❀ ocho ➳ ❝ cambios ❞
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❝ Lᴀs ᴇsᴛʀᴇʟʟᴀs ɴᴜɴᴄᴀ sᴇ ᴀʟɪɴᴇᴀɴ ɴɪ ᴛᴏᴅᴏs ʟᴏs sᴇᴍᴀ́ғᴏʀᴏs sᴇ ᴘᴏɴᴇɴ ᴇɴ ᴠᴇʀᴅᴇ ᴀʟ ᴍɪsᴍᴏ ᴛɪᴇᴍᴘᴏ. Eʟ ᴜɴɪᴠᴇʀsᴏ ɴᴏ ᴄᴏɴsᴘɪʀᴀ ᴄᴏɴᴛʀᴀ ᴛɪ, ᴘᴇʀᴏ ᴛᴀᴍᴘᴏᴄᴏ ᴇsᴛᴀ́ ᴘᴀʀᴀ ᴘᴏɴᴇʀᴛᴇ ʟᴀs ᴄᴏsᴀs ғᴀ́ᴄɪʟᴇs. Sɪ ᴀʟɢᴏ ᴛᴇ ɪᴍᴘᴏʀᴛᴀ ʏ ǫᴜɪᴇʀᴇs ʜᴀᴄᴇʀʟᴏ “ᴀɴᴛᴇs ᴏ ᴅᴇsᴘᴜᴇ́s”, ʜᴀᴢʟᴏ ʏᴀ. Yᴀ ᴛᴇɴᴅʀᴀ́s ᴛɪᴇᴍᴘᴏ ᴅᴇ ᴄᴏʀʀᴇɢɪʀ ᴛᴜs ᴇʀʀᴏʀᴇs ᴀ ʟᴏ ʟᴀʀɢᴏ ᴅᴇʟ ᴄᴀᴍɪɴᴏ. Tᴏᴅᴏs ᴘɪᴇɴsᴀɴ ᴇɴ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀ ᴇʟ ᴍᴜɴᴅᴏ, ᴘᴇʀᴏ ɴᴀᴅɪᴇ ᴘɪᴇɴsᴀ ᴇɴ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀsᴇ ᴀ sɪ́ ᴍɪsᴍᴏ. ❞
Con el paso de los días en donde seguía hospitalizado, los recuerdos se desvanecieron, deslizando cada vez más en un rincón oscuro de mi mente.
Mi madre, siempre con una expresión de preocupación en su rostro, me preguntaba cómo me sentía, si recordaba algo más. Pero cada vez que intentaba responder, solo encontraba más vacío.
—Todo parece... un sueño... —dije una tarde, mirando por la ventana del hospital, mi voz un susurro lleno de desconcierto.
No podía evitar sentirme perdido.
Sabía que había algo, alguien, que había sido esencial para mí. Esa sensación de ausencia me pesaba, como si una parte de mi corazón hubiera quedado atrapada en ese sueño del que no podía despertar.
Las noches eran las peores.
Cerraba los ojos y veía destellos de imágenes: un rostro, una sonrisa, unos ojos llenos de amor y tristeza. Pero al abrirlos, todo se desvanecía en la oscuridad. Me esforzaba por recordar, por aferrar esos fragmentos, pero siempre escapaban.
Me hartaba.
Un día, mientras paseaba por el jardín del hospital, me detuve ante una flor. La observé detenidamente, sintiendo una punzada de nostalgia que no podía explicar. Era hermosa, delicada, y por un momento, un nombre casi llegó a mis labios. Pero, igual que todos los recuerdos, se desvaneció antes de que pudiera atraparlo. No poder recordar lo que había sido tan importante para mí me hacía sentir como un extraño en mi propia vida. Era como si caminara por una niebla densa, buscando algo que sabía que existía pero que no podía encontrar.
El tiempo siguió avanzando y con ello, el alta ya había llegado.
Intentaba no sentirme mal, pero los titulares de las noticias eran potentes y no me dejaban en paz.
❝ Jeon Jungkook y sus recaídas con el alcohol. ❞
❝ Jeon Jungkook, el idol del momento, internado por intento de suicidio.❞
Cada vez que veía esos titulares, sentía una punzada de dolor y vergüenza. Mi vida, una vez llena de éxito y admiración, ahora estaba envuelta en una nube de escándalo y preocupación de mis fans.
Decidí tomar terapia.
Sabía que era bueno para que me ayude con el caos que era mi mente. Hablamos mucho sobre el estrés de ser un idol, la presión constante, y cómo había comenzado a buscar consuelo en el alcohol y probar drogas. Poco a poco, empezamos a explorar las razones más profundas detrás de mi intento de suicidio, aunque todavía no podía recordar claramente el evento. Pero por lógica, quizás lo hice porque sentía que mi vida ya no tenía el mismo sentido que antes.
