Estaba demasiado confundida, Hyunjin me tomo entre brazos y bajamos a la planta baja, según él me había dormido pero no fue así, el pánico se apoderaba de mí al ver enfrente de mi el mismísima diablo en persona, no tenía otra opción más que tratar de salir de ese lugar, entre cerré los ojos y enfrente de la entrada estaba un auto de lujo con dos guardias, eso me daba ventaja para salir corriendo a dónde fuera y tratar de escapar de ellos, ellos no tenían la opción de matarme o al menos eso creo, no les conviene despertar los vecinos de los demás departamentos y fijarse que enfrente de sus narices está el criminal más peligroso de Corea, lo que si se es que una vez dentro del auto puede ser mi fin.

Cuando bajamos a el último peldaño era la hora y empecé a patalear tanto que Hyunjin se sorprendió dejándome caer sobre el pavimento, claro que mi trasero dolió pero no hay excusas ahora mismo así que me levanté y empecé a correr mientras Tae apenas y volteaba a ver.

-Pero qué has hecho, eres un inútil, vayan a atraparla!

-Perdón señor no yo pensé que estaba inconsciente, no me fijé.

-Calla y ve por ella, todos son unos inútiles.

-Señor se adentro a la discoteca de la otra cuadra, será muy peligroso si usted viene con nosotros.

-Si lo sé, vayan ustedes y le diré a Jungkook que los recoja más tarde, quedará como opción que la traigan con ustedes.

-Sí señor, será mejor que regrese a la mansión.

-Violet porque me complicas mucho más la vida.

...

Llegué a un lugar donde no di ni siquiera señas de ser la rara, pues aquí al parecer era una fiesta temática, muchos estaban usando desde bikinis hasta mamelucos; me fui adentrando entre la gente y volteando para que nadie me encontrara.

Llegué hasta la puerta de la salida trasera, tome la manija y salí hacia un callejón, sin darme cuenta y volteando para ver qué no me siguieran, mi  pie se atoro y topese saliendo volando hasta los botes de basura, al parecer mi lugar de caídas siempre será la basura.

-¡Ah!, mis rodillas quedarán marcadas.

-Perdón princesa, pero eso te pasa por no ver por donde caminas, mi pie no tuvo la culpa de nada.

Por las prisas me levanté de golpe y quería seguir corriendo pero este me tomó del brazo impidiendo que me escapara

-Violet? ¿Qué estás haciendo?

Voltee al escuchar mi nombre y era un amigo conocido de la universidad.

-Han eres tú, que haces por aquí

-Eso es lo que yo me pregunto, desde hace días que no llegas a la universidad, todos están preocupados por ti, los profesores pensaron que regresaste a América y los alumnos pensamos lo peor.

-Perdón pero ya no puedo regresar, ahora mismo me tengo que ir.

-Te ves muy asustada, de que estás huyendo, si puedo ayudarte te ayudaré no lo dudes.

-Me tengo que ir, no quiero involucrar te en esto, no lo mereces.

-Esta bien no tienes que decirme si no quieres, pero ahora no puedes andar sola en las calles en medio de la noche.

En ese momento la puerta trasera se abrió de golpe y Hyunjin se asomo, Han me tomó de la cintura volteando hacia la oscuridad dándome un beso, sin voltear a vernos simplemente siguió su camino hacia la derecha perdiéndose en la oscuridad.

-No se que tan grave es tu situación pero creeme yo te ayudaré.

-A estás alturas no puedo creer en nadie.

-Tu me conoces, y yo no te dejaría sola en medio de la nada toda la noche; vamos a mi casa, descansa y mañana a primera hora si quieres te puedes ir.

-Realmente no quiero meterte en problemas, me siento muy estresada.

-Lo se y se nota mucho, vamos descansas, te doy una taza de té para que te relajes y después si quieres te puedes ir, está bien?

-Está bien Han, muchas gracias.

