008.
Jungha estaba fascinada con los autos que iban a sus lados y atrás en la autopista.
— Me siento en Rápido y Furioso.
Hoseok rió por el comentario de Jungha. Todos se estaban dirigiendo a la casa donde sería la fiesta de esa noche, por suerte estaba cerca de donde había sido el Ride, a nueve millas hacia el norte. Hope seguía sin recordar el nombre del chico que vivía ahí, pero al parecer él lo amaba porque era de los pocos que podía estacionarse en el porche, los demás tenían que alinearse en la calle o incluso dejar sus autos cuadras más allá. Cuando llegaron, la música ya estaba a todo volumen y todas las luces de la casa estaban encendidas.
Jungha miró a las chicas bajar de los autos y correr a la casa, gritando y bailando, los chicos las seguían, otros bajaban el alcohol de sus autos.
— Hey,— Hoseok la detuvo antes de que bajara.— Si la cosa se descontrola mucho y quieres irte, dime.
— No creo que lo haga.
El castaño asintió y salió del auto, alcanzándola del otro lado y caminando juntos a la casa.
— Ups.— Jungha se sobresaltó al momento de abrir la puerta, ya que hizo impacto con algo o alguien, asomó su cabeza y empezó a reír al ver a aquella pareja casi haciéndolo detrás de la puerta principal.— Lo siento.
Hoseok apretó su hombro y la hizo caminar. Él también sonreía divertido por la reciente escena.
— Son rápidos.— Comentó.
— Lo he notado.
No habían sido ni cinco minutos desde que llegaron y la fiesta ya parecía tener horas de transcurso. Jungha iba a muchas fiestas, pero nunca a una como esa. Había gente bailando por todas partes, la sala, la cocina, el patio, arriba de las mesas y en las escaleras. El alcohol parecía ser infinito y no sabía de donde carajo estaba la música pero podía escucharse por toda la casa. En el interior, además de gente bailando y diferentes grupos de personas charlando, en los sofás se encontraban parejas que pronto encontrarían una habitación o un lugar más privado. Afuera no estaba tan sofocado, era una gran extensión de terreno, había un pequeño bar, la piscina y sillas playeras que ya estaban ocupadas, pero lo mejor, era aquel castillo inflable que parecía que iba a explotar por tanto que estaban saltando dentro de él.
— ¿En serio, un trampolín?— Preguntó Jungha. Hoseok asintió riendo.
— Entonces, ¿qué te sirvo?— Hoseok movió sus cejas juguetonamente, Jungha rió y se encogió de hombros. Se encontraban en el bar.— Debes saber que, en mi otra vida yo era un bar tender.
— Ohh,— Jungha se mostró falsamente sorprendida.— ¿En serio?
— Nah.— El castaño sonrió.— Pero tienes suerte porque soy bueno haciendo tragos.
— Entonces sorpréndeme.— Jungha se recargó en la barra, observándolo.
Hoseok alcanzó un vaso rojo, cogió una soda Sprite, una botella de vodka y otra de tequila blanco. Echó hielo al vaso y lo llenó un poco abajo de la mitad de los dos licores sin importar mezclarlos.
— ¿Me estás grabando?— Preguntó divertido, dejando las botellas sobre la barra y sonriéndole a la cámara. Jungha rió.
— Creo que si eres un buen bar tender.— Halagó ella sin contestar su pregunta. Después de picar varias veces la pantalla, guardó el celular en el bolsillo de su chaqueta y caminó al lado de Hoseok.— Era para Instagram.
— Ya veo...— Hoseok rió por lo bajo. En ese momento estaba vertiendo la Sprite en la vaso.— Así que la realeza va a conocer a Jung Hoseok.— Bromeó.
— Yah— Jungha lo empujó en juego.— No tienes que exagerar tanto.
— Olvidemos eso.— Hoseok le entregó el vaso.— Espera.— De su bolsillo sacó unos caramelos, específicamente Jolly Rancher, quitó la envoltura de dos y los echó al vaso, hizo esperar a Jungha unos segundos.— Ahora.
Jungha bebió del vaso, lo mantuvo cerca de su boca mientras sus sentidos del gusto hacían sus trabajo con el reciente trago. Sus cejas se levantaron y asintió, Hoseok sonrió emocionado.
— Es bueno.— Dijo y seguido dio otro pequeño trago.— Es... ¿Agridulce? No lo sé, pero me encanta sentir lo dulce de la soda y los dulces, después el golpe final del tequila y el vodka.
— Es emoción líquida.— Corroboró él. Jungha asintió con diversión.
Hoseok fue por una cerveza al barril y volvió a juntarse con ella en la barra, estaban listos para ir y juntarse con sus amigos, cuando la chica de la que Sunmi le había advertido a Jungha apareció frente a ellos. Cabello teñido, maquillaje exagerado y con ropa apretada que más que sexy la hacía ver un poco pasada de peso. Típica zorra, pensó Jungha. La chica estudiaba a Jungha, una ceja levantada, sus labios torcidas y con cero descaro.
— ¿Se te ofrece algo, Hyeri?— Preguntó él, con esa sonrisa alegre que siempre portaba. Su pecho rozaba con la espalda de Jungha.
— Sólo vine a conocer con la muñeca que juegas esta noche.— Espetó con superioridad.
Jungha casi se ríe en su cara. Pronto se le vinieron a la cabeza miles de comentarios que podrían causar que la chica se gire y se marchara, dejándolos en paz. Pero quería saber con que otra fanfarronería atacaría. Por otro lado, el pecho de Hoseok junto a su espalda la hacía temblar. Dios mío.
— Aunque Jungha es igual de hermosa que una muñeca, no es una y tampoco planeo jugar con ella. Me he aburrido de eso, sabes.— Tal vez no eran las palabras, pero Hoseok hablaba a veces con tanto descaro y acompañado de una sonrisa, que eso era lo que descargaba bombas en los demás.
— Un jugador nunca se cansa de jugar.— Gruñó la chica, aún intentado verse superior y deseable. Su atención pasó a Jungha.— Pronto se cansará de jugar contigo, linda. Conmigo fue tan sólo una fiesta y créeme, eso fue un record.
Hoseok tenía las intenciones de responder a aquello, pero fue interrumpido por Jungha.
— Al parecer soy la mejor entonces...— Apretó los labios y asintió después de un rato.— Sí, ésta es como la quinta o cuarta vez que salimos juntos.
— Sexta, según yo— Agregó Hoseok.
Hyeri miró a ambos ofendida y no pudo más que estrellar uno de sus tacones contra el piso y alejarse de ellos furiosa.
— Creo que han bajado a la zorra de su trono.— Jungha rió y empezó a caminar, pero al no sentir la presencia de Hoseok cerca, se giró de nuevo, encontrándose a él parado dónde mismo.— ¿Qué sucede?
Hoseok trago duro, volviendo a la realidad.
— Me he enamorado, eso es todo.
Jungha rió mientras negaba con la cabeza y se acercaba a él, lo tomó de la muñeca y tiró de él, haciéndolo caminar.
— Apuesto que le dices eso a todas las chicas que se enfrentan a tus últimas conquistas.
Hoseok frenó, haciendo que ella se detuviera también. Jungha se volvió a él y los ojos de Hoseok capturaron los de ella.
— Eres la primera que lo hace.
Y fue entonces que aquel "me he enamorado" cobró sentido y Jungha se quedó sin palabras.
Se juntaron con los amigos de Hoseok y las chicas en las sillas playeras. Jimin y Jini estaban sentados en una, mientras Yoongi y Sunmi acostados en otra, Kangmin y Jaehyun peleaban porque Kangmin no quería darle espacio a Jaehyun, Hyukjo y Jiwoo estaban de pie, él abrazándola y finalmente Hoseok y Jungha que tomaron asiento en el piso.
— Deben de probar esta cosa, en serio.— Jungha señaló su vaso.— Hoseok la preparó y...
— ¿Es el Hobi en las rocas?— Preguntó Sunmi.
— ¿El qué?— La de melena corta preguntó mientras reía, a su lado Hoseok sonreía por su diversión.
— Su culpa, no la mía.— La pelinegra se excusó.— Él le dio ese nombre.
— ¿En serio?— Jungha se giró a ver a Hoseok, aún sonriendo.
Y lo único que pudo hacer él fue sonreír porque sintió haber sido hechizado por la belleza de Jungha en ese momento. Solían gustarle chicas de cabello largo, pero ahora la melena corta y rebelde de Jungha era mejor que todo lo demás. Y esa sonrisa... Ella se giró de nuevo y empezó a hablar con todos ahí. Esto le gustaba a Hoseok, verla convivir con sus amigos y amigas como ninguna otra chica a su lado lo había hecho hasta el momento. Ellos la querían; Yoongi lo hacía, Jinyoung también, y no creyó que eso lo haría tan feliz. Antes, a esa hora ya hubiera estado en una habitación, en su carro o en otro lugar privado con cualquier chica que al día siguiente no iba a recordar su nombre; ahora, ni siquiera había pensando en sexo ni en bailar, estaba pasando el rato con sus amigos y con Jungha y sí, todo aquello le parecía más atractivo ahora.
Dos caras nuevas para Jungha se les unieron después de unos minutos y despertó su curiosidad el hecho de que el chico y Jini se habían saludado intercambiando un par de canciones y, Jimin y la chica casi lo mismo, ellos lo habían hecho con películas. Él se había presentado como Jeon Jungkook y ella como Kim Hyeji. Jungha los saludó a ambos, le parecieron agradables.
— ¿Y qué los trae por aquí, eh?— Preguntó Hoseok.
— Estábamos por el rumbo y Youngie nos llamó.— Contestó Jungkook. Él, al igual que Hyukjo, tenía en sus brazos a Hyeji.
— ¿Y cómo por qué iban a estar cerca si estamos a las afueras?— Kangmin los miró, él ya estaba bastante ebrio.
— Porque veníamos de regreso de la granja de mi familia.— Respondió Hyeji.
— Ya nos vamos.— Hyukjo habló sobre el ruido.— Aún es temprano e iremos a cenar.
— Sí claro... Cenar.— Jimin dijo travieso. Hyukjo y Jiwoo lo fulminaron con la mirada.
— Hoseok, te veo en casa.— Le dijo Jiwoo a su hermano.— Adiós a todos.
Y los mayores se fueron.
Siguieron hablando un rato más y no supieron cómo pero todos terminaron en el castillo inflable. Y fue idea de Hoseok jugar a la guerra. Chicos contra chicas y Kangmin para que fuera justo. Aunque él estuvo en contra la mayor parte del juego, también estuvo muy competitivo y como era el único que podía igualar la fuerza de los chicos, era una buena arma. El punto era sacar a los miembros de cada equipo del castillo y el primer equipo que se quedara sin miembros adentro perdería.
— ¡Eres un huevón!— Hoseok le gritó enojado a Yoongi, quien voluntariamente había salido del castillo.
Sunmi lo acompañó hasta la entrada y le dio un beso en la mejilla.
— Por eso eres mi favorito. Porque haces todo más fácil.— Sonrió feliz y volvió con los demás.
La estructura del trampolín era con obstáculos, zona libre para saltar y una resbaladilla, y como era inflable y ellos ya estaban bajo el efecto del alcohol, no era muy fácil el terreno de juego. Hyeji había escogido la cima de la resbaladilla como refugio, sin embargo, Jungkook llegó fácil a ella, la cargó como princesa y se resbaló por la lona, ya en final, la cargó como un sacó de papas y la llevó hasta la entrada.
— No te enojes.— Dijo divertido y la besó. Ella estaba roja del coraje porque quería seguir jugando.— Ya vuelvo.
En la zona de los obstáculos, Jimin y Jini estaban reviviendo la primera guerra mundial con sus tácticas de pelea cuerpo a cuerpo. Jinyoung logró zafarse de las cosquillas de Jimin y salió corriendo no sin antes patearlo.
— ¡Vuelve aquí!— Vociferó Jimin y de un segundo a otro ya estaba de pie de nuevo.
Jinyoung iba riendo por la adrenalina acumulada, podía sentir a Jimin pisándole los talones y así fue cuando el literalmente la tacleó como todo jugador de fútbol americano. Jini enrolló sus piernas alrededor de él y empezó a girar, consiguiendo que ambos salieran volando del trampolín. Hyeji y Yoongi empezaron a reírse de ellos escandalosamente.
— Empate.— Susurró Jimin, apenas con aliento.
Sunmi y Kangmin se resbalaron juntos por la resbaladilla, consiguiendo caer sobre Jaehyun. Él empezó a quejarse del dolor, pero aún así se zafó y corrió lejos, Sunmi fue rápida y ya estaba alcanzándole.
— ¡Kangmin, ataca!— Gritó ella.
Y el cuerpo de Jaehyun fue derribado al ser atacado por Kangmin, quien le había caído encima. Rápido tomaron sus brazos y lo jalaron hasta la entrada, donde prácticamente lo patearon afuera. Yoongi estaba ahí, y sin que Sunmi se percatara, él tiró de ella, sacándola del castillo y Jaehyun aprovechó para hacer lo mismo con Kangmin.
— ¡Eso es trampa!— Exclamaron los dos, alterados.
Yoongi envolvió la cintura de Sunmi y la pegó a él.
— Por eso eres mi favorita.— Dijo lo mismo que ella y la besó rápido.— Porque piensas que soy fácil.
— Te encanta jugar sucio.— Ella lo empujó y volvió a la entrada, donde solamente asomó su cabeza.— ¡¡Jungkook!!— Gritó muy fuerte.— ¡Hyeji se ha ido al interior de la casa, dijo que se siente mal!
Jungkook apareció rápido, saliendo velozmente del castillo.
— ¡Saliste!— Gritaron las tres chicas de afuera y Kangmin. Jimin, Jaehyun y Yoongi lo miraron con los ojos entrecerrados.
— ¡Yah! Eso no se vale.— Dijo preparado para volver adentro, pero Hyeji fue y se pegó a él, impidiendo que entrara.
— Saliste del castillo, estás fuera del juego.— Recalcó Jini.
Ahora sólo quedaban Hoseok y Jungha.
Jungha había estado huyendo de Hoseok todo el tiempo, en ese momento subía por las escaleras para tirarse de la resbaladilla. Hoseok iba tras de ella, unos tres escalones más abajo, Jungha llegó rápido a la lona y se resbaló por ella. Hoseok maldijo y cuando se tiró por ella, Jungha ya estaba pasando los obstáculos.
— ¡Ya me cansé!— Gritó derrotado. Jungha se giró a verlo, estaba sentado donde acababa la resbaladilla.
Ella se quedó saltando donde mismo, no sabiendo si confiar en él o no. Podía ser una trampa. Y claro que lo era, pero a Jungha no le dio tiempo de huir cuando Hoseok prácticamente ya estaba sobre ella y la cargaba sobre su hombro. Verlo ponerse de pie tan rápido y correr a ella la dejó en trance. Ahora, el iba saltando feliz de la vida a la entrada con ella en sus brazos.
— Sabes, jamás pensé que iba a terminar jugando en una fiesta a mis 21 años tal y como jugaba cuando tenía 5 en fiestas de los niños de mi escuela.— Comentó Jungha, aún con diversión en su cuerpo.
Salieron del castillo, todos seguían ahí pero al verlos, cada quien tomó su camino.
— Acostúmbrate. Conmigo siempre saldrás de la rutina.— Dijo Hoseok, dejándola en el piso de nuevo.
A Jungha le agradó esa idea.
Volvieron al bar por un trago, pero esta vez no se juntaron con sus amigos. Encontraron una hamaca, alejada de todo el alboroto donde agradablemente llegaba la música.
— ¿Qué pasa?— Preguntó ella después de un rato de charla. Hoseok no dejaba de verla.
— Jungha, quiero conocerte.— Dijo él sin ningún preámbulo. Eso la tomó de sorpresa, sus mejillas se tornaron rosadas.— Y quiero que me conozcas también.
— Y eso me encantaría, Hoseok.
Él sonrió como niño pequeño y asintió.
— Bueno, soy Jung Ho Seok. Tengo 22 años. Y nací en Kwangju, específicamente en Jeolla-do.
— Bae Jung Ha. 21 años. Y nací aquí en Seúl.— Sonrió.— ¿Cómo fue que te terminaste mudando aquí?
— Jiwoo se trasladó acá para estudiar en Korea University, así que cuando terminé la preparatoria, mis padres me mandaron con ella para que yo entrara a la universidad también, pero eso no funcionó.— Rió por lo bajo.— Aún así me quedé con ella y bueno, tengo años viviendo aquí. Mi padre es maestro de literatura, mi madre suele ayudarle a veces, pero se dedica más a el hogar.
