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022.

Hoseok estaba recargado en el cofre del Mustang, había encontrado un buen lugar de estacionamiento en la universidad de Jungha, tenía vista a una parte del campus, por donde seguro Jungha saldría. Esta semana Jungha estaba quedándose en la casa de su madre y tenía entendido que el chofer de su madre la había traído esta mañana, así que decidió pasar a recogerla.

Los autos estacionados a su alrededor eran de marcas muy caras, Hoseok los había inspeccionado, sin embargo, ni uno era deportivo o que siquiera sirviera para correr en un Ride. A unos cajones más allá a su izquierda, reconoció el Jeep de Sungjun, y su instinto de niño travieso pensó en pintarlo con pinturas en aerosol que traía en el maletero.

Pero no lo haría, no quería meter a Jungha en problemas.

La última campana del día sonó por todo el campus, Hoseok enderezó su cuerpo al escucharla y pronto vio a toda la gente empezar a salir de sus aulas y otras bajar por los elevadores de cristal de los edificios modernos que conformaban el lugar. A lo lejos, reconoció a su novia caminar entre toda la gente, su cabello habitualmente desordenado y su uniforme médico no podía faltar. Hobi sonrió y en el momento que ella hizo contacto visual, empezó a correr. Hana le gritaba por detrás.

— ¡Hola, bebé!— Gritó ella, ya a pocos metros de distancia.

Hoseok se sintió como una chica en ese momento por todas las mariposas que volaron en su estómago al escucharla llamarlo de esa manera. La recibió en sus brazos y con un beso.

— Tal vez suene extraño, pero creo que te vez jodidamente sexy en tu uniforme médico.

Jungha rió por el comentario. Ella lo odiaba. Decía que hacía que su cuerpo perdiera la poca figura que tenía. Pero también lo amaba. Era cómodo, y ahora sabía que a Hoseok le gustaba.

— ¡Gracias por dejarme hablando sola!— Hana llegó, mirando a ambos molesta. Pero al verlo, sonrió.— Hola, Hoseok.

— ¿Cómo estás Hana?

— Bueno, estaba molesta porque Jungha me abandonó, pero ahora veo que tuvo una buena razón.— Rió por lo bajo y la pareja sonrió. Los ojos de la rubia vieron más allá de ellos dos y se mostró confundida.— Si te irás con Hoseok, ¿por qué está ahí la camioneta?

Jungha y Hoseok se giraron para ver a la Navigator negra parada justo detrás del Mustang, bloqueando su salida. Era la camioneta de su madre, bueno, la que conducía el chofer. Pero ella a había mandado un mensaje para decir que no tenían que ir por ella, sacó el celular para checar si su madre había mandado algo o no, pero se dio cuenta que ella en realidad no había mandado nada.

El chofer, Kijong, bajó del auto y se acercó a ellos, su traje perfectamente planchado sin ninguna arruga y su habitual expresión seria. En realidad no era tan serio o duro como aparentaba, Jungha le tenía mucho cariño. Kijong miró las manos unidas de Jungha y Hoseok, pero no dijo nada, mantuvo la mirada en Jungha.

— Señorita Jungha...— Jungha lo miró en señal de advertencia.— Perdón, Jungha,— Ella odiaba que fuera formal, él era mayor y había confianza, no tenía que tratarla como una superior. Ella no era su madre.— La señora Bae me dio ordenes para que la llevara a The Avenue, salió un almuerzo inesperado y quiere que esté ahí.

Jungha miró su uniforme y sabía que su madre la iba a matar si la veía llegar con eso a The Avenue. Era un restaurant muy elegante y sólo gente prestigiada asistía. Pero la situación era inesperada, su madre no podía reclamar.

— Está bien, pero no hace falta que me lleves. Ve con tu familia, sé que no has estado últimamente con ellos.

Kijong la miró sorprendido.— ¿Y cómo se supone que irá?

— Me llevará mi novio.— Sonrió e hizo un movimiento de cabeza hacia Hoseok. El castaño sonrió a lo grande.

— ¡¿Su qué?!

— Kijong, él es Jung Hoseok, mi novio.— Presentó formalmente.

Ambos se miraron, no hubo palabras de por medio pero tampoco desaprobación alguna por parte de Kijong. Él aún estaba sorprendido porque la joven Bae ya tuviera pareja después de tanto tiempo.

— ¿Tu madre lo sabe?

— Está por hacerlo.

***

— ¡No puedo bajarme con esta ropa!— Alegó Hoseok, llevaban cinco minutos en el estacionamiento y sin bajarse del auto porque él no quería.— ¿Ya viste cómo estoy vestido?

Jungha asintió frenéticamente. Claro que lo he hecho. Jeans negros rasgados, tenis negros, camiseta negra que se pegaba a su pecho y lo hacía ver con músculos. ¿Cómo me perdería tal obra de arte? Y esa gorra negra que llevaba puesta hacía atrás era la cereza de ese delicioso pastel.

— El negro te queda muuuy bien.— Se estiró para darle un beso en la comisura de los labios.— Y me gusta cuando tu frente está descubierta.— Agregó.— Además yo vengo peor, estoy con el uniforme puesto y no me importa.— Hoseok pegó su cuerpo al asiento y se puso rígido al sentir la delicada mano de Jungha deslizarse por su pierna hasta llegar a la parte superior de su muslo, presenció en cámara lenta como con sus uñas rojas apretaba aquella parte.— Vamos.

Mieeerrrda. Saltó fuera del auto al verla bajar y dirigirse a la puerta con paso seguro, como si reinara el lugar a pesar de que llevaba puesto su inadecuado uniforme. Esto no se va a quedar así, nena. Pero estaba claro que esta vez, ella había ganado.

— ¡¿Qué diantres fue eso?!— Gritó antes de que ella entrara por la puerta.

— Es tu culpa por llevar puesto todo negro.— Dijo ella, mirándolo demandante.— Me has provocado.

Hoseok bufó, cruzándose de brazos y sonriendo como un sabelotodo.

— Qué fácil es provocarte entonces.

Jungha se detuvo antes de empujar la puerta y giró su cabeza, mirándolo sobre el hombro.

— Ajá, así que ten cuidado.

Se volvió de nuevo, siendo recibida por el recepcionista. Apenas y pudo decir el nombre de su madre por la sonrisa que no podía borrar de su boca. Maldición, yo he hecho eso. Jamás había actuado así y era lo más leve que se le ocurrió. Pero había encendido a Hoseok y él se había molestado, y había sido la mejor reacción de todas. Pronto sus hormonas prendieron los motores y el calor del lugar se había propagado. Sin embargo, además de excitada sexualmente, lo estaba también emocionalmente. Nunca antes se había expresado de esa manera y se sentía bien, tal vez porque era la primera vez que su cuerpo experimentaba tales reacciones y sus instintos eran más fuertes. Se sentía genial sacar la fiera de su jaula de vez en cuando.

La mano de Hoseok alcanzó la suya y ahora estaban caminando juntos entre las mesas. Ellos se miraron como si lo anterior no hubiera pasado y sonrieron. Lo arreglarían después. La mesa situada en el balcón con paredes de cristal era donde estaba la señora Bae. Hoseok estaba anonadado con el lugar, era tan innovador y la vista de Gangnam era linda. Jungha reconoció a las personas en la mesa como las "amigas" de su madre. Sólo eran cercanas por conveniencia. Interesadas y egolatras. Y lo mejor, estaban sus hijas e hijos también.

Y como si Ryumi brillara como un ángel salvador, Jungha sonrió al verla sentada en la mesa también. Era bueno que su madre y la de Ryumi fueran amigas, aunque ella era muy artificial y codiciosa, Ryumi era lo contrario, por eso eran mejores amigas también y eran las "rebeldes" de ese círculo social.

— Hola a todos.— Saludó Jungha. Hoseok sintió el apretón que le dio Jungha.

Junie notó el sobresalto de su madre al verla, no, al verlos. Y sabía que la iba a matar cuando estuvieran en casa, ya podía imaginarse todo lo que le gritaría. Primeramente por su vestimenta, y por lo más importante, y que claramente dejó a todos con la boca abierta a excepción de Ryumi, Hoseok.

— Hola.— Saludó Hoseok también, con una cálida sonrisa.

— Te... Los estábamos esperando.— Dijo su madre, aquello había salido forzado.

Jungha y Hoseok se sentaron al lado de Ryumi, aún sobraban dos asientos y Jungha sabía para quiénes eran. A lo largo de la mesa podía sentir las cuchillas de los ojos de su madre, así que descaradamente la miró y sonrió.

— ¿No vas a presentar correctamente, cariño?— Preguntó la persona que estaba sentada frente a ellos. Park Aeri.

— Oh claro, qué falta de respeto la mía.— Se disculpó con una sonrisa. Las dos amigas presentes de su madre y sus hijos estaban ansiosos.— Él es Jung Hoseok, mi novio.

— Un gusto.— Se apresuró decir Hoseok y después miró a la señora Bae.— Señora, cuánto tiempo.

— La última vez no eras novio de mi hija.

— Las cosas cambian mucho en un par de meses.

Jungha iba a decir algo también, pero en ese momento los últimos invitados llegaron a la mesa. Junie sonrió enormemente al ver a Sunghee, pero esa sonrisa se borró y cambió a una incrédula al presenciar como ella se había ido directamente a saludar a Hoseok.

— Me siento traicionada justo ahora.

Ryumi rió por lo bajo.— Uh, golpe bajo.

— No seas exagerada.— Sunghee se sentó al la de Hoseok.— Nos vemos todos los días, a él casi no.

Hoseok sonrió con victoria.

— Te dije que soy irresistible.— Le susurró al oído, ella lo fulminó con la mirada.

Los minutos pasaron, la mesa estaba en diferente tipos de charlas. La de las adultas, la de los hijos, Jungha y Ryumi hablaban, mientras Hoseok y Sunghee estaban muy entretenidos contando chistes y viendo la televisión. La comida llegó después de un rato y todos merendaron con tranquilidad y paciencia. Sunghee había escogido el platillo de Hoseok y Jungha sólo actuaba celosa para molestarlos.

— ¿Recuerdas Satan's Hood?— Ryumi comía su filete. Jungha la miró sorprendida por la pregunta.

Claro que recordaba ese lugar. Por mucho tiempo fue su favorito y lo había olvidado. Era un bar de rock, el primero en el que ella y Ryumi utilizaron sus identificaciones falsas de aquel tiempo para entrar. Después descubrieron que eran menores, pero aún así les daban el acceso. Siempre había una banda tocando en vivo, la comida y bebidas era buenas y el ambiente era lo mejor.

— Claro que sí. Tenemos años sin ir.

— Bueno, este sábado harán un tributo a Green Day. Sé que amas a esa banda y que te encanta el lugar. ¿No quieres recordar viejos tiempos?

Jungha sonrió como una pequeña niña emocionada y asintió.

***

La noche estaba muy agradable y para ser pleno febrero el clima no estaba muy frío. Pero aún así Yoongi se estaba quejando. Hoseok y Jungha los habían invitado ir a él y a Sunmi, ella aceptó encantada, Yoongi aceptó porque no gastaría gasolina.

El bar tenía un aspecto con muchas expectativas, empezando con el letrero rojo y con luces que presentaba su nombre tan rudo. Sus paredes eran de ladrillo pintados de negro, a cada metro estaba pegada una pancarta de diferentes bandas de rock. Así como un cine que exponía sus películas en cartelera. El estacionamiento estaba lleno y la fila para entrar era larga, ellos apenas estaban a la mitad del camino, la música se escuchaba desde afuera.

Hoseok estaba un poco conmovido por la zona donde estaba el bar. Él la conocía. Y según el contexto de Jungha, nunca creyó que ella frecuentaba este tipo de lugares cuando era una adolescente. Seguramente si su madre lo sabía le daba un infarto.

— Escucha Yoongi, aunque no lo creas, las personas bailan en este tipo de eventos.

— Lo sé, Sun.— La miró mal. Hoseok y Jungha entretenidos con la próxima escena de sus amigos.— No soy un inculto, cariño.

— Mi punto es que, no me importa lo que digas, moverás tu culo de hip-hop y me sacarás a bailar.

