grito de Rose hizo que algunos ocupantes del tren voltearan a verlas. Por suerte, sus dos compañeros estaban muy ocupados como para haberlas escuchado y los locales hablaban un idioma diferentes como para entenderlas.

"¿Lo violaste?" Esta vez su amiga preguntó suavemente.

NO.

¿O si?....¿Por eso se había despertado sola en su habitación y Damian la evitaba como la plaga?.

Violar sonaba como una palabra muy exagerada. 'Obligarlo a hacer lo que ella quería' sonaba menos agresivo.

Azar, ni ella misma se podía engañar.

¿Qué hiciste Rachel Roth?

Ayer  estaba ebria pero era consciente de sus actos. Quizás, las dulces promesas, los tiernos susurros en su oido y los tactos llenos de afecto fueron meros sueños de su subconsciente?. La realidad tal vez fue distinta a como ella intenta recordarla.

Demonios y mas demonios... 

La mitad demonio ignoro los curiosos ojos de Rose, esperando a escuchar una respuesta de su parte, para enfocarse exclusivamente en el moreno al otro lado del vagón.

Damian era la única persona que conocía la verdad de los acontecimientos de ayer. Ella no podía esperar más y la empatía en sus poderes le ayudarían a conseguirse una respuesta.

Le iba a ser difícil, leer las emociones de Damian siempre lo era y ahora, estando todos dentro de un vagón llenos con personas sería doblemente difícil. Pero Raven prefería empujar sus poderes al tener que ir a enfrentarse al hombre frente a frente.

Raven calmó su respiración y cerró los ojos para murmurar silenciosamente su conocido mantras. La magia en su interior se manifestó con un brillo blanco escondiéndose en la oscuridad detrás de sus lentes de sol.

Esquivo la curiosidad, la felicidad y las demás emociones de los otros pasajeros para caer sobre él.

Justo como se lo espero, las paredes mentales de Damian estaban protegiéndolo con todo. 

Esperando que él no lo notara, Raven fortaleció más su magia, y aunque no pudo sobrepasar sus paredes por completo ella sintió dos emociones prevaleciendo en él....angustia...culpa.

¿Porque sentía culpa?.

No tenía sentido cuando ella era la criminal de la historia.

"Rae, tu historia tendrá que esperar. Hemos llegado a nuestro destino."

La voz de Rose llamándola la hizo salir de pequeño viaje astral a las emociones de Damian. Raven alzo la vista para ver a su amiga de pie, esperando por ella.

Salió del vagón junto a Rose, siguiendo de cerca a los chicos.

Caminaron, y caminaron por distintas calles del distrito de Shibuya.

Los hombres conversaban sobre el plan mientras Raven se consumía por el silencio de sus pensamientos. Se obsesionaba con el asunto.

La modificaron la estaba consumiendo por dentro.

El camino paso de forma borrosa para ella, pues no se podía concentrar en otra cosa mas. Solo quería saber lo que había hecho en la noche anterior.

¿En realidad, ella se atrevería a tanto?

Regreso su atención a Damian, el sentimiento de culpa aun desprendiéndose de él.

Necesitaba respuestas. Ya.

Sus poderes se golpeaban con las paredes evasivas del hombre, por lo cual solo tenía otra opción; debía enfrentarlo cara a cara para conocer la verdad.

Ella aun tenía la esperanza de que esos sentimientos no fueran de su creación.

Quizás todo era un malentendido.

Raven esperó a que las calles estuvieran solas y los mercenarios a una distancia considerable lejos de ellos para caer en el mismo trote junto a Damian.

"¿Esta todo bien?"

"¿Por que no debería?" Damian la observó por el rabillo de su ojos sin parar de caminar.

'Porque fuiste ultrajado la noche anterior por mi y ahora estas incomodo conmigo. Evitas hablarme o estar cerca de mi y eso me esta volviendo loca' Ella respondió mentalmente.

"Pensé que estarías preocupado por Maps."

"No necesito, tu la encontraras."

Él le daba respuestas cortas, y trataba de caminar con mas rápido para dejarla atrás.

Era definitivo, algo no andaba bien.

El asunto relacionado con Maps no era el causante de su culpa y angustia. Eso la dejaba con una sola opción; Damian actuaba extraño por culpa de ella.

Pero para realmente creerlo, necesitaría escucharlo decírselo con sus propias palabras.

Raven miró hacia el frente, Jason y Rose se encontraban bastante lejos de ellos. Tomó esta oportunidad para agarrar el brazo de Damian y jalarlo dentro de un callejón solitario entre dos grandes casas.

Ese lugar les daría la suficiente privacidad para afrontarlo por la verdad.

"Me estas evadiendo, ¿Porque?" Raven fue directo al punto sin titubear antes de que él pudiera preguntarle el porque lo había jalado a un pequeño callejón lleno de botes con basura.

Ella quito las gafas de sol para poder ver mejor las emociones reflejándose en sus ojos verdes. Ahí de nuevo, dentro de sus iris continuaban mostrándose su ansiedad y ese inusual sentimiento de culpa.

"¿De que rayos hablas?. Por supuesto que no te evito" Él le dijo con firmeza pero fue incapaz de verla de frente. "Regresemos con los demás, no tenemos tiempo para perder."

Él intento irse pero ella fue más rápida, lo detuvo al tomarlo de nuevo por el brazo.

Sintió como Damian no quería estar aquí, la presencia de la mitad demonio lo incomodaba.  Eso le rompió el corazón a Raven, porque ahora todo estaba claro; Algo malo paso entre ellos la noche anterior.

"Damian, ¿Puedes explicarme qué paso ayer?"  Raven se atrevió a preguntar por fin.

Tenia miedo pero estaba lista de escuchar la verdad.

El cuerpo de Damian se tenso ante su pregunta.

Un largo silencio paso entre ellos, el único sonido al alrededor era un golpecito proviniendo de los botes plateados de basura a sus espaldas.

Raven agachó su mirada en pena al suelo, ahí,  un pequeño brote de césped salía de entre el asfaltado.

Damian se negaba hablar, eso le mortificaba.  Él siempre había sido una persona directa sin miedo a decir lo que pensaba. ¿Que había hecho ayer para ponerlo casi?. ¿Acaso él le temía?

Sin más, Raven tomó todo su valor para regresar su mirada a él.

Repararía este desorden de una buena vez por todas.

"Lo siento."

Ambos confesaron al mismo tiempo.

"¿Que?" Volvieron a decir juntos.

La confusión se apodero de los dos.  Ella creía tener claro la razón de su disculpa..pero Damian, ¿Por que él se disculpaba?.

"Espera, ¿Porque lo sientes?" Damian le preguntó.

"¿Porque tu lo haces?"

El hombre imitó su postura y también cruzo sus brazos sobre su pecho. Analizaba la situación frente a él, debatiendo en dar el primer paso o esperar a que ella lo hiciera.

Obstinadamente, Raven esperaría a que él diera el primero paso.

La atención de la mitad demonio se desvío a su lado derecho en donde un gato anaranjado se encontraba acostado arriba de los botes de basura observándolos. Ella lo envidiaba, a ese animal nada le importaba en este mundo mientras ella se convertía en un enorme manojo de nervios.

"¿Por que tu lo sientes?"

Ella volvió a escuchar a Damian preguntarle, esta vez con exigencia.

Raven rodó sus ojos, sabiendo bien que nunca llegarían a ningún lado si los dos seguían evadiendo la pregunta.

"Se que te hice algo terrible ayer. Lo siento." Ella tomo un respiro profundo para agarrar valor antes de poder continuar con su confesión. "Entiendo si no quiere hablarme después de eso."

"¿De que demonios estas hablando?." Damian le dijo con genuina confusión. "¿Que es lo que recuerdas de anoche?"

"Litros y litros de sake..obviamente...Después, fui a tu habitación en la noche porque me sentía sola. Te quitaste la toalla, después...después...fui muy insistente y...Lo hicimos. Damian, ¿Me aproveche de ti?"                           

Un pesado silencio lleno el estrecho callejón donde se encontraban escondidos. Otra vez Damian se quedo solo analizándola.

Eso la estaba angustiando aun más. Porque ella recordaba; el silencio siempre hablaba mas que mil palabras.

De la nada, él hizo un sonido con su voz extraño e inusual; se reía.

"¿Qué es tan divertido?" Reven pregunto algo irritada.

Claramente este asunto carecía de comedia. La situación era sería y él ¿Simplemente podía reírse?.

Damian había perdido la cabeza.

"Simple, lo que acabas de decir es ridículo. ¿Como se te ocurrió esa idea?"

"Rose."

"Debía imaginarlo." Él negó con la cabeza, la sonrisa en sus labios ya había desaparecido para ponerse mas serio. "Raven, tu nunca me obligarían a hacer algo que no quiero, ni siquiera con tus poderes."

"Ok...Estoy muy confundida."

"Lo hicimos." Damian suspiro mientras un pequeño tinte rosa aparecía en la punta de su nariz. "Pero tu no me obligaste a nada ."

Un peso se libero de los hombros de Raven.

Sus instintos estaban en lo correcto desde el principio. Ella se sentía bien, la sensación de confort dentro de su cuerpo no le había mentido.

Pero, entonces. Si ella no lo obligo a nada, y de todas formas compartieron el mismo lecho. ¿Porque él le había pedido disculpas?.

"Espera. ¿Porque tu lo sientes?."

Los roles se invirtieron, esta vez él fue quien parecía inquietarse con la pregunta. La pierna de Damian se movía inconscientemente mientras un pequeño rubor de vergüenza se apoderaba del cuello del alto hombre.

"Porque..." Damian hizo todo lo posible para verla de frente, pero sus ojos temblaban al resistirse desviarse "Tu no fuiste quien cometió el error, fui yo."

Él decidió callarse por unos segundos conforme su nerviosismos se apodera de él.  Acomodo el peso de su mochila en sus hombros, tosió para recuperar su voz, y con sus manos jugueteo con frustración las cerdas de su cabello.

Mientras tanto ella lo esperaba por terminar de hablar.

Se estaba tomando su maldito tiempo.

"Eso no me dice nada Damian" Ella lo presionó impacientemente.

"Estabas ebria, muy insistente y yo me aproveche de la situación. Lo siento."

Al final Damian confesó apenado, pero tan firme como si estuviera dispuesto a recibir su castigo por tal atroz acción.

"¿Por eso estas sintiendo tanta culpa?·"

Raven no podía creerlo.

"¿Culpa?. Raven, ¿Leíste mis emociones?"

"Necesitaba saber porque me evitabas." Raven trató de explicar pero el entrecejo del moreno simplemente se hundió más.

"No debiste hacerlo."

"Se lo mucho que odias cuando leo tus emociones, pero estabas actuando muy extraño y necesitaba saber porque..."

"En el tren, dijiste que ayer habías tomado malas decisiones."

Oh...ahora su repentino abandono en el vagón del tren tenia sentido.  Pensaba que ella hablaba de haber pasado la noche con él.

Que ironía, los dos pensabas que se habían aprovechado del otro cuando en realidad ambos habían tenido ese deseo de estar juntos desde el momento en cual estuvieron en ese avión. Se atrevería a decir que fue incluso antes de eso.

"Me refería a decidir dejar a Rose y Jason trabajar en la misión, Damian."

"No importa. Lo que hice no estuvo bien".

Damian era un gran tonto, ¿Realmente se estaba torturando porque ellos lo hicieron y porque ella estaba ebria?.

El alcohol nunca fue un problema para ellos en el pasado, en realidad casi siempre había sido el incitador. Podía jurar que ambos se pasaron de copas en la boda de Dove y Hank, la cual sería la única explicación lógica a su pequeña aventura dentro de la alacena de aquella cocina.

Ella lo miro, en cierta forma sus ojos carecían de ese orgullo tan característico de Damian Wayne. Él realmente se sentía culpable.

"Damian. No hiciste nada malo"

"Pero..."

"Azar, estaba ebria, no drogada. Estoy muy segura de mi misma. Sabia lo que hacia" Raven se le acerco, colocó sus manos sobre sus amplios hombros para hacerlo verla. "El alcohol en mi solo me hace actuar sin tantas inhibiciones."

"Ni siquiera lo recuerdas."

"Un efecto secundario que no esperaba, quizás subestime el poder del Sake." Ella le sonrío mientras sus manos rozaban por sus brazos en una forma de asegurarle que todo estaba bien "No tienes por que sentir culpa por algo que ambos quisimos hacer Damian."

"Estabas ebria y..."

"Si vuelves a decir eso una vez mas, te voy a mandar a Kansas" Ella lo amenazo, obteniendo que el cerrara su boca de inmediato. "Fue un acuerdo mutuo, lo pudiste sentir en tu jet. Mis poderes son impredecibles y es muy difícil evitar que un avión explote, ¿Sabias eso?."

"Lo mismo dijiste ayer" Damian al fin sonrió, pues comenzaba a sentir  la seguridad en las palabras de la mujer. "Lo dijiste antes de lanzarte a mi, fuiste muy persuasiva."

La tensión entre ellos había pasado, lo supo cuando lo escucho hablar un poco más relajado.

"¿Que puedo decir?. Obtuve mi cometido y sabes que siempre obtengo lo que quiero. Vez, no estaba tan ebria como tu dices."

"¿Segura?. Porque trataste de abrir una ventana fija por cinco minutos pensando que era la puerta de tu habitación."

"Oh, Azar...¿Qué más hice ayer?" Ella preguntó mortificada.

Damian se quedo callado, una especie de secreto pasando detrás de sus iris color esmeraldas. Raven espero con anticipación a otra vergonzosa confesión, pero él solo encogió sus hombros dimitiendo su pregunta.

"En serio, ¿No recuerdas nada de ayer?" Damian decidió preguntarle.

"Lagunas mentales." Raven señaló su cabeza. Lo miró para, después tímidamente le confesó. "Pero, a pesar de eso...tengo una buena sensación de que fue muy bueno."

Él se ruborizo, entiendo de inmediato a lo que ella se refería. Para variar, era interesante presenciar su timidez de vez en cuando. A ella le gustaba poder tener el privilegio de tener esa experiencia.

Un gran estruendo los hizo voltear hacia los botes de la basura detrás de ellos, ahí, se encontraba ese mismo gato de hace rato, esta vez su pelaje anaranjado estaba erizado, su cola fijada hacia arriba y  les siseaba con los colmillos de fuera, advirtiéndoles que no se acercaran más...al parecer alguien estaba muy molesto por la invasión a su territorio.

"No soy ninguna princesa de porcelana Damian. Soy fuerte." Raven regresó a la conversación ignorando el escándalo del gato. "Nunca me arrepentiría de nada contigo. Confío en ti y lo sabes."

Damian echo una mirada hacia donde los forajidos aun seguían muy ocupados en la calle ignorando la ausencia de las aves, para después regresar a verla a ella con una diminuta sonrisa pintada en sus labios.

"Es una verdadera pena que no recuerdes todo lo de anoche." Damian le susurró.

El corazón de Raven se detuvo en un latido sin saber realmente con certeza lo que significaban sus palabras. Pero, la forma en la cual se lo decía era enigmático para ella.

"¿Porque lo dices—-¡aaargh!" Raven detuvo abruptamente su pregunta al sentir un fuerte ardor en su brazo derecho.

Sus lentes cayeron al suelo cuando ella llevo su mano desnuda en reflejo hacia su brazo. Sus dedos pronto encontraron el origen de su dolor; sangre comenzaba a salir de tres rasguños que lograron pasar por la tela de su delgada chaqueta hasta su piel.

"Pero que demonios..." Damian murmuro, tan impactado como ella por su inesperada herida.

Un agudo maullido atrajo la atención de ambos de nuevo hacia los basureros, donde el mismo gato anaranjado se encontraba, ahora observándolos con burla.  El diminuto pedazo de tela de su chaqueta atrapado en las garras del gato lo delataban como el autor del delito.

¿Quien se creía ese maldito felino para atacarla?.

Raven sentía el calor de su magia en las puntas de sus dedos. Iba a mandar a ese gato a otro universo.

"No Raven" Damian detuvo sus intenciones al tocar su hombro.

"¿No que?. Esa bola de pelos me ataco."

"Es solo un gato. Solo trataba de proteger su territorio"

Damian el amante de los animales siempre abogando a la defensa de un peludo. Era tierno en cierto modo, pero esa bola de pelos anaranjada merecía un pequeño castigo.

"¿Y porque demonios me tuvo que atacar a mi?"

El gato había brincado de su bote de basura a la orilla del muro, con la cola alzada, camino con su cabeza en alto llena soberbia antes de desaparecer de sus vistas.

Ella podía jurar que ese gato rebozaba de orgulloso por el daño que le hizo.

Y,...¡Esos tres rasguños si que dolían!

"Es una herida semi profunda" Damian le dijo al quitar su mano para inspeccionar su nueva cortada. "Deberas curarla para que no se infecte."

"No es para tanto" Ella le aseguro al quitar su mano de su brazo.

"Estas dejando rastros de sangre."

Él no mentía, su cortada era pequeña pero aun así lograba sacarle unas cuantas gotas de sangre que ya comenzaban a pintar de carmesí el suelo donde se encontraban de pie.

"¿Porque gritó la pajarita?"

Raven escucho, conforme dos nuevas presencias entraban al pequeño callejón.

"Un gato me ataco." Raven les contesto con su mano sobre su brazo, ya curando su herida.

Rose y Jason se quedaron observando incrédulos la escena. Pues era difícil creer como un ordinario felino pudo atacar a la poderosa mitad demonio de los Titanes.  Pasaron menos de cinco segundos antes de que los dos se echaran a reír.

