#300
❀ Fluff, Slice of life
❀ Akai ito!au
❀ 765 palabras
El hilo rojo del destino es un hilo caprichoso.
Dicen que se estira y se encoge, puede debilitarse o reforzarse, pero nunca romperse. Los hilos no se enredan los unos con los otros, no te hacen tropezar, como si su naturaleza mística fuera casi intangible, a pesar de que es un hilo que se puede tocar. Dicen que es el hilo que te une a la persona que está destinada a ti, pero nadie nunca se ha puesto a seguirlo y a buscar a su destino.
La gente vive con ese hilo atado al dedo. Un día, simplemente, te despiertas con ese lacito anudado ahí, símbolo de que tanto tú como la persona a la que estás destinada estáis listas para embarcaros en una relación.
Los hilos recorren las ciudades, los países, los continentes pegados a sus dueños, siguiéndolos allá donde vayan. Pero hay muy pocos hilos cuyos dos finales acaben juntos de verdad. La gente suele desanimarse cuando va a la playa y descubre que su hilo se adentra en el mar, perdiéndose en la lejanía. ¿Su destino está en otro país? ¿En otro continente? Pero ya tienen un trabajo, una estabilidad, sería estúpido arriesgar todo eso por un poco más de amor, un poco más del que han decidido buscar en alguien cercano y que, como ellos, prefiere vivir ignorando el lazo atado a su meñique.
Ése es el caso de Baekhyun.
Bueno, no exactamente. A Baekhyun le encantaría poder viajar lejos, siguiendo su lazo y buscando a quien es su destino. Pero no tiene dinero más que para subsistir, empieza a acercarse a los treinta y sabe que lo lógico sería aceptar la proposición de su compañero Kim de Márketing y empezar una vida juntos. Kim es amable, lo trata bien y, en general, Baekhyun está a gusto con él. No es amor, pero quizá el tiempo arregle eso.
Está a punto de tocar en la pared de su cubículo cuando es arrollado literalmente por un tipo alto cargado hasta arriba de papeles y que, seguramente, no lo ha visto por eso mismo.
- ¡Lo siento! -una voz ronca se disculpa y una mano lo ayuda a levantarse del suelo-. No te he visto con los papeles de por medio.
Pero Baekhyun le sonríe al atractivo desconocido que en ese momento se recoloca las gafas, y sacude su mano izquierda para restarle importancia.
Es en ese momento cuando lo ve.
- ¡Baekhyun! -lo saluda Kim con ánimo-. Veo que has conocido a Park Chanyeol, el nuevo encargado del diseño gráfico de la página web que también resulta ser primo mío -se gira hacia el alto esta vez-. Éste es Byun Baekhyun, a quien te dije que le había propuesto vivir juntos.
- Lo siento, Jongin -se disculpa Chanyeol, inclinándose y confundiendo al otro.
- Kim -le llama la atención Baekhyun-, yo venía dispuesto a aceptar tu propuesta, pero... no creo que pueda.
Y sin que le diera tiempo al otro a preguntar, cogió la mano izquierda de Chanyeol y la levantó, mostrando el hilo que los unía. Kim ni siquiera tuvo fuerzas para enfadarse, porque no era habitual que la gente encontrara a su destino, pero cuando lo hacían, no había nadie más para ellos.
Baekhyun observa su hilo, que normalmente está siguiéndolo arrastrándose por el suelo, sin tocar este último. Está suspendido en el aire, en una elipsis perfecta que termina en el meñique de la mano que Chanyeol está usando para colocarse las gafas. Ambos miran el fino hilo de color brillante que une sus dedos y se miran a los ojos, incapaces de decir nada y ajenos al barullo de la cafetería de la empresa a la que han bajado para poder hablar, aunque ninguno ha dicho aún una palabra.
Pero no les importa, realmente. Porque con la mirada se están diciendo todo lo que no son capaces de expresar. La alegría, la felicidad, el sentirse completo. Finalmente, deciden que es mejor ir a otro sitio. Pero Baekhyun está inquieto, a pesar de la mano que toma la suya y que le dice que eso es real, que está pasando, siente que en realidad es sólo un sueño.
Por eso Chanyeol para en mitad del hall, girándose y tomándolo por las mejillas para besarlo, sus labios dulces, suaves y cargados de la realidad que necesita Baekhyun.
- No es un sueño -le susurra al separarse, como si hubiera podido escuchar sus pensamientos-. No voy a irme, ni ahora, ni nunca.
Y sonriendo con la certeza de que ambos sabían que les esperaba la eternidad juntos, siguieron caminando de la mano.
Hola~
¡Hemos llegado al drabble número 300! La verdad es que cuando empecé el proyecto no podría haberme imaginado llegar a este punto a pesar de que dije que iba a ser un proyecto de un año. Es cierto que estos últimos meses se me han hecho muy cuesta arriba, no he estado anímicamente bien la mayor parte de los días, y a veces no he encontrado la respuesta que deseaba en una historia porque no ha gustado tanto o simplemente porque los lectores no tenían ganas de comentar.
Pero a pesar de todo, la gente que me deja comentarios llenos de palabras bonitas son los que me hacen seguir adelante y pensar que este proyecto tiene más razón de ser que mi simple cabezonería por cumplir con lo dicho y terminarlo. Os lo quiero agradecer de todo corazón, con mención especial a las personitas que diariamente se molestan en decirme qué les pareció mi fic♥
Como nota aparte, diré que con el drabble de ayer no pretendía romantizar ni hacer apología del asesinato, sólo quería probar a escribir un género nuevo, algo que nunca antes había hecho y mostrar también otra cara del ser humano y de mis personajes, tan acostumbrados a ser los buenos de la película y a no tener culpa de nada.
Ya tan sólo quedan dos meses y cuatro días para acabar el proyecto. Espero que sigáis acompañándome hasta el final~
Ryunick♥
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