011.
Hoseok se encontraba gritando, animando y saltando de aquí para allá en el salón donde se impartía la clase. Jinyoung no sabía si estaba sonriendo por lo grandioso que bailaba la gente ahí, o por ver realmente feliz a su amigo.
— ¡Ohhhhh!— Hoseok gritó, ya sentado a su lado. El grupo que bailaba lo estaba haciendo asombroso.— How to party, yeah, we know how to party
— Bailan tan genial que me siento inútil hasta para caminar.— Confesó ella con diversión en su voz.
— ¡Los cuatro!— Gritó el coreógrafo de la clase.
Ese era el grupo de Hoseok.
— Ya vengo.— Se puso de pie en un salto.— Puedes grabarme y...— Levantó las cejas jugueteando.— hacer lo que quieras con el vídeo después.
— ¡Ve a bailar antes de que te golpee!
Hoseok empezó a reír y fue con el resto. Aprovechó y se puso en el centro, enfrente de los demás. La música empezó, el conteo también y entonces llegó el tiempo donde empezaba el baile. Jinyoung definitivamente estaba grabando a Hoseok; tenía qué. Siempre se sorprendía al ver bailar a Hobi, él lo hacía mucho más que bien. Y le encantaba que Hoseok lo disfrutara de tal manera que su energía llegaba al resto. Bailaba con poder, firmeza, limpieza y pasión, y claro, cantaba ciertas partes de la canción haciendo que todos se animasen. Siempre con una sonrisa en su rostro.
Jinyoung sabía que había algo igual de importante para Hoseok que su Mustang y eso era el baile.
Y se alegraba por ello.
— ¡Los dos!— Gritó el coreógrafo de nuevo, justo cuando el grupo de Hoseok acabó.
— Dios, de verdad he amado la coreografía de hoy.— Hoseok volvió a tumbarse al lado de Jini. Apenas tenía aliento, se había dejado el flequillo ese día, el cual ahora estaba dividido en pequeños mechones y de estos caían gotas de sudor, su rostro totalmente sudoroso y el cuerpo temblando. Y aún así sonreía.
Jinyoung apretó su rodilla y le sonrió.
— Nunca me cansaré de decirlo. Bailas genial.
La sonrisa de Hoseok creció.
— ¿A qué hora te vas? Esto casi acaba y puedo llevarte a casa.
— En realidad Jimin ha estado afuera hace unos minutos, pero le dije que te vería bailar y saldría.
— Oh, de acuerdo.— Jinyoung estaba poniéndose de pie y Hoseok la ayudó con un empujón.— Entonces, ¿nos veremos más tarde, no?
— Estaré en casa.
— Bien.— La observó dirigirse a la puerta.— ¡Saluda a Jimin por mí!
Jinyoung asintió con una sonrisa y finalmente se fue. Ella estaba con Hoseok porque, así como era la última clase de él antes del receso por las fiestas, Jinyoung y Jimin asistieron a su último entrenamiento. Jimin había extendido su rutina, así que Hoseok le llamó a Jinyoung y dijo que podía acompañarlo un rato, y como el gimnasio de ellos y la academia de Hoseok estaban ridículamente cerca, Jini fue.
La clase siguió, pasaron los grupos que faltaban, después tres grupos con los mejores de la clase y entre ellos estaba Hoseok y para cerrar la clase con broche de oro, todos pasaron a bailar.
— Entonces, nos vemos aquí en enero.— Le dijo el coreógrafo a Hoseok, el castaño sonrió y asintió.
— Aquí nos vemos.— Aseguró.— Bye.
Empujó la puerta y salió por ésta, y justo en ese momento escuchó una risa al otro extremo del pasillo. Risa que llamó su atención porque los últimos días era lo que más deseaba escuchar. El pasillo se extendía casi a lo largo de toda la academia, lleno de puertas que daban a diferentes salones, por la puerta del final salía Jungha en compañía de Sunghee, esta última le contaba algo a Jungha y ella escuchaba atenta y divertida. Hoseok cambió el rumbo de sus pasos y se dirigió a ellas.
— Hola, señoritas.
Jungha levantó la cabeza al momento de escucharlo y sonrió, Sunghee lo miraba curiosa y sorprendida.
— Hola, Hobi.— Saludó Jungha.— Sunghee, él es Jung Hoseok.
— Y es tu...— Sunghee se giró a verla.
— Amigo.
— Sí, eso somos.— Hoseok se metió a la plática.— Y como amigo de Jungha, ¿qué les parece si vamos por unas rosquillas?
El semblante de protección que mantenía Sunghee hacía Jungha desapareció al momento de escuchar rosquillas, su cuerpo se relajó y una gran sonrisa creció en su rostro. Se permitió ponerse al lado de Hoseok y enganchar su brazo con el de él, Hobi soltó una sonora carcajada al verla actuar.
— ¿Y qué haces aquí?— Preguntó ella, empezando a caminar.— ¿Bailas? Veo que traes una mochila, agua y ropa adecuada.
Hoseok miró hacia atrás, Jungha los seguía y miraba a ambos con una sonrisa. Ella le hizo señas a Hoseok para que no se preocupara y siguiera con Sunghee.
— Así es, Sunghee. Llevo apenas un mes.
— Eso es genial.— Corroboró. Ya estaban fuera de la academia, entraron al estacionamiento y fue entonces que Hoseok quitó los seguros de su auto y Sunghee lo reconoció.— ¡Es el chico del Mustang!— Lo gritó para todo el mundo pero se había girado a ver a Jungha.
Hoseok se unió, topándose con una colorada Jungha. Eso lo hizo sonreír más que nunca. Ella les contaba de él a sus cercanos, eso era una buena señal.
Aunque Jungha y Sunghee no estuvieron juntas las últimas semanas, se mantenían en contacto por teléfono y obvio Jungha le había contado sobre Hoseok, era su confidente. Sunghee sabía todo de Jungha.
— ¿Te gustan los Mustangs?— Hoseok le preguntó a Sunghee, ella negó la cabeza en sentido de no saber.— Son carros geniales, te lo mostraré.
— Quiero irme adelante. ¿Puedo ser la copiloto?
— Si la chica del auto quiere, por mí no hay problema.
Sunghee volvió a girarse con Jungha. Esta vez ella miraba a Hoseok.
— ¿Soy la chica del auto?— Preguntó, Hoseok no contestó, sin embargo, su sonrisa gritaba "sí". Jungha miró a Sunghee.— Está bien. Pero sólo de aquí a las rosquillas. Del local a casa, será mi turno.
— ¡Yay!
Sunghee salió corriendo al auto, Hoseok y Jungha no se movieron sin embargo.
— ¿Segura que te llevaré a casa?— Hoseok la miró con una sonrisa ladeada.— Puede que lleve a Sunghee, pero a ti, no lo creo...
Jungha rió por lo bajo y negó con la cabeza. Pasándolo de largo para subir al auto.
— Eso está bien por mí, pero antes quiero las rosquillas que prometiste.
Hoseok corrió a la puerta y abrió, después tiró del asiento para que Jungha pudiera pasarse a los asientos traseros.
Fueron al primer Krispy Kreme que se toparon por las calles. Hoseok y Jungha comieron un par mientras Sunghee consiguió llevarse toda una caja, todo corrió por la cuenta de Hoseok. Él se pudo dar cuenta que Sunghee era muy dependiente de Jungha y que Jungha la apoyaba en todo momento y para cualquier cosa. Sin duda eran unidas y a Hoseok le agradó ver esa relación.
Para Hoseok había sido un gusto tener a Sunghee de copiloto, ella era linda y divertida, una niña muy risueña. Sin embargo, tener a Jungha sentada a su lado en su Mustang, simplemente lo hacía emocionarse.
— Sunghee, linda, ¿qué canción quieres que ponga?— Le preguntó, viéndola por el espejo retrovisor.— Hoseok tiene de todo en su iPod.
Sunghee dejó de comer una de sus rosquillas y miró a Jungha.
— Algo de Block B.
Jungha sonrió porque ese era el grupo favorito de Sunghee, buscó en los artistas y después seleccionó My Zone entre todo el repertorio de canciones. Miró a Sunghee por el espejo, ella iba feliz, después miró a Hoseok y él la miraba a ella.
— Gracias por las donas.
— No fue nada.— Contestó feliz y arrancó. Estaban cerca de la residencial.— ¿Estás ocupada hoy?
— De hecho sí.— Hizo una mueca, totalmente desanimada.— Tengo que ayudar a mamá para su estúpida fiesta de Navidad.
— ¿Hace una fiesta?
— A lo grande y es muy aburrida. Dejó de emocionarme una vez que dejé de creer en Santa.
Hoseok y Jungha rieron, absortos en su charla. Sunghee estaba en su mundo de rosquillas y Block B.
— Por lo menos asistes a una fiesta. Este año estaré solo en casa, viendo un maratón de películas navideñas y comida chatarra.
— Eso es mil veces mejor.— Se burló aunque era verdad.— ¿No irás a Kwangju?
— Nope.— Negó con la cabeza. Ya estaban en la entrada de la residencial, el vigilante hizo su rutina de seguridad y lo dejó pasar.— Mis padres se van en un crucero, Jiwoo la pasará con Hyukjo y mis amigos con sus familias, a las cuales no soy cercano, así que, me quedo con el maratón.
— Bueno... Yo no soy cercana a la mayoría de la gente que asiste a la fiesta de mi madre.— Lo miró, Hoseok al sentir sus ojos lo vio también.— ¿Te gustaría venir?
Hoseok sonrió, soltando una pequeña risa.
— ¿Siempre serás tú la que me invite a una cita?
Jungha sonrió divertida, se encogió de hombros y miró por la ventana.
— Eres lento, niño.
El castaño prefirió ahorrarse varios comentarios, condujo en silencio pero con una sonrisa en sus labios, entro a la calle donde vivía Jungha y ya estaba extrañándola.
— ¿Dónde te dejo?
— En la casa de mamá.— Señaló ella.
Literalmente estaban frente a la casa, Hoseok se estacionó correctamente y apagó el auto, bajó de él y tiró del asiento para dejar salir a Sunghee. La pequeña bajó feliz con sus donas y tarareando una canción.
— Tu auto es genial.
Hoseok le sonrió y palmeó su cabeza.— Sabía que te gustaría.
— Mira, Sunghee— Jungha habló del otro lado.—, tú mamá está afuera.
— ¡Mamá!— Gritó Sunghee. En la casa vecina a la de la mamá de Jungha, se encontraba una señora guapa y elegante a pesar de que vestía pantalones de chándal, miraba los rosales de su jardín delantero pero al momento que Sunghee gritó, se giró en su dirección.
Sunghee salió corriendo con ella, Hoseok caminó al lado de Jungha. Ambos recargados en el auto, mirando a Sunghee ofrecerle donas a su mamá.
Un motor se escuchó por la calle, Hoseok miró un Jeep Wrangler estacionarse en la cochera de aquella casa y pronto sintió el cuerpo de Jungha ponerse rígido a su lado.
De la maquina negra de cuatro puertas bajó Sungjun, quien sin prestar atención a su alrededor fue directo con las dos mujeres de su familia.
Olvidé eso...
— ¡Jungha, cariño! Gracias como siempre.— La mamá de los Park sonreía.— ¿Amigo tuyo?— Se refirió a Hoseok.
— Un gusto.— Hoseok levantó su mano y sonrió alegre.— Jung Hoseok.
La mujer sonrió y agitó su mano antes de caminar de nuevo a la casa. Sunghee la acompañaba. Sungjun miraba a la pareja del Mustang con recelo, pero no hizo ni dijo nada, simplemente fue al interior también.
***
Hoseok odiaba las escaleras del edificio de Jimin y Jini, más porque ellos vivían en un quinto piso.
— ¿Cuándo será el jodido día que haya un elevador en la residencia?— Fue lo primero que preguntó cuando Jini abrió la puerta.
Lo invitó a pasar, Hoseok la siguió, mirándola en sus pijamas y posteriormente dejando a Bangji en el piso el cual cargaba cuando le abrió.
— Eres un huevón.— Dijo ella, divertida.— Cinco pisos no son nada.
— Claro, claro.
Hoseok pasó directamente al sofá y se tumbó de largo a largo, mirando la pantalla congelada de la televisión, había dos chicos en la escena, ambos occidentales, un rubio y otro pelinegro.
