Jungha nunca imaginó que la fiesta siguiente al Ride sería en la residencial donde Ryumi vivía.
— Así que...— La pelicorto seguía a Sunmi y Jini, ésta última iba hablando.— Eunho sale con esta chica, Hwamin. En varias ocasiones ella presta su casa para fiestas.
— ¿Seo Hwamin?— Preguntó Jungha.
— Creo que sí. ¿La conoces?— Las dos la miraron.— No me sorprendería, después de todo.
— íbamos juntas en la secundaria. Nunca fuimos amigas, pero la conocía. Recuerdo que era rebelde.
— Para salir con alguien como Eunho, claro que sí.— Sunmi bufó con gracia.
Siguieron caminando por el sendero de piedras que conducía a la puerta principal. Después de la carrera, Jimin le prestó su auto a Jini, donde las chicas se transportarían mientras él se iría con Yoongi. Antes de llegar a la fiesta, ellas habían pasado a la tienda a comprar bebidas y comida. Aún había gente que no entraba y estaba en sus autos teniendo un precopeo, la fuerte música se escuchaba desde el patio trasero y la puerta principal estaba abierta para que todo el que quiera entrara.
Había poca gente adentro de la casa, Jungha sabía porqué; las casas de ese lugar, debido a que eran de un gran terreno, tenía un extenso patio donde todos cabían perfectamente.
Good Boy de GD X Taeyang se escuchaba desde el equipo de sonido y más de un grupo de personas estaba disfrutando de la canción. Jungha iba cantando en voz baja.
— ¿Por qué tardaron tanto?— Jimin se acercó a ellas y las tres alzaron las bolsas, él rápidamente se las quitó y las cargó por su cuenta, pidiéndole a Jini que le ayude con su trago.— ¿Trajiste mis gomitas?
— Sí Jimin,— Jini sonrió divertida.— pandas rojos, ¿o eran azules?— Bromeó, Jimin la fulminó con la mirada.— Sabes que traje los rojos.
El patio tenía varias mesas de picnic y su grupo ya se había establecido en la más grande, la que era rectangular, con diez sillas, las tumbonas a un lado y vista a todo el patio. Kangmin estaba contando uno de sus famosos chistes en ese momento.
Jungha buscó a Hoseok, pero él no estaba presente.
*
— Entonces, mañana me manda los datos, ¿de acuerdo?— Hoseok preguntó al teléfono. Después de esa llamada, sentía un peso fuera de él.— Sí, ella está aquí.— Continuó.— No se preocupe. Adiós.
Hoseok terminó la llamada, guardó el celular en su bolsillo, se empinó nuevamente su cerveza y salió de la cocina. Como era el único lugar solo por el momento, fue el mejor para tomar aquella llamada. Cruzó toda la sala de estar y salió al patio, reuniéndose nuevamente a la fiesta.
Había ganado su carrera, estaba feliz por su regreso, así que lo único que quería era beber, bailar y disfrutar de la presencia de Jungha aunque no estaba en sus planes hablarle. Miró en dirección a la mesa donde estaban sus amigos y rápidamente reconoció la espalda de Jungha. Ella estaba de pie, preparándose un trago y charlando con Yoongi a la distancia porque él estaba acostado en una tumbona. Y aunque quiso seguir viendo, alguien invadió su vista.
— Escucha, ya sé que me odias, pero, ¿podrías ayudarme a llevar esto a mi mesa?— Hoseok bajó la mirada y se encontró con Hanbyul, ella difícilmente sostenía una hielera. Hoseok miró alrededor y era el único hombre cerca.
— ¿Dónde es?
— Por allá.— Hanbyul sonrió y señaló la mesa del otro lado de la piscina.
Hoseok tomó el mango y fácilmente pudo arrastrar la hielera hasta la mesa de Hanbyul. Ciertamente no había sido una excusa mediocre para hablarle, ya que la hielera sí estaba pesada para la fuerza de ella.
— Listo.— Hoseok la dejó, todas las chicas presentes lo miraron y sonrieron, él las ignoró y miró a Hanbyul.— Ya puedes dejar de joder, Hanbyul. Llámale a Daejung y dile que estás aburrida, no sé.
— Creo que eso haré.— Y antes de que Hoseok se diera la vuelta, Hanbyul lo tomó del hombro, se puso de puntas y depositó un beso en su mejilla.— Gracias, Hoseoki.