Tome la palabra de él, realmente si le creo pues lo conozco desde la prepa y no creo que también esté involucrado con ese Taehyung, pero como dicen caras vemos mañas no sabemos, si veo algo raro me largo de ese lugar y estará claro que no confiaré en nadie.

Llegamos a su casa y me senté en el sofá, Han fue a la cocina a preparar un té y después de dármelo tomó una manta y me la tapo en la espalda.

-No se en que realmente te has involucrado, y si no quieres decirme está bien; pero quiero que te relajes aunque sea por estas horas o hasta que el sol salga, después si quieres te puedo ayudar para escapar de lo que sea.

-Quiero salir del país, volver a mi hogar en Latinoamérica, solo quiero eso.

-Y tienes el dinero para eso?

-En la antigua casa de mis padres hay un lugar específico, mi padre me dijo que ese lugar era secreto hasta para mamá y que recogiera eso en caso de emergencia o si necesitaba salir del país; tengo que ir ahí.

Era cierto, no recordaba eso hasta ahorita, mi padre me dejó todos sus ahorros como si él supiera que en un futuro lo necesitaría, realmente no sé cuál fue su intención, pero ni mi madre sabía de esto; solo él y yo, con eso tengo que salir de aquí sin pensarlo mucho.

-Tu antigua casa está a las afueras de la ciudad, realmente quieres ir hasta ahí?

-Si, estoy segura que una vez teniendo eso me iré directo al aeropuerto.

-Bueno, si ese es tu deseo entonces te ayudaré.

La noche transcurría y mis ojos no querían ni parpadear, Han me ayudará, hasta ahorita no veo sospechas de él, supongo que puedo confiar en él.

Iban a dar las 5 de la mañana y decidí tomar una ducha en vez de dormir, mi pijama estaba algo holgada así que doble mi pantalón a medio pie, saque mi camisa quedándome con una camiseta que traía abajo, ate mi cabello en una cola de caballo y en ese momento Han me lanzó una sudadera de él.

-¿Estás lista tan temprano?

-No tengo que esperar más, ellos no se fijan en la hora.

-Bueno tienes razón, vamos yo te llevaré, será más rápido ir en la moto.

La verdad dudaba de su ayuda, pero si veo algo raro no dudaré en cuestionar, o al menos decirle cuál es su intención.

Salimos de la casa y comenzamos el camino hacia mi destino, solo espero que nadie haya rentado la casa, o al menos esté cerrado el lugar donde me dijo mi padre.

Llegamos al lugar después de cruzar la ciudad y no levantar sospechas de que alguien nos siguiera hasta aquí; al parecer la casa estaba sin habitantes, tenía que actuar ahora mismo mientras el sol empieza a salir dando esa brisa muy fría en todo el cuerpo y pasto del jardín.

Me adentre a la casa, buscando el lugar del paquete mientras Han me dijo que rodearía la casa para asegurarse de que nadie estuviera rondando por la casa.

Llegué al sitio y empecé a quitar las maderas que lo separaban de la visibilidad de todos.

Al sacar el saco del sitio me encuentro varios paquetes de dinero y entre ellos unos documentos amarrados con un listón morado, los tome y me adentre a leer cada uno.

Estos documentos son míos, una nueva identidad, un nuevo pasaporte y una documentación donde solo tengo el apellido de mi padre, el de mi madre no existe, pero... ¿Por qué tengo está identidad falsa?. Cómo es que mi padre sabía todo esto?, será que está involucrado de alguna manera con Taehyung?. Esto me estaba dando vueltas la cabeza cuando escuché el portazo de la entrada.

Baje rápidamente hasta ese sitio y me doy cuenta que Han y otra persona de espaldas está junto a él.

-Han, ¿qué haces?, me dijiste que vigilarias la entrada.

-Y lo hice, mira quién me encontré por detrás

-Hola Violet, mi niña -se acerca junto a ella- pensé que te había perdido.

-¿Y usted qué hace en este lugar?

Mi padrastro estaba abrazándome como si realmente se hubiese preocupado demasiado por mi.

