#339
❀ Fluff
❀ Singer-fan!au
❀ 827 palabras
Chanyeol observó a Baekhyun coger el peluche extrañado, mirándolo de arriba abajo por un lado y por otro, evaluándolo. El alto tragó con dificultad, nervioso.
La cara del cantante se iluminó, colocando el peluche junto a su cara y mirando a Chanyeol con la misma expresión que el peluche, feliz. Chanyeol aplaudió, extasiado, cuando el hombre se lo metió en el bolsillo y siguió cantando.
Para nadie era un secreto que Lion Heart, la fanbase más famosa de Byun Baekhyun, estaba creada y dirigida por un hombre. De hecho, Chanyeol tan sólo recibía ayuda externa cuando le era completamente imposible ir él mismo a los eventos en el extranjero. Por lo demás, era un fan dedicado a su ídolo.
Había sacado con éxito ya un photobook a la venta, destinando el dinero sobrante de ésta al siguiente regalo de cumpleaños de Baekhyun. Pero este año, junto a su photobook, quería dar algo más.
Quería regalar un peluche, uno que recordara a Baekhyun y a su fanbase. Por eso, decidió pedir ayuda a una conocida fanartist que diseñó el muñequito, y lo mandó fabricar. Tan sólo había dos peluches como ése en el mundo, pero quería que Baekhyun lo viera, que le diera su aprobación, antes de colocarlo definitivamente como regalo.
Porque ya conocía a Baekhyun de otros eventos, su grupo no había sido muy reconocido en sus inicios y por eso le había sido fácil entablar una cierta relación. Eso y la vez que se quedaron atrapados sin querer en un ascensor. Baekhyun tenía claustrofobia y él fue quien cuidó de que el idol no perdiera los nervios, hablando con él y tranquilizándolo hasta que los sacaron de allí.
Y quizá fue el ver aquella parte más humana lo que terminó de enamorar a Chanyeol, porque ya no sólo le gustaba el ídolo, la cara pública, si no que durante aquellas largas siete horas en las que estuvieron allí metidos, Baekhyun no fue un idol, fue simplemente Baekhyun. Y por eso, quería saber que le gustaba el peluche antes de sacarlo.
Pero no había habido problemas y cuando el concierto acabó, Chanyeol se dirigió hacia su salida, satisfecho y observando dentro de su mochila el único otro peluche que existía en ese momento.
Salir fuera fue como una liberación para sus pulmones, respirando aire fresco al.fin tras varias horas de concierto. Sin embargo, apenas había avanzado un par de pasos cuando unos toques en el hombro lo hicieron girarse. El chico notó su cara ponerse blancs cuando se encontró frente a frente con un tipo cuadrado de seguridad.
- Ven -ordenó simplemente.
Incapaz de refutar, el chico hizo como se le había dicho, siguiendo al tipo de nuevo hacia el interior del edificio. En lugar de llevarlo hacia la planta baja, donde estaban los camerinos y demás, lo subió a una de las plantas superiores, parándose frente a una puerta blanca cerrada. Chanyeol lo miró, extrañado.
- En media hora tienes que estar fuera -le dijo, antes de abrir la puerta, dejando que pasara, y cerrando con fuerza tras él.
Era una habitación simple, con una mesita baja, un sofá y una ventanilla que daba al escenario, suponía que era una especie de sala VIP. Pero todo aquello dejó de interesarle cuando vio a Baekhyun en el centro de la sala, con una sudadera grande, el pelo revuelto y una gran sonrisa en su cara mientras estrechaba su peluche.
- Hola, Chanyeol -le dijo, acercándose a él-. Quería darte las gracias en persona, es un peluche muy bonito.
- Baekhyun -parpadeó, confundido-. Me alegra que te guste, yo... Yo quería que te gustara -contestó, nervioso-. ¿Por eso me has hecho llamar?
- No -negó con la cabeza, dejando el peluche con suavidad en el sofá antes de terminar de acortar la distancia-. Quería hablar contigo, pero el peluche es adorable y tenía que decírtelo.
Chanyeol no se movió, dejando que el cantante de quedara a pocos centímetros de él.
- Sabes -empezó de nuevo el artista-, creo que nunca te di las gracias por ayudarme en aquel ascensor.
El corazón de Chanyeol latía a mil por hora, su cuerpo hormigueaba y su boca estaba seca. No sabía qué debía hacer, así que simplemente asintió.
- Creo que ha llegado el momento de dártelas -susurró Baekhyun, tan cerca de su rostro que Chanyeol se preguntó cuándo se había acercado tanto.
Los labios de Baekhyun eran suaves y gentiles contra los suyos, invitándolo a corresponder a aquella caricia delicada. El alto tan solo cerró los ojos y se dejó llevar, las mariposas de su estómago extendiéndose a todo su cuerpo mientras el cantante se aferraba a sus brazos.
Se separaron lentamente, tan solo alejándose lo suficiente para poder mirarse a los ojos.
- Gracias, Chanyeol -susurró Baekhyun con una sonrisa.
- No hay de qué -contestó estúpidamente-. ¿Puedo...? -el cantante lo miró, instándolo a continuar-. ¿Puedo besarte de nuevo más veces?
Baekhyun sonrió, rodeándole el cuello con los brazos, acercándolos aún un poco más.
- Todas las que quieras.
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