❀ Sexy

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❀ Advertencias: Baekhee, travestismo, sexo implícito

❀ 755 palabras

A Baekhyun no le gusta tener una melliza. Baekhee es parte de la razón de que le digan que parece una niña, de que sus padres siempre crean que él es el causante de los problemas en casa y de que, en general, su vida sea un infierno.

Pero no va a permitir que Baekhee le quite también a Park Chanyeol, el profesor particular de piano de la chica al que le ha echado el ojo.

Los señores Byun han insistido mucho en que sus hijos sean cultivados en las artes musicales, ambos tocando el piano y Baekhyun, además, tocando el violín. Sin embargo, mientras que el piano se le da de escándalo, Baekhyun tiene problemas con el violín y le han contratado una señora vieja y arrugada cual pergamino, a Baekhee le han puesto un guapo y atractivo profesor de piano.

Dios, si pudiera cambiarse por su hermana. Era lo único bueno que tenía en su vida, ese ratito que tenía para ofrecerle a Park Chanyeol un té mientras esperaban a que Baekhee volviera de su club de fotografía. Podía ver la burla en los ojos de su hermana, ella muy consciente del gusto de su hermano por su profesor.

Baekhyun está seguro de que es por eso por lo que su hermana comenzó a flirtear con su profesor. No es que le gustara, no, Baekhyun sabía bien por el diario de su hermana que Baekhee tenía puesta sus miras en el capitán del equipo de baloncesto, Oh Sehun; pero con tal de molestar a Baekhyun, hacía lo que fuera.

Por eso era tan extraño lo que estaba pasando.

- ¿Qué haces aquí?

La pregunta la hacía Baekhyun, viendo a su hermana en casa que había dejado el uniforme sobre la cama y se estaba arreglando para salir, ya ultimando detalles.

- Me voy, tonto -rodó los ojos ella, terminando de aplicarse el carmín.
- Pero tienes clase de piano -ella lo miró, sonriendo de medio lado.
- Sé imaginativo, entonces.

La chica se fue, dejándolo allí clavado.

El timbre sonó y al abrir la puerta, un sonriente Chanyeol lo saludó.

- Hola, Baekhee, es una sorpresa verte ya en casa -el alto entró, cerrando tras de sí-. ¿Hoy no dejas que Baekhyun me ofrezca un té?
- ¿Quieres? -preguntó Baekhyun, tratando de imitar la voz de su hermana.

Chanyeol asintió y él fue a la cocina sujetándose la falda del uniforme. Dios, ¿cómo podían ir las mujeres con falda? Se sentía expuesto, como si fuera a levantarse sola en cualquier momento. Preparó el té y lo llevó al salón, colocándolo en la mesita auxiliar y sentándose junto al profesor en el sofá. Se sentó un poco más cerca de él, con las manos entrelazadas en su regazo, pero procurando que sus muslos se rozaran.

Se lamió los labios, mordiéndose el inferior y batiendo las pestañas.

- ¿Está bueno? -preguntó, inclinándose sobre él-. Es mi favorito.
- También es el favorito de tu hermano -le dijo, sorprendiéndolo-. Me gusta.
- Ya tenemos algo en común -rió Baekhyun, colocándose el pelo de aquella peluca de cuando se vistió para aquella obra de teatro.
- ¿Ah, sí? -rió él-. ¿Y el piano?
- Pero eso a quien se le da bien es a Baekhyun.
- Sí, es cierto, se te da bien.

Hubo una pausa en la que Baekhyun no absorbió realmente lo que le había dicho. Chanyeol dejó el té, sonriendo, y lo atrapó por la cintura, colocándolo en su regazo con las piernas abiertas.

- Te queda la falda mejor que a Baekhee, ¿sabes?
- ¿Cómo has sabido que era yo? -preguntó, asombrado, sus manos en los anchos hombros ajenos.
- Te he reconocido enseguida -le sonrió-. Eres más amable, más guapo que Baekhee y -hizo que el chico se inclinara hacia él-, tú tienes un lunar sobre el labio que quiero besar y Baekhee no.

Como para demostrar su punto, lo tomó por la nuca y chocó sus labios juntos. Baekhyun explotó, gimiendo y respondiendo aquel beso que tanto había deseado y pidiendo más con su lengua. Chanyeol se lo dio, deslizando las manos bajo su falda y acariciando su entrepierna con delicadeza.

- Eres muy travieso, Baekhyun -sonrió Chanyeol, aún acariciando su entrepierna y haciendo gemir al menor-. ¿O debería llamarte Baekhee?
- N-no -gimió-. Llámame por mi nombre.
- Baekhyun -susurró con voz ronca, haciéndolo estremecer-. Vamos a hacerlo aquí y ahora.

Baekhyun asintió, e hizo el amago de desabrocharse la falda, pero Chanyeol lo paró.

- Déjatela puesta -le dijo con ojos brillantes y mordiéndole el labio inferior-. Yo la apartaré.

Baekhyun sonrió antes de besarlo de nuevo.