-Sabía que tus padres tenían está casa, así que no dudé  en venir para acá, sabía que llegarías a este sitio y por eso mismo decidí quedarme por estos rumbos.

-No tenía por qué preocuparse, igual pensé que lo habían matado, es un alivio saber que está bien.

-Esperame en este sitio, tengo que ir por algunas cosas, después de esto tenemos que conseguir dinero y por fin salir de esta deuda con el señor Kim.

No quiero confiar demasiado en ese señor, pero solo me queda a él, con nadie más quiero confiar y espero no haberme equivocado.

Después de un rato, me estaba despidiendo de Han y dándole las gracias por haberme llevado a final de cuentas sí me ayudó y no hizo nada malo.

Un portazo sonó junto a la cocina y de repente muchos guardias llegaron rodeando la casa y por la puerta principal entró Taehyung, así es mi vida está jodida ahora sí, no tengo escapatoria esto se fue al carajo, al hacer contacto visual con él me quedé paralizada.

Cómo puedo moverme si con solo mirar esos ojos me quedaba estática, nada de esto habría pasado si hubiese salido rápidamente, pero no fue así.

-Gracias realmente te luciste camarada.

Detrás de él venía mi padrastro y a un lado Jungkook.

Me quedé sorprendida, Han no me traicionó, sino mi propio padrastro; después de todo realmente si era una trampa el venir a este sitio.

-Hija no me mires de esa forma, solo harás lo que el señor Kim diga, está bien?, te prometo que estarás muy bien.

-Ya deja de decir tonterías que no te quedan para nada -añadió Jungkook-

-perdón señor, pero ahora sí mi amada estará salvada verdad?, ella está muy bien.

Esperen que?...

Cómo que ella estará bien?, está hablando de mi mamá?

-Mi madre está viva? -dije sin más-

-Así es princesa tu mami está en mi casa, ella no está muerta y estaría mucho mejor si dejas de escapar de mí.

-¿de verdad está viva?

Una lágrima salió de mi ojo derecho sabiendo que tal vez mi madre estaba viva pero Taehyung la tenía retenida, muchas emociones no me dieron chance de voltear a ver, y Jungkook me tomó por detrás tapando mi boca y nariz haciéndome dormir por completo molesto.

...

Corría como si no hubiera un mañana, mis pies descalzos traían ampollas por tanto caminar, mis manos y cara tenían frío, la neblina no me dejaba ver con claridad, simplemente sigo corriendo, mi madre me espera y tengo que saber cómo se encuentra.

Mi respiración era entre cortante y un poco agitada, esos ojos que me aparecían de repente me daban mucho miedo provocando estremecer mi cuerpo completo, una voz me gritaba a lo lejos, era la voz de mi madre que me decía que siguiera y que nunca  volteara hacia atrás.

Desperté de golpe sabiendo que era un sueño, mi cuerpo estaba cubierto de sudor por lo que había soñado, pero la realidad es otra; me encontraba en un cuarto demasiado oscuro y de frente al mismísimo Taehyung, por fin me tiene en su poder.

Pero ese no es el punto, lo que realmente quiero saber es si de verdad mi madre está viva.

-¿Te comió la lengua el ratón?

-¿Dónde está mi mamá?

-Ella estará bien si tu me obedeces en todo lo que diga

En ese momento Jungkook entró de golpe a la habitación.

-Ya déjate de cursilerías y ve a atender a nuestro amigo.

-Para la otra quiero que toques la maldita puerta antes de entrar, está claro Jungkook?

-Si esta bien como tú lo ordenes, pero deja esa niña y ven que te necesito.

-Volveré en unos minutos, descansa y no quiero que intentes huir, sino tu madre sufrirá las consecuencias.

Eso fue lo último que me dijo y salió del cuarto, Taehyung tiene en su poder a mi madre y ahora a mi, todo depende de mí si ella sigue como vida; realmente no quiero creerle pero, los doctores de la funerario nunca me confirmaron que ese cuerpo era de mi madre ya que se hizo cenizas cuando el carro explotó por completo.

