#344
❀ Fluff
❀ Date!au
❀ 1056 palabras
Baekhyun se asomó desde detrás de la columna que lo ocultaba de la vista, mirando fijamente la terraza de aquel café.
Hacía unas semanas que se había mudado a Londres completamente solo, y había recurrido a una aplicación para conocer gente allí, no quería morir de tristeza en su piso y ser devorado por su corgi (aunque esperaba que Mongryeong tuviera algo de respeto por su cuerpo fallecido). A partir de ahí, había empezado a hablar con mucha gente, pero uno de ellos había llamado mucho su atención.
Chanyeol era coreano como él, pero ya llevaba casi un año viviendo en aquella maravillosa ciudad, y se había ofrecido a mostrársela a Baekhyun tras un par de semanas de chats. Baekhyun mentiría si dijera que su corazón no latió rápido cuando el otro se lo ofreció, a pesar de que no se habían visto en foto, puesto que la aplicación no tenía esa opción. Preferían que la gente se conociera sin prejuicios sobre su aspecto.
Chanyeol era divertido, siempre conseguía arrancarle una sonrisa y que su pecho se llenara de algo cálido que Baekhyun no sabía definir, pero que definitivamente lo hacía sentir bien. Tenía que admitir que le emocionaba ver que tenía mensajes sin leer de Chanyeol, y que aún se emocionó más cuando el hombre lo invitó a comer.
Él había aceptado y Chanyeol le había mandado la dirección de un pub en el que hacían comida típica inglesa y deliciosa. Le explicó lo que iba a llevar puesto, cómo era él y que, si hacía buen día, iba a esperarlo sentado en una de las mesas de la terraza.
Ni en sus mejores sueños Baekhyun habría pensado que Chanyeol sería ese tipo condenadamente atractivo que sujetaba el jarroncito de flores junto a su cara, esperando. No había confusión, era el único asiático en la terraza que llevaba una camisa azul y roja. Baekhyun miró en el reflejo de la tienda a su izquierda sus vaqueros desgastados, su camisa informal y su pelo revuelto por la carrera, porque llegaba tarde, y se maldijo. Debería haberse arreglado más.
Estaba tan centrado en tratar de arreglar su pelo, que no vio los ojos de Chanyeol descubriéndolo, sonriendo ampliamente, y levantándose para ir hacia él. De hecho, ni siquiera lo vio pararse junto a él frente al escaparate.
- Tu pelo ya está bien, Baekhyun.
El chico casi saltó en su sitio del susto, tan alterado que a su cerebro le costó procesar que le habían hablado en su lengua materna y no en inglés.
- ¿Chanyeol? -preguntó estúpidamente. El hombre sonrió, tomándolo por la muñeca.
- Vamos, tengo hambre y ya estás guapo -le dijo, tirando de él hacia el pub.
No fue hasta que no estuvieron sentado que Baekhyun comprendió que lo había llamado guapo, sonrojándose fuera de tiempo y ganándose una mirada curiosa por parte del alto.
- ¿Pasa algo? Estás muy callado.
- No, es que, bueno -podía notar su cara arder-, acabo de caer en que me llamaste guapo.
- ¿Y no es cierto? -alzó las cejas con una sonrisa.
Baekhyun no pudo decir nada, pues llegó la camarera que les preguntó con una gran sonrisa qué es lo que les apetecía comer. Ya que Chanyeol había propuesto el sitio, Baekhyun dejó que él pidiera la comida, sus platos favoritos, y un poco de agua para ambos. La mujer se fue con la misma sonrisa con la que llegó, dejándolos de nuevo a solas.
- Voy a reformular mi pregunta -le dijo Chanyeol con una sonrisa-. ¿Te molesta que un hombre te diga que eres guapo?
- Oh, no, para nada -respondió Baekhyun, sin ser realmente consciente de lo que decía. Tan sólo cuando la sonrisa pícara apareció y los ojos brillantes de Chanyeol se clavaron en él, se dio verdadera cuenta del significado de sus palabras-. Quiero decir...
- No te preocupes, Baekhyun, a mí también me gustan los hombres.
- ¿Ah, sí? -parpadeó, asombrado.
La camarera llegó con su comida y el tema fue aparcado. La comida era realmente deliciosa, Baekhyun no paraba de decirle una y otra vez que la comida era sabrosísima y que le agradecía mucho que lo hubiera invitado. Tras la comida, una que Chanyeol se empeñó en pagar, y el comentario sutil de la camarera, que lo hizo sonrojar, de que hacían buena pareja, lo llevó a la zona norte de la ciudad, enseñándole una tienda de helados hechos al instante con nitrógeno líquido. Esta vez, fue Baekhyun quien pagó, cogiendo sus helados y sentándose en una mesita disponible.
- ¿Conoces ya mucha gente aquí? -le preguntó Chanyeol, como quien no quiere la cosa.
- ¿Mi perro cuenta? -el alto rió, contagiándole la risa-. No a muchas personas, gente del trabajo sobre todo.
- ¿Y nadie te había llevado a conocer Londres?
- No, nadie -negó suavemente con la cabeza-. Eres el primero.
- ¿Y nadie ha demostrado interés en ti?
- ¿A qué viene eso? -preguntó, sonrojándose-. En todo caso, sería si a mí me interesa alguien.
- ¿Y te interesa alguien? -preguntó de nuevo el alto con una sonrisa.
- No me interesa nadie del trabajo.
- Así que no es del trabajo.
- Eres un poco metomentodo, ¿te lo han dicho alguna vez, Chanyeol?
- Es posible, pero...
Baekhyun lo besó. No sabía si era porque quería que se callara de una maldita vez, porque estaba avergonzado de admitir que era él quien le gustaba o porque simplemente quería probar esos labios ligeramente manchados de chocolate. Pero lo hizo, presionó sus labios contra los ajenos, saboreando el chocolate y la miel que el alto había añadido a su helado, y cerró los ojos. Lo que no esperaba era que Chanyeol le devolviera el beso, atrapándolo por la cintura e introduciendo su lengua, haciéndolo gemir y sin importarle a ninguno que estuvieran en un sitio público. El más bajo se agarró de su camisa, buscando estabilidad mientras sus lenguas jugaban la una contra la otra. Se separaron despacio por la falta de aire, mirándose a los ojos.
- Estás más guapo callado -susurró Baekhyun.
- Tú estás guapo siempre -alzó las cejas Chanyeol, ganándose un golpe en el brazo por parte del más bajo, pero también otro beso adornado por una sonrisa.
Porque aquella fue la primera cita que tuvieron, pero no la última.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro