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#323

Slice of Life, Fluff

Memories!au

Advertencias: semi-incesto

742 palabras


 Chanyeol observó la figura de Baekhyun dormir plácidamente en la cama.

Se había despertado temprano, siempre era el que antes se despertaba de los dos, incluso los días de fiesta que no era necesario madrugar. Le gustaba apreciar esos momentos tan efímeros, pues Baekhyun no tardaba mucho en despertar.

Aquel día, como los demás, Chanyeol fue al baño al despertarse, pero al volver no se metió en la cama a esperar a que el otro despertara o a tratar de despertarlo él mismo con pequeños besos que repartía por su rostro, cuello y labios; como hacía normalmente.

Aquel día, Chanyeol se sentó a los pies de la cama, observando a Baekhyun dormir. Observó cómo su pecho subía y bajaba con suavidad, acompasado, signo de que aún estaba sumido en un sueño profundo. A Chanyeol eso no le importó.

Desde pequeños, siempre había sido Baekhyun el que tenía el sueño más pesado. De hecho, recuerda cuando compartían cuarto en la universidad y había sonado la alarma de incendios en mitad de la noche. Había tenido que sacar al menor en brazos porque no había modo de despertarlo y, aunque al final resultó ser tan sólo una falsa alarma provocada por un grupo de estudiantes de primero muy borrachos, había sido una causa de preocupación y risas para él a partes iguales.

A Chanyeol le nacía en él el instinto de proteger a Baekhyun. No es que el menor no pudiera cuidarse solo, ni mucho menos, pero el alto tendía a querer alimentarlo, cuidarlo, comprobar que estaba bien. Eso lo hacía feliz, ver que Baekhyun era feliz.

Pero hubo una época en la que ni los mejores cuidados de Chanyeol hubieran mejorado la situación.

No es fácil admitirles a tus padres que eres homosexual. Nunca es fácil saber que no cumples con sus expectativas, que no eres lo que ellos esperaban. Pero es aún más difícil decirles que estás enamorado de tu hermano.

Aquel primer año fue el más duro. Sus padres los echaron de casa, repugnados por su comportamiento, y Chanyeol decidió dejar de estudiar y ponerse a trabajar para mantenerlos. No era justo, realmente, ellos sólo habían querido ser sinceros; si se hubieran mudado solos y lejos, sus padres jamás se habrían enterado. Técnicamente, ellos tampoco eran del todo hermanos de sangre, sus padres se habían casado de nuevo cuando Chanyeol era pequeño y Baekhyun nació poco tiempo después. No compartían del todo el mismo ADN.

Pero la realidad fue que ellos se vieron obligados a subsistir. a Baekhyun le dolía que Chanyeol dejara sus estudios por él y, aunque el mayor le prometió volver a estudiar cuando se lo pudieran permitir, podía ver que el más bajo no era feliz con eso. Pero Baekhyun terminó sus estudios pronto, más que ningún estudiante antes que él, y comenzó a trabajar, permitiéndole a Chanyeol entonces terminar el año de carrera que le quedaba.

Fue a los ocho años cuando recibieron la primera llamada por parte de sus padres, preguntándoles por su salud, por su bienestar. Había sido todo un shock, y la conversación apenas duró cinco minutos, pero se volvió a repetir con el paso del tiempo. La relación aún era algo inestable, pero con el tiempo sus padres parecían haber comprendido que se amaban, y que no pretendían contrariarlos, sólo hacerlos partícipes de su felicidad.

Baekhyun se revolvió en sueños, cortando su hilo de pensamiento, y él sonrió. Se acercó un poco al hombre adormilado entre las sábanas y le sonrió, ordenando un poco los mechones revueltos de su frente.

- Chanyeol -lo llamó con la voz aún afectada por el sueño. El mayor se inclinó sobre él-. ¿Qué hora es? ¿Vienen ya los servicios sociales?

- Es temprano, aún falta un rato.

Chanyeol había conseguido adoptar a un bebé. Siendo medio hermanos, no podían adoptar siendo pareja de hecho, no podían ni siquiera inscribirse como tal en el registro. Pero un hombre soltero podía adoptar, poniendo a su hermano como tutor legal de su hijo al mismo nivel al que estaba él. Ellos habían dado ese paso, y esa mañana esperaban la visita de los servicios sociales que al fin les llevarían a su bebé.

- Hoy seremos una familia -sonrió Chanyeol.

- Ya lo éramos -rió Baekhyun, rodeándole el cuello con los brazos y atrayéndolo para besarlo de nuevo.

Y Chanyeol le dio la razón, porque con los labios de Baekhyun contra los suyos era cuando se sentía en casa.

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