"Genial...más humillación" Raven murmuró amargamente.

Damian le regalo una simpática sonrisa al poner su mano sobre su hombro e invitarla a salir del callejón junto a el con un ligero empujón.

"Te lo dije Jason, salir con estos dos siempre trae buenos momentos." La voz divertida de Rose sonaba fuertemente. "Si tan solo pudiera contarte todo lo que se."

"No te preocupes Rosa. No necesito más...haber visto a una ebria Raven fue sublime y será  algo que siempre llevare en mi memoria."

Damian se detuvo en seco, volteando con flamas de odios en sus ojos a Jason. 

Una especie de tensión se sintió entre los dos hombres; El cuerpo de Damian se tensó, estaba molesto y parecía que en cualquier momento se lanzara al forajido. Mientras tanto, Jason se encontraba bastante relajado.

"Casi llegamos. De prisa." Damian rompió el silencio y sin mas, apresuro el paso con un Jason detrás pisándole los talones riendo entre dientes.

"¿Que fue eso?" Rose le preguntó a su amiga.

"No tengo idea." Raven encogió los brazos y junto a Rose camino hacia donde los dos hombres se dirigían.

Raven ignoraba la extraña conducta entre los hermanos, sin embargo, Rose comenzaba a parecer más interesada en ellos.

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Oh, como se había equivocado.

Todo este tiempo tuvo la tonta idea de que la parte mas difícil de la misión sería conjurar su alma en la búsqueda de una chica, cuando en realidad su verdadero obstáculo iba a ser un gran muro de concreto de tres metros de alto.

Llegaron a la casa de Maps hace más de diez minutos y los murciélagos hicieron rendir su tiempo. Conociendo el sistema de seguridad de la casa con anterioridad lograron descubrir que esta se encontraba actualmente vacía. 

Damian y Raven entrarían por atrás, dejando a Jason con la tarea de vigilar la parte delantera de la casa con un comunicador; listo para avisarles cualquier movimiento inusual fuera de la residencia. Eso dejaba a Rose con el trabajo de vigilar la parte trasera y de ayudar a las dos aves ingresar a la residencia.

La terrible idea de ingresar a la casa de Maps por el área de los jardines fue sugerida por Damian. Según él, el plan era perfecto, escalarían el muro de la parte trasera de la casa y así no tendrían la necesidad de alterar cerraduras ni el de dejar evidencias de su allanamiento.

El hogar de Maps era muy grande, ella lo notó el día anterior, pero nunca le presto atención al enorme muro que tapaba los jardines del lugar. Ahora, esa alta pared sería el reto del día para Raven, quien debería treparlo sin la ayuda de sus poderes.

Con solo un salto Damian logro pasar al otro lado del muro, mientras Raven...bueno, ella necesaria ayuda para poder escalar esa pared tan alta.

Y por ayuda se refería a tener a Rose Wilson cargándola.

"Rae, linda, necesitas comenzar a meditar menos y a entrenar mucho más."  Rose gruño por debajo de ella.

La rubia tenia toda la razón de estar irritada, pues Raven la usaba como una escalera.

La mercenaria se encontraba de espaldas contra la pared con sus dos manos sosteniéndole los pies mientras Raven era un caso perdido escalando.

"Entreno lo suficiente." Raven respondió, aun concentrándose en buscar ese punto en la pared de donde pudiera impulsarse.

"Las revolcadas con Damian no cuenta como entrenamiento." Rose le susurro molesta, pero también en forma de juego.

Raven no tuvo tiempo de contestarle cuando la voz de Damian se escuchó del otro lado del muro.

"Están tomando mucho tiempo, rápido o alguien nos vera."

"Dile...a la princesa aquí." Rose siseo entre dietes, sus manos comenzado a temblar debido al peso de su amiga "Haz un maldito esfuerzo Raven."

"La pared esta muy lisa, no hay de donde agarrarme."

No importaba cuanto la mitad demonio lo intentara, cada vez que ponía su pie sobre la pared este se resbalaba.

"Te he visto..hacer cosas mas..difíciles estando medio muerta Raven."

"Y tu haz levantado cosas mas pesadas que yo Rose."

"¿Realmente...es necesario que pases?. Yo podría...saltar este muro en un segundo."

"Adelante, me gustaría verte usar tu magia para buscar a una persona por todo el mundo." Raven le dijo con sarcasmo.

"Arggg...solo pasa ya" Rose grito en dolor cuando la mitad demonio 'accidentalmente' jalo su cabello para ayudarse a estabilizarse. "Pesas mucho...Deja de comer tantos dulces."

"Tu eres la que tiene el refrigerador vacío Rose"

"Pues tus muslos dicen los contrario...están tan gordos como los de una vaca vieja."

"¡Te atrevo a decir eso de nuevo!"

"¡Mujeres! Dejen de perder el tiempo."

La voz de Damian las interrumpió de nuevo, resonando fuerte con impaciencia.

"Bien."  Rose seseo irritada y acomodo sus manos bajos los pies de su amiga. "Rae, te impulsare hacia arriba a la de tres y, por lo que mas quieras...¡Aférrate de algo!."

Raven cabeceó al escuchar el conteo regresivo de Rose, preparando su cuerpo para ser alzado cuando la rubia por fin llego a tres.

Gracias al impuso de Rose, ella logro alcanzar a tocar con sus dedos la orilla del muro. Forzando los músculos en sus brazos trepo hasta quedar sentada sobre el borde de la pared. Como pudo, novio su cuerpo hasta dar de frente a los jardines de la casa de Maps.

Un esfuerzo en vano ya que, una vez estando en lo mas alto, cometió el error de mirar hacia abajo, a donde Damian la esperaba con los brazos cruzados. El carácter del hombre era lejos de ser su problema, el mirar al suelo le había causado vértigo.

Ahora el pasto y las flores en donde se encontraba parado Damian comenzaban a dar vueltas ante sus ojos. Al parecer su resaca aun no desaparecía del todo.

"Esto fue mala idea." Ella dijo al llevarse una mano a la frente.

"¡Será mala idea si no saltas de una buena vez, maldita bruja!"

Raven miro atrás, hacia donde Rose golpeando la pared molesta, nunca antes la había visto tan irritada.

Pero...¿Saltar?

Su cuerpo se negaba a moverse, podría usar fácilmente sus poderes pero eso seria un desperdicio de energía.

"Esta muy alto."

"Tu vuelas." Damian dijo en seco, casi no creyendo que esas inseguras palabras hubieran salido de la boca de la mitad demonio. "Salta, te voy atrapar."

Él suspiro y abrió su brazos hacia ella, dandole la seguridad que necesitaba para saltar. La pequeña acción casi la hizo sonreír, porque él tenia una expresión de indiferencia en su rostro pero su cuerpo estaba listo para atraparla.

Al final, la decisión de saltar no fue tomada por Raven si no por una fuerza golpeándola por la espalda. La fuerza del golpe hizo que cayera del muro justo a los brazos de Damian.

"Te lo dije, sana y salva."

Ella lo escuchó susurrarle al oido al ayudarla a ponerse de pie. Agradecía el gesto, pero se sentía aturdida por lo que le acaba de pasar.

¿Como cayo del muro?.

Por la esquina de su ojos pudo observar algo en el pasto que ciertamente no estaba ahí hace un minuto; La mochila de Damian.

'Rose.' Raven pensó immediatamente.

Solo la insensible de su amiga sería capaz de golpearla con un objeto pesado para hacerla cruzar el muro.

"Eso fue innecesario Wilson"  Damian dijo al juntar la mochila del suelo.

Como era de esperarse, el detective también había descubierto la verdad tras su abrupta caída.

"Un pequeño empujón nunca le hizo mal a nadie. Ademas, la lentitud de Raven me estaba irritado." Rose grito del otro lado. "Vayan rápido niños, aquí estaremos al tanto de todo."

Ignoraron a Rose para caminar por los amplios jardines de la gran casa, Raven tratado de suavizar el dolor en su espalda y Damian dandole sigilosas miradas de vez en cuando.

"¿Estas bien?" Finalmente él preguntó cuando ambos llegaron a la primera puerta que pudieron encontrar.

"Estoy bien. Gracias por atraparme."

Se detuvieron frente a una puerta corrediza de madera que conectaba los jardines de la casa, a Damian le  fue suficiente darle un simple jalón para abrirla.

"Bien." Damian cabeceó y después apunto a los pies de Raven "Quítate los zapatos."

Estaba confundida, esa era una petición fuera de contexto. Pero, antes de que pudiera preguntara que se refería, Damian ya se quitaba sus propios zapatos para poco después guárdalos en su mochila.

Al ver al interior de la casa se dio cuenta de lo tradicional que era la arquitectura. Los pisos eran de madera, mas permanecía recubiertos con tatami. Ella sabia que ese material era muy frágil por lo cual, el deshacerse de sus zapatos era lógico para no dejar huellas detrás de ellos.

Raven se quito sus zapatos en silencio, dándoselos al chico para que este los guardara en la mochila junto a los libros de magia que ella había empacado antes de salir de la mansión.

Ver sus libros le hizo recordar lo que hacían dentro de una casa ajena. Debían encontrar una habitación donde la esencia de la amiga de Damian fuera mas fuerte.

Ella arrastró sus pies cubiertos con la calidez de sus calcetas detrás de Damian, quien la guiaba por los pasillos de la casa con pasos seguros como si supiera a donde ir.

Ella aprovechó el tiempo para observar cualquier detalle que pudiera parecer fuera de lo normal en una casa. La energía que se sentía en el lugar era calidad, tal lo seria un buen hogar.

"Ella tiene una buena vida aquí." Damian se detuvo frente a una pared llena con portarretratos, todos proyectado pequeños fragmentos felices de la vida de Maps.

Raven se paro al lado del chico para también prestar atención a las fotos, en todas se observaba a la mujer rubia que conocieron ayer y a otra mujer de cabello negro corto, rasgos asiáticos y con una sonrisa brillante.

Algo en particular colgando sobre la pared llamo su atención.

"¿Ese es uno de tus Batarangs?" Raven señaló al arma roja pegada en la pared.

Sabia que era de él. Cada Robin usaba distintos tipos de proyectiles,  y los Damian se diferenciaban por ser totalmente rojos.

"Ella aun lo conserva" Una pequeña sonrisa se dibujo en los labios de Damian. "Se lo regale hace muchos años."

Sentía como Damian era víctima de la nostalgia conforme miraba su antigua arma. Cada vez era mas claro como esa mujer era importante en la vida de Damian.

Una extraña sensación cayo en el fondo de su estomago. Era desagradable. Para su suerte desapareció cuando ella logro percibir una sensación ajena a las emociones del hombre y las de ella misma.

Se concentró en percibir aquello; una energía pequeña y con un rastro débil, que pudo fácilmente reconocer como mágica.

¿Porque habría partículas de magia en la casa de una humana y una meta humana?.

No tenía una respuesta concreta para esa pregunta, pero de lo que Raven estaba segura era que ese rastro débil de magia provenía de un solo lugar.

Raven siguió su instinto y caminó hacia donde esas místicas partículas   la llamaban.

"¿A donde vas?" Damian preguntó al verla andar por su propia cuenta por los pasillos de la casa.

Ella no le contesto y siguió adelante, las pisadas fuertes de Damian tras de ella.

El poder de aquella misteriosa magia crecía conforme ella se  adentraba más por los pasillos.

La decoración japonesa se reflejaba en cada esquina por la cual pasaba, por lo cual, a ella le pareció bastante extraño toparse co  una puerta de madera y de apariencia occidental.

Esa puerta la llamaba y sin dudar más puso su mano en la manilla. Ante esto, de manera inesperada, la sensación de magia se desvaneció por completo a su tacto.

Sin embargo, Raven abrió la puerta. Al final de cuentas, eso la había atraído hasta aquí por alguna razón.

Lo primero que sus ojos vieron al pasar por el umbral de la puerta fue un gran marco con la fotografía de dos mujeres vestidas de blanco que colgaba de la pared sobre la cabecera de una espaciosa cama. 

Esta debía ser la habitación de Maps y su esposa, justamente el lugar que buscaba.

"¿Cómo supiste llegar a esta habitación?"

"¿Instinto?"

Ella ni siquiera podía darle una explicación lógica a la pregunta del moreno.

Ambos se adentraron más al cuarto con estilo europeo, con una cama King size llena de cojines blancos y un bonito tocador victoriano.

Damian comenzaba a quitar la mochila de sus hombros mientras Raven seguía observando el lugar. Afortunadamente, el espacio de la habitación era lo suficientemente grande para que ella realizara su hechizo sin problemas.

Y, hablando de su hechizo, necesitaría algunas cosas antes de iniciar.

Raven se acercó al tocador blanco, abriendo el primer cajón para indagar en su interior.

"¿Qué haces?, no debemos tocar nada, la idea es evitar dejar evidencia de que estuvimos aquí" Damian estaba escandalizado por la falta de profesionalismo de su compañera.

"Relájate, solo necesito una pertenencia personal con la esencia de Maps. Así será mas fácil encontrarla." Raven saco del cajón un broche en forma de flor parecido al que había visto a Maps usar en una de las fotos que vieron. "Lo devolveré a su lugar cuando termine."

"Rastrearas la esencia de Maps, ¿Cómo un sabueso?...TT."

"Si Damian..como un sabueso" Raven negó con su cabeza, era difícil de creer como bromeaba.  "A veces puedes ser tan tonto."

Él simplemente encogió los brazos, acercándose también al tocador para cerciorar que ella no hubiera dejado un desorden.

Como siempre un paranoico perfeccionista.

Raven lo dejo ser, para arrodillarse en un espacio largo en el suelo, frente a ella coloco una foto de Maps que tomo del mismo tocador y el broche de flor.

"La mochila." Ella ordeno, extendiendo su mano hacia Damian.

Damian resopló fastidiado en respuesta pero igual entrego la mochila en sus manos.

Ella comenzó a sacar sus materiales, esparciéndolos a su alrededor en el piso; un libro de magia, velas blancas, velas negras, un enorme frasco con sales, gemas y cuarzos con runas gravados sobre ellos.

"¿Sal?"

"Es un articulo importante para realizar hechizos. ¿No lo sabias?" Raven alzo una ceja ante la confusión en el rostro de Damian al ver el frasco de sal. "Quizás deberías aprender mas sobre como trabaja la magia, gran detective."

Y fue así como el ego del líder fue golpeado, con ella dudando de sus conocimientos.

"Sé lo suficiente." Damian le respondió seguro e irritado.

"¿Ah si?, Entonces dime, ¿Para que sirve esto?" Ella le mostró un pequeño trozo de lo que parecía una vara de madera envuelto con en un lazo rojo.

Como se lo espero, la única contestación que recibió de él fue un gruñido de fastidio. Obviamente desconocía la respuesta, y su orgullo cada vez recibía mas golpes de humillación.

"Es importante."

"En realidad, es un material irrelevante." Ella dijo mientras volvía a meter esa vara a la mochila "Es una simple vara de canela, no tengo idea de como llego hasta aquí."

El ceño en la frente de Damian se hundió. Intolerante a su broma volteo su cuerpo indignado para darle la espalda para pretender distraerse con los cuadros en la pared.

Para ella siempre sería interesante jugar con la paciencia de Damian, pues, a pesar de que él todo el tiempo portaba una faceta seria de si mismo podía llevar a comportarse de una manera muy infantil  cuando era tentado.

Pero el tiempo para las bromas debía terminar, ella necesitaba comenzar a trabajar en aquello por lo cual había venido.

Tomó el frasco de sal para dibujar un pentagrama invertido en el suelo: una estrella de 5 puntas dentro de un gran circulo.  A diferencia de las creencias, el pentagrama no representaba en si al satanismo si no el orden del equilibro real en el planeta tierra. Sus cuatro puntas inferiores reflejaban los cuatro elementos: aire, agua, fuego y tierra mientras la punta superior aludía a un quinto elemento; al ser humano quien rige todo en la canalización energética de la magia.

Las pertenencias de Maps fueron colocadas en la punta del quito elemento. Ella las gemas con los cuarzos fueron distribuidos en las puntas del aire y la tierra.  Colocó tres velas blancas en el lado del fuego y dejo caer unas cuantas gotas de agua de la botella que Damian le había dado en el tren sobre la ultima punta de la estrella dibujada en en el suele que le faltaba.

Una vez que termino, Raven se sentó de piernas cruzadas en el medio de todo, justo frente a la foto y el broche de Maps. Con sus poderes alzo las velas negras hasta colocarlas en orden alrededor del circulo, justo por arriba de la sal.

"Al recitar el hechizo entrare en un trance." Raven hablo fuerte para que él pudiera escucharla.

Damian dejo de fingir su interés por ver la pared para regresar su atención a ella.

Raven chasqueo sus dedos para encender todas las velas con sus poderes. Y en ese tiempo espero pacientemente a que le preguntara algo, pero cuando él nunca lo hizo, ella continuo su explicación.

"Mi aura astral saldrá de mi cuerpo, por un tiempo corto."

"¿Cuanto es un corto tiempo?" Él por fin habló.

"20 minutos."

"¿Que pasa si no regresas en esos 20 minutos?."

"Bueno, eso serian malas noticias para mi."

"Explicate."

Ella quería rodar sus ojos al verlo hablar tan serio con los brazos cruzados parado cerca del tocado con una postura tensa. Como siempre queriendo tener el control de todo.

"Mi alma no puede estar lejos de mi cuerpo por tanto tiempo Damian, Si en treinta minutos aun no regreso deberas tirar las velas negras para despertarme. Pero debes recordar, este circulo se convertirá en un lugar seguro para mi, si entras o intentas tocarme te quemara. "

Damian se quedo quito, mirándola con una mano en su mentón, quizás pensaba en un plan en caso de que alguna contingencia ocurriera. 

En realidad. a ella no le preocupaba, había hecho esto varias veces y, aunque ahora estuviera algo corta de energía estaba segura de que todo saldría bien. Esto era seria como meditar, pero a un nivel de conciencia mas profunda.

Raven dejo que su cuerpo flotara en el aire, aun con sus piernas cruzada. Debajo de sus pies todo se encontraba en el lugar preciso; el circulo, las runas, las velas y las pertenencias de Maps.

"Esta listo."

Ante su señal el chico dejo su lugar para acercase a ella, deteniéndose a una buena distancia de donde el circulo de sal se encontraba pintado.

"Encuéntrala." Él le dijo, pero mas allá de sonar como una orden sonaba como una petición.

"Lo haré, se lo que hago." Raven le sonrió arrogantemente en mera diversión.

"Lo sé."

Damian cruzo de nuevo los brazos, observándola con la promesa de estar listo a reaccionar ante cualquier emergencia.

Raven lo miro unos segundos antes de girar su cabeza hacia donde había colocado la foto de la mujer extraviada. Alzo sus dos manos a nivel de sus hombros haciendo que su libro de magia flotara abierto frente a ella, sus paginas revoloteando hasta parar en el hechizo que ella necesitaría.

Con su voz comenzó a recitar un poema magistral ante las artes oscuras, abriendo una puerta en tres la tierra, el infierno, el cielo y la realidad.

Una luz azul ilumino por completo el circulo y la estrella con las cinco puntas, al mismo tiempo en el cual sus ojos comenzaron a brillar con la intensidad de su magia.

Cuando las llamas de las velas se transformaron en oscuridad el alma de Raven se desprendiera de su cuerpo, abandonando la tierra para alzarse al cielo.

Ella volaba tan ligera como una pluma entre el limbo de la realidad. Percibía la energía astral de cada personas viviendo en este mundo, pero a Raven solo le importaba encontrar una, una que lograra brillar mas allá de la multitud.

Desde su nueva perspectiva observaba como la tierra brillaba de diferentes colores representando la vida de cada individuo de un color único.  Pudo reconocer entre todas las almas de conocidos; amigos, compañeros e incluso las de algunos villanos...almas puras renaciendo e impuras pudriéndose con la maldad.

Entonces, cuando menos se lo espero, una luz lila se distinguió entre todas las demás, un hilo brillando intensamente sobre la faz de la tierra que la llamaba. Estaba segura que esa guía de vida era el alma de la amiga de Damian.

Raven confío en sus instintos de nuevo y siguió ese hilo por el mundo hasta llegar a unas arenosas y desiertas tierras. Tan desoladas que ninguna forma de vida se podía observar en varios kilómetros.

Seria casi imposible que Maps se encontrara en este lugar, aquí solo había arena y nada más. Este desierto era inhabitable.

Pero ese hilo brillando de color lila, y desvaneciéndose entre las doradas masas de arena le decía lo contrario. Maps estaba aquí en algún lugar y se encontraba viva.

Su fe duro poco, pues pronto otra energía apareció en donde el rastro de la guía de vida de la chica se desvanecía por completo.  El hilo lila se había transformando en uno gris perteneciente a una alma sucia, impura, vieja...dañada...y....¿Atrapada?.

Nunca le había pasado algo como esto, ¿Una alma limpia desvaneciéndose para ser sustituida por otra tan impura?.

Curiosa ante la inusual situación, ella bajo su vuelo para acercarse mas a la superficie. Pero, cuando sus pies casi tocaron la arena de aquel desierto, un inesperado flash la golpeó dejándola cegada por unos segundos.

Al regresar su visión se dio cuenta de como ya no se encontraba en aquel desierto, en lugar de la dorada arena, una nube gris con tintes rosados la rodeaba por completo.

Raven intentó alejarse pero su cuerpo estaba inmovilizado, se encontraba atrapada. La nube gris comenzaba a consumirla y ella no podía hacer nada para impedirlo.

¿Porque no se podia mover?.

Ella alzó sus ojos, inventado ver algo mas allá de esa nuble gris que pudiera darle una explicación a su difícil situación. En ese momento, entre la neblina notó como una pequeña silueta se acercaba a ella.

Poco a poco la figura se fue haciendo mas visible, con la cercanía Raven podía sentir un aura negra, débil y vieja.....Era la misma energía que había sustituido el hilo del alma de Maps. 

La neblina se disipo para mostrarle a una persona con ojos desteñidos de lila y una sucia piel color olivo frente a ella.

'¡Ella!'

La mitad demonio gruño con rabia al ver como esa inmunda figura se mofaba de ella con una grotesca sonrisa llena de grandeza.  La neblina y su incapacidad por moverse debían ser obras de ese ser tan inferior.

Raven lucho contra esos impuros poderes deteniéndola, mientras ojos vacíos y sin brillo la observaban con maldad.

El tiempo pasaba y todo terminaría fatal para ella si no regresaba a su cuerpo. Su alma quedaría perdida en el mundo, deambulando como un fantasma chocarrero entre la realidad y el mundo astral.

"No eres tan fuerte como siempre presumes, ¿Verdad Raven?." La figura le hablo con serenidad.

"Te voy a matar."

"Me gustaría verte intentarlo. Pero para eso primero necesita liberarte de mi magia."

Se atrevía a burlarse de ella.

Sentía la ira hirviendo dentro de sus venas. Raven era la hija de la oscuridad, ¿Cómo alguien tan insignificante podía tenerla a su merced?.

De alguna forma u otra se liberaría de este agarre y cuando lo hiciera nada ni nadie la detendría de aniquilar a ese viejo saco de magia.