— ¿Quieres algo de comer o tomar?— Jinyoung gritó desde la cocina.
— No gracias.— La miró salir de ahí con un paquete de galletas.— ¿Qué es eso?
Jini se dio cuenta que preguntaba por la serie que miraba, una sonrisa adornó su rostro.
— ¡The O.C!
Hoseok rodó los ojos pero al escucharla reír él rió también. Segundos después, Jini empujó sus piernas y se sentó en el sofá, poniéndole play de nuevo a la serie.
— ¿Dónde está Jimin?
— Fue a hacerle un cambio de aceite al auto.
Hoseok asintió, recordando que Jimin le había comentado algo de un cambio de aceite al Camaro y ajuste de neumáticos porque viajarían en él a Busan. Mañana partían a la ciudad natal de Jimin. Entonces captó que las maletas y la jaula de Bangji ya estaban listas.
— Así que estamos solos, ehh...
— No empieces.— Pidió ella sin dejar de ver la pantalla.
— Jini-boo, ponle pausa a The O.D.
— Es The O.C.
— Esa mierda.— Dijo riendo.
Jinyoung hizo lo que le pidió y se giró sobre el sofá para estar frente a frente. Hoseok no dijo nada, se quedó largos segundos observándola, una pequeña sonrisa que intentaba ocultar poniendo su dedos sobre sus labios. Jini lo miraba seria, después sonrió entre incómoda y divertida, pero entonces Hoseok se mostró serio y algo triste, y eso la asustó.
— ¿Pasa algo?
— Es sólo que...— Hoseok dejó la oración en el aire.
— Hoseok no me asustes.
— Escucha, Jini-boo...— Hizo una pausa y negó con la cabeza.— Jinyoung.— Se corrigió.— Puede que esto sea duro para ti, para mí lo es y mucho.— Admitió, Jini ya estaba asustada.— Espero no llores, eso me partiría y...
— ¡Hoseok dilo de una puta vez!
Hoseok tomó una fuerte bocanada de aire, buscó las manos de Jini y las apretó.
— Tenemos que terminar nuestra relación.
Ella abrió los ojos de golpe, apretando fuerte el agarre de Hoseok, más que todo para lastimarlo.
— ¡Imbécil!— Gritó enojada.— ¡Pensé que algo le había pasado a Jiwoo, me asustaste!
Hoseok seguía en su papel.
— Me he enamorado de alguien más... Pero eso no significa que no podamos seguir siendo amigos.
— Hoseok, ya entendí.
— Que no seamos novio y novia no nos distanciará, ¿verdad?— Tiró de ella, abrazándola.— Siempre te apreciaré, Jinyoung. Estoy agradecido por estos dos años que pasamos juntos.
La puerta principal se abrió, Jimin entró, mirando más que confundido aquella escena, Jini lo miró cansada y Jimin captó que Hoseok estaba en plan de joda.
— Me voy a dormir.— Dijo y entró directamente por el pasillo.
— No hay rencores, ¿cierto?— Preguntó Hoseok ya estando separados.
A pesar de que todo aquello había sido falso, desde el noviazgo hasta Hoseok y su papel de novio arrepentido, Jinyoung lo miró con una sonrisa y desde lo más sincero de su corazón dijo:
— Te deseo lo mejor con Jungha, Hoseok.
•••
hEEEEEEEEEEEy, k tal 🌚 he vuelto después de mi mini hiatus de esta semana.
sin muchos rollos; fELIZ AÑO NUEVO A TODXS USTEDES, LES DESEO LO MEJOR DE TODO CORAZÓN ESTE NUEVO AÑO 💖
antes de irme, les quería dejar el link de la playlist de esta historia, la cual es actualizada a tiempo real eJEJEJE, digo, por si gustan, aquí está:
https://open.spotify.com/user/emjhsx/playlist/4ERAeF9zLnart4RWe7mf2H
igual al final publicaré la playlist completa así que ntp (:
{OMG ACABA DE EMPEZAR TONY MONTANA, TE AMO ALEATORIO}
buehhh, ya bye ✨✨✨👋🏾
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