023.
— ¿Adónde vas?
Jungha miró a su madre, quien estaba sentada en el gran comedor sola bebiendo su rutinario café orgánico, sin dejar de bajar corriendo las escaleras. Saltó los últimos tres escalones, recibiendo los ojos en blanco de su madre.
— ¿Qué no estabas en Milán?
— No, y es París a donde me iré, para la semana de la moda.— Corrigió, llevando la taza a sus labios.— ¿Adónde vas?
— Hoy es un día especial y muy ocupado.
Fue a donde ella y le robó uno de sus panes con mermelada, metiendo la mitad a su boca y estirándose sobre la mesa para tomar el jugo de naranja.
— ¡Oh por Dios!— Su madre se alteró, casi como si hubiera visto un monstruo. Jungha la miró con una mueca y se dio cuenta que la estaba viendo.— ¿Esas son estrías?
Señaló la parte donde estaba la costura del jean y se notaba algo de piel. Jungha rodó los ojos.
— Así es mamá, la piel se estira ¿lo recuerdas?
— Pero, pero... Tengo que llevarte con un doctor.
— Ni lo pienses.
— O por lo menos comprarte alguna crema.
— Nope. Me gustan mis estrías, ahí se quedarán.
La verdad era que nunca las había notado, eran casi invisibles y su madre estaba exagerando. Las estrías eran normales en la mujer, no un defecto como muchas lo veían. Su madre quería que Jungha fuera una Barbie, perfecta en todo sentido, eso fue hasta que Jungha le puso un alto. No lo permitiría más.
— Bueno...— Suspiró en rendición.— Entonces, ¿adónde vas? Específicamente.
Era 18 de Febrero, el cumpleaños de Hoseok.
— Hoseok cumple años hoy. Habrá una fiesta en la noche y tengo que ir a dejar listos varios preparativos.
Jungha vio la negación en los ojos de su madre, sin embargo, ella no podía prohibirle ir.
— No hemos hablado de ese jovencito aún.
— No hay nada de qué hablar. Es mi novio.
— ¿Y Sungjun?
— Mamá, no de nuevo por favor.— Casi rogó, totalmente cansada del tema.— Ya me voy, Ryumi me espera en la casa de papá.
— Hablaremos de Jung Hoseok quieras o no.
Bien, me encanta hablar de Hoseok.
— Será después. Con tu agenda tan ocupada, espero sea antes de París.
***
Ryumi ya estaba en la casa de los Bae cuando Jungha llegó. De hecho estaba desayunando con Yongjae, Jungha los acompañó y le comentó sobre los planes del día a su padre. Además se quedaría a dormir en la casa de Ryumi por cuestiones del lugar.
Hoseok no odiaba las fiestas sorpresas, pero no quería que la suya lo fuera. Él quería tener un descontrol como festejo. Había invitado a casi todas las personas que asistían al Ride; además, compañeros de la academia y sus amigos habían invitado a sus conocidos. Hyukjo había conseguido una bodega perfecta donde sería la fiesta, Ryumi se había ofrecido junto a Sunmi y Jiwoo a preparar el lugar, Hoseok y Jimin se encargarían de las bebidas, los demás vicios y la policía, Yoongi, Jungha y Jini estaban a cargo de los muebles y la música.
Justo ahora se estaba dirigiendo al departamento de Jimin y Jinyoung.
— ¿Qué le tienes de regalo?
— Hoseok es fanático de los Bearbrick, afortunadamente encontré en edición Mustang y se lo he comprado, además, un nuevo reloj digital, siempre que baila lleva uno puesto.
Jungha giró donde el gps le indicaba, Ryumi puso música desde su celular, específicamente Sex With Me de Rihanna.
— Supongo que está bien. Algo de lo que le encanta y algo que le será útil.
— ¿Crees que está bien? Realmente me explotó el cerebro.
Ryumi suspiró, tomó su mochila de cuero y sacó una bolsa de la tienda Victoria's Secret.
— Yo te tengo un regalo a ti. En parte es también para Hoseok.
El Mercedes paró en un semáforo que estaba en rojo, Jungha agarró la bolsa rosa que Ryumi había lanzado a sus piernas y sacó el contenido. Su mandíbula cayó en sorpresa y a los dos segundos un ataque de nervios llegó y empezó a reír como loca. Miró a su mejor amiga, Ryumi le dedicó una mirada como si le hubiera dado caramelos y se encogió de hombros. Bueno, debo aceptar que es lindo. El conjunto de lencería negro que le había obsequiado la pelinegra era de tela fina y diseño atrevido a la vez que con clase. Era perfecto.
— En serio, debes estar bromeando.— Jungha puso los cambios en D y arrancó el auto.
— Nop, no lo hago. Creo que Hoseok ya ha sufrido mucho.— Y cuando se acabó la canción de Rihanna, Birthday Sex de Jeremih empezó a reproducirse. Jungha le lanzó una mirada asesina a Ryumi.— ¿Ya captaste la indirecta?
— Sí, gracias.
Pasados los minutos llegaron al edificio donde vivían Jimin y Jinyoung, cruzando la calle estaba la universidad a la que asistían. Jungha sonrió al verla porque Hoseok le había contando todo lo que había hecho ahí sin ser estudiante. Entró al estacionamiento subterráneo y lo primero que vio fue el Mustang estacionado, afuera de este Hoseok y Yoongi charlaban, Hobi miró en dirección al S63 rápidamente y sonrió. Las mariposas volando en Jungha.
— Esconde eso.— Le dijo Jungha a Ryumi, pasándole la bolsa de Victoria's Secret.
Entró en un cajón y justo cuando apagó el auto, saltó fuera de él y corrió a Hoseok para abrazarlo. No habían hablando desde ayer y aunque esa no era la mejor o más bonita manera en felicitarlo, era lo único que podía ofrecer en ese momento.
— Junie...— Ella lo calló con un beso y sonrió.
— Feliz cumpleaños, Hobi.
— Así es, ahora tienes 23 y Jungha 21, pedófilo de mierda.— Soltó Yoongi. Jungha rió y Hoseok lo fulminó con la mirada.
— ¿Dónde está Sunmi cuando la necesito?— Aclamó Hoseok, Yoongi puso los ojos en blanco.— Hola Ryumi.— La pelinegra saludó a los dos chicos.
Los cuatro subieron hasta el dormitorio de Jimin y Jinyoung, donde ni siquiera tuvieron que tocar porque como de costumbre, Hoseok introdujo la clave de seguridad y entraron. Desde el pasillo, salió un enloquecido Bangji que se fue directo a Jungha, saltando a sus piernas y ladrando.
— ¡Bangji, detente!— Jini salió tras de él, tomando rápidamente a su hijo entre sus brazos, desde atrás se escuchaban las carcajadas de Jimin.— Lo siento, se emociona con las personas nuevas. Hola.
— Hola, Jini.— Saludaron todos.
— ¿Otra vez te olvidas de mi cumpleaños?— Acusó Hoseok, Jini rió y negó con la cabeza. Se acercó a él y lo abrazó y discretamente le pasó un caramelo, el mismo de hace años pero esta vez con el envoltorio incluido. Hoseok sonrió enormemente.
— Feliz cumpleaños, idiota.— Jimin lo abrazó.
Jinyoung tenía Firestone desde el equipo de sonido, como siempre, en ese hogar tenía que haber música. Los seis se organizaron y esperaron que Sunmi llegara para empezar con todo lo que tenían que preparar, la pelinegra había llegado quejándose del metro, pero Yoongi la tranquilizó y prosiguieron. Sunmi tomaría el auto de Yoongi y junto a Ryumi y Jiwoo darían las vueltas. Hoseok y Jimin se irían en el Mustang. Jungha, Jini y Yoongi se irían en el auto de Jungha y lo intercambiarían con la camioneta de su padre.
***
— ¿Te lo pusiste?— Preguntó Ryumi desde el tocador al ver a Jungha salir del baño ya lista. Jungha no contestó, pero toda ella se delató.— Esa es mi chica.
— ¿Crees que ya empezó la fiesta?
Jungha se lanzó a la cama de Ryumi, estaban en su casa. Hoseok pasaría por Jungha y Ryumi esperaría a las chicas para irse en su propio auto.
— Claro que sí, la fiesta empezó hace una hora. Hoseok quiere llegar después para hacer la entrada, ya sabes.
Junie rió y asintió. Eso era verdad.
— Sí, claro que sí.
La habitación de Ryumi estaba del lado de la calle, por lo que Jungha saltó de la cama al reconocer el motor del Mustang andar por la calle. De pronto los nervios la atacaron como si fuera la primera vez, esa sonrisa estúpida en su boca y el cosquilleo se descendía de su estómago hasta sus manos.
— Anda ve, tu hombre espera.
Jungha tomó su bolsa y asintió, corriendo a la puerta y despidiéndose con la mano.
— Nos vemos allá.
El timbre resonó por la solitaria casa, los padres de Ryumi no estaban. Jungha se resbaló por el susto y empezó a reírse de su idiotez, así fue a abrir la puerta, encontrándose con el guapo de su novio. Hoseok la miró reírse y sin pedir explicación, se empezó a reír también, dio un paso dentro y la abrazó por la cintura.
— ¿De qué nos reímos?
— Casi me caigo ahí.— Señaló el escalón que tenías que bajar en la sala de estar. Hoseok rió más fuerte.— Oh claro, ríete más.
El castaño siguió y se acercó para darle un largo beso.
— ¿Lista?— Jungha asintió y entrelazó sus manos.— Estás hermosísima, nena.
Jungha sonrió y besó su mejilla.
— Bueno, si fuera hombre y gay, ya hubiera pedido tu número telefónico, nombre y dirección.— Comentó ella, ya estando arriba del Mustang.— Con eso digo todo. Y maldición, si una de esas chicas que anda tras de ti, te abraza de más, no me haré responsable de mis actos.
Hoseok sonrió y asintió, no tenía problema con eso.
***
La fiesta apenas llevaba tres horas de transcurso, estaba en la parte más culminante y parecía que permanecería así siempre. Cuando Hoseok y Jungha llegaron, casi todos los presentes se acercaron a abrazar a Hoseok y felicitarlo, Hoseok estaba haciendo lo posible para no dejar de lado a Jungha e hizo un magnifico trabajo. Todos sus amigos estaban ya, cada quién en sus asuntos. Hoseok y Jungha estaba disfrutando al máximo, bebiendo, bailando, jugando. La música era la indicada, mucha gente bailaba, otras no pero la disfrutaban. La bodega estaba a reventar, había gente dentro y fuera de ella, en el exterior, todos los autos estacionados y algunos chicos presumiendo sus motores, entre ellos Hyukjo.
— ¿Cuál es esa canción?— Preguntó Jungha muy curiosa porque para empezar, no era una canción en coreano o inglés. Hoseok puso oídos atentos pero no fue capaz de reconocerla. Pero era buena.— ¿Quiénes son ellos?— Señaló al equipo de sonido, había un grupo de chicos y sólo uno era coreano.
Taehyung.
— Vamos.
Hoseok y Jungha caminaron tomados de la mano entre toda la multitud que a pesar de la desconocida canción, no dejaban de bailar. Llegaron con ellos, uno de ellos, moreno, castaño y una agradable sonrisa, era el que ponía la canción. Había otro rubio, quien le gritaba al moreno que cambiara de canción y el moreno se negaba rotundamente. Entonces estaba Taehyung, quien disfrutaba de la canción y al mismo tiempo hablaba con el rubio, o algo así. Hoseok no entendía, pero Jungha sí, ella sabía inglés.
— ¡Oh, Hoseok!— Taehyung lo reconoció.— ¡¡Feliz cumpleaños, amigo!!
— ¿Cómo se llama la canción?— Jungha le preguntó en inglés al rubio, este fue tomado por sorpresa pero rápidamente reaccionó.
— No lo sé, es el trauma de él y la quiso poner.— Señaló al moreno.— ¡Hey, Jason! La señorita pregunta el nombre de la canción.
El moreno se giró a ellos, mirando a Jungha y después al rubio. Entonces sonrió.
— Me Rehúso.
Jungha juntó las cejas aún más confundida y ambos occidentales rieron.
— Es español.— Comentó el rubio.
Hoseok se acercó a ellos y le susurró "espero no te estén coqueteando" a Jungha. En ese momento Jungkook llegó para romper la tensión y presentó a todo el mundo. Resulta que recientemente él y Hyeji habían hecho un viaje a Los Ángeles y sus amigos se vinieron con ellos a Corea para una pequeñas vacaciones. El moreno era nada más y nada menos que Jason Rodriguez, mientras el rubio gritón, Jaden Parrish.
Todo el mundo estaba en esta fiesta, incluso Kim Namjoon, Hoseok lo había alcanzado a ver jugando con Jimin, Jinyoung y otro grupo de personas. Se pasaban una carta con la boca y quien se besaba perdía. Estaba seguro que Jimin convenció a Jinyoung sólo para besarla con una buena excusa. Ryumi y Seokjin también estaban dentro.
— ¿Quién es el chico con el que anda Ryumi?— Le preguntó Jungha mientras pasaban por ahí.
— Kim Seokjin. Es el primo de Hyeji.
Caminaron un rato más, incluso fueron a donde estaban los autos y Hoseok consiguió que Jungha acelerara un motor. Volvieron a dentro, consiguieron más bebidas y Hoseok empezó a fumar. En una parte de la bodega, estaba un juego de mesas donde varios tenían partidas de cartas.
— ¿No pueden dejarlo incluso en mi cumpleaños?— Hoseok le reprochó a Sunmi y Yoongi, él no jugaba, simplemente estaba sentado junto a ella para brindar apoyo.
— Cállate, no la desconcentres.
Hoseok rodó los ojos y Jungha rió. Y lo convenció para que se vayan a bailar. Estuvieron un largo rato en la pista, pero entonces un grupo de chicos apareció con una gran piñata, Hoseok empezó a reírse al ver tal regalo, más porque la piñata era de The Joker. Todos la golpearon, incluso las chicas. Y ahí no había acabado todo. Esa tarde a Ryumi se le había ocurrido la fantástica idea de comprar pintura neón para que todos se pintaran y se apagaran las luces del lugar. Swalla retumbaba de las bocinas, Jungha tenía a un salpicado de pintura Hoseok frente a ella. Se rió porque no había parte de piel visible, se acercó a él y lo besó, mezclando los colores. Aprovechó para quitarle su gorra y ponérsela hacía atrás.
— Me encanta verte así.
— Lo sé.
Hoseok sonrió. A comparación suya, Jungha se había pintado muy lindo en esos pocos minutos. Era algo increíble verla brillar en la oscuridad de esa manera. En general, el contexto de todos brillando en la oscuridad era genial. Jungha se volvió a acercar a él.
— Hoseok...— Llamó a su oído. El castaño sintió su piel erizarse; estaba casi seguro que ella rozó sus labios con su lóbulo a propósito.
— ¿Hay algo en lo que te pueda ayudar, nena?
— Quiero que me lleves a casa.
Y Hoseok tuvo que tragarse un nudo del tamaño de una pelota de golf, todo su cuerpo encendiéndose en fuego intenso. ¿Por qué? Porque sabía que Jungha no se refería a la casa de sus padres, sino a la suya...
La casa de Hoseok.
••••
QUÉ PEDO IM BACKKKKKKKKKK, YA SALÍ DE VACACIONES Y NO JODAN IM VERY HAPPY, jeje.
escuchen la canción de Jason, bc, baby nooooo, me rehuso a darte un último beso así que guárdalo 🌚
adivinen qué se vine poehhhh
NOS LEEMOS PRONTO PEDORRASSASS
pd. como ven, mi reggaeton nunca faltará en esta saga
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