❀ Fluff

❀ Shapeshifter!au

❀ Advertencias: sexo implícito

❀ 620 palabras

- Sshh, estate quieto -susurró Chanyeol al bulto en su chaqueta.

Una carita se asomó entre los pliegues rojos del grueso chaquetón, una carita peluda y de ojos grandes y oscuros que lo miraba desde el bolsillo interior. El perrito lo miró con sus grandes ojos y se apoyó en su pecho, como pidiéndole perdón.

- No, no vas a ablandarme -volvió a susurrar-. Ahora estate quieto.

La cola avanzó y él al fin pudo comprar su entrada de cine. Compró un menú grande a sabiendas de que la chica lo estaba juzgando por la cantidad de palomitas que había comprado, pero entró a la sala, acompañado por el acomodador y se sentó. Una vez las luces se apagaron y comprobó que todo el mundo estaba sentado y con la mirada fija en la pantalla, sacó al cachorro de su chaqueta y lo puso en el asiento de al lado.

Casi instantáneamente, el cachorro se transformó en un chico de pelo castaño y lacio que se acurrucaba contra él, quitándose el abrigo marrón antes de enroscar su brazo alrededor del ajeno.

Baekhyun era un cambiaforma de perrito. Hacía tiempo que se sabía de la existencia de las personas así, con un animal en su interior y que cambiaban de forma a placer, pero no eran bien aceptados en la sociedad y, normalmente, no recibían un buen trato, negándoseles la entrada a lugares públicos, acceso a trabajos decentes o a viviendas, y no recibían ningún tipo de ayuda del gobierno.

Chanyeol tenía dieciocho años y se acababa de escapar de casa cuando se encontró a Baekhyun en forma de cachorro. Se estaba hospedando en un piso de mala muerte, el único que podía pagarse con su sueldo de mierda, pero no tuvo corazón para dejar el perrito en la calle. Al llegar a casa, fue cuando vio que se transformaba en una persona, pero a él no le importó. Le ofreció una ducha, una camiseta vieja y lo dejó dormir con él en su pequeño futón.

Si era completamente sincero, Chanyeol sufrió un enamoramiento instantáneo al ver al pequeño chico sucio pero tan bonito en su cuarto, y aquello sólo fue el principio de cómo cayó rendido ante los encantos de Baekhyun. Fue en su decimonoveno cumpleaños cuando Chanyeol descubrió que sus sentimientos eran recíprocos; lo descubrió claramente esa noche en su cama con las piernas de Baekhyun alrededor de su cintura y sus labios demandando los suyos.

Tuvieron que conseguir papeles falsos para Baekhyun, unos que lo identificaran como humano y no como cambiaforma, pero aún así, la vida no era amable con dos chicos de apenas veintiún años. Por eso, no podían permitirse lujos como el cine, pero Baekhyun tenía tantas ganas de verla, que aceptaron pagar a medias y tratar de colar al cambiaforma.

- Te dije que funcionaría -le dijo animadamente el chico al salir, sus dedos entrelazados mientras caminaban a casa.

- Casi me da un paro cardíaco, no dejabas de moverte -suspiró el alto, llevándose la mano al pecho.

El más bajo paró, tirando de su mano y haciendo que se girara para mirarlo, aún sonriendo.

- No dejaría que te diera un paro cardíaco, Chanyeol -rodeó su cuello con sus brazos, acercándose al cuerpo del alto, que colocó sus manos en las caderas de Baekhyun-. Te quiero demasiado como para eso.

Chanyeol sonrió como el estúpido enamorado que era y lo besó, haciendo que Baekhyun riera contra sus labios, pero devolviéndole el beso aún así.

Porque daba igual que el dinero no les llegara siempre a fin de mes, o que su casero siempre amenazara con echarlos del piso. Porque lo importante era que ellos estaban juntos, y que iban a seguir estándolo.

Siempre.