❀ Fluff

❀ The Little Mermaid!au

❀ Advertencias: continuación del drabble #296

❀ 668 palabras

Baekhyun estuvo yendo a la playa cada día de sus dos semanas de vacaciones.

Era increíble haber conocido a un sireno de verdad, aún no podía terminar de creérselo y aunque no podía sumergirse en demasía por la falta de un equipo de buceo, Chanyeol lo llevó a muchos sitios, calas escondidas y playas vírgenes. Pero más que los parajes insólitos, lo que más le gustaba era pasar tiempo con Chanyeol. El sireno era enérgico, lleno de vitalidad y energía, y se la contagiaba al humano. Baekhyun siempre sonreía junto a Chanyeol, excepto cuando se besaban. Entonces, simplemente se dejaba llevar, besando al chico como si le fuera la vida en ello, como si fuera la última vez, y en parte era así. Porque su estancia allí era finita, y pronto iba a llegar a su fin.

El penúltimo día, Baekhyun le indicó este hecho a Chanyeol, y le partió el corazón ver cómo la cara del sireno se transformaba en una mueca de tristeza. Trató de sonreír y de decirle que aún les quedaba un día entero para disfrutar, pero a pesar de que el sireno sonrió débilmente, realmente notó que no estaba animado. Lo besó antes de irse, prometiéndole que volvería al día siguiente, y se despidió, marchándose a casa.

Al día siguiente, cuando llegó a la playa, Chanyeol no estaba allí. Esperó un poco, pero Chanyeol no llegaba. Empezó a impacientarse, porque no venía y la noche empezaba a acercarse, y él se iría y no podría verlo una última vez.

De repente, una cabeza roja apareció en el horizonte. Baekhyun se puso de pie, entrando en el agua sin molestarse en coger su cola artificial mientras Chanyeol llegaba a la orilla. Cuando el agua le llegaba al estómago, vio que algo no iba bien, Chanyeol parecía agotado y se movía con dificultad. Se tiró a sus brazos y le pidió que lo sacara del agua, y Baekhyun hizo exactamente aquello. No fue hasta que no lo tumbó en la arena que vio que la cola de Chanyeol había desaparecido y que en su lugar, había dos piernas y, pensó con un sonrojo, eso que todo hombre tiene entre las piernas.

- ¿Chanyeol, qué has hecho? -le preguntó al chico, tocándole la mejilla con suavidad, inclinado sobre él.

- Yo... fui a ver a la bruja del mar -el chico lo miró, sus ojos clavándose en los de Baekhyun, quien jadeó, no pudiéndoselo creer-. No podía perderte para siempre.

- Pero Chanyeol -susurró Baekhyun-, ¿por qué?

- Porque te quiero, Baekhyun -tomó su mano y entrelazó sus dedos-. Sólo necesito que me beses para que el cambio sea permanente.

Baekhyun no podía creerlo, era como el cuento, pero esta vez, le estaba pasado a él y no sabía si Chanyeol se arrepentiría de su decisión. Ariel no lo hizo, pero ella vivía literalmente junto al océano. Baekhyun vivía en Seúl, le era complicado viajar a la costa, y no solía tener muchas vacaciones.

- Chanyeol -empezó-, yo vivo lejos de la costa, no podrás volver al mar a menudo, no podrás ver a tu familia -le dijo, mordiéndose el labio-. Te quiero, y no quiero condenarte a eso sin que tú lo sepas.

Chanyeol se incorporó, mirándolo fijamente, y sacudió la cabeza.

- No me importa -le dijo con sinceridad-. Me importas tú más que el mar o que mi familia.

- ¿Pero, y tu padre?

- Mi padre lo sabe -le sonrió tímidamente-. Le conté de tu existencia el primer día. No quise que nos viera para poder explicárselo yo mismo sin que se enfadara directamente -explicó-. Fue él quien me llevó a ver a la bruja, Baekhyun.

Baekhyun volvió a jadear, pero esta vez notó las lágrimas acumularse en sus ojos y abrazó a Chanyeol, agarrándose a él mientras la realidad de que no lo iba a perder le calaba.

- ¿Baekhyun, estás bien? -le llegó la preocupada voz de Chanyeol.

Y en lugar de responderle con palabras, se separó, lo miró a los ojos y lo besó.