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Extra 2 ~Flesh~

Este es el especial de Luka y Adam. Seguimos en la línea temporal de la boda de Ross, pero tenemos un pequeño descanso de ello. Este apartado es un tanto diferente. Cada pareja tendrá dos extras aunque no se darán de forma seguida. Así que no desesperen por favor.

La primera vez que fue a recoger al pequeño Mark de la guardería, recordó que en ese lugar conoció al pequeño. También vio que la situación cambió para mal. Los demás niños seguían ignorando al pequeño albino, pero por sobre ello empezaron a agredirlo de diferentes maneras, desde quitarle el pequeño almuerzo que Luka preparaba con esfuerzo, hasta empujarlo en algún pequeño charco del lugar.

Luka comprendió esa vez, que la razón de que su cachorro llegara tan sucio a casa, no era porque jugaba con sus amigos, como le dijo, sino por las agresiones que sufría. Al ser un lobo albino su fuerza era baja al igual que su energía. Luka entendió que la razón por la que Mark prefería tratar con los adultos, era que estos no eran tan crueles como los niños de su pequeña escuela.

Esa misma tarde Luka hizo dos cosas. La primera, fue a las casa de los niños molestos y habló con los padres de cada uno de ellos. Sin embargo, se dio cuenta que todavía no era tan bienvenido por todos, algunos le cerraron la puerta en la cara y otros se excusaron de que solo se trataban de pequeños que jugaban. Le restaban importancia y Luka temió que Mark sufriera mucho más por ello. La segunda cosa que hizo fue buscar otra escuela, así sea fuera de la manada, si debía irse por el bien de su cachorro entonces lo haría.

Para suerte de todos, antes de inscribir al cachorro en la escuela humana a horas de distancia. Luka se detuvo y se reprendió por haber estado a punto de rendirse.

Al próximo día, decidió darles una última oportunidad de redención a los niños molestos. Cuando fue a la pequeña escuela observó atentamente el comportamiento infantil. También vio a otros padres. Cuando llegó la hora del descanso notó a un gran niño robarle su almuerzo a Mark, Luka sonrió y memorizó el rostro del pequeño a detalle. También volteó a ver a los padres del agresor quienes le sonreían un tanto apenados, pero sin tener intención de reprender al niño. Luka también recordó sus rostros.

Vio a otros niños acercarse a Mark y empujarlo hasta hacerle caer, notó que su cachorro intentó defenderse, pero al ser uno contra tres no tuvo oportunidad y cayó en el lodo. Los padres de los agresores se atrevieron a felicitar al niño por ser más fuerte y grande que Mark. Luka ladeó la cabeza y apretó los puños.

Al haber crecido en las calles, Luka aprendió muchas cosas, una de ellas fue a pelear sin fuerza. A veces no le funcionaba, pero la mayoría del tiempo se jactaba de derrotar a hombres el doble de su tamaño que intentaban tomar más de él de lo que permitía. Luka era una pequeña máquina de dolor cuando se lo proponía y si debía proteger a alguien que amaba entonces se volvería invencible. Como la vez que le rompió el brazo a un muchacho que quiso sobrepasarse con Luis, cuando este todavía era un adolescente.

Entonces, después de recoger a Mark de la escuela lo llevó a una parte solitaria en el bosque, donde poco entraban y sabía que nadie los molestaría.

-¿Recuerdas lo que te dije ayer? -preguntó Luka arrodillándose para quedar a la altura de Mark, en el proceso limpió su rostro cubierto de llanto seco.

-Que les pidiera por favor a los niños, para que no me molesten.

-¿Lo hiciste?

-Sí, pero no funcionó -Mark de pronto empezó a llorar otra vez, le dolían las rodillas y se sentía sucio por el lodo.

Luka asintió y decidió que era su hora de actuar.

-Primero debes pedir por favor y si no funciona y te siguen molestando, entonces vamos a responderle con la misma moneda.

Usualmente Luka iría directo a la acción, no era fan de pedir por favor, pero al ser responsable de otra vida, decidió que quería llevarle por un buen camino. Sin embargo, al ver que aquello no funcionaba del todo, le enseñaría todo lo que sabía, lo bueno, solo lo que le serviría.

-La violencia no es buena -indicó Luka mientras limpiaba sus lágrimas-, pero si quieren responder de esa forma, vamos a ser mejores que ellos.

Luka le enseñó lo primero que había aprendido en las calles. A defenderse de alguien más grande que él.

-Tomas su mano, jalas y pateas su rodilla, o detrás de ella.

Había llevado un maniquí donde tenía marcados puntos rojos y negros, los negros debía evitarlos, solo en caso de verdadera emergencia. Entre ellos estaba el cuello, arriba del labio, la nuca. Como cruces rojas tenía los brazos, rodillas, costillas e ingle. Luka se esforzó en ello.

Tomó la mano del maniquí e hizo como si este quisiera tocarlo o empujarlo. Mark observó fijamente. Luka jaló el brazo del muñeco hasta que este perdió el eje y se inclinó adelante para caer, entonces Luka dio una patada en la rodilla de este haciendo que se quebrara por el golpe.

Cuando Mark hizo lo mismo, le salió a la primera y Luka aplaudió orgulloso de tener un cachorro tan inteligente.

-La violencia no es buena -repitió Luka-, pero como siguiente opción, cuando te ataquen entre varios, solo recuerda que jugar sucio vale, si es por tu bien. La mayoría de acá son lobos así que suelen jactarse de su fuerza, dando ventaja a la agilidad, por eso son tan idiotas. Tú nunca debes iniciar una pelea, solo defiéndete y termina.

-¿Papá igual?

-No, no, Adam es inteligente y fuerte a su manera, me venció así que hay que darle crédito -Luka sonrió por el recuerdo-. Entonces, si te atacan entre varios solo recuerda que jugar sucio es válido. Entonces esto es mejor, rodillas, antebrazos y nariz.

Cada que mencionaba las partes del cuerpo, las señalaba en el maniquí.

-Rodillas -Luka pateó al muñeco quien cayó en el suelo-, Nariz -golpeó- y si todavía hay alguien que quiera enfrentarse a ti, después de ver lo fuerte que eres dales un pellizco en el antebrazo, llorarán como niñitas.

Luka adaptó sus enseñanzas a un niño. Porque originalmente aquello él lo conocía como "ojos, ingle y cuello". Pero Mark no necesitaba conocer esos puntos. Aunque sintió necesario enseñarle uno por las dudas.

-Y como última opción, si es alguien muy muy fuerte y dudas poder vencerlo, con lo que sea que te enseñé acá, solo ve a este punto -Luka señaló el cuello del muñeco- con tu fuerza infantil serás capaz de noquear y no matar, así que no hay riesgo. Solo con el lateral de tu mano extendida, golpea acá, en la unión de hombro y cuello, eso lo mandará a dormir.

Mark aprendió con facilidad. Cada cosa que Luka le dijo lo entendió en seguida.

-Vamos a ocultar esto de Adam ¿si? Solo por el momento.

-No es bueno mentir.

-Se lo diré yo, pero después de varios días ¿bien?

-Bien.

Al próximo día Luka entró a la escuela de Mark, silbando alguna canción de algún comercial. Entró y esperó pacientemente la hora del receso, para ver si las cosas seguían iguales. A su lado estaban los otros padres quienes le sonreían con confianza, como si fuesen los mejores amigos del mundo. Luka correspondió el gesto, pero los maldijo bajito.

La campana sonó y Luka caminó con tranquilidad hasta las rejas por donde se veía el patio infantil. Los niños empezaron a jugar. Luka carraspeó un tanto incómodo cuando el padre de uno de los niños se apegó demasiado a él. El hombre le ofreció disculpas por el comportamiento de su hijo, alegando, que al ser el más fuerte de todo el lugar, debía establecer su dominio y que los demás niños solo debían dejarse llevar, porque "así jugaban los niños".

Mark se veía sonriente mientras caminaba hasta una de las gradas del lugar, para comer lo que Luka le preparó en la mañana. Las pequeñas salchichas en forma de pulpo le hicieron agua la boca y las saboreó gustoso. Luka se felicitó por saber el plato favorito de su cachorro, pero dejó de sonreír cuando vio al molesto niño acercarse a Mark.

Ambos niños intercambiaron unas cuantas palabras. Mark pareció pedirle, por favor, que lo deje de molestar. Luka cerró el puño y levantó el pulgar en señal de aprobación. Iban a responder con violencia solo si era necesario. El niño por su lado no pareció percatarse en ello por lo que lanzó un fuerte golpe en el hombro del pequeño Mark.

El albino dejó su comida a un lado y se levantó. El niño molesto quiso repetir el mismo golpe, pero Mark tomó su mano, lo jaló e hizo que perdiera el equilibrio para así patear su rodilla. Luka siseó de dolor cuando vio al otro niño llorar en el suelo sujetando su rodilla.

El mismo hombre de antes se acercó a Luka y lo sujetó del cuello para azotarlo en la pared.

-Tu cachorro lastimó a mi hijo ¿que vas a hacer? -reclamó el hombre.

-Le haré una pequeña fiesta cuando volvamos a casa -retó Luka- tu molesto hijo y tú están invitados.

-Voy a romperte los lindos dientes, así es aprenderás la jerarquía de este lugar.

-Puedes romperlos, me pondré unos nuevos con lo que saque de la venta de tu celular y lo que haya en tu billetera -cuando Luka levantó las manos, tenía las pertenencias del hombre en ellas.

El hombre se fue después de quitarle sus cosas a Luka y este esperó a su hijo en la salida. Le sujetó con suavidad la mano y le preguntó sobre la comida que había llevado ese día.

Iban a mantener aquello como un secreto. Adam ni siquiera sospechaba de las nuevas habilidades de Mark. Todo fue bien hasta el día en el que Ezra y Alix entraron en una peligrosa pelea que nadie quiso detener por miedo a ser lastimado.

Su secreto salió a la luz cuando Mark noqueó de un golpe en el cuello a Ezra. Todos entonces ya supieron que alguien le había enseñado aquello al pequeño, y no había mejor candidato que Luka, quien parecía ser experto en eso. Sí, la pelea fue detenida y evitaron una tragedia, pero Luka debía hacerse responsable de lo demás. Porque cuando Adam se enteró de ello pareció estallar una bomba.

Esa misma noche Adam llegó a Luka, enojado y con Nick a su lado, el moreno se llevó a Mark mientras la pareja se quedaba para discutir.

-¡Es un niño! Solo es un niño, Luka -reclamó Adam.

-Los demás también lo eran y no les impidió lastimar a Mark.

-Sabes que eso no es excusa, habían formas mejores de resolverlo.

-¿Cómo cuales? -Luka lo enfrentó, parándose de puntitas- ¿hablar con los padres y pedir por favor? Porque hice ambos y ninguna funcionó. Los padres me cerraron la puerta en la cara y los niños no escucharon un por favor. ¿Que se supone que debía hacer?!

-¡Decírmelo!

-¡Para qué? Ibas a decirme que estoy exagerando y que solo son niños. Y si hubieras querido hacer algo, debían ver tu posición de alfa y mantener la imagen ¡No ibas a hacer nada!

-¡Hubiera hablado con los padres!

-¡Yo lo hice!

-¡A mí sí me hubieran hecho caso!

-¡Por qué?

-Maldición, Luka, no hagas un problema mayor de esto.

-Porque soy un gato y todavía no soy aceptado en esta manada.

-Mark también es mi cachorro, también merecía un intento de resolver las cosas a mi manera.

-Mark ya no está triste.

-¿Qué?

-Después de clases, solía encerrarse en su habitación y no me hablaba hasta que llegabas. Desde que aprendió a defenderse ya no está tan triste.

-Luka, la violencia nunca es la manera correcta de resolver esto.

-¡Lo intenté! Intenté pedirles amablemente a los padres que corrigieran a su hijos, pero no quisieron. Incluso pensé en mudarme a la ciudad humana para darle a Mark una educación más tranquila.

-¿Y yo qué? ¿ibas a dejarme?

-Voy a visitar a Luis, un tiempo, haz lo que quieras.

-¡Cada vez que intentamos llegar a algo solo te vas!

-¡Intenté resolver las cosas a tu manera, de forma pacífica, no funcionó. Por eso lo hice a mi manera y ahora es un poco más feliz!

-El hecho de que tú hayas crecido entre violencia no significa que nuestro cachorro deba recibir la misma educación.

Adam se detuvo al darse cuenta de lo que dijo.

-Que te den, Adam.

Esa noche Luka salió de la cabaña hacia la manada de los lobos negros para visitar a Luis.

Duraron dos semanas lejos. Adam cada vez se veía más demacrado con las mejillas hundidas y ojeras bajo sus ojos. Para suerte suya el cachorro estaba feliz en casa de Ross y Nick, quienes lo cuidaron adecuadamente. Ambos apoyaban la idea de Luka. Ross al conocer la clase de vida que había afuera pensó que era mejor para el cachorro aprender a defenderse.

Luka nunca daría su brazo a torcer. Por eso Adam cada día lucía peor. Porque a decir verdad, nunca pretendieron ser padres de aquel cachorro, en realidad nunca estuvo en sus planes. Mark solo llegó a ellos un día y se quedó. Porque los verdaderos padres del cachorro decidieron que aquel hijo era mucho gasto y lo dejaron en manos de la manada.

Adam fue a recoger al pequeño a su escuela un día y vio a Mark comiendo tranquilo su comida, a su lado estaba el niño de Ezra. Los dos niños lucían felices compartiendo su almuerzo. Adam pocas veces vio a su hijo con una felicidad tan sincera. Tener un amigo le hacía bien. Al otro lado del lugar notó a los niños de los que Luka se había quejado. El grupito de tres estaba molestando a una niña de anteojos. Suspiró al darse cuenta que aquellos pequeños eran tercos en cuanto a la paz.

-Cuando tenía quince, un sujeto quería lastimarme, Luka le rompió el brazo y por poco evita que el sujeto vuelva a reproducirse -Luis se acomodó a su lado en las graderías del lugar-. A pesar de decir que no quería tener hijos, Luka cuidó de mí mucho mejor de lo que mi madre hizo.

Adam volteó a ver a su cuñado y suspiró, el cansancio estaba en sus ojos.

-Le dije algo que no debí haber dicho. Soy tan idiota -se lamentó Adam.

-En parte tenías razón. La violencia nunca es la mejor opción.

-Luka tuvo sus razones.

-Las tuvo. Desde que está contigo, he visto algunos cambios en él. Te aseguro que hizo eso como última opción.

-Lo sé -Adam suspiró- es solo que la violencia en la manada costó tantas vidas, que no quiero que se repita. No quiero perderlo.

En la tarde, cuando Mark llegó a la cabaña, tras él estaba Luka.

-Si te disculpas, también me disculpo -negoció Luka.

Adam sonrió, agradecido de volver a verlo, lo abrazó con fuerza y besó sus labios aliviado de no haber arruinado todo. Luka le sonrió y apoyó su frente en la de Adam. Mark extendió los brazos y ambos lo elevaron hasta ponerlo a su altura, donde le dieron pequeños besos en sus mejillas. Esa familia no iba a separarse ni siquiera por el peor de los problemas.

Esa noche acordaron que Mark solo usaría lo aprendido por Luka, cuando alguien más esté en peligro, y después de haber pedido por favor que se detenga. El acuerdo fue dado por el visto bueno y todo volvió a la normalidad.

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