— No vuelvas a hacer eso.— Ladró, Hanbyul sonreía traviesa. Hoseok rápidamente miró a su mesa y se topó con Jungha, quien lo estaba viendo y por su expresión, no estaba para nada feliz.— Mierda...
— Ups— Hanbyul soltó una risilla, Hoseok sólo empuñó las manos y se largó.— Así que ella es...
Jungha sentía su sangre hervir. Estaba tan enojada que sabía que estaba completamente roja. Vio a Hoseok caminar a paso rápido y firme a la mesa, pero ella no quería ni verlo en ese momento, así que, se puso de pie, tomó su trago, se giró sobre sus talones y empezó a caminar entre toda la gente.
Esa jodida rubia...
Ni siquiera podía ponerle atención a la música de la fiesta o a la gente que pasaba a su lado, por su mente pasaban muchas cosas en ese momento y quería golpear algo.
— ¡Hey, Jungha!— Alguien habló cerca de ella, causando que Jungha levantara la cabeza.— ¡Diablos, sí que eres tú!
— Hwamin...— La castaña sonrió levemente, un poco incómoda porque ellas nunca habían sido cercanas realmente.
— Nunca imaginé que te encontraría aquí.
— Nunca imaginé que sería tu casa.
— De eso puedes culpar a Eunho.— Sonrió. Se acercó a Jungha, encajando su brazo con el de ella y la hizo caminar.— Tengo que llevarte con alguien. Quedará en shock al saber que estás aquí.
Jungha no se opuso, se dejó llevar por Hwamin hasta el bar exterior que había en el patio. Una barra y gran variedad estaba equipado ahí. Sólo tres de los cinco banquillos estaban ocupados, Hwamin fue con el chico que no tenía a nadie a su lado, tocó levemente su hombro y éste se giró para verla, pero rápidamente sus ojos pasaron su atención a Jungha. Ambos, al reconocerse se quedaron en completo shock.
— ¡Hwamin!— Eunho llegó corriendo.— Tienes que venir.
— Chicos los dejo.— Hwamin sonrió al verlos.— Esa es la reacción que esperaba.
Y entonces la chica se fue.
— ¡¡Jaewon!!— Jungha fue la primera en hablar, el chico no hizo más que sonreír aún sin creerlo.— ¿Qué haces aquí?
— No— El dijo rápido.— ¿qué haces tú aquí?— Rió, sin saber como reaccionar todavía.— ¿Sabes por qué es esta fiesta?
— El Ride.— Dijo obvia, causando aún más el asombro de Jaewon.— Mis amigos participan, lo organizan, de hecho.
— ¿Tus amigos?— Encarnó una ceja, Jungha asintió, tomando asiento a su lado.— ¿Los Marvel son tus amigos?— La castaña volvió a asentir.— Imposible.
— Bueno, ya ves.— Sonrió divertida.— ¿También son tus amigos?
— Uhm, no.— Jaewon volvió a soltar una risa, Jungha sonrió.— Pero nunca perdí el contacto con Hwamin y siempre que hay fiesta en su casa, yo asisto.
Jungha y Jaewon eran amigos de la adolescencia; iban en la misma escuela, sin embargo ellos eran cercanos por el modelaje. Jaewon era un chico muy atractivo, todas morían por él, menos Jungha porque ella llegó a establecer una buena amistad con él antes de sentir cualquier atracción. En clases no eran muy unidos, ya que él iba en otro salón, grupo en el que estaba Hwamin también y por eso ellos eran buenos amigos también.
— Tenía años sin verte, ¿cómo te ha ido?
— Me abandonaste.— Dijo él, Jungha alzó las cejas.— No volviste al modelaje, yo sigo en eso.
— Sabes que nunca quise ser modelo.— Murmuró, Jaewon asintió.— No tuve la oportunidad de despedirme, un día simplemente desaparecí de ese mapa. Lo siento.
— No tienes porqué disculparte.— Jaewon sonrió.— Bueno, tienes que hacerlo sólo si no estás estudiando Fisioterapia.
Él sabía todo de Jungha. Como Ryumi sólo era modelo pasajera, no tenía una amiga o amigo fijo en ese mundo hasta que apareció Jaewon. Estaba agradecida y ahora se sentía culpable por haber perdido tal contacto.
