Cuando observaron llegar ese auto negro, fue toda una sensación.

Un chico bien vestido bajó del vehículo y entró al edificio administrativo.

YoonGi llevaba puesto unos lentes oscuros, su cabello negro y una camisa negra que combinaba con un pantalón ajustado color beige. Llevaba una carpeta consigo, con los documentos suyos y de su esposo.

Sonríe mientras cruza la puerta del edficio. Woah... su esposo, nunca imaginó que llegara casado a la universidad. Dos años han transcurrido, se encuentran en Seúl, JiMin le comentó que después de terminar su carrera podrían regresar a Daegu, ya que suspendieron sus trabajos en tal ciudad. JiMin estuvo medio año trabajando como suplente de maestro en un jardín de niños y él trabajó con su madre y hermano, además de que en Seúl su madre ncesitaba que supervisara algunos hoteles y a la competencia.

Sus amigos hicieron la inscripción en línea y todo, pero YoonGi debía hablar con el rector por su horario laboral, además de que llevaría su carrera soñada... sin que su madre lo supiera.

Entró a la oficina una vez la secretaria le dio pase.

El hombre mayor le saludó educadamente, y YoonGi se sentó y le entregó los documentos que necesitaba. JiMin iba a estudiar docencia para preescolar y él administración e ingeniería en audio y producción.

- Todo está en orden, señor Min- le dice el hombre al revisarlo- Entiendo que está casado...

- Así es- menciona YoonGi con cierto orgullo- Por eso preferiría llevar mi segunda carrera semipresencial, las materias teoricas hacerlas desde mi hogar y presentarme para las materias prácticas...

- Trataremos de acomodar sus horarios- dice el hombre- Eso depende de la facultad, de alguna manera, pero haré llegar su petición...

YoonGi asiente y sale dando las gracias.

Al salir del edificio, se encuentra con un grupo de chicos y chicas que le rodean de inmediato. Frunce el ceño y pide que se alejen, entre tropezones llega hasta su auto y sale del estacionamiento rumbo a su apartamento.

Extrañado y un poco incómodo.

Al llegar, su pareja está jugando con JungKookie, su bebé de un año y medio, que tiene la ternura de JiMin y la forma seria de ser de él.

- ¡Yoon!- JiMin toma al bebé en brazos, se levanta para ir con el mayor y le abraza.- ¿Cómo te fue?- le pregunta de inmediato con una sonrisa.

- Todo bien... la otra semana empezamos- le dice sonriendo- ¿Kookie bebé, extrañaste a papá?- pregunta mirando a su pequeño que asiente.

- Papá...- estira sus brazos para que el mayor lo cargue. YoonGi no duda en hacerlo. Su hijo es lindo y ¿cómo negarle algo?

- ¿Quieres comer algo?- JiMin le pregunta.- Hice una pequeña tarta de manzanas, y JungKookie pidió más... nana me enseñó su receta...

- Claro, esta bien- YoonGi asiente y va al sofá a seguir jugando con su hijo. Con JiMin se dividían todo el trabajo del hogar y cuidar a su pequeño bebé, cuando JiMin cocinaba, YoonGi lavaba los platos, y viceversa. Cuando uno de ellos planchaba el otro lavaba la ropa, uno limpiaba y otro se encargaba de entretener a JungKook... y así, todo era hecho en equipo.

Porque eso eran. Un equipo, una pareja.

- El coordinador fue amable, haré mis materias teoricas en casa y las prácticas las haré presenciales- le comenta YoonGi mientras JiMin prende la cafetera y sirve la porción del postre. Entres sus brazos su Kookie se mueve impaciente, y hace ruiditos con su boquita.

- Entiendo, ¿será complicado tu horario de trabajo?- pregunta JiMin un poco preocupado- Sí es así, quizás nana pueda venir y cuidar a Kookie...- menciona sirviendo el café de su novio y la porción de tarta. Se acerca para tomar a Kookie en brazos y que YoonGi pueda comer sin un bebé bailarín de por medio.

- Me van a informar por correo en estos días...- sonríe tranquilamente- No te preocupes, ¿cómo estuvo tu mañana?- pregunta para luego tomar un trago de café.

- Entretenida... Kookie explora todo lo que sus ojitos ven y lo quiere tocar...- sonríe JiMin mirando a su bebé, que toca las mejillas de su padre.- TaeHyung vino temprano, iba a salir a comprar junto a NamJoon Hyung un regalo para SeokJin Hyung... querían que fuera, pero preferí quedarme en casa...

- Sí querías salir, me hubieras dicho... me hubiera llevado a JungKookie...- le dice YoonGi. JiMin ríe y niega.

- Aunque puedes llevarlo al trabajo, me gusta pasar tiempo con nuestro bebé, verlo reír y moverse hasta el punto que me asuste al verlo desaparecer tan rápido mientras gatea e intenta caminar...- JiMin le dice.- Podré salir con los chicos muchas veces, pero cada día con mi Kookie es especial... además dijeron que vendrán a cenar...

YoonGi asiente. Admite que le gusta ver ese lado paternal en el menor. Verlo mimar a su pequeño y las pocas veces que ha intentado regañarlo, porque Kookie es un pequeño travieso. Con un añito lo que sus ojitos captan eso quiere, y no es responsabilidad de ellos, los culpables son los abuelos de su hijo, el señor Park y su madre, juguete nuevo que sale, juguete que compran... JiMin tuvo que hablar con su padre y pedirle que no gastara tanto en juguetes porque JungKookie ni siquiera podía usarlos y cuando creciera habrían nuevas novedades... YoonGi ha perdido la cuenta de cuantos juguetes han regalado porque para algunos su hijo es muy pequeño y no podría usarlos.

JiMin había acostumbrado a JungKook a sus horas de dormir, justo cómo en ese momento, el pequeño está a punto de tomar su siesta, mientras que su padre le canta suavemente.

YoonGi se levanta en silencio, y lava los platos que ha utilizada, termina de limpiar y guarda el resto del postre en el microondas.

JiMin se levanta con cuidado, sin ningun tipo de ruido alrededor, pues su pequeño Kookie está dormido, YoonGi lo ha acostumbrado a tener alguna melodía sonando mientras duerme y por eso va hasta su habitación. YoonGi le acompaña y de inmediato enciende el reproductor, para colocar la música.

Se acuestan en la cama y dejan al pequeño en medio de ellos.

- Sigo creyendo que se parece más a ti...- YoonGi susurra.

- Aunque sus labios se parecen a los tuyos...- el menor dice bajito y dejando suaves palmaditas en el cuerpo de su pequeño hijo.

Cuando JungKook nació, estaba haciendo frío, en medio de llantos, gritos y quejas su pequeño vino al mundo. YoonGi estaba nervioso por todo, por la salud de JiMin, por su bebé, sí llegaban vivos al hospital...

Fueron horas emocionantes y aterradoras a la misma escala, YoonGi trataba de ser apoyo para JiMin, aunque casi lo sacan de la sala de partos por su estado de nerviosismo. Sin embargo una mirada del menor le calmó, y le hizo sentie mejor, tenía que ser fuerte, por JiMin, su esposo lo necesitaba, él estaba para apoyarlo y confortarle, y su bebé, ese pequeño que iba a depender de su protección y cuidado...

Y mientras los tres descansan juntos, se dan cuenta que han cambiado.
Que juntos han empezado un inicio diferente...