Chapter Thirty-One
YoonGi estaba conversando con NamJoon en las bancas dentro del gimnasio.
- Sentí un deseo de golpearlo en ese instante... nunca he estado tan molesto- menciona Min bufando, NamJoon le entrega una toalla para que seque su sudor luego de entrenar dos horas sin descanso. Todo para calmarse.
- Esto deberías decírselo a JiMin...- NamJoon comenta.- JiMin tiene una cualidad muy bonita y es que no sabe guardar rencor... las situaciones pueden dolerle pero, no odia... pueden usar eso para lastimarlo...
- Hablaré con él, cuándo no me sienta tan molesto...- mencionó YoonGi. No quería que su hermoso esposo pagara su enojo y molestia. No lo merecía, no era culpa de JiMin que el tiempo haya hecho de las suyas y el menor haya cambiado tanto. Para YoonGi siempre sería hermoso, un JiMin recién levantado, un JiMin en pijama, un JiMin tímido... ese JiMin curioso y esos sonrojos que lo adornaban cuándo le decía algún apodo tierno. Su lindo Mochi...
Pero todos debían entender y respetar su relación.
Todo empezó porque cuando YoonGi y NamJoon llegaron, el pelinegro se quedó parado cerca de un kiosko esperando por su bebida llena de cafeína. JiMin no tenía clase ese día, así que estaba en casa con su lindo bebé, su JungKookie que le miraba con ojitos brillantes cada vez que llegaba de la universidad o el trabajo...
Cerca suyo, y sin siquiera notarlo, estaban Daniel y muchos otros chicos y chicas reunidos.
Estaban hablando y YoonGi los hubiera ignorado de no ser porque mencionaron el nombre de su pareja, hablaban de cómo poder separarlos y toda la universidad conocía que ellos eran esposos. Daniel decía que debían separarlos, para encontrar una forma de ligarse con JiMin.
Y YoonGi lo entendió todo. El idiota ese estaba buscando acostarse con su pareja. Jamás iba a permitir que lo insultaran de ese modo.
NamJoon fue quien le detuvo, diciendo que debían esperar a ver. Pero que JiMin tendría que saberlo.
- Les diré a los chicos... les llamaré para que podamos reunirnos.- dice NamJoon y se aleja un poco.
Cuando YoonGi se queda solo, va a las duchas, para cambiarse. Ser deportista y papá, le ha hecho anda siempre dos cambios de ropa. Estar prevenido para todo.
Escucha la puerta sonar y le resta importancia. A esa hora llegan los demás jugadores del equipo.
Para su sorpresa, se encuentra con cinco chicas y dos chicos que ni de joda son parte del equipo o de los porristas.
- No pueden estar aquí- dice sin mirarlos o prestar atención. Colocando rápidamente su chaqueta.
- Quería decirte que tu novio te está engañando- dice la de coletas altas.- Deberías saber que anda coqueteando con uno de los jugadores de béisbol... lo hemos visto.
YoonGi quiere reír. Primero porque su novio ni siquiera está en la universidad, segundo porque confía en JiMin, tercero, a su esposo ni siquiera le gusta el béisbol.
- ¿En serio?- pregunto guardando sus cosas sin realmente prestar atención a esos chicos.
- Acabamos de verlo- le dijo un chico- Eres muy guapo, deberíamos divertirnos... no le debes nada a nadie...- le dice con picardía e intenta tocarle el brazo.
- No tengo tiempo... mi pareja me espera- dijo y trató de pasar entre los chicos.
- Vamos...- se le acerca- Me llamas mucho la atención, y...
- ¿Acaso no entienden?- YoonGi pregunta ya hastiado.- Paso de hablar con ustedes, tengo esposo, y soy feliz con él... además- agrega y los mira a cada uno- Ni siquiera son mi tipo... ninguno...
Se aleja, dejando a más de uno con la boca abierta. Hablando en murmullos, no pudiendo creer que de verdad Min esté casado, siendo tan joven. Y las dudas surgen para ese pequeño grupo...
YoonGi va molesto y se encuentra con NamJoon y SeokJin.
- Si JiMin te ve así, va a preocuparse...- SeokJin le dice- Sabes que a veces se pone demasiado nervioso...
- Lo sé...- se agacha y sacude su cabello con fuerza. Se irgue y se pone en pie, para caminar con los chicos hasta la entrada del parqueo en el campus.- Ya me pasó... un poco...