Entonces, sin precedente alguno, la fuerza sosteniendo su cuerpo desapareció junto a su captor y aquella neblina gris.

Algo la jalaba a la realidad de nuevo.

Raven se despertó fuera de su trance mágico con un grito ahogado mientras a lo lejos escuchaba una grotesca risa burlona resonando como un eco dentro de sus oídos como una burla.

Su shock fue tal que cayo agotada sobre el suelo, recuperando la sensación de su mente y cuerpo.

Su nombre sonaba como un susurro constantemente, como si un pájaro lo estuviera catando pero ella lo ignoro. Esos ojos lilas y vacíos parecían haberse tatuado a su memoria...

Desagradablemente, ella los reconocía muy bien. Sabia perfectamente a quien permanecían.

Queria vomitar.

"¡Raven!."

Su nombre sonaba más fuerte, ella giro la cabeza a su lado derecho donde Damian estaba agachado sobre ella con una clara preocupación en sus facciones.

Estando él tan cerca de ella solo significaba una cosa; había interrumpido su trance astral y la oscuridad en la cual fue recibida, mas las velas tiradas en el suelo solo le reafirmaba su postura.

"¿Estas bien?" Él le pregunto al ayudarla a sentarse, dejando sus manos sobre sus hombros. "Pasaron 40 minutos Raven. ¿Porque tardaste tanto tiempo?."

¿Cuarenta minutos?...

Ese insignificante ser la atrapó por bastante tiempo, pero, ¿Como?.

Después tendría tiempo de encontrar sus respuestas, ahora debía agradecer a Damian por su intervención, ella regreso a su cuerpo justo a tiempo.

"Tire las velas con un cojín cuando todo comenzó a volar a tu alrededor, ¿Cometí algún error?..¿Estas bien.?" Damian volvió a preguntarle, esta vez con mas en exigencia pues ella seguía sin responderle.

Él estaba furioso pero al mismo tiempo preocupado de haber cometido un error.

Raven podía sentir el agarre de sus hombros cada vez mas fuerte, como si él estuviera listo para sacudirla y sacarle una respuesta de una vez.

Pero ella no podía contestarle, estaba lejos de estar bien...

Falló en su misión, al final no cumplió su promesa de encontrar a la amiga de Damian. Lo único que tenia era un mal sabor de boca y una pista para continuar con la búsqueda.

"Juro por todo el universo mujer...si no me contestas traeré al mismo Constantine para que te haga hablar en este preciso segundo."

"No."

La amenaza fue suficiente para que ella pudiera recuperarse de su estupor. Parpadeo un poco para verlo suspirar y relajar el agarre en sus hombros.

"¿Estas bien?"

"Si" Raven contesto evadiendo la mirada del moreno para ver por primera vez el caos de la habitación. Todos los muebles estaban patas arribas...seguramente sus poderes se manifestaron en el exterior ante su desesperación por regresar su alma a su cuerpo.

"¿Que ocurrió?"

"No encontré a Maps."

"Ella esta...?" Damian la interrumpió pero fue incapaz de terminar su pregunta.

Lo entendía, él temía saber si su amiga había dejado de existir en esta vida.

"No, ella esta viva. La linea de su alma sigue dibujada sobre la faz de esta tierra pero...pero desaparece en algún punto del mapa"

"¿En donde?"

"No estoy segura Damian...parecía un desierto, pero podría ser de cualquier parte del mundo. "

"Esta bien, Tenemos una pista. Es lo importante."

Damian la ayudó a ponerse en sus pies, y después se agachó a guardar sus cosas de nuevo en la mochila. Parecía un poco decepcionado pero al mismo tiempo su determinación por encontrar a su amiga se negaba a desaparecer.

Ella aun estaba muy aturdida por como su búsqueda había terminado.

Damian se iba a llevar una muy amarga sorpresa cuando le comentara que ella no solo encontró una pista del lugar donde podía estar Maps si no que también tenia el nombre del posible culpable de todo este lió.

"Eso no es todo Damian...creo saber quien puede estar detrás de todo esto."

Damian dejo su tarea para voltearla a ver, esa determinación en sus ojos mas presentes que nunca.

"¿Quién?"

"Djinn."





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Nota:

Como siempre, les traigo un capitulo mas sin editar. ¿oops?

Les dejo una mini introducción de algunos personajes que puedan desconocer. Si tienen duda de alguien mas pueden preguntarme.


Maps Mizoguchi: Es un personaje de Gotham Academy, por ende es una estudiante de dicha escuela. Muy entusiasta, alegre y curiosa. Una niña que siempre esta en la búsqueda de una aventura. Es muy persistente y siempre esta apoyando a sus amigos con su actitud positiva, forma en la cual se gano la confianza y el aprecio de Damian Wayne. Maps es esa persona que sabe como acercarse a los demás y hacerlos hablar.

Como ama las aventuras, ella creo junto a varios de sus amigos el club del detective en la academia de Gotham. Su principal compañera en sus aventuras es Olive Silverlock.


Olive Silverlock:   Inteligente, testaruda e ingeniosa. También es un personaje principal del Cómic de Gotham Academy. Olive, a diferencia de maps, es una persona mas reservada. Su madre fue una supervillana y atiende la academia de gotham gracias a una beca de Bruce Wayne. Dato curioso; fue novia del hermano mayor de Maps.

Obviamente ambas ya son  adultas en la historia
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Damian una vez entro a la academia como 'infiltrado'....asi fue como conoció a Maps.

Es gracioso porque hay algunos fics de Damian y Maps por la Web. En cierta forma lo entiendo, porque Maps hizo que Damian bajara sus defensas y se comportara como una clase de amigo con ella?..

Pero en todo el cómic Maps se la pasa pegada a Olive y hay varias imágenes bonitas de ellas. por eso las shippeo :D

JUUJJUJUJU


BTW...Este capitulo entra en el #Especial300. Las peticiones podrán tardar mas de lo que esperaba. he estado muy ocupada...sorry

El proximo capitulo vendra pronto con el regreso de varios personajes :D

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