YoonGi y JiMin caminaban descalzos tranquilamente, mientras ambos sujetaban las manos de su pequeño hijo. JungKook confiaba en que sus padres lo sostendrían mientras sentía el agua mojar sus piecitos y él los movía con más emoción hasta que el suave oleaje permitía que el agua volviera. Riendo suavemente ante la sensación que le provocaba esa agua traviesa y salada.

Estaban caminando por la playa de Busan. Sus amigos decidieron una visita a la playa de un día para otro y ellos no se negaron.
No luego de todo lo que habían pasado en Seul, JiMin ahora estaba más tranquilo.

- ¿Qué te parece Kookie?- le preguntó YoonGi a su hijo, mientras el pequeño movía sus piernitas más rápido por seguir a las olas.
Las risas no dejan de escucharse.

- Está feliz...- JiMin susurra. El ambiente es tan tranquilo. JungKook extiende sus brazos para ser cargado y JiMin lo alza.- ¿Cansado, bebé?- pregunta y solo recibe una pequeña risa.

- Creo que volver sería bueno, yo si tengo frío y hambre...- YoonGi dice, haciendo un puchero y tomando la mano libre del menor. JiMin ríe.

- ¿Hay algo en especifico que quisieras comer?- pregunta el menor.- Mamá Min me dio las recetas de tus comidas favoritas...

- En serio Mochi, mi madre te ama más a ti- dice divertido. En su mente esconde que le alivia el hecho de que su madre ame tanto a su esposo- Pobre de mí... todos parecen acaparar tu atención, yo seré el esposo que enviude sin enviudar, porque mi madre, los chicos, y nuestro hijo... todos te alejan de mí- menciona enumerando cada uno- Al menos tu padre me entiende...

- No...- la voz del señor Park se escucha- De hecho iba a decirte que me lo llevo a Japón unos días- sin saber en medio de las quejas de YoonGi han llegado hasta las cabañas que rentaban para estar todos juntos, los chicos ríen por las palabras dichas por el señor Park.

- Todos están en mi contra, ahora...- YoonGi mira a su hermano- EunJae dime que me apoyas, eres mi hermano...

- Bueno...

- Perfecto, la traición- dice YoonGi resignado. JiMin le mira un poquito curioso al igual que bebé Kook, aunque la sonrisa que refleja es divertida. YoonGi hacía dramas solo para hacerlo reír... a veces se quejaba de todo con tal de solo verlo reír por sus actuaciones.

- Ahora entiendes cómo me siento yo- TaeHyung decide hablar- Te llevaste a mi mejor amigo, yo planeaba irme al otro lado del mundo con JiMinnie, pero no, te enamoraste de él...- se queja, cruzandose de brazos.

- Deja de atacarme, somos el equipo de los traicionados...- YoonGi sigue quejandose de la traición.

- ¿Y mi yerno que dice?- la señora Min pregunta. JiMin ríe nervioso. Pero YoonGi lo mira...

Y en breves instantes todo parece haber desaparecido por unos minutos, sus miradas chocan, es un momento donde se encuentran solo ellos dos. Hasta que las quejas se escuchan de todos.

YoonGi se acerca y abraza al meno haciendolo reír y que su hijo toque su rostro.

- Al menos, tengo la certeza que siempre me escogerás a mi...- YoonGi murmura, JiMin asiente.

No hay otro lugar en el que le gustaría estar. Allì junto a sus amigos, familia y pareja se encuentra bien. Allí es feliz, estando junto a ellos, y viendo a su bebé crecer.

- Vamos a comer...- menciona JiMin y todos acuerdan en sentarse con vista a la playa, mientras JungKook pasaba a los brazos de sus abuelos, quienes le entretenían. Era un bebé risueño y feliz.

Todos se sientan mirando al mar y su suave oleaje. Comen entre risas y algunos comentarios divertidos de los meses antes.

- YoonGi no puede dejar de verte, JiMinnie- TaeHyung molesta- En las clases que comparten, a veces ni siquiera presta atención a lo que dice el decano...

- No me sorprende que busques el modo de avergonzarme en cada reunión- YoonGi dice y sigue comiendo. JiMin ríe ligeramenre y sigue alimentando a JungKook con su comida. El pequeño Min ya comía la comida que su papi comía, le gustaba cuando le daba a probar todo lo que había en su plato.

El señor Park puede ver la confianza y la tranquilidad que su hijo tiene. Ya no es el chico cohibido que rehuye las miradas o que le apena la atención constante sobre él. Puede verlo tan feliz y por un momento le gustaría que su esposa pudiera ver lo mucho que ha crecido JiMin.

Ha cambiado con el paso de los días y semanas, cada caída lo había vuelto tan fuerte y el hijo del que estaba orgulloso. No podía con la felicidad propia porque cómo su padre, solo deseaba verlo alcanzar sus sueños, y eso era algo que estaba logrando. Pero esta vez, con las personas correctas a su alrededor.

Con excelentes amigos cómo los que tenía, y un esposo que lo cuidaría hasta del sol y el viento, con una segunda familia que lo recibió con brazos abiertos, y todo aquello de lo que careció siendo un niño que no comprendía el odio ni la envidia humanas.

Y aunque en ese pasado no pudo hacer mucho, ahora lo seguirá alentando a cumplir sus sueños y verlo llegar tan alto, que lo orgulloso que se siente en esos momentos no se comparará con la alegría de verlo lograr cada una de sus metas.

- ¿Papá?- la cena ha terminado y todos se encuentran en sus respectivas habitaciones. Gira para mirar a su hijo, JiMin camina hacia él confundido quizás por verlo despierto tan tarde.

- Hola, hijo...- le sonríe y mira que entre sus brazos está su nieto dormitando.- ¿Aún no duerme?- pregunta.

- Dormir a Kookir cuándo vamos de viaje es todo un reto, no le agrada mucho lo desconocido...-menciona JiMin acariciando la espalda de su pequeño bebé, que se siente arrullado por las caricias de su papá.- YoonGi estaba cansado y yo no quería despertarlo... pero, ¿qué haces despierto, papá?

- Pensaba hijo- responde suavemente. Y JiMin se acerca hasta estar a su lado, la vista de la luna creciente se puede ver en el oscuro cielo lleno de estrellas, quizás sea por la época o simplemente el cielo de Busan se ve de esa forma por las noches.

- Supuse eso, te noté distraído en la cena... ¿sucede algo malo?- pregunta preocupado. Su padre niega.

- Nada... solo recordaba el tiempo, estoy orgulloso de la persona en que te has convertido, y aseguro que tu madre lo estaría igual- le dice con una sonrisa que casi llega al borde de las lágrimas.

- Papá...

- De verdad, me has impresionado, has sido tan valiente, tienes una fortaleza muy grande hijo, has cambiado y te has vuelto fuerte, has luchado por tus sueños... siendo tu padre, no tengo mayor satisfacción que esa...- le abraza suavemente para no despertar a JungKook y le dice que es hora de descansar, ambos caminan a sus respectivas habitaciones. JiMin observa a su padre, entrar a la suya y piensa que necesita un poco de compañía. Porque JiMin quiere ver a su padre feliz.

- Duerme Kookie...- susurra suavemente cuándo deposita a su hijo en la cama, al lado de YoonGi. Rápidamente él también se acuesta, y sigue dejando caricias para que su bebé siga durmiendo...

Los cambios a veces son buenos, JiMin tuvo que experimentar muchos de ellos...