- Vaya forma tuya de lidiar con el estrés- NamJoon comenta. SeokJin mira a YoonGi.
- ¿Crees que fue buena idea?- pregunta al aire y deteniendose frente al auto de YoonGi, quien le mira confuso- Digo, JiMin está demostrando que es muy fuerte... pero, me preocupa que de un momento a otro todo pueda volverse demasiado caótico...
- Hablé con él muchas veces antes de mudarnos...- YoonGi comenta, mira a su alrededor vigilando que nadie escuche y baja un poco la voz- Pero, él me lo dijo, que tarde o temprano, debía enfrentarse a sus temores, y Seúl era uno de ellos, por todo lo que sucedió aquí, su padre quiso negarse a que regresara, pero JiMin tiene mucha voluntad aunque no lo demuestre a menudo...- dice lo último con una sonrisa.
NamJoon se queda pensativo y SeokJin suspira.
- Bueno, haremos lo que NamJoon dijo, estaremos alerta cualquier cosa...- SeokJin comenta. Los chicos se despiden y YoonGi sube a su auto.
Tiene planeado ir a su hogar, revisar algunos balances, jugar con su bebé y besar a su esposo. Sonríe y sale del estacionamiento.
Cuando llega a su hogar, el aroma a comida recién hecha le recibe. Sonríe y suspira con tranquilidad.
No sabe definir porque, pero cada vez que entra por esa puerta, la simple idea de estar en casa, de ver a JiMin y a JungKook, de descansar, de jugar con su hijo, de la paz que puede percibir en todo su alrededor... es única.
Toda la tensión anterior desaparece completamente.
- Yoon...- la voz de JiMin aparece. Lo mira tan relajado y tan sonriente que esa alegría lo contagia a él. En sus brazos lleva a su hijo quien está emocionado por verlo- Estás en casa...- le dice con felicidad en su voz.
- He vuelto...- susurra y se acerca. Besa al menor, hasta hacerlo suspirar y toma a su hijo en brazos- Papá a vuelto Kookie...- le dice y besa las mejillas del pequeño bebé mientras su hijo toquetea su rostro y se sacude emocionado- ¿Qué hicieron en mi ausencia?
JiMin ríe. Le encanta ver a YoonGi con su hijo y la interacción entre ambos.
- Ha jugado todo el día...- le dice- Y habla más...- menciona sonriendo- Dijo agua...- ambos mayores se emocionaban cada que JungKook decidua hablar, su pequeño hijo era un bebé perezoso que no le gustaba hablar a menos que pidiera algo o algo le llamara la atención.
- ¿Ya puedes decir agua?- pregunta el mayor a su hijo. El pequeño bebé le sonríe, mostrando sus dientitos.
"Abua"
Sus balbuceos son tiernos y le confortan el corazón. El pequeño bebé repite con emoción la palabra aprendida y que le gusta decir.
YoonGi lo felicita y se sienta en el sofá con su bebé en el regazo.
JiMin lo mira aun de pie y sonríe ante la imagen.
Va a la cocina por el almuerzo de su pareja y el suyo. Para llevarlos hasta la sala.
YoonGi habla con JungKook mientras él acomoda los platos.
- Dejalo... esta vez me toca a mi- YoonGi le dice a JiMin con una sonrisa. El menor sonríe también, ya que la mayor de las veces es él quien se encarga de Kookie a la hora de comer. YoonGi solo quiere que coma tranquilo, ya que JungKook tiende a meter sus manitas en todo lo que sus ojitos captan.
Conversan y ambos se sienten tranquilos. YoonGi sabe que debe hablar con JiMin, pero en esos momentos lo único que quiere es que el menor le abrace y ambos descansen, cómo cuándo estaban en el instituto, cuándo se quedaban dormidos viendo alguna película o simplemente después de hablar mucho ambos se acomodaban para dormir.
Y eso hacen...
JiMin se acomoda en la cama, y YoonGi lleva a JungKook, el mayor se acuesta y deja al pequeño en medio de ambos. Su pequeño bebé mira a ambos y JiMin comienza a cantar... JungKook le mira fascinado hasta que sus ojitos comienzan a cerrarse lentamente y los de YoonGi igual, JiMin los mira dormir y sonríe besa la frente de su hijo y acaricia los cabellos del mayor.
JiMin está seguro que hará lo que sea para proteger su mundo, que nada les afecte, aún si tiene que defenderse, va a hacerlo...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro