Capítulo 4 -Final-
— Debo volver HyeJoon —forcejee con el idiota que me llevaba sobre su hombro, me negaba en dejar la casona, yo quería buscar a Tae y saber que se encontraba bien.
Ver el fuego en el lugar me atormentaba, lo he perdido todo en mi vida, papá, mamá y cuando creí que nada más me importaba sentí como me quitaban a Tae.
— Escucha Violet, si nos quedáramos ahí podía ser peligroso, y Kim nos mataría si algo te pasaba.
Dijo con su voz calma, también tiene miedo por Hoseok, su hermano y Yoongi su novio. Puedo sentirlo en su voz.
HyeJoon llegó a casa días después que llegué yo, se volvió mi amiga y Tae le dió trabajo como cocinera, pero se que solo lo hizo para tenerla conmigo.
Ella es hermana del jefe de seguridad, sus padres murieron cuando ella era muy pequeña, al llegar a la casona conoció a Min y se enamoraron. Lo bueno es que Yoon y Hobi son buenos amigos y él nunca se interpuso en la relación.
Tae la envió a estudiar, le tiene gran aprecio aunque no lo demuestre, y hace poco se graduó con honores, estábamos preparando su boda y ahora siento el miedo en su voz de perder a su hermano y a su novio en aquel ataque.
Ella fue quien tomó de mi mano y salimos corriendo del lugar, nos encerramos en la cúpula hasta que Namjoon llegó.
— Ya llegamos —dijo el idiota y me dejó en el piso.
Débilmente con mis manos empuñadas y sofocada por mi hiperventilación comencé a golpear el pecho del imbécil de Nam.
— Te juro que si le pasa algo te mataré con mis propias manos.
El otro Kim desvió su mirada de la mía, mis mejillas se humedecieron y el simplemente sostuvo mi cabeza contra su pecho, consolandome.
— ¿Qué haré sin él?
— Él llegará, damita —dijo en un susurro.
Y no sé si se refiere a Tae o a su hermano Jin.
Ellos eran amigos desde pequeños, Nam y Jin sentían la necesidad de siempre cuidar de Tae debido a la vida que su padre le daba, lo mismo sucedió con Jungkook cuando llegó a casa, todos se cuidaron como buenos hermanos, y eso me da a entender que mi Kim no es mal muchacho.
El llanto se desprende de mi garganta, debí decirle lo que siento, lo que provoca en mi, en su lugar fui una idiota que solo le reprocha y alega estar a su lado cuando en realidad, lo que más disfruto es estar con su persona.
— ¡¿Qué haré sin él?! —esta vez sonó más como un reclamo que una pregunta.
Escuchó la puerta abrirse de golpe y unos pasos desesperados por todo el salón donde estábamos.
— ¡Violet! —grita llamando mi atención, me quedo muda y lo miró con atención.
Su ropa está ensangrentada, no sé si es de él, tiene una herida en su mejilla y siento que me duele, lo mismo con su labio inferior. Camina en mi dirección y el otro Kim se aparta de mí.
Sostiene mis mejillas mirando mi rostro y puedo sentir como su respirar se hace más tranquilo.
— Dime qué no te paso nada —niego con lentitud y mi corazón se alivia, cierro mis ojos y las lágrimas vuelven a salir— entonces ¿por qué lloras?
— No estoy llorando —niego y solo quiero que me abracé.
— ¿A no? —pregunta en una sonrisa— acaso me extrañabas.
— Por favor abrázame —le ruego y su sonrisa se desvanece no creyendo en mis palabras— no me dejaron quedarme para buscarte, Tae, yo quería…
— Ya, ya —me encierra en su pecho, su aroma me calma y los latidos de su corazón están acelerados— Yo también tuve miedo a perderte —susurró— además, ellos solo seguían mis indicaciones, si algo malo te pasaba sería capaz de matarlos yo mismo.
— Cuidaron bien de mi, claro, Namjoon debió sostenerme sobre su hombro porque no quería venir.
— ¿Qué hizo que? —se alejó de mí cuerpo— ¿Te toco? —yo sonreí— ese infeliz, me las va a pagar, nadie toca lo que es mío.
— ¿Yo soy tuya? —pregunté y él me miró, sus mejillas se tornaron rosas y fue lo más tierno que he visto de su persona, me enamore de Tae.
— Es solo que… —me puse en puntillas y bese su mejilla
— No puedo creer que el hombre más temido de todo Corea esté avergonzado, eres como los cachorros que amaestre, Taehyung, hechos para matar pero conmigo.
Se lanzó directo a mi boca silenciando mis palabras, es realmente tierna y hermosa esta situación, la mejor manera de decirnos lo que sentimos por el otro.
Sus labios son suaves y perfectos, sus labios se vuelven fuego y me queman todo mi interior y cada parte que tocan.
°•°•°
Los días pasaron y nos mudamos a otra mansión, claro que la que teníamos estaba destrozada y para no alzar sospechas Tae decidió demoler todo y comenzar de nuevo, llegamos a una casona en medio del bosque, algo más tranquilo y con más naturaleza; al entrar Tae me dijo que me tenía una sorpresa y que teníamos que entrar juntos, en ese momento Namjoon llamó a Tae y se lo llevó directo a la oficina de la casa.
-La sorpresa te espera en la sala, yo iré más tarde contigo, si?
-Si está bien -dio un beso en mi mejilla y se marchó-
Realmente no sé qué sea está vez, quería que estuviera él conmigo, pero ahora más que nunca estaba ocupado, Jungkook todavía sigue en el hospital, después de ese encuentro con su padre arrastrado por Tae, él pudo liberarse por completo de los Jeon; solo esperamos su pronta recuperación.
Entré poco a poco en la sala y no encontré nada extraño, solo ví una cabeza que sobresalía del sofá y estaba de espaldas.
Me fui acercando poco a poco hasta llegar al frente y no lo podía creer.
-Mamá?!..., -dije entre lágrimas-
-Mi niña, ven aquí -extiende sus brazos-
Simplemente corrí a abrazarla, al parecer su brazo todavía traía un yeso, pero lo más importante era que ella estaba viva, y no me importaba nada más.
-No sabes cuánto te he echado de menos, te extraño mucho.
-El señor Kim ha sido muy bueno conmigo, y al parecer contigo también, él me contó todo lo que pasó, el hombre que tenía como novio era un chantajista, el día del accidente huyó como el cobarde que es dejándome sola; quiso matarme en ese momento y me dijo que iría por ti para obtener el dinero de tu padre.
-¿Entonces no te lastimo Tae?
-No, el señor Kim me rescató, y me ayudó a esconderme porque sabía que regresaría, le dije a Tae que te tenía que traer conmigo porque te deje sola.
Al principio no me creyó que tenía una hija, después de ir a mi departamento y regresar ordenó que te tenían que encontrar, días después me dijo que ya estabas con él, pero que se había enamorado de ti.
-Espera -me separé de su abrazo- tú sabías que Tae me tenía en su casa?
-Si, él siempre me contó todo lo que hacías en ese lugar, desde que llegaste ya casi nadie tenía respeto por él y te obedecían más a ti.
-No, él los trataba demasiado feo y todos le tenían miedo, yo solo les di algo de confianza.
-Todos los que trabajan con él saben cómo es, solo que deben mostrar respeto, claro que no lo habían visto dominado por una mujer y eso fue lo que les tomó más confianza.
Vaya relajo que se armaron solo para demostrarme que me quería, pero eso no quita que me tuvo en su poder por mucho tiempo siendo chantajeada usando a mi madre.
-Por fin están juntas, se ven muy lindas.
Tae entró a la sala seguido por Namjoon y Hoseok, estos traían varios sacos dejándolos en el piso.
-Violet esto de aquí es tuyo, es el dinero de tu padre; mis hombres lo encontraron en la casa antigua, vaya que el señor Yang sabía cómo esconder sus pertenencias.
-Espera cómo es que conoces a mi padre?
-Era amigo de mi padre, un par de ocasiones lo llegué a conocer, era una persona muy amorosa con su familia.
Me levanté hacia él y lo tomé de la mano.
-Gracias por todo.
-No tienes que agradecer, y además falta una sorpresa más.
Vendo mis ojos y me llevo de la mano hasta junto al jardín pues se escuchaban los árboles y los pajaritos del lugar.
-Bueno aquí estamos bien,
Quitó la venda y ahí estaba mi lugar favorito, otra vez había recreado el espacio lleno de libros y un lugar cómodo para pasarla muy bien, está vez si eran naturales las flores que lo adornaban y los pajarillos que se asomaban.
-Gracias Tae, desde aquel día quería decirte que el regalo me había encantado, pero no pude hacerlo.
-Eso ya quedó en el pasado, desde hoy eres mi regalo más preciado y nadie nos separará.
-Espera no todo quedó en el pasado, me estuviste chantajeando desde el principio, y eso no se olvida.
-Perdón, era para protegerte, pero aún así ya nadie me tiene respeto.
-Claro que si, todos son tus amigos, no te lo dicen pero cada que hablaba con cada uno ellos me decían que eres muy lindo con todos.
-No, yo no quiero ser lindo con todos, solo contigo.
Necesito recuperar mi respeto.
-Yo me encargaré de eso, diré que solo actúen cuando te vean.
-Cómo es que llegue a este punto dónde nadie me respeta y Violet tiene todo mi cariño?
-Realmente eres el mejor, desde que te conocí me causaste demasiado miedo, pero quién diría que el hombre más temido de Corea sería un osito de chocolate que daría ganas de comer.
Fin.
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