#275
❀ Comedia, Fluff
❀ Greengrocer's!au
❀ 1189 palabras
Otro tedioso día más.
Baekhyun estaba prácticamente echado sobre las sandías de la tienda de frutas y verduras de su pueblo. Estaba trabajando allí en verano mientras esperaba a que la Universidad decidiera si lo aceptaba en uno de sus másteres o no. Pero mientras tanto, y a falta de nada mejor que hacer según su padre, había vuelto a su pueblo natal y se había hecho cargo del negocio familiar mientras sus padres se iban de vacaciones.
Así que allí estaba él, escuchando parlotear a la señora Do sobre su hijo el médico con la señora Kim que hablaba de su hija que estaba trabajando en el extranjero. Realmente no le apetecía escuchar esas cosas a las nueve en punto de la mañana. Las mujeres estaban esperándolo ya en la puerta de la tienda cuando abrió, ansiosas por entrar y comprar los mejores tomates y calabacines que tuviera aquel día.
Las mujeres estuvieron media hora en su tienda, parloteando mientras se decidían a comprar esto o aquello porque 'querida, recuerda que tu marido no puede comer plátanos porque son muy grasos' y 'oh, no, la que se come los plátanos soy yo, si me quieres entender' y Baekhyun no sabía si arrancarse los oídos o llorar porque no era eso lo que quería escuchar de buena mañana. Las dos mujeres habían hecho un tapón de clientes importante, así que Baekhyun tuvo una mañana agitada moviéndose de aquí para allá y procurando no rodar los ojos cuando los clientes le recordaban que debía cortarle la parte verde a los puerros.
El señor Han había sido el último en marcharse, de eso hacía ya casi una hora, y desde entonces Baekhyun estaba aburrido y ya había agotado todas sus vidas jugando al Mahjong en el móvil. Lo más interesante era un coche de alta gama que había pasado por allí, incluso su vecino de la tienda de ultramarinos se había pasado para comentar con él el modelo de coche, pero Baekhyun sabía poco y le interesaban menos los coches, así que el hombre pronto volvió a su establecimiento, dejándolo de nuevo solo.
De repente, la campanilla de la tienda sonó y él se irguió, colocando su sonrisa de tienda, ésa que su madre decía que le daba escalofríos y miró