Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

046.

— ¿Qué hacemos en el consultorio de tu padre?— Sungjun preguntó mientras seguía a Jungha por los pasillos del hospital.

— Vengo por unas cosas que necesito llevar a casa, Sun. Deja de quejarte, pareces Ryumi.

Sungjun rió mientras negaba con la cabeza; Ryumi se quejaba hasta por respirar. Entraron al elevador que los llevaría directo al piso del doctor Bae, segundos después, estaba saliendo de la caja metálica, saludaron a la recepcionista del piso y siguieron caminando hasta toparse con la recepcionista de Yongjae.

— Tiene a un paciente dentro, Jun.— Advirtió ella antes de que dieran un paso más.

— Oh, ¿y no sabes si tardará mu...

Risas provenientes de adentro que se acercaban cada vez más se hicieron presentes. Jungha se paralizó al reconocerlas. Una de las risas claramente era de su padre, la otra... De Hoseok. La puerta se abrió y por ésta aparecieron los dos, bastantes felices, compartiendo cierta broma que sólo ellos entendían. ¿Pero qué...?

— Le hablo después, señor B.— Dijo Hoseok, aun sin notar que Jungha y Sungjun estaban ahí.

Ciertamente Jungha no era la única sorprendida, Sungjun también lo estaba y no podía evitar sentirse molesto. Él nunca logró de ser cercano con Yongjae, incluso siendo vecinos y compartiendo eventos sociales, sin embargo, Hoseok, un "vago", como él lo llamaba, pese a que ya no era nada de Jungha, seguía siendo como un amigo para el padre de ella. ¿O es acaso que siguen teniendo algo?

No... Jungha estaba igual de sorprendida que él por la presencia de Hoseok.

Pero... Ahora que lo analizaba, no estaba seguro si ellos habían renunciado a su relación tan facilmemte.

— Hija,— Yongjae le habló a Jungha, Hoseok rápidamente se giró tras de sí para encontrarse con ella y claro, el idiota de Sungjun.— atenderé una llamada y te atiendo, ¿de acuerdo?

— Adelante, no hay problema.

Yongjae volvió a entrar y cerró la puerta, dejando a aquellos tres solamente. Hoseok le dedicó una mirada de desgrado a Sungjun, tal como la que él le estaba dando, y a Jungha le mostró una sonrisa ladina, intentando ocultar su enojo porque ella estaba con Sungjun.

— ¿Qué haces aquí, idiota?— Preguntó Sungjun. Jungha lo miró en forma de regaño por haber llamado así a Hoseok.

— Tengo la presión alta.— Hoseok mintió, empezando a caminar, pasando a esos dos.— Vine a mi consulta.

— No creo que seas capaz de pagar una.— Se burló el castaño.

— Sungjun, para.— Pidió Jungha, pero él la ignoró. Y Jungha odió el hecho que volvía a ser una sumisa ante él.

— Aunque no lo creas, Sungjun, puedo pagar tres por adelantado y honradamente las pago con dinero que yo gano, no que mis papis pagaron.

Jungha sonrió, orgullosa de Hoseok. Él le guiño un ojo y sin más que decir, giró sobre sus talones y se retiró de ahí. Jungha borró su sonrisa al volver a encarar a Sungjun.

— Déjalo en paz.— Fue lo primero que dijo.— Ya no somos nada, ¿puedes ignorarlo siquiera?

— Es sólo que me cae tan mal.

— Él te odia, Sungjun.— Aclaró ella.— Y no te ha noqueado por el simple hecho que eres mi amigo.

Y debía confesarlo, dudaba que Hoseok pudiera controlarse más.

*

— La debiste haber visto, amigo.— Hoseok bajó del Corvette que recién había arreglado. Un simple cambio de bujías y ajuste de frenos.— Llevaba su uniforme médico. Amo como lo luce.

Kangmin limpiaba las herramientas que le correspondían en ese momento y hacía como que escuchaba a Hoseok con alta atención, realemente él pensaba en cerveza. Aunque apenas era lunes.

— Así que... ¿Tus fantasias sexuales son con chicas en uniformes médicos?

— No. Mis fantasias sexuales son con Jungha.— Aseguró. Acercándose a Kangmin para echarle la mano.— Mis sueños felices, con Jungha. Mis sueños tristes, con Jungha. Todo, todo, todo, con Jungha.

— Basta, Hoseok. Me haces tener ganas de vomitar.

