Capítulo 1
Todo estaba lleno de tinieblas que ni mis propias manos veía de frente, hacía mucho frío y ni siquiera traía zapatos, no sé dónde estoy no recuerdo nada, solo recuerdo esas manos y esos ojos dominantes desnudandome con la mirada; eso me da escalofríos mi piel se torna un poco sudorosa a pesar del frío, es muy extraño cuando pienso en eso.
De pronto una respiración junto a mi empecé a escuchar, dos manos enormes me tomaron la cintura por detrás y una voz me hizo estremecer.
- Por fin te tengo en mi poder
La piel se me erizo, fue entonces cuando supe de quién se trataba, llevaba días escapando de él pero como siempre mi padrastro tenía que intervenir y terminó entregando me en la boca del lobo, más bien del psicópata, un hombre que no tiene piedad con nadie ni por nadie, un hombre que le temo con todo mi ser solo con verlo a los ojos; tanto es así que mis pies quedaron estáticos y no pude ni mover un solo dedo, este me volteo quedando de frente y ahí estaban esos ojos color miel y muy penetrantes, en esa mirada podía ver todo mi terror acumulado, quería gritar salir corriendo, estár frente al mismísimo Kim Taehyung para mí el demonio en persona; mi miedo hacia él es tanto que en este momento siento que estoy frente al infierno.
- ¿Que... quieres de mi?
- Quiero todo de ti
En ese momento entró una persona más dejando ver aún más todo mi alrededor.
- Tae ya dejate de romances, que crees que dirán nuestros socios cuando te vean de esta manera.
- Jungkook, toca antes de entrar, y sí ya sé que tenemos trabajo pendiente, ahora voy.
Tiempo atrás...
Mi padre murió, hace algunos meses y al parecer mi madre no le importo, de inmediato consiguió alguien más pero estoy segura de que nunca tomara el puesto de mi padre; estos dos señores últimamente andan muy extraños, por mi parte prefiero no meterme en sus asuntos y seguir con mi empleo de medio tiempo mientras estudio lo que yo quiero, después de esto me iré a vivir otro lado alejarme de ellos y ser independiente, no obstante últimamente los veo pelear, mi madre a entrado varias veces a mi habitación en busca de dinero, pero ella no sabe que yo siempre cargo con el, nunca dejaría que se gasten todo que he estado ahorrando cuando ellos solo se la pasan apostando y pidiendo con quién sabe quién; como ya lo avía dicho prefiero irme de Corea, volver a mi hogar en Latinoamérica, ya que mi padre es de aya y yo tengo todos los rangos de él, mientras que mi madre es coreana y la mayor parte de mi vida he estado viviendo aquí lo cual no está nada mal, pero igual no me agrada nada de esto.
- ¿Dónde has estado todo este tiempo?
- En mi trabajo, aparte tengo exámenes y necesito estudiar mamá.
- Para qué quieres estudiar, si fuera tu me quedaría en el trabajo de tiempo completo y seguir con esta vida.
- Ya te dije que yo quiero terminar mis estudios.
- Si, si lo que tú digas; está noche iré con mi pareja a arreglar un asunto con un tonto.
-¿Qué asunto?
- Hija no preguntes es problema mío y de mi novio, solo te diré una cosa, no confíes en nadie nunca, y si me llega a pasar algo sal de inmediato del país, entendido?
- ¿Por qué me dices estas cosas mamá ni que fueras un delincuente.
- Tú sabes que te quiero mucho, eres mi única hija creada con el amor de mi vida, por eso mismo recuerda lo que te digo.
Esas palabras de mi madre me dejaron sorprendida, hace tiempo que ella ni siquiera me da un abrazo y hoy para empezar me está dirigiendo la palabra, no entiendo en qué se han metido pero al parecer no es nada bueno.
Subí a mi habitación pensando que al día siguiente agarraría doble turno para poder comprar algunos libros, pero no fue así; yo inocente de la vida jamás me imaginé escuchar lo que en esa misma madrugada me estaban diciendo por celular.
"Su madre acaba de fallecer...", esas palabras que odiaba con todo mi ser desde que las escuché con mi padre, esas mismas palabras que retumbaban en mis oídos y que nunca me pude sacar de la mente, estaban de regreso y ahora con mi madre. Tome mi abrigo y salí rumbo a la morgue, los médicos dijeron que fue un accidente, que el coche de mi padrastro chocó contra el puente y mi madre al no tener el cinturón de seguridad salió disparada, lo más raro fue que solo iba ella en el auto, y claramente ella me dijo que saldría con su pareja, nada coincide con lo que me dicen aquí, pero yo que puedo hacer en este caso, no tengo dinero ni pruebas para exigir justicia por mi madre; todo esto me tenía mal, pero cuando llegue a casa me encontré con algo peor.
- Tú qué haces aquí?
- Perdon niña, pero tienes que ayudarme si no nos matarán, el señor Kim quiere su dinero pero tu madre y yo no lo conseguimos y por él ha ocurrido el accidente, tienes que ayudarme.
- ¿Qué?, estás loco yo no tengo nada que ver contigo, y mucho menos se que es lo que se traen con ese hombre.
La puerta se abrió de repente dejando ver a un hombre realmente enojado, su porte era demaciado intimidante con camisa y pantalón negro y un arsenal portando dos pistolas a los costados su mirada daba temor, simplemente cerré los ojos y no dije nada.
- Por fin te encuentro Min, dónde está mi dinero lo quiero todo ahora!.
- Señor perdóneme, se lo juro que mi novia lo tenía pero por el accidente se perdió.
- Odio cuando los insectos como tú dicen mentiras enfrente de mi.
- No es mentira de verdad...
Mi padrastro empezó a dar pasos hacia atrás, y de repente entró otro hombre más.
- Oye, Tae te tardas demasiado, solo apunta a la cabeza y ya.
- Jungkook guarda silencio y déjame terminar.
- Está bien, pero... Espera, ¿Quién es esa belleza?
- No lo sé, oye niña..., ¿tú quién eres?
Abrí los ojos por completo y ahí estaban ellos dos, dos hombres que realmente daban miedo con el porte que tenían, el pelinegro traía tatuada toda la mano y en la cara algunos piercings; de repente uno de ellos me tomó del brazo y me puso de pie, sus manos eran enormes y muy finas, sus ojos color miel eran demasiado intimidantes haciendo que mi cuerpo se paralizara, pero en ese momento mi padrastro hablo.
- Por favor señor Kim no le haga daño ella es hija de mi novia, ahora es mi hija ya que acaba de fallecer su madre.
- Tae mata a ese bastardo y yo me quedo con ella.
- No
- Por favor no seas aguafiestas ella no tiene nada que ver.
Los dos chicos empezaron a discutir como niños pequeños, y eso me dió una luz verde para poder soltarme de su agarre y correr lo más que pude, detrás venía mi padrastro y más atrás venían ellos y algunos guardias más; no se para donde voy, yo solo quiero perderlos de vista y que me dejen en paz, un disparo se escuchó a media cuadra pero no quise regresar, al contrario corrí mucho más para perderlos.
Llegué a un callejón sin salida, pero al parecer nadie me seguía los perdí de vista a ellos y a mi padrastro, no se dónde se quedó o si lo han agarrado pero eso ya no importa, mi corazón late demasiado fuerte y un escalofríos recorrió todo mi cuerpo, tome asiento en un balde de basura y fue ahí donde me di cuenta de lo que me había dicho mi madre, todas sus palabras eran ciertas, ahora no tengo hogar, no tengo refugio y mucho menos alguien que me quiera, no puedo salir de la ciudad solamente ya que estos hombres son de mafias enormes y tienen controlado prácticamente todo el país, mi madre tenía razón tengo que salir del país de otra forma no saldré viva de este lugar.
Me quedé en el lugar hasta que la noche cayó, comencé a tener frío, hambre, y el lugar en el que me encontraba era muy tenebroso en la oscuridad, sin ningún farol que me diera seguridad al menos, pero más miedo me daba que ese tal Tae me encontrara.