— No te preocupes.— Sonrió ella también.— Estoy cursando cuarto semestre ahora mismo.— Dijo orgullosa.— ¿Y tú?
— ¡Esa es mi JunJun!— Palmeó su cabeza levemente.— Yo participo en pasarelas, tengo contrato con cuatro marcas y varias tiendas... Me va bien. Ya no vivo con mis padres, tengo un apartamento en Gangnam.
— ¡Lo que siempre quisiste!— Festejó, él asintió igual de orgulloso.
— Ya no deberíamos perder el contacto. Préstame tu celular.
Jungha rápidamente lo sacó de su bolsillo y se lo dio. Tener a un amigo de vuelta no le caería nada mal.
— ¿Sigues con Eunji?— Jungha preguntó curiosamente. Jaewon tenía una novia, la cual amaba y Jungha casi juraba que llegarían al altar.
Jaewon sonrió, conteniendo el aire.
— De hecho, ya no.— Respondió, pasándole su celular nuevamente. Entonces notó que Jungha no tenía abrigo cuando el clima estaba realmente fresco.— ¡Mujer!— Eso tomó de sorpresa a Junie.— Sé que eres anti-frío, pero puedes enfermarte.
Entonces empezó a quitarse su chaqueta.
— Jaewon, no es necesario.— Agitó sus manos.
Él la hizo callar con una mirada.
— Sólo póntelo.
Y Jungha sólo aceptó porque sino, no la dejaría de molestar con eso todo el rato que estuvieran hablando y porque verificó que él traía una camiseta térmica puesta. Se puso de pie para ponerse la chaqueta correctamente y justo en el momento que giró, se encontró con Hoseok viéndola a la distancia. Serio, molesto... Celoso. Joder. Él fumaba sin apartar su dura mirada de ella.
La castaña suspiró y volvió a sentarse sin importar que Hoseok casi tenía dagas en sus ojos. A fin de cuentas no estaba haciendo nada malo. Y él había estado con esa rubia toda la noche.
— Así que... ¿Cómo está eso de vivir solo? Sigo viviendo con mis padres, literalmente en la casa de ambos.
— ¿En serio?— Jaewon rió y entonces empezó a contar sobre su vida.
Jungha lo escuchaba, pero tenía las ganas inmensas de girar a ver a Hoseok, confirmar si él seguía viéndola o si se había ido. Así que, tratando de ser disimulada, giró su cabeza lentamente y efectivamente ahí estaba Hoseok, pero no estaba solo. A Jungha se le pusieron los pelos de punta. Él estaba con una chica y no, no era la rubia. Era otra.
Ya no podía más. Ese había sido su límite.
— Jaewon, iré rápido por mi bolso, ¿de acuerdo?
— Oh claro... Si vuelves y no estoy aquí, llámame.
Ella asintió, saltó del banquillo y caminó lejos de ahí. No había llevado su bolso consigo esa noche, pero sin duda le mandaría un mensaje a Jaewon, disculpándose por irse. Así es, se largaba de la fiesta. Jimin y Jinyoung la habían llevado, así que también les mandaría un mensaje a ellos para avisar que se quedaría en casa de Ryumi.
Iba a paso veloz, cruzando todo el patio, pasó enseguida de Hoseok, pero ni siquiera se tomó la molestia de percatar si él la había visto o no. No le importaba.
Finalmente salió de la casa, casi corrió por el camino de piedras y las pocas personas que estaban en sus autos la miraron rápidamente para después volver a sus asuntos. Jungha suspiró al estar parada a mitad de la calle y tomó sólo un segundo para captar su ubicación.
La casa de Ryumi estaba como a 4 kilómetros.
Mierda. Aunque era seguro caminar a esa hora, no quería hacerlo. Pero no tuvo de otra, empezó a caminar, ahora culpando también el hecho de que esas casas estaban por lo menos a una milla de distancia cada una.
Alguien venía corriendo tras de ella.
— ¡¡Bae Jungha!!— Gritó Hoseok a tres metros de ella. Ella no dejó de caminar, él tampoco.
— ¡Largo, Hoseok!— Gritó de vuelta, totalmente furiosa.
Hoseok corrió de nuevo, alcanzándola y tomando su mano para girarla y tenerla de frente. Ella tenía su ceño fruncido, labios torcidos e inmediatamente soltó su mano de la de él, casi arrancándola.
— ¿Adónde crees que vas?
— Me quedaré en la casa de Ryumi.— Espetó.— No aguanto más esta mierda.
— ¿Esta mierda?— Preguntó incrédulo.— ¡Llevas puesta la chaqueta de ese imbécil con el que estabas!— Acusó.— ¿Y esas palmaditas? Maldición...
— ¡Es sólo un viejo amigo, Hoseok!— Se alteró.— No tiene nada de malo encontrarme con un amigo, en cambio tú...— Negó con la cabeza, aún sin creerlo.— ¡Dos chicas, Hoseok! ¡Dos! Y frente a mis narices, como si no existiera.— Sentía su piel arder, el corazón latir y su vista nublada. Demasiado enojo para ella.— Eres un cínico.— Apenas dijo, Hoseok la miró preocupado.— ¿Acaso tú... Acaso...— Y antes de que Jungha colapsara, Hoseok logró atraparla en sus brazos.
*
Jungha abrió levemente los ojos al sentir la luz filtrarse por la ventana de la habitación. Talló sus párpados, consiguiendo que la vista borrosa ya no estuviera. Entonces reconoció muy bien la habitación en la que estaba y no era precisamente la suya.
Se reincorporó de golpe viendo todo a su alrededor. Estudiando las paredes azules de la habitación de Hoseok, su escritorio y afiches. En la mesita de noche, estaba su ropa perfectamente doblada y captó que ella sólo vestía una camiseta de Hoseok. Entonces, se encontró con él, estaba dormido al lado de la cama en su sillón puff.
¿Qué pasó?
Lo último que recordaba era su discusión con Hoseok a la mitad de la calle.
Bajó de la cama con cuidado de no hacer ningún ruido, la rodeó hasta llegar a Hoseok, se hincó y primero se tomó unos segundos para admirarlo dormido.
— Hey, Hoseok...— Tocó su desnudo pecho con el dedo indice. Pudo sentir su respiración, el subir y bajar de su pecho.— Hoseok, Hoseok, Hoseok...
Y el chico comenzó a abrir los ojos, terminando con una sonrisa adormilada al verla junto a él.
— ¿Cómo te sientes, nena?
Jungha ladeó la cabeza, aun más confundida.
— ¿Qué fue lo que pasó?
Hoseok se puso de pie, acomodando sus pantalones de chándal, después estiró su cuerpo, dándole una grata vista a Jungha y por último, se inclinó, la cargó como princesa y volvió a meterla en la cama, ahora acostándose con ella bajo las sábanas. Jungha podía oler su colonia por la cercanía. La extrañaba.
— Te desmayaste.— Explicó por fin.— Te lleve a urgencias y me dijeron que tuviste un colpaso por estrés.— Fue más claro.— Me dijeron que no fue tan severo y que lo único que tenías que hacer es descansar.
— Pero...
— Pero nada.— Hoseok sentenció.— Ahora, cierra la boca, abrázame y duerme. Más tarde te llevaré a casa.
— Hoseok...
— No te he tocado, ni siquiera te he besado... No estoy rompiendo las reglas, nena.
— Supongo.
Jungha apretó los labios y terminó asintiendo. Y aunque tampoco podían hablar, podían ser flexibles en sus decisiones de vez en cuando.
— Otra cosa.— Hoseok la detuvo antes de que Jungha cerrara los ojos.— La primera chica, la odio. Es como un grano en el culo y no te preocupes, le he dejado en claro que la quiero lejos.— Jungha lo miró.— Y la segunda, era una amiga de Sunmi que me estaba preguntando donde estaba, eso es todo.
Y eso fue suficiente para ella. Todo se calmó. Jungha lo conocía, sabía que podía confiar en él.
Se acurrucó en él, lo miró por última vez y le dio un rápido beso en sus labios para después esconderse en su cuello para seguir durmiendo.
— Gracias, Hoseok.
••••
wattupppppppppp, me duele la cabeza but it's okay, trataré de subirles el otro cap rápido ¿vale? tengan bonito día, tarde o noche 💓
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Calibre 50 — Corrido de Juanito
JAJAJAJA ES MI JAM DEL MOMENTO OKSSSSS
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¿alguien lo conoce? es mi amors
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