Pasaron los minutos, me estaba volviendo ansiosa, comencé a caminar de aquí para allá, nerviosa, planeando cómo salir de este lugar, se me ocurre mirar por la ventana y veo un campo abierto, en los que hombres caminan de aquí para allá vigilantes a qué algo o alguien extraño pasara. Y ahí me quedé, mirando el infinito del cielo, imaginando las terribles cosas que viviría junto a este maleante, pasando por mi cabeza los peores escenarios.

La puerta se abre de par en par, Taehyung ingresa ensangrentado y mi corazón se detiene de pronto, no sé si es porque finalmente estaré libre o el temor a que alguien más se apodere de mi persona, aún así, no dejo de sentir empatía, pena y, preocupación.

Se deja caer al sofá y cierra sus ojos, su mano tiene un corte, lo puedo notar, y mi cuerpo involuntariamente corre hasta el baño y humedece una toalla con agua tibia.

Solo espero que esté durmiendo.

Me arrodillo en el piso y toco levemente su mano para ver si se movía, creo que cayó rendido en un sueño porque no veo reacción de él.

Entonces comienzo a limpiar sutilmente hasta que la mano queda completamente limpia y solo se ve un pequeño corte, sople para que la sangre coagule más rápido y deje de sangrar, lo bueno es que resultó, ya no sangra.

— Ahora mi rostro —pidió aún con los ojos cerrados— por favor —murmuró lo último.

Sus palabras choquearon, nunca pensé que un hombre como él fuera a pedir cosas con las palabras mágicas.

Entonces fui al baño tome otra toalla del estante y la moje, al llegar hasta él me arrodille está vez sobre el sofá, y comencé a limpiar su rostro de las manchas que había ahí, también por su cuello y parte de su pecho descubierto.

— Cuando era niño odiaba la vida que papá tenía, hacer préstamos y luego cobrar los intereses, sentía que era muy aprovechado, pero al crecer, cuando quise cambiar las cosas, las personas intentaron aprovecharse de mí, siempre pensaron en sus intereses y no en los míos, fue ahí que tuve que volverme el malo.

— No todos son iguales.

— Y yo no soy un monstruo con todos, solo con los que lo merecen —levantó su cabeza mirándome— si quieres ver a tu madre quédate conmigo.

— Eso es un chantaje.

— Yo le salve la vida, lo aleje de ese idiota que puso en peligro su vida, si no fuera por él ni tu ni ella estarían en ese aprieto.

Observe con atención sus ojos, estos se veían tristes, como si suplicara que aceptará, algo se estaba removiendo en mi, no parece ser tan malo, ahora, me cuestiono el haber arrancado de él.

— Solo dos semanas, si en dos semanas no te hago sentir segura aquí, puedes irte con ella, yo mismo les pagaré un viaje al lugar que escojan.

— Quiero prueba que ella está viva —sonrió de lado

Tomó su teléfono y me mostró unas imágenes de ella en un hospital, dormía, y tenía suero conectado, un yeso en su brazo derecho, pero al menos se veía bien.

— Mamá —susurre, tome el teléfono y agrande la imagen para verla mejor, no había dudas, si era ella— Acepto

— Bien —se levantó de golpe del sofá y se quitó la camiseta.

— ¿Qué haces?

— Este es mi cuarto, y me daré una ducha —comenzó a quitarse el pantalón, por intuición mire en otra dirección. Y escuché su carcajada.

— ¿Dónde se supone que voy a dormir?

— Ah! Cierto, no me dió tiempo de preparar un cuarto, así que dormirás aquí.

— ¡Que!

— me iré a la ducha, ni se te ocurra correr, hay guardias en la puerta, y en toda la casona.

Cerró la puerta del baño y escuché el agua correr, por un momento una sensación extraña se adueñó de mi cuerpo y sentí cosquillas en mi estómago y luego en cada extremidad de mi cuerpo.