No por mi propia voluntad, debí correr también de ese lugar, escuché pasos acercarse, susurrando como si buscaran, ¿y si era a mi?, ¿y si era uno de los tipos de ese hombre?.
No me quedaría a averiguarlo y en medio de la nada, comencé a correr, claro que, no pude por mucho.
Mi cuerpo chocó contra otro fuertemente, gracias a sus brazos que me sostuvieron no caí de espaldas pero si me removí tanto que quería me soltará.
- ¡Oye! -grito- calma, debes andar con cuidado
Fue ahí que su voz me pareció serena, no parecía un maleante o algo, no parecía que me buscaba a mi.
- ¿Has visto un cachorro?, deje la puerta abierta un segundo para tirar la basura y salió corriendo -me soltó y comenzó a mirar entre los botes de basura y bolsas que habían.
- No -musité nerviosa- pero no debe estar lejos -en un segundo me ví de rodillas también silbando y buscando al cachorro- ¿Cómo es?
- ¿Cómo es que? -dijo y mi cuerpo se alertó.
Lentamente mi cuerpo se levantó, él, me miraba fijamente y con una sonrisa en sus labios que hizo temblar todo mi cuerpo, involuntariamente un chillido salió de mi boca y solo atiné a cubrirme con la mano, era uno de sus hombres.
- Oh, hablas del cachorro -dio un paso hacia mí- está en mi departamento -retrocedí un par de pasos y él apuntó hacia atrás en las alturas- solo baje a ver qué estuvieras bien, desde hace horas te ví entrar ahí y no salir.
- ¿Quién eres? -pregunte con valentía.
- HyunJin -detuvo sus pasos, metió su mano en el bolsillo y lentamente sacó un sándwich que lo estiró en mi direccion- come -dijo
Quizás es solo mi lado psicótico que me dice estar atenta de todos a mi alrededor, el no se ve mal chico, sí, hace un momento parecía que quería devorarme pero, ahora mismo mira con sus ojos achinados por la sonrisa que tira de sus comisuras.
Agarre el sándwich con cautela, esperando alguna reacción imprevista, pero nada, el solo volvió a dejar su mano en el bolsillo y se quedó ahí.
- Gracias -murmuré apenada, creo que solo quiere ayudarme.
- No hay de que -dio un leve suspiro- oye, no sé en qué problema estás, pero, tengo un sofá muy cómodo en mi departamento, algo de ropa que era de mi hermana.
- No quiero causar problemas, además, podría ser peligroso para ti.
- Nadie sabrá que estás en mi casa, solo quiero ayudarte.
Por alguna razón siento que es sincero, por lo que aceptó con una sonrisa, sigo sus pasos atento a mi persona y me da un leve movimiento de cabeza, uno que no entendí más que un asentimiento.
Al entrar a su departamento la calidez me embargo, por lo que la seguridad se apoderó de mi cuerpo al instante, me llevó hasta el baño, me dió ropa femenina, al parecer es cierto lo de su hermana, la tomó en mis manos y me cierra la puerta dándome mi espacio.
Comencé a desprender mi ropa, doy el grifo de agua caliente y no se demora en recorrer mi cuerpo, es relajante, y las imágenes pasadas hace unas horas vuelven a mi cabeza y no puedo evitar llorar.
Recién me había enterado de la muerte de mi madre, y estaba huyendo del mismo diablo, sin poder volver a mi hogar, sin sentirme más segura en ningún lado.
Así me quedé por unos minutos desahogándome en el silencio de un lugar que no me pertenece, más me hace sentir segura.
- Sí, ya la tengo -escucho cuando salgo del baño totalmente limpia- la cuidare bien, te estaré avisando cuando venga por ella -susurraba, el pánico volvió.
Observé el lugar buscando una forma de defenderme, y lo siguiente es un diminuto ladrido que avisa de mi presencia y HyunJin sale del lugar para encontrarse conmigo.
- Ven por ella cuando quieras, debo colgar -termina diciendo y sonríe en mi dirección- Lily, mala cachorra -toma al pequeño perro marrón en brazos.
