Ccino ya había tenido una semana agotadora. Y aún con el dolor en su espalda por todo el arduo trabajo reciente, llevó un peso extra hasta dejarlo en un pequeño sillón sin importarle si éste se manchara de aquella oscura sustancia pegajosa que cubría el cuerpo ajeno.

Puso cómodo a Nightmare, para luego ir a buscar algo con qué sanarle. Su HP, curiosamente, estaba demasiado bajo y continuaba disminuyendo. No tenía tiempo que perder, si es que quería que el rey de las pesadillas siguiera viviendo.

Hizo todo lo que estaba a su alcance para ayudarle, sanando algunas de sus heridas, cubriendo otras con vendajes; llegó a encontrar incluso algunas manchas de pintura entre su cuerpo viscoso, más no prestó atención por continuar ayudando al hombre al que desde hace ya varios meses había jurado lealtad... Finalmente terminó su trabajo notando satisfecho que el mayor ya estaba fuera de peligro por el momento; pero ocuparía energías... Decidió cerrar por si acaso, no necesitaba que otros supieran a quién tenía ahí escondido, y enseguida se dirigió a prepararle un té sencillo de canela con leche, recordando que era de ese modo como el contrario  bebía al ir ahí. Negaba que fuera su favorito, pero nunca pedía otra bebida. Era adorable.

Dejó sobre una bandeja la taza cuyo contenido era la deliciosa infusión justamente a la temperatura que recordaba le gustaba a Nightmare, más un plato con un par de rebanadas de pan blanco. Nada de azúcar, ni siquiera en el té.

Si conocía a Nightmare (y vaya que lo hacía), sabía perfectamente que odiaba las cosas dulces.

Para cuando volvió con él, éste ya estaba despierto, sobando su cabeza con una mueca de dolor en su rostro.

— ¡Nighty! —no esperó nada para ir a su lado, dejando aparte la comida para acercarse a revisarle —¿Aún te duele? No te preocupes, puedo...

La mirada confundida de Nightmare lo hizo callar. Algo... algo andaba mal...

— ¿Quién eres?

Ccino abrió sus cuencas, sintiendo como si algo estrujase su alma con tal fuerza que no supo en qué momento retuvo la respiración sino hasta que Nightmare volvió a hablar.

— ¿Dónde estoy? —miró a su alrededor, pero nada parecía hacérsele familiar; frotó su cráneo por sobre los vendajes nuevamente —Ugh, m-mi cabeza...

— N-Nighty... —musitó Ccino con lágrimas en sus cuencas. No. Nightmare no podría haberle olvidado... No así... No ahora...

— ¿Qué es ese aroma? —cuestionó interesado, su "estómago" pedía alimento —Ah, huele delicioso... —miró la bandeja, notando el té y pan sobre ésta —¿Es para mí?

El menor asintió levemente, aún perdido entre sus propios pensamientos. Nightmare había... ¿perdido la memoria? ¿Cómo?

De pronto aquellas salpicaduras de pintura cobraron sentido...

Ink.

Sentía rabia, pero ésta se esfumó al oír a Nightmare quejarse.

— No tiene azúcar —comentó haciendo una mueca de disgusto tras probar el té. Ccino le miró anonadado.

— ¿Q-quieres ponerle azúcar a tu té? Pero... P-pero si a ti no te gustan las cosas dulces —reclamó de inmediato, Nightmare hizo un mohín.

— Pero así no está rico...

— Ah, n-no quise... uh... E-espera, ya mismo te traigo azúcar... ¿Mascabado, morena, miel...? —la pupila del mayor brilló con emoción ante lo último.

— ¡Miel, miel! —su alegría era perturbadora, más Ccino no dijo nada y fue a buscar lo pedido.

Ya había aprendido a amar al Nightmare de antes; esperaba poder aguantar a éste al menos... aunque debía admitir que le causaba cierta ternura ahora...

☕

Ya que me lo pidieron mucho en mi anterior cuenta, les doy su fluffynight. No sé cuántos capítulos sean, pero haré mi mayor esfuerzo en hacer esto... ¿Sabían que odio esta ship? Pero bueno, espero vayan disfrutando de esta mierda, no sé cómo la voy a seguir, pero lo haré, jaja ;;;;

Y no esperen muchas notas al final de cada capítulo; esto es temporal, I guess (?)

bOi~