Ccino despertó a altas horas de la madrugada, agitado, asustado, sudando frío... llorando.

Había tenido otra pesadilla, una mucho peor a las de hace años; y ahora lloraba desconsolado en la cama, tratando de no hacer ruido pues Nightmare dormía a su lado con varios gatos encima. Más no logró su cometido, pues por tanto temblar y sollozar el contrario despertó, sólo para incorporarse haciendo que los gatos salieran huyendo. Nightmare enseguida notó la expresión ajena que denotaba terror, y no esperó ninguna señal más para comenzar a revisarlo.

— ¿Ccino? ¿Estás bien? —cuestionó preocupado, más enseguida bajó la cabeza ante la nula respuesta —¿F-fui muy duro...? T-te dije que me avisaras si te lastimaba...

— No, n-no... Estoy bien, Nighty, t-tranquilo —quiso sentarse con él, más un pinchazo en su espalda baja lo hizo preferir estar acostado —. Ugh...

— Sabía que no debíamos hacerlo, te lastimé, ahhh, me odio tanto...

— ¿Qué? No, no, no; es normal... Uh... Ven, acércate por favor —extendió sus brazos dejando al mayor abrazarse cual koala a él —. Sólo tuve una pesadilla, es todo...

— ¿Otra? —ya habían sido un par en lo que iba de esa semana, según recordaba —Las últimas veces despertabas sólo asustado, es la primera vez que te veo llorar, ¿qué pasó?

Ccino desvió la mirada, sin querer realmente hablar del tema. El mayor comprendió, dejando a su vez de insistir para mantener aquel cálido abrazo como muestra de su apoyo.

— Espera aquí —una idea cruzó la mente del ser de oscuridad, quien se levantó y salió de la habitación seguido de algunos de los gatos.

Volvió unos diez minutos después, lapso en el que Ccino siguió llorando intentando calmarse al acariciar al gatito parecido a Fresh. Apenas el contrario entró a la habitación, le extendió una charola con una taza en ella.

Iba a cuestionar al respecto, pues no era común que fuera Nightmare quien le preparara algo; pero el aroma a café le hizo relajarse un poco. Amaba ese olor. Tomó la taza para enseguida ver a Nightmare dejar de lado la charola para colocarse de cuclillas sobre la cama.

— Café cargado sin azúcar. El otro día tras tu última mala noche, bebiste esto, ¿no? Creí que... pues... quizás serviría de nuevo... —comentó jugando con sus falanges, con un muy adorable sonrojo azul sobre sus pómulos. El contrario casi se muere por eso.

— S-sí, me gusta para pasar el mal rato... de todos modos el azúcar no hace falta para disfrutar un buen café... —sonrió tranquilo, mirando la bebida antes de darle un sorbo —¡Oh, delicioso! Eres bueno con esto, Nighty —el susodicho devolvió la sonrisa con alegría mientras su pupila se iluminaba de emoción —; pero yo nunca te dije cómo encender la cafetera...

— Utilicé la estufa... y, sobre eso... —su mirada nerviosa lo dijo todo.

Ccino no esperó más para ir escaleras abajo, aterrado topándose con parte de la cocina en llamas. ¡¿Qué acaso destruir cosas no era algo de Error?! Nightmare tenía talento para meterse en problemas también, al parecer...

Pero no le regañaría; aún era alguien bueno y merecía varias oportunidades...

[Quiero llegar al final de este fic pero no sé cómo hacerlo, porque soy idiota, y no entiendo esta wea que yo misma escribo...
Oigan, si están leyendo esto, quiere decir que me fui a mi casita y estoy en pleno viaje de cuatro horas... Así que nos vemos cuando haya que vernos, ahre~]