- ¿Con quién hablabas? -él me mira extrañado.
- Que te deje quedarte aquí no quiere decir que vigiles mi vida -le da un beso en el cuello al can y se dirige a la cocina- ¿De quién te escondes?, y te pregunto porque eres arisca y muy desconfiada.
- Yo, perdón -baje la guardia- no sé quién es, solo sé que le temo mucho.
- Entiendo, hablaba con mi hermana, Lily es de ella, me la dejo unos días mientras se cambia de casa, por eso tengo algo de ropa de ella aquí.
- Disculpa si fui impertinente, has sido bueno conmigo, y yo muy a la defensiva.
- Está bien, no te preocupes, el cuarto que era de mi hermana está listo, mi sofá no es tan cómodo como dije -dio una sonrisa- y en la habitación tendrás más privacidad, puedes usar lo que quieras de ahí.
- Gracias, espero no tengas problema con ella.
- No los tendré, tu tranquila, puedes quedarte el tiempo que quieras -camino a lo que reconocí como la cocina- yo debo trabajar mañana, hay de todo para que puedas cocinar y comer.
- ¿Cómo podré pagarte todo esto? -en serio me sentía como una molestia
- Cuidando de Lily, si no es mucha la molestia puedes cuidar del aseo.
- Lo haré, cuenta con ello -tome a la perrita en mis brazos- Nos llevaremos bien, ¿verdad Lily?
Acaricie a la mascota para darle a entender que en serio haría hasta lo imposible con tal de retribuir la ayuda que me daba, una pequeña carcajada llamó mi atención y sonreía espléndidamente.
Luego de una leve y grata conversación nos fuimos a nuestras recamaras, la mía es muy acogedora, se nota que había una chica aquí, tiene el toque femenino, Lily, se quedó conmigo esa noche, y las que vinieron durmiendo a los pies de la cama.
Y cada mañana me levantaba temprano para prepararle de comer a HyunJin, desayunos que mamá hacía para mí de vez en cuando, y también su lonche para el trabajo, lo que nunca me contó de que era.
Claro que no, no le convenía.
Días después se me ocurrió salir a pasear a Lily, y en el bote de basura mire la comida tirada ahí, por un momento pensé que no era la mía, solo una casualidad que casi me rompe el corazón.
No le conté nada, no le pregunté nada, no quería causar problemas, mucho menos decirle que estaba comenzando a sospechar de él, Lily nunca vino de visita, cuando supuestamente hablaba por teléfono con ella yo miraba su teléfono y las iniciales KT estaban ahí.
Una noche, Lily me despertó, comenzó con lamidas en mi rostro, y corría a la puerta, pero, los susurros llamaron mi atención, miré la hora, eran las 3:30am y pegue mi oído al pequeño espacio que abrí para oír mejor.
- Mañana será el día.
- Si, jefe, es buena en los quehaceres, cocina bien y la cuide como me pidió.
- Bien hecho HyunJin, serás bien recompensado.
- Gracias.
- Supongo que no la miraste de más.
- Oh, no por dios, la niña no es mi tipo, además, es de su pertenencia, pero Señor, ¿Si puedes tener mujeres más expertas que desean estar con usted por qué ella qué se esconde, de su presencia? -es él
Mi corazón comenzó a latir por completo, quería salir de mi pecho, sentí miedo, terror y pánico, ¿Cómo es que me encontró?
- Eso no te importa -respondió- me llevaré también el perro, parece que le gusta.
- No hay problema y disculpe.
En ese momento Lily abrió la puerta y salió corriendo hasta el living dónde creo que ambos hombres estaban hablando, ahora sí que estaba jodida. Cerré al instante y los pasos se oyeron hasta la puerta, la que se abrió de par en par y su rostro apareció en la oscuridad.
- Despertaste -dijo con su voz gruesa y ronca, sonrió levemente- creo que nos la llevaremos antes.
- Si, señor -respondió HyunJin detrás de él, y pasó por su lado en mi dirección, apretando un trapo en mi boca y nariz, lo que me hizo perder la conciencia.
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