— Deberías conseguirte a una chica, Kang.— Hoseok le pasó una llave inglesa para que terminara de limpiarla, Kangmin suspiró, riendo derrotado.— Te has divertido mucho ya.

— Creo que hay alguien.— Confesó.— Pero es imposible.

— ¿Imposible?— Hoseok se burló.— Sabes, tu auto no es la única Barracuda que tienes.

Y a Kangmin se le cayeron las herramientas que tenía, creando un fuerte ruido por los metales chocando, Hoseok empezó a reír fuertemente porque su amigo estaba sonrojado. Eso había sido un buen, pero también patético juego de palabras con su auto y eso.

— Eres un imbécil.— Dijo, volviendo a coger las herramientas y la jerga.

Hoseok recargó su cuerpo en el estante, se cruzó de brazos y lo miró, aún sonriendo.

— Entonces... ¿Quién es la afortunada?

— Mmh, la pelinegra que siempre estaba con Jungha... ¿Rumin?

— ¡¡Oh por Dios, ¿Ryumi?!!

— ¡No hagas escándalo! Sólo me parece ardiente, nada más, así como el 75% de chicas con las que me topo todos los días.

— No lo puedo creer.— Hoseok siguió.

— Amigo, deja de hacer grande esta mierda. Tú ya no eres novio de Jungha, no la volveré a ver.

— ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?

Hoseok levantó juguetonamente sus cejas y Kangmin estaba seguro de por qué. Esta pequeña mierda... Kangmin no hizo más que sonreír y aceptar de una buena vez por todas que Hoseok siempre conseguía todo lo que se proponía.

— Así que ya tienes lo datos del notario.

— Yup y necesito que tu amigo, el mismo que investigó al profesor de Jungha, lo investigue también. No importa el precio esta vez.

Kangmin suspiró y asintió. Sin duda, Hoseok va a por todas esta vez...

*

Después de haber visto a Hoseok esa tarde, Jungha se encontraba realmente frustrada. Lo extrañaba de una manera increíble que ni ella misma podía asimilar, pero lo que la tenía tan estresada, era que había pasado ya un mes y su madre no había dado siquiera un señal de ceder.

Había intentado de todo.

Ser "buena" hija, o sea, asistir a eventos de moda o sociales a los que su madre la invitaba. Vivir con ella como antes lo hacía. Fingir que el modelaje "volvía" a gustarle. Incluso su padre hablaba con su madre todos los días, pero ella seguía firme al acuerdo del dinero de Jungha.

Ni siquiera mencionaban a Hoseok o el tema de desconocer a Jungha como su hija ante la ley, ellos simplemente buscaban la alternativa que ese dinero que Jungha había ahorrado, se le traspasara, porque a fin de cuentas, ya era mayor de edad.

Maldición, ¿por qué los 25?

Jungha comenzaba a pensar que llevaría más tiempo en conseguir que su madre cediera, a la espera por Hoseok.

— Oye tú, perdida.— Minsoo se sentó al lado de Jungha.

Se habían reunido en la casa de él, sólo para pasar el rato y beber frente a la chimenea como acostumbraban a hacerlo cuando el clima comenzaba a sentirse frío. Era una tradición.

— ¿Qué pasa?— Preguntó ella con una sonrisa.

Por una parte, era bueno estar con sus amigos. Sentía que las cosas volvían a ser como antes de conocer a Hoseok y aunque se sentía un poco bien, sabía que no era lo mejor.

— Sungjun no deja de chillar, dice que estás enojado con él por algo que pasó esta tarde, ¿es eso cierto?

— Lo es.

— Bueno, como no quieres hablarle, me envió a decirte que lo siente. Que no volverá a comportarse así.

— Lo conozco, volverá a hacerlo.

— Bueno, eso es verdad, pero se ha disculpado, ¿la intención es lo que cuenta, no?— Minsoo la codeó.

— Tienes razón.— Jungha suspiró. Sus amigos estaba pasándola bien, tanto las chicas como los chicos.— Me uniré a ustedes en un segundo, sólo tengo que avisarle a mamá que esta noche me quedo con papá.

— De acuerdo.— Minsoo se puso de pie.— Estamos teniendo una buena partida de billar.

Jungha asintió y esperó a que Minsoo volviera con todos. Estaban a sólo metros de distancia, la sala de estar estaba pegada al área de juegos, sus amigos estaban ahí, mientras ella se encontraba sentada frente a la chimenea, permitiendo a las llamas calentar su cuerpo.

