❀ Fluff, Comedia, Sexy, Algo

❀ Birthday party!au

❀ 1071 palabras

 Baekhyun procuró no rodar los ojos cuando su hermano le puso una ridícula diadema con orejitas en cuanto entró por la puerta.

- Baekboom, ¿qué mierda es esta? -preguntó, señalándola, pero su hermano tan sólo rodó los ojos.

- Es una diadema con orejas que te vasa dejar puesta para el cumpleaños de tu sobrina, ¿estamos? -le sonrió con malicia su hermano-. Y vuelve a decir una palabrota y te corto la lengua, Baekhyunnie. Contrólate.

Ahí sí que tuvo que rodar los ojos, pero se mordió su respuesta mordaz y sarcástica, y avanzó. La fiesta de cumpleaños de la hija de Baekboom se celebraba en el jardín trasero de la casa, donde habían colocado unas mesas con comida y bebida, algunos juegos para que los pequeños se entretuvieran y algunas sillas para los padres, no tan predispuestos a quedarse de pie.

- ¡Tío Baek! -chilló Minah, su sobrinita de ya seis años, corriendo hacia él y abrazándolo por las piernas-. Has venido.

- Claro que he venido -le sonrió a su sobrina, sacando un paquete de la bolsa que llevaba-. Y te he traído un regalo.

La niña rió y aplaudió de pura felicidad, y se marchó corriendo a decirle a sus amigas que su tío, el cazatalentos que vivía en Seúl, le había traído un regalo carísimo de la gran ciudad, rasgando el papel para mostrarles el último modelo de la muñeca más de moda.

De hecho, Baekhyun sí que era un agente de artistas, y uno muy bueno, pero su vida en Seúl normalmente no le permitía viajar a Bucheon a visitar a su familia. Quizá por eso, su madre había llamado con antelación a su secretaria, avisándola de que ese día tenía una cita familiar ineludible y que no concretara nada más. Así que allí estaba él, ayudando a su cuñada a sacar platos de comida y abriendo la puerta mientras Baekboom vigilaba que su princesa no se rompiera una pierna tirándose por el tobogán.

Sin embargo, no esperaba eso al abrir la puerta.

- ¡Hola! ¿Tú eres Baekboom? -un chico alto, quizá algo más joven que él mismo pero con el pelo plateado estaba parado frente a la puerta. Tenía una sonrisa deslumbrante, una voz grave y aterciopelada y una cara jodidamente perfecta, en opinión de Baekhyun.

- No, es mi hermano -respondió-. ¿Quién lo busca?

- Soy Park Chanyeol, soy el animador que contrataron para la fiesta -explicó-. ¿Puedo pasar?

- Claro, claro, pasa -Baekhyun se sonrojó como hacía años que no le pasaba y se apartó, dejando al chico pasar.

Sabe que fue malditamente obvio indicándole a Chanyeol cómo llegar al jardín y quedándose cerca, ofreciéndole su ayuda para montar lo que necesitara montar. Cree que el alto lo miró con un brillo de reconocimiento cuando se lamió los labios y le dijo que lo llamara 'para cualquier cosa' pero Chanyeol tan sólo sonrió y le dijo que así lo haría.

Su interés era puramente físico, lo sabía, pero también tenía derecho a querer acostarse con alguien, ¿no? No había nada de malo en sólo querer a una persona para tener un poco de sexo. O al menos así era, hasta que Chanyeol comenzó a hacer su trabajo.

Realmente se le daban bien los niños, los tenía a todos en el bote con sus trucos de magia, sus imitaciones y sus juegos, incluso Minah le puso otra ridícula diadema y él tan sólo rió y le dio las gracias a la niña con un abrazo. Pero cuando llegó el punto en el que debía cantarle a su sobrina el cumpleaños feliz, el aire se le cortó.

Porque tenía una voz grave, rasposa y bonita, una que le ponía los pelos de punta y que conseguía que un escalofrío recorriera su espina dorsal. Su sobrina adoró la canción y le pidió que le cantara otras canciones, cosa que Baekhyun le aplaudió mentalmente a su sobrina.

Chanyeol era bueno, muy bueno, y no era su entrepierna hablando (aunque, a decir verdad, no es que no lo estuviera disfrutando), sino su instinto natural de cazatalentos. El chico era bueno y su voz merecía más que estar de animador en fiestas infantiles.

- Has estado espléndido -lo felicitó cuando hubo terminado de trabajar y Baekboom lo invitó a tomarse algo antes de marcharse.

- Gracias -sonrió Chanyeol, tomando un vaso de refresco.

- Soy Baekhyun, por cierto -le sonrió, y estaba por darle su tarjeta de visita cuando fue interrumpido.

- ¡Chanyeol! -Minah se acercó corriendo-. Éste es mi tío Baekhyun -le explicó, señalándolo-. Es muy importante, encuentra a gente y la hace famosa.

- No me digas -alzó las cejas Chanyeol, disparando sus ojos un segundo hacia Baekhyun.

- Sí, pero suele estar muy ocupado y enfadado, papá dice que le hace falta una buena...

- ¡Minah! -la llamó su padre, corriendo hacia ellos-. Tu amiga Sori se va, ¿vamos a despedirla?

Fusilando a su hermano con la mirada, Baekhyun los observó marcharse antes de girarse hacia Chanyeol.

- Así que haces a la gente famosa y te hace falta una buena... nunca lo sabremos pero supongo que va en las líneas del desahogo sexual -alzó las cejas el chico, divertido.

- Soy agente de artistas -le tendió su tarjeta de visita, ahora sí-. Me ha gustado tu voz, y me gustaría poder hacerte audiciones en Seúl. Y no me hace falta desahogo sexual -añadió, fruciendo la nariz.

- Ya -dijo, aceptando la tarjeta-. He visto cómo me mirabas, ¿sabes? Creo que tu sobrina tiene razón.

- ¿Y estarías dispuesto a darme ese desahogo?

- ¿Influiría en tu juicio sobre mi talento? -esa insinuación hizo que Baekhyun frunciera el ceño y se acercara un paso, tan sólo uno a Chanyeol.

- Puedo querer follar contigo, pero ante todo soy profesional, porque en este trabajo una metedura de pata hace que te encuentres en la calle -casi siseó, mirando el tipo a los ojos-. Creo que tienes talento y quiero follarte, pero que digas 'no' no significa que mi criterio vaya a cambiar.

- Lo siento -se disculpó Chanyeol, avergonzado-. No pretendía decir eso, trataba de coquetear, pero no se me da bien -Baekhyun alzó las cejas, parpadeando, pero asintió, dando a entender que el asunto quedaba arreglado-. Acepto.

- ¿La audición o el desahogo sexual?

Chanyeol se inclinó sobre su oreja, un escalofrío recorriendo su espalda cuando aquella voz aterciopelada le susurró aquellas dos benditas sílabas.

- Ambos.