Jungha y Hoseok empezaron a reír libremente. Sunmi iba en serio y Yoongi no tenía nada más que aceptar esa orden. De todas maneras, todos sabían que la sacaría a bailar sin la petición de ella.

La fila avanzó rápidamente, ahora ellos tenían que mostrar sus identificaciones a los guardias de la puerta. Jungha se desilusionó un poco al ver que no eran los mismos de hace años, sin embargo, al reconocer al chico que era el encargado ahora, se emocionó.

— Hanseul, ¿eres tú?

El chico que hace unos años llevaba anteojos y siempre portaba su uniforme escolar, ahora vestía con ropa agresiva, sus brazos estaban llenos de tatuajes y tenía algunos más en su cuello, piercings en su rostro y orejas, además del cabello totalmente rebelde. Cuánto han cambiado las cosas. Su padre solía ser el encargado de la seguridad y como era papá soltero, lo llevaba al trabajo aunque era menor y no podía entrar, es por eso que Jungha y Ryumi conseguían quedarse. Ambas se hicieron amigas de Hanseul y eran los únicos menores que estaban sentados en la barra tomando jugo de uva mientras disfrutaban de la música.

— ¡Jungha, no has cambiado nada!

— Bueno, no puedo decir lo mismo de ti.— Ambos se fundieron en un abrazo amistoso. Hoseok, Yoongi y Sunmi viendo todo silenciosamente.— ¡¿Qué te pasó?! Me refiero a que wow, te ves genial.

— Ya no estoy en la escuela, ya no hay reglas que me prohíban vestirme y ser como quiero.

— Te sienta muy bien tu verdadero look.— Sonrió.— ¿Y tú padre?

— Está adentro. Ahora es el dueño del lugar.

— ¡Eso es grandioso!

— No te detengo más, espero te lo encuentres.— Desde la puerta se escuchaba la parte final de Welcome To Paradise, la emoción de Jungha crecía cada ves más.— Entra ya, sigue tu número favorito.

Y Jungha no podía creer que él lo recordara. Green Day tenía una mezcla de Holiday y Boulevard Of Broken Dreams y era su favorita, porque ambas canciones eran sus preferidas y con grandes significados para ella. Le encantaba cuando una canción pasaba a ser la otra sin siquiera darte cuenta.

— ¡Allá está Ryumi!— Señaló Hoseok a la mesa que estaba frente al escenario.

Ella había llegado desde temprano precisamente para ganar un lugar. Los cuatro caminaron entre la multitud para llegar con ella. Jungha enormemente feliz de volver a su mundo secreto, Hoseok, Yoongi y Sunmi acostumbrándose a ese nuevo ambiente.

— ¡Maldición! No sé cómo le hace ese bastardo para sonar casi igual a Billie Joe.— Exclamó al verlos llegar a la mesa.— Por cierto, ¿por qué tardaron tanto? Todos me ven mal por estar sentada aquí tan sola y patética.

— Fue por culpa de Yoongi.— Le dijo Hoseok.

El pelinegro miró a Ryumi sin expresión alguna en su rostro.

— Lo siento, como sea que te llames.

— ¡Min Yoongi!— Lo regañó Sunmi.— Lo siento, Ryumi.

— Vaya, qué encanto de chico.

Hear the drum pounding out of time, another protester has crossed the line, ¡hey!— Jungha cantó el segundo coro.

Hoseok la miró, estaban sentados uno al lado del otro y aunque él tenía sus ojos en ella, Jungha los tenía en el escenario y todos sus sentidos concentrados en la música. Podía sentir su cuerpo disfrutando la canción. Y le gustaba verla tan feliz e identificada en un lugar. Aunque él no era mucho de música rock o punk, podía traerla cuantas veces ella quisiera. La pegó más a su cuerpo y besó su frente, ella lo miró y sonrió. Ahora dejaría que disfrutara la música sin interrupciones.

Entonces la segunda parte de la canción empezó y él se quedó pensando.

— ¿Cuál es esa canción?— Preguntó sobre la música.

Boulevard Of Broken Dreams.— Contestó Jungha.— Es mi favorita.

Sintió la mirada profundo de Yoongi y fue cuando lo recordó. Aquella noche en el bar cuando se sentía perdido y se dio cuenta que Jungha era el nuevo faro de su vida. Prácticamente, esa canción era el principio de todo.

No comentó nada, se quedó callado y con una pequeña sonrisa en sus labios. El mundo era tan pequeño y con muchas sorpresas inesperadas, coincidencias grandiosas.

Siguió la presentación de la banda, con un repertorio que contaba con canciones como Basket Case, Know Your Enemy, Longview entre otras. La gente bailaba y cantaba descaradamente. Incluidas Jungha y Ryumi. Cuando fue turno de American Idiot, ellas incluso se pararon en las sillas y la cantaron en su mayor expresión. Jungha incluso le cantó a Hoseok de manera brusca. Él estaba sorprendido y no podía negar que se había calentado un poco.

De un segundo a otro American Idiot se había vuelto en su canción favorita.

— ¿Esos no son Jungkook y Hyeji?— Sunmi señaló a una pareja que estaba en la barra y sí, definitivamente eran ellos.

Hoseok supo al instante que estaban aquí por la pequeña Hyeji.

— Nena, iré a saludarlos y por algo de beber, ¿qué quieres?— Le preguntó a Jungha.

— Cerveza. Diles que en cuanto termine esta canción voy a saludar.

— Entendido.

Saltó de la silla y caminó entre todos los fanáticos de Green Day hasta salir de la parte de las mesas y el escenario. Llegó a la barra, encontrándose a Jungkook besando profundamente a Hyeji, nadie los notaba de todas maneras.

— ¡Váyanse a un motel!

La pareja se sobresaltó al escuchar eso. Se giraron a ver a Hoseok, el encargado del grito, él con el ceño fruncido, ella roja de la vergüenza. Hoseok sonreía con picardía. Podían aparentar ser una pareja tierna y inocente, pero Hoseok sabía que ellos tenían garras.

— ¿Qué haces aquí, Seok?

— Hola, Hoseok.

— Vine con Jungha, resulta que Green Day es su banda favorita.— Le contestó a Jungkook y después miró a Hyeji.— Hola, pequeña. Por cierto, ella los vendrá a saludar en un rato, está muy apasionada allá en el escenario.

— ¡Te dije que era la chica de la silla!— Le dijo Hyeji a Jungkook.— Me debes mil won.

Hoseok se rió por la ternura, compartieron unas palabras más mientras él esperaba sus dos cervezas. Se despidió de Jungkook y Hyeji, volvió a la mesa con cuidado de no derramar el contenido de los tarros de cerveza. Cuando llegó, recién acababa una canción que no tenía idea de cual era y entonces empezó 21 Guns, probablemente la única canción que conocía de Green Day, miró que varias parejas creaban un simultanea pista de baile e iban a bailar la canción, así que Hoseok esperó a que Jungha terminara su trago de cerveza y tomó su mano sin decir palabra alguna y la llevó al centro de todas las parejas.

Jungha lo miró estupefacta, él simplemente sonrió, poniendo sus manos en su cintura y pegándola a él. Junie reaccionó, pasó sus brazos sobre los hombros de Hoseok y los entrelazó para asegurarse. Ahora ella sonreía y las mariposas volaban por todas parte, su corazón latiendo muy fuerte. Pegaron sus frentes y con demasiada sincronía y pasión, ambos bailaban con 21 Guns, su primer baile lento.

— Esto sonará extraño, pero había fantaseado con esto cuando tenía 16.— Confesó ella.— Leía un libro, llamado Rival, y en una ocasión los protagonistas bailan esta canción.

— Olvídate de ellos.— Hoseok sonrió, pegándola más a su cuerpo y dándole un cálido beso.— Nosotros somos mejores.

Y sin duda aquello era mejor que cualquier sueño.

••••
en tributo a Jimin y Fallon, mis padrinos, los amo, por siempre.

welllllll, ¿cómo están pedorras? ¿les está gustando?

les dejo esto:

este fanart representa 100000/10 al hoseok de esta saga, yes, me muero cada que escribo, por si tenían las dudas

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