Sacó el celular de su abrigo y justo cuando iba a abrir el chat con su madre, una llamada entró. Jungha se sobresaltó al ver el contacto, era un simple corazón rojo en la pantalla. Nunca lo había cambiado. En automático, ella rechazó la llamada.

No entendía a Hoseok. Decía que quería mantenerse alejado de ella para no sentir la presión, pero había ocasiones en las que él la buscaba ignorando todo lo demás. O sea hacía irresistible, creando un infinito deseo en Jungha.

La estaba volviendo loca.

Contesta. Decía el mensaje que recién le había llegado.

Su corazón empezó a latir fuertemente y casi explota cuando la llamada volvió a entrar nuevamente. Respiró profundamente y deslizó su dedo, contestando la llamada. Llevó el aparato a su oreja y al no escuchar la voz de Hoseok, ella habló.

— ¿Qué pasa?— Nada. Sólo las profundas respiraciones de Hoseok. Jungha tragó duro, teniendo dificultad para respirar.— Voy a colgar, entonces.

— No lo hagas.— La profunda voz de Hoseok llenó a Jungha.

Jungha se giró para ver a sus amigos, ellos recién festejaban la aparente victoria de Wonjun en la partida. Se puso de pie rápido y siendo sigilosa, salió al patio, abrazándose a sí misma por lo fresca que estaba la noche. En ese momento, deseó con todas sus ganas estar en los brazos de Hoseok.

— ¿Pasó algo malo?

— No realmente.— Esa penetrante voz de nuevo incluidas las notorias respiraciones.— Sólo quería escuchar tu voz.

— Jung Hoseok...

— Amo que me llames por mi nombre completo, ¿lo sabías?— Jungha asintió aunque no la estaba viendo.— ¿Qué haces?— Lanzó esa pregunta como si nada.

— Estoy con mis amigos. ¿Y tú?

— Solo en casa.— Confesó. Jungha se mordió la lengua en ese momento.— Jiwoo se fue. Estoy acostado en mi cama y pensaba en ti, así que por eso llamé.

— ¿Por qué me haces esto? Hace dos días, cuando estuve ahí, desperté y me llevaste a casa sin decir alguna palabra.— Reprochó. Esa era la oportunidad para muchas cosas.— Ahora, que estoy lejos, me llamas. No lo entiendo.

— No quiero que lo hagas.

Jungha apretó fuertemente los ojos. ¡Joder! Él ni siquiera sabe lo que quiere. Hoseok era tan peligroso, se había dado cuenta de eso. Te ponía una trampa. Primero daba alas, después las rompía. Y aunque era masoquista, a Jungha le gustaba su juego. Sobretodo porque ella podía jugarlo mejor.

— Como sea. Hay un chico aquí, creo que quiere llevarme a casa...

— Bae Jungha.

— Pero como bien me enseñaste, es obvio que quiere hacer una parada antes. Soy soltera ahora, ¿qué dices, Hobi?

— Digo que me gustaría tumbarle cada uno de sus dientes.

Ella sonrió al sentir el enojo traspasarse por la voz de Hoseok. No había ningún chico, pero ella también tenía su juego. Al final, ninguno hacía más que crear más ansia y empeño entre ellos.

La puerta por la que ella había salido, fue deslizada y Jungha al escuchar ruidos, se giró a verla. Sungjun.

Él la miró, estudiándola. Jungha se puso nerviosa en ese momento, ya que, no sabía cuánto tiempo había estado ahí Sungjun o peor, si había escuchado algo. Si el sabía que el de la llamada era Hoseok, iría corriendo con su madre y Junie no podía arriesgarse.

— Tengo que irme. Te veo en casa, papá.— Y sin esperar a Hoseok, Jungha cortó la llamada.

— ¿Era tu padre?— Sungjun salió por completo al patio trasero. Jungha asintió mientras sonreía.

— Sí, quiere que esté de vuelta en casa temprano, tú sabes, mañana es martes y tengo un horario pesado.

— Ya veo...— El castaño sonrió como si nada.— ¿Te llevo a casa?

Y aunque Jungha quería negarse, sabía que no podía. Al igual que con su madre, tenía que estar de buenas con Sungjun porque estaba claro, que él era su principal cómplice en esto.

— Es una buena idea, claro.

••••
hola amixxxxxxx, uhm es muy temprano así que no sé qué decir jAJAJA

song;
AKMU — Dinosaur
ROLONNNNNNN

foto;

es el cumpleaños de mi lord 💋🍻

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro