❀ Fluff

❀ Composer!au

❀ 789 palabras

- Baekhyun, tienes que entrar en el segundo verso, mientras ella aún mantiene la nota, ¿de acuerdo?

El cantante lo miró a través de la cristalera, sonriendo suavemente y mirándolo con esos ojos brillantes que le llegaban a lo más profundo de su alma mientras asentía.

Chanyeol era compositor y productor musical. Era uno de los mejores, sus canciones siempre conseguían llegar a números uno en todas las listas oficiales y las compañías se peleaban entre sí por contratar sus servicios para los nuevos álbumes de sus mejores artistas.

En esa ocasión, había tenido que componer una canción pensada para una banda sonora que iban a cantar dos de los cantantes solistas más reconocidos del momento. Una balada romántica cantada por la solista más amada y el solista más aclamado.

Ya había trabajado antes con Kang Jihyun, sabía cómo tratarla y ella sabía lo que él le pedía; no por nada aquella era su décima colaboración y estaban acostumbrados el uno al otro. Pero no así con Byun Baekhyun.

El hombre jamás antes había trabajado con él, sin embargo, parecía ser capaz de interiorizar todo lo que Chanyeol le decía, todas sus indicaciones, y perfeccionar el verso, el ritmo, el tempo, todo. Una sola palabra de Chanyeol, y el cantante le daba una sonrisa suave, un asentimiento, y lo clavaba.

Realmente estaba asombrado.

Hubo un descanso a mitad de la grabación debido a que Jihyun recibió una llamada de su mánager pidiéndole que saliera. Al parecer, había algún tipo de problema con su familia y ella debió excusarse durante unas horas. Baekhyun se quedó, sin embargo, confundiéndolo aún más y haciéndolo pensar en el extraño pero curiosamente atrayente solitsta.

- Lamento que tengas que quedarte hasta tarde por nosotros.

La voz de Baekhyun lo sacó de sus pensamientos. Miró al cantante que le sonreía, sentándose a su lado en el pasillo frente a la sala de grabación y notó su corazón acelerarse al mirarlo de cerca por primera vez, notando lo suave y fino de sus rasgos, la suavidad de su pelo, lo acompasado de sus gestos. Chanyeol carraspeó, tratando de serenarse.

- No te preocupes, no es lo peor que me ha pasado.

- ¿Qué es lo peor? -le preguntó, curioso, con una sonrisa.

- Lo peor fue un grupo de chicas que vino, tuve que arreglar sus voces durante horas y ni aún así sonaba bien -cerró brevemente los ojos, recordando aquella tortura de voces chillonas y sin talento.

- ¿Y la canción fue mal? -frunció un poco el ceño el solista.

- No, la verdad -suspiró él-. Es un grupo muy querido por alguna razón que no alcanzo a entender y a pesar de que realmente no cantan, la melodía era buena.

Baekhyun rió entonces por lo bajo, y el compositor sólo pudo pensar que se veía adorable así.

- Eres divertido, Chanyeol -le dijo-. No pensé que serías tan sincero.

- Yo siempre soy sincero -alzó las cejas el alto, haciendo reír de nuevo al cantante-. Tú me has sorprendido a mí -le dijo con sinceridad-. Nunca antes nadie había entendido tan bien mis indicaciones.

- Quizá sea porque realmente quiero hacerlo bien -le contestó el más bajo, mirándolo a los ojos.

- Todo el mundo quiere hacer bien su trabajo, ¿no? -sonrió Chanyeol, pero el otro sacudió la cabeza, sorprendiéndolo.

- Yo quería hacerlo bien por ti.

La mirada de Baekhyun era sincera, fija sobre la suya propia, y el corazón de Chanyeol se disparó. Se lamió los labios, inseguro de cómo seguir, pero Baekhyun sólo sonrió más amplio de forma inocente y miró a otro lado.

- Siento haberte incomodado -se excusó.

- No lo has hecho -se sorprendió Chanyeol a sí mismo respondiendo. Baekhyun lo miró esperanzado-. Sólo... me pilló desprevenido. Nadie me lo había dicho antes.

- ¿No? -Chanyeol negó con la cabeza y Baekhyun sonrió-. Pero supongo que muchos te han invitado a tomarte una copa con ellos tras la grabación.

Y ahí estaba, ese brillo en la mirada de solista que hacía que el corazón del compositor quisiera salírsele del pecho.

- Sí, muchos lo han hecho y he tenido que declinar amablemente -explicó, pero antes de que la decepción llegara al rostro ajeno, añadió-. Pero porque aún no me lo ha pedido la persona correcta.

Baekhyun lo miró intensamente entonces, evaluándolo, alargando aquel silencio en el que Chanyeol podía escuchar el latido de su corazón tan claramente que no dudaba de que el más bajo también lo oía.

- ¿Vendrías a tomar una copa conmigo, Chanyeol? -le preguntó entonces, inclinándose un poco hacia él y embargándolo con su aroma.

Chanyeol se inclinó levemente hacia él, sus labios casi, casi rozándose, antes de responder.

- Todas las que quieras.