5.GRANDES HAZAÑAS
Taemin aceptó que había cometido un error otra vez. Y quizá la relación con Jungkook no era la mejor, pero el engaño, que le ofreció a cambio tampoco era lo mejor del mundo. Taemin solo decidió que era suficiente. Que seguía solo dañando a la gente. De pronto la idea de alejarse de Jungkook le pareció correcta.
A partir de aquella mañana y pasando dos días, no salió ni comió como un castigo a su propio error. Ni siquiera Minho pudo sacarlo de aquella cabaña en todo el tiempo. Todos lo intentaron hasta la mañana después del tercer día, donde Kyungsoo y Heechul solo se colaron por la ventana para enfrentarlo.
Como felinos las equivocaciones que cometieron en su vida fueron bastantes, y no había mejor ejemplo que ellos para mostrar que lo mejor era perdonarse a sí mismo. Ambos explicaron los detalles, le advirtieron que si seguía en aquel estado solo seguiría lastimándose y no habría medicina que lo cure. Taemin merecía lo mejor e intentaron subirles el ánimo.
Solo que Taemin pareció ni siquiera escucharles en toda la conversación, hasta que Heechul le gritó, que si tanto le molestaba causar problemas busque una solución a ellos; en vez de estar en un martirio constante por la culpa. En ese momento Taemin entendió que era momento de actuar.
Por eso se levantó de su cama y salió de la cabaña. Ni siquiera se fijo en la ropa que tenía y avanzó a paso firme hasta la manada de los lobos negros. Jungkook debía estar en aquel lugar, porque había llegado de su misión hace día y como era costumbre solo se perdió en su manada, pareciendo haberlo olvidado. Solo que el castaño conocía muy bien el lugar donde podía encontrarlo.
Cuando entró a la manada de los lobos negros las miradas se posaron en él, en su desarreglado aspecto y su ojeras pronunciadas. Taemin era la viva imagen del odio hacia sí mismo. Por ello nadie se interpuso en su camino y se alejaron de él, conociendo que se trataba de la pareja de Jungkook y lamentando su situación.
Llegó hasta el extremo contrario de aquella manada, donde los centinelas solían vivir para mantener una mejor vigilia con la manada. Los lobos negro en su forma animal lo reconocieron y uno de ellos, el más anciano de todos solo le señaló una cabaña descuidada donde aseguraba estaba Jungkook . Sin embargo, Taemin supo identificar la lástima en los ojos del anciano y solo aumentó sus expectativas ante lo que se encontraría del otro lado de aquella puerta de madera.
No quiso pensar de más, solo entró y dio de lleno con un joven. Taemin por un segundo pensó estar viéndose en un espejo. Su imagen era la misma, pero en otra persona. Lo único que lo diferenciaba era su cabello y ojos negros y brillantes. El desconocido era una imagen mucho más demacrada que la suya. Taemin tembló ante la conclusión a la que llegó.
Porque nunca confió en el amor a primera vista, y nunca le convenció que Jungkook sintiera atracción apenas lo vio. La razón de todo ello estaba frente a él, en un joven con su misma apariencia, pero con una delgadez preocupante.
—Vaya —exclamó el muchacho que no lucía mayor que él—, veo que sí consiguió a alguien con una imagen más bonita de mí.
Taemin negó con levedad, porque hasta él sabía reconocer la belleza en las demás personas. La reconoció en Kyungsoo , en Heechul y Kyuhyun al igual que lo hacía en aquel muchacho de piel blanca y pálida. El brillo en sus ojos negros era lo más atrayente al igual que sus largas pestañas y su perfilada y pequeña nariz. Cada espacio de aquel cuerpo lucía de maravilla. El único punto a favor de Taemin era la vida, el muchacho estaba entre los huesos y Taemin ni siquiera llegaba a parecerse a pesar de no probar alimento durante tres días.
—Soy Jimin ¿vienes por Jungkook ?
—¿Está aquí?
Taemin tampoco era idiota, el aroma de Jungkook estaba por todo el lugar, incluso en el cuerpo delgado de Jimin. De pronto se quedó viendo la pequeña marca de un beso en su cuello, un poco más arriba, en sus labios brillaba el metal de un aro de como adorno que solo vio en los adolescentes. La edad de Jimin ya empezó a serle desconocida.
—Está duchándose —informó, y Taemin solo entonces pudo escuchar el sonido del agua en el baño—, ¿quieres que vaya por él? No me es problema entrar.
—¿Ustedes?
—Lo que tengas en la cabeza es cierto —Jimin prendió un cigarrillo y fumó de él, el humo dio de lleno en el rostro de Taemin —, pero si no te queda claro, puedo mostrarte las pruebas, la cama todavía debe estar desordenada.
—No es necesario.
Taemin se sentó en el sofá de aquella cabaña vieja. La tela del mismo estaba desprendiéndose y frente a él, en la mesa estaban varias fotos de Cesar con el que creía era el anterior alfa de la manada de los lobos negros.
—¿Por qué sigues con él? —Jimin lucía distraído mientras soltó aquella pregunta fugaz— no luces sorprendido.
Taemin no negaría haber sospechado de ello con anterioridad. Jungkook se perdía más días de los que era su trabajo y cuando llegaba el aroma a alguien más era demasiado notorio, como si el moreno quisiera ser descubierto. Taemin solo negó aquella opción desde que siempre, pero incluso con ello sus sospechas siempre lograban rehacerse con fuerza hasta este punto en el que ya no podía negarlo.
Jimin entró a la que se supone era la cocina. Segundos después regresó con un vaso de jugo de naranja, Jungkook alguna vez le comentó al moreno que incluso en gustos eran similares. Taemin solo bebió con rapidez. Ignorando la presencia resplandeciente que soltaba el muchacho. Su vestuario solo consistía en ropas negras, pero aun así lucía más vivo que él.
—¿Sabes? -Jimin solo se dio el permiso de sentarse muy junto a él— creo que ustedes dos no son muy compatibles que digamos.
—¿Tú sí? —preguntó Taemin .
—No —el muchacho solo soltó una risa— no soy compatible con nadie, viviré solo, pero a diferencia de ti, yo sí disfruto de ello.
Taemin se levantó, molesto con su propia idiotez y listo para salir de aquella cabaña. De todos modos podía terminar su relación con Jungkook en cualquier momento. Ni siquiera recordaba la razón principal de haber caminado hasta llegar a ellos. Quería quedarse en su cabaña hasta que todo se solucione por su cuenta.
Cuando estuvo a punto de salir la puerta del baño se abrió y Jungkook se quedó quieto al encontrarlo. Ambos tenían una idea en mente. Taemin solo decidió quedarse y terminar lo que había empezado. Jungkook también tuvo el mismo penJunsamiento.
—Me voy —Jinin salió de inmediato, los demás lobos negros lo ayudaron a bajar, como si lamentaran su situación.
Después de que la puerta se haya cerrado Jungkook y Taemin voltearon a verse segundos de silencio. Ambos demasiado preocupados por decir las palabras adecuadas. Jungkook pidió perdón por los anteriores golpes que ya habían perdido su marca en la piel de Taemin .
—También es beta —empezó Jungkook volteando a ver la puerta por la que Jimin se fue—, creo que se lleva bien con Kyuhyun , pero nunca menciona nada del trabajo acá. Era el juguete del antiguo alfa.
—Vamos a dejar esto —Taemin decidió ser directo, solo abandonar todo lo que estaba permitiéndole avanzar—, tanto tú como yo merecemos algo mejor.
Jungkook bufó y entró a su habitación para vestirse. Después saltó al sofá viejo y prendió un cigarrillo. El rostro del moreno mostraba su enojo, lo suficiente para que Taemin retrocediera.
—Nunca fuiste sincero —reclamó Jungkook — solo querías un verdugo para disminuir la culpa que tienes y me escogiste a mí como candidato perfecto —expulsó el humo— y yo solo quise cumplir tus expectativas hasta un punto en el que ya no me reconocía.
—Tampoco fuiste sincero —atacó Taemin — soy el reemplazo de el muchacho que acabo de conocer. Y lo peor es que es tan obvio.
—Son muy similares, los tres tenemos el alma vuelta un desperdicio —aceptó— solo que Jimin acepta la mierda que es a diferencia de ti que solo te hundes en tu dolor alejando a los demás y odiando la soledad que tú mismo has creado.
—Entonces ¿por qué me has escogido por sobre él?
—Jimin solo escaparía de mí si me atrevo a mencionarle ser mi pareja. Por mucho que luche nunca va a estar conmigo. Le gusta solo pasear por acá, jugar con mis esperanzas e irse.
—Y decidiste que conmigo sería más fácil.
—Lo fue, debes aceptar que fue mucho más fácil. Estabas tan desesperado por encontrar a alguien que termine con tu soledad que ante mi primer intento de acercarme a ti accediste con facilidad. Ni siquiera te negaste cuando te pedí que te mudaras conmigo como una broma.
—Incluso así no debías...
—¡Querías que yo fuera quien te hiciera pagar por todos los pecados que has cometido! Me diste esa responsabilidad incluso cuando ni siquiera me diste las razones. Me convertiste en la peor versión de mí y no pareces tener pena por ello.
—Solo nos hemos hecho daño.
—Te he lastimado más yo y lo sabes. Lamento cada golpe que te he dado. No pasa día alguno en el que no lamente todos los golpes que te he dado.
—Entonces vamos a solo dejar esto y seguir nuestros caminos por separado.
—Entonces supongo que es el fin.
—Lo es.
—Me gustaría pensar que si nos hubiésemos encontrado antes de que acumules tanto remordimiento hacia ti, entonces quizá lo nuestro hubiera funcionado. Aunque sé, que simplemente no somos tan compatibles como quisiera que seamos.
La conversación fue necesaria. Taemin olvidó las razones por las que se odiaba tato. Los pensamientos en su cabeza solo se tornaron oscuros en un momento de su vida. Los problemas de pronto se le hicieron más pesados que antes y las soluciones ya no le eran fáciles de encontrar, de pronto ya no se sintió parte de aquella manada y utilizaba su posición solo para obligarse a mantenerse en aquel lugar.
Porque la manada era lo único que conocía y estar sin ella le causaría mucho más dolor. No quería abandonarla, quería permanecer con sus amigos, que a pesar de haberlos perdido seguían siendo más cercanos incluso que su familia. Incluso volviendo a nacer no podría llegar a odiarlos y mucho menos dejarlos, Kai y Siwon fueron la primera parte de su vida en que las cosas salieron bien.
Caminó y caminó, el aire empezó a faltarle, porque los pensamientos se hicieron muchos y el nudo en la garganta no le dejaba pasar saliva. Quería llorar, como hace mucho no hacía. Solo quedarse sentado en un solitario lugar y lamentarse a sí mismo una vez más antes de buscar su propia salida. Pero la manada era una familia y por más que busque un lugar en toda ella no estaría demasiado tranquilo como para dejar salir sus verdaderas emociones.
Por eso, cuando llegó a su manada y Minho fue la primera persona a la que vio entonces se acercó a él, apoyó su cabeza en aquel pecho y respiró, cansado de estar bien. Las primera lágrimas salieron logrando alterar a Minho quien lo abrazó de inmediato.
—Quiero irme de la manada —susurró viendo a los ojos verdes de Minho quien asintió.
El rubio arregló todo y lo llevó a su auto. No hubo conversación de por medio porque conocía el sentimiento de Taemin y solo prestó su ayuda.
Sin embargo, la cabeza de Minho estaba por distintos rumbos, intentando hallar el significado de las palabras de Taemin y llegando a una errónea conclusión. Minho de pronto tomó la decisión de llevarlo a la ciudad humana. Porque era el único lugar que conocía y que se alejaba de aquella manada. Minho solo condujo hacia lo que antes fue su hogar.
El camino fue silencioso salvo por los pequeños sollozos de Taemin entremezclados con suspiros que Minho no interrumpió.
La noche estaba cerca. La carretera apenas se iluminaba con luz artificial e incluso de esa manera Minho aceleró para llegar tan pronto posible, porque Taemin todavía no parecía querer llorar frente a él, no le otorgó aquella confianza.
A media noche, cuando llegaron a la ciudad humana Minho dejó a Taemin en su lujoso departamento. El rubio decidió que lo mejor era dejarlo solo y caminó hasta el bar más cercano para decidir su próxima acción. En algún punto decidió que no iba a alejarse de Taemin y lo llevaría a un lugar donde se encuentre más cómodo.
Tenía en cuenta que Taemin quería dejar la manada, y conocía muy bien que los lobos sin manada solían deprimirse hasta el punto de su muerte. Minho no quería perder a Taemin y solo buscó la manera de mantenerlo a salvo. Quiso creer encontrar la solución cuando decidió que abandonaría su orgullo y miedo para con la manada de los tigres.
Minho estaba dispuesto a entregar su cabeza con la condición de que dejaran quedarse a Taemin que necesitaba de la protección de una manada.
Solo entonces cuando llegó al bar y empezó a beber fue que se dio cuenta de lo que sentía realmente. Porque estaba considerando abandonar su libertad solo por el bienestar de Taemin . Ante la primera copa de cerveza dejó caer su cabeza en la barra.
—Caí tan patéticamente —Se lamentó—, estoy en el fondo.
El bartender lo veía con intriga.
—Estoy enamorado —aceptó viendo fijamente al humano que sonrió en seguida—, maldita sea.
El sentimiento era bueno. Minho no se culpaba por haberlo hecho, sabía que en algún momento ocurriría, porque Taemin era todo lo bueno que alguna vez conoció. El sentimiento solo le hacía sentir más vivo.
—Maldita sea.
Maldecía porque conocía que en los ojos de Taemin no estaba el mismo sentimiento. Taemin tenía cabeza para todo menos para el amor, y es que bien decía aquella frase, los betas no tenían ni la más mínima suerte en el amor. Peor si ambas partes son beta. Minho renunció al hecho de tener un romance agradable.
Siguió bebiendo, horas en las que la cerveza ni siquiera perturbó sus sentidos. Maldijo todo lo que estaba a su alrededor.
—Puedes beber todo el bar y no vas a embriagarte, las bebidas humanas no nos hacen nada a los cambia formas.
Minho volteó ante la nueva voz y su rostro se descompuso en confusión al encontrar a los dos guepardos a su lado. Heechul y Kyungsoo lucían muy confiados entre varios humanos que parecían agredirlos con la mirada. Más después de haber confesado su verdadera forma.
Kyungsoo y Heechul desentonaban con el lugar. Al ser un bar de un barrio lujoso, las personas usaban trajes formales y las damas vestidos elegantes. Los dos felinos tenían ropa deportiva y llamativa. Sin embargo, ambos lucían confiados con ser los únicos diferentes en el lugar. Parecía que Kyungsoo estaba disfrutando de la atención.
—Puedes contarnos tus penas —ofreció Kyungsoo , con una sonrisa amigable.
—¿Qué hacen aquí? —preguntó Minho .
—Los seguimos —aceptó Heechul—, fuimos hasta tu departamento, Siwon y Kai se quedaron allá y Kyungsoo y yo decidimos seguirte a ti.
Minho se levantó de su asiento, preocupado por Taemin .
—¿Van a llevar a Taemin a su manada a la fuerza?
—¿Por qué haríamos eso? —preguntó Kyungsoo estirándose hasta tomar una botella de un licor que desconocía— Siwon y Kai quieren hablar con él, fuera de la manada para impedir que problemas sin importancia interrumpa los serios.
—Lo que dijo Kyungsoo —complementó Heechul.
Minho se cansó de intentar embriagarse. Era un adulto y debía enfrentar los problemas como tal, o al menos de esa manera se daba fuerzas para seguir a los dos hermanos. Kyungsoo y Heechul le dieron la sugerencia de hablar con Taemin , contarle todo y así que este lo aceptara para continuar con una estable relación. Minho pensó que aquella opción le había funcionado a Kyungsoo por su belleza, pero él no era ningún adonis.
Caminar de regreso a su departamento fue más rápido. Sintió el aroma intimidante de Kai y antes de que tuviera en mente saltar a ellos la mano de Kyungsoo lo detuvo. Al tener más tiempo conviviendo con los lobos de la manada, el castaño ya sabía que Kai se quitaría la cabeza antes de dañar a Taemin , la amistad de ambos era mucha, no había razón para preocuparse.
Minho intentó calmarse y retroceder, pero el sonido de algo rompiéndose hizo que saltara, abriera la puerta y estuviera listo para transformarse solo para intentar proteger a Taemin . Sin embargo, cuando vio que estaba en medio de los tres lobos se dio cuenta de su equivocación. Siwon estaba en una esquina con un jarrón viejo a sus pies, producto de un accidente, pero de ninguna forma en un ataque violento.
Heechul se burló de él a mano tendida y Kyungsoo volteó a otro lado intentando ser más discreto.
Las luces estaban apagadas, pero la iluminación que entraba por la ventana era suficiente para ver sus expresiones. En aquella habitación nadie estaba en peligro y dudaba que siquiera hubiesen tenido una riña.
Minho , Kyungsoo y Heechul se hicieron a un lado dejando que los tres amigos desde la infancia resolvieran sus problemas. De todos modos, Minho le mandó una mirada significativa a Taemin , con ella le dijo que si se sentía mal, él iba a hacerse cargo y lo sacaría de inmediato, tenía más de un departamento y casa en la ciudad humana.
Taemin le sonrió agradeciendo el gesto, de inmediato su mirada volvió hacia sus amigos. Si estaban en ese lugar le parecía correcto arreglar todo. Kai y Taemin eran quienes tenían más tensión en su amistad. Por lo tanto, Siwon se alejó un poco hasta ponerse en medio de Heechul y Minho .
—Casi desde los ocho —Kai se sentó frente a su amigo, dispuesto a hablar correctamente—, nos hemos mantenido juntos desde hace tanto.
—Mi madre quería que entablara una buena relación contigo como el próximo beta --respondió Taemin .
—No, yo en ningún momento te vi como un beta o como mi mano derecha cuando sea alfa. Taemin , siempre te vi como un amigo, en las buenas y en las malas.
—Eran más malas desde que Siwon se unió a nosotros —intentó bromear el beta, tratando de aligerar el ambiente.
Funcionó.
—No era culpa mía —se defendió Siwon.
—Ambos intentaban medir su fuerza en peleas y me tocaba a mí inventar una buena excusa para justificar todos los golpes que se llevaban —Taemin recordó los viejos tiempos—. Nunca, ni aunque se los pidiera por favor me hacían caso y eso que sabían que era el más inteligente de los tres.
—Pero las desobediencias nos llevaron a buenas aventuras —Siwon se acercó a ellos.
—Como la vez que Kai se perdió —Taemin rio— tuve que inventar que estaba haciendo su propio reto de supervivencia para hacerse más fuerte.
—O cuando Kai te desobedeció de irse de aquel club una noche que vimos entrar a dos guepardos que lucían peligrosos —agregó Siwon.
—Siempre terminábamos enredados en cualquier lío —Kai se puso un poco serio—, pero salíamos de ello juntos, los tres. No había nada que nos separara.
—Pero —Taemin bajó la mirada, volviendo a la actualidad—, por mi culpa ustedes tuvieron un problema en la manada.
—Taemin —Kai tomó a su amigo de la mejilla e hizo que lo mirara—, perdoné a Siwon cuando intentó robarse a mi pareja. Perdonarte a ti es mucho más sencillo.
Heechul observó a Kyungsoo con el ceño fruncido. Con disimulo, casi pasando por desapercibido le dio un leve codazo.
—¿No te dan celos? —preguntó Heechul a su hermano, refiriéndose a la escena que estaba frente a ellos.
Kyungsoo rio bajo.
—Soy Kyungsoo —Simplificó, haciendo alusión a todo lo que significaba él. Su seguridad nadie se la iba a quitar.
Siwon se acercó a Taemin y le dio un abrazo seguido de Kai. En segundos los tres estaban como en los viejos tiempos. Quizá sus caminos se hayan separado con sus respectivas parejas, pero seguían siendo amigos, de esos en los que Taemin se encargaría de regañarlos si cometían otra equivocación. En la que Siwon daría su valentía y fuerza para defenderlos y Kai haría lo posible para mantenerlos unidos sin importar cualquier descontento o diferencia entre ellos.
Taemin tembló un poco antes de alzar los brazos para responder el gesto, abrazando a aquellos dos amigos que lo vieron a él y no a un beta. Sonrió, orgulloso de tener dos grandes amistades, feliz de recuperarlos.
—No fue tu culpa —Kai se separó para aclararlo—, Taemin , eras muy influenciable, ella te ofreció algo que no pudiste negar. Te utilizó y tú ya has pagado suficiente con todo lo que has vivido.
—Nosotros te perdonamos en el primer momento, incluso cuando no había mucho que perdonar. Solo que tú seguían castigándote e impidiendo que nosotros te ayudáramos —Siwon también se separó.
Taemin asintió. Sin querer mostrar más su llanto se aferró a Kai en un abrazo y ocultó su rostro en aquel pecho. Siwon palmeó su espalda contento de aclarar las cosas y los tres sintieron un peso menos por haber recuperado aquella amistad de años.
Heechul esta vez codeó el costado de Minho , su mirada mostraba cierta burla y un poco de maldad. Minho lo observó unos segundos, el enamoramiento había pasado ya, por lo que levantó la cabeza en un gesto de interrogación.
—Se han reconciliado, así que será más duro para ti —afirmó Heechul—, Taemin es el menor de los tres, van a defenderlo con todo, así que deberías empezar a preparar un buen discurso para llevártelo.
—Si te sientes sofocado siendo un beta, podríamos solo encontrar a alguien más, no hay problemas —afirmó Siwon, atribuyéndose aquel poder.
—Sí, supongo —continuó Kai no tan seguro.
—Si no soy beta, ¿quién va a cuidar a la manada de sus equivocaciones? Ustedes dos son una atracción de problemas —Taemin sonrió—. Quiero mantener mi puesto de beta, pero agradezco la oferta.
Kai, Siwon y Taemin se mantuvieron un momento más en silencio. Aquella primera amistad que los tres habían forjado estaba una vez más.
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