¿A quién tenía en mi vida? Yoongi se había ido y no me quedaba nadie aquí.
Conversé mucho sobre ese tema, mientras tanto, los medios no paraban. Cada paso que daba era monitoreado y analizado. Cada mirada y gesto era capturado y discutido. Me sentía como un prisionero de mi propia fama, sin poder escapar de la constante vigilancia.
En mi habitación, me senté en el borde de la cama con una guitarra en mis manos luego de sentirme muy abrumado por la lucha de recordar y también porque tenía ganas de tocar algo. El instrumento se sentía familiar, cómodo. Al deslizar mis dedos por las cuerdas, los acordes comenzaron a sonar, creando una melodía que parecía surgir de algún rincón olvidado de mi memoria. Las notas fluían como si mis manos recordaran algo que mi mente no podía alcanzar.
¿En qué momento de mi vida había formado parte de mi repertorio?
Sentí una oleada de frustración y confusión. ¿Por qué mi mente se bloqueaba cada vez que intentaba recordar? Era como si una parte de mí estuviera luchando por protegerme de algo, manteniendo esos recuerdos enterrados bajo capas de oscuridad.
—¿Por qué mierda no puedo recordar? —murmuré, golpeando ligeramente la guitarra, aunque sabía que no era su culpa. Me concentré en el sentimiento que la melodía evocaba: una mezcla de nostalgia, amor y dolor. Era como si la canción misma tratara de contarme una historia que mi mente no podía articular. De repente, una lágrima rodó por mi mejilla. No sabía por qué lloraba, pero la emoción era incontrolable. La música continuaba, y sentí una conexión profunda con cada nota, cada acorde, como si estuviera expresando algo que no podía decir con palabras.
—¿Qué me pasa?
No comprendía que es lo que sucedía. No entendía el porque me sentía de esta manera. Pero sabía que no debía ahondar en algo que sentía que me hacía mal.
Las sesiones en el estudio se convirtieron en mi santuario. Pasaba horas allí, perfeccionando cada canción, asegurándome de que cada nota transmitiera la autenticidad de mi experiencia. Era agotador, pero también increíblemente gratificante. Sentía que cada día avanzaba un poco más, no solo como artista, sino como persona.
La primera canción que escribí fue la que creé con mi guitarra, tal como si ya hubiera escrito algo así con anterioridad. Mi mano no se detuvo en ningún momento.
❝ Y si lo mejor es apostar por nosotros, entonces duplicaré la oferta y si terminamos en la cama, voy a quitar las sábanas... ❞
S
uspiré con cansancio. Sabía que, aunque algunas fans podrían haberse alejado, aquellas que quedaban serían recompensadas con mi mejor trabajo hasta la fecha.
Todo era diferente ahora. Y me estaba gustando el nuevo Jungkook. Trabajar en este álbum no solo era un regreso a la música, sino también un redescubrimiento de mí mismo. Sentía que, por primera vez en mucho tiempo, estaba en el camino correcto, rodeado por el apoyo de mi familia y mis fieles seguidores, y con una visión clara de lo que quería lograr.
—¿Me dirás que ocurre?
Yoongi me miraba serio a través del vidrio del estudio. Me saqué los auriculares suspirando de manera pesada. Estaba casi finalizando y afinando los últimos detalles para comenzar con el ansiado regreso a las pistas y él sabía que algo no estaba bien conmigo.
—Hyung, no sé cómo explicarlo —dije finalmente, mis manos jugueteando nerviosamente con una hoja de papel que estaba frente a mí —. Es como si una parte importante de mí estuviera perdida. Como si hubiera una pieza clave del rompecabezas que no puedo encontrar, y no sé qué es.
Yoongi asintió, inclinándose hacia adelante.
—A veces, después de una experiencia traumática, nuestra mente bloquea ciertos recuerdos para protegernos. Es posible que eso esté pasando contigo.
—Lo sé. Pero es más que eso. Es como... una sensación constante de vacío. Intento recordar, pero todo está borroso. Hay fragmentos, pequeños destellos de algo o alguien, pero nunca es claro...
Yoongi se recostó en su silla, pensativo.
—¿Has hablado de esto con tu terapeuta?
—Sí, hemos trabajado en ello, pero no hemos llegado a nada concreto. Solo sé que hay algo, alguien, que fue crucial para mí y que ahora está perdido en mi mente.
—El tiempo puede ser un factor importante en esto. A veces, los recuerdos regresan cuando menos lo esperas. Mientras tanto, tienes que concentrarte en lo que puedes controlar y seguir adelante.
—Lo dices como si fuera fácil. — bufé cruzando mis brazos.
—Sé que no es fácil, tonto. Solo no quiero que tengas tantas cosas en su cabeza que puedan hacerte sentir mal.
Miré mis manos, sintiendo el peso de su consejo. Sabía que tenía razón, pero la inquietud en mi pecho no desaparecía.
—Es difícil, hyung. Me siento incompleto. Como si hubiera una parte de mí que estuviera en algún lugar, esperando ser encontrada.
—Jungkook, has pasado por mucho, y estás haciendo lo mejor que puedes. No te castigues por no tener todas las respuestas ahora. Estás creando música, estás volviendo a encontrar tu pasión. Esa es una gran parte de quién eres.
Mordí mi labio ante sus palabras, para finalmente mirar el suelo. No sé cuando podría volver a sentirme yo, sin este peso que siento al medio del pecho.
El ansiado día del regreso finalmente llegó. Había trabajado incansablemente, dedicando cada momento a la creación de mi nuevo álbum y la planificación de mi regreso. Cada detalle había sido cuidado con esmero: desde el video musical hasta mi agenda, que estaba meticulosamente organizada para incluir apariciones en los programas de música más importantes.
En el estudio, el equipo estaba ya en pleno ajetreo. Las cámaras, las luces, todo estaba listo. Me acerqué a la pantalla donde se reproducía una vez más el video musical que habíamos grabado. La calidad, la emoción en cada escena, todo reflejaba el esfuerzo y el corazón que había puesto en esto.
Mis padres estaban conmigo y me sentía muy bien al tenerlos conmigo. Desde que estuve en el hospital, han estado pendiente de mí en todo momento y agradecía volver a tener esos momentos con ellos.
—Jungkook, ¿estás listo? — preguntó uno de los productores, dándome una palmada en la espalda.
Asentí, respirando profundo.
—Sí, estoy listo.
Estoy jodidamente nervioso.
Las horas previas a mi primera aparición en un programa de música fueron frenéticas. Ensayos, entrevistas rápidas, ajustes finales al vestuario y maquillaje. Pero en medio de todo el caos, sentí una calma extraña. Había pasado por un viaje difícil, pero estaba de vuelta, más fuerte y decidido que nunca.
Finalmente, llegó el momento.
Subí al escenario, las luces cegadoras me rodearon y el rugido del público llenó mis oídos. Tomé el micrófono, mi corazón latiendo con fuerza. Miré al mar de rostros que me observaban, muchos de ellos con lágrimas en los ojos y pancartas de apoyo en las manos.
—Gracias por esperar —dije, mi voz resonando en el recinto, emocionado—. Este regreso es para ustedes, que nunca dejaron de creer en mí.
La música comenzó, y con ella, la coreografía que había practicado una y otra vez. Cada movimiento, cada nota, estaba perfectamente sincronizado. Sentía la adrenalina corriendo por mis venas, pero también una profunda gratitud. Estaba de vuelta en el lugar donde siempre había pertenecido.
La pista de la segunda canción comenzó a sonar.
—Esta canción la escribí en un tiempo récord. Es como... si las letras hubieran estado siempre en mi cabeza y la siento especial. Espero les guste tanto como a mí.
❝ —Te escribiré una canción y la cantaré frente a todo el público en agradecimiento por todo lo que has hecho por mí. ❞
Cerré mis ojos al sentir la voz en mi cabeza. ¿La escribí pensando en aquella chica que aparece en mi mente?
Volví a sonreír al notar como algunas me observaban con preocupación. Debía continuar con todo lo que había trabajado.
El video musical fue lanzado poco después de mi presentación. Las redes sociales estallaron con comentarios, reacciones y mensajes de apoyo. Las palabras de ánimo y amor fluían de todas partes del mundo. Sabía que había cumplido con las expectativas y, más importante aún, que no había decepcionado a quienes siempre habían creído en mí.
Había vuelto.
No solo como un artista, sino como una persona que había aprendido, crecido, cambiado y encontrado una nueva razón para seguir adelante. Y mientras me preparaba para lo que vendría, sabía que, sin importar los desafíos futuros, tenía a mis fans, mi familia y a mí mismo.
Uno no siempre tenía las respuestas de todo. Debía soltar las cosas que no estaban a mi alcance ser comprendidas. Esta era mi nueva vida y me gustaba en lo que me había convertido.
Al final, me di cuenta de que lo más importante no era lo que los demás veían en mí, sino lo que yo veía en mi reflejo. Los cambios que experimenté no necesitaban la validación de nadie más. Porque, al final del día, solo mi opinión importaba. Y finalmente, me acepté y me sentí completo.
Eso era todo lo que necesitaba para continuar.
Fin.
Gracias por estar leyendo esta loca idea chicas ♡♡♡♡.
Me he reído muchos con sus comentarios y agradezco cada votito también 🥺♥️.
Ya saben, si llegan a la meta, publico el epílogo ☝🏻♥️.
Las amo muchísimo mis culonas ☝🏻♥️.
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