— Qué lindo.— Jungha sonrió, después suspiró.— Bueno, ya sabes que mi padre es doctor y mi madre es una diseñadora de modas con su propia línea de ropa.— Hoseok alzó sus cejas y silbó, Jungha rodó los ojos y rió.— Ellos están divorciados y prácticamente se odian.
— ¿Por eso las dos casas donde vives?
— Ajám.
— ¿Y cómo te sientes por eso?— Hoseok preguntó con algo de pena.
— No te preocupes, su divorcio no me afecta. De hecho, yo fui la que les pidió que se separaran.— Hoseok la miró sorprendido, Jungha asintió.— Peleaban siempre, ya no había nada de amor en su relación y bueno, no quería que se amargaran la vida, así que personalmente yo se los pedí.
— Wow, qué agallas.
Jungha se encogió de hombros restándole importancia.
— La relación con mi padre es genial. Sin embargo con mi mamá...— Hizo una mueca.— Casi no hablamos, siempre terminamos peladas.
— Bueno, dejemos a nuestros padres de lado. Amo bailar, amo los carros y las carreras, mi Mustang es mi tesoro y si hay acción, yo tengo que estar involucrado.
— Woahhh.— Jungha rió.— Sonará cursi, pero yo amo ayudar a la gente. La música, ver películas románticas para terminar llorando sola como una tonta y salir de fiesta.
Hoseok sonrió.— Me gustaría ver una de esas películas contigo.
— Déjame adivinar— Jungha rió y se cruzó de brazos.— ¿Para terminar consolándome después del final?
— ¡¿Queeeeé?! Chica me ofendes. Claro que no.— Hoseok la empujó.— Para terminar llorando contigo y después culpar a cualquiera de los protagonistas.
Jungha sonrió emocionada.
— Me encanta esa idea.
Hoseok le sonrió también y eso sacudió algo adentro de Jungha.
— Antes me dedicaba a ser un vago que salía a fiestas, que despedían de su trabajo siempre y el único dinero que ganaba era en las carreras y con mis amigos, además de la ayuda de mis padres claro. Pero ahora, estoy en la academia y pues, eso...
— Es bueno que te dediques a lo que amas.
— ¿Y tú a qué te dedicas, eh? ¿Estudias?
— Si dejara la escuela mi padre me asesinaría.— Dijo divertida, imaginándose a su padre fuera de las casillas.— Antes era modelo, para la línea de mi mamá o cercanas a la de ella, pero lo dejé porque no era algo que amara realmente.— Suspiró.— Estudio en la carrera de Fisioterapia.
Un hormigueo se extendió por las mejillas de Hoseok haciéndolo sonreír; ella lo había dicho tan feliz, emocionada y sincera.
— Eso suena bien.
— Tengo como meta inaugurar la rama de Fisioterapia en el hospital de mi padre.
Hoseok estaba asombrado.
***
— Gracias por esta noche.— Le dijo Jungha a Hoseok. Ya estaban afuera de su casa.— Fue por lejos, la mejor que he tenido en años.
— Me alegra escuchar eso.
Jungha asintió y salió del auto, cerró la puerta y se asomó por la ventana.
— A mí le alegra que me hayas enseñado tu mundo, Hoseok.
Él sonrió, resistiéndose a no saltar fuera del auto, subirla de nuevo al Mustang y escaparse juntos el resto que quedaba de las vacaciones.
— Apenas es la entrada, ya te dije.— Le guiñó el ojo.
— Sí, eso espero.
Jungha se alejó del auto y se despidió con la mano, entonces recordó lo que le había comentado Ryumi esa tarde y volvió a acercarse.
— Escucha, mañana un amigo dará una fiesta y me gustaría que me acompañaras...
Hoseok volvió a sonreír.
— Entonces, ¿paso por ti a la misma hora mañana?
••••
YA ME ESTOY YENDO DE VIAJE BUT NO QUERÍA IRME SIN PUBLICARLES UN CAP, BUEHHH, BYEEEEE
FELIZ NAVIDAD LAS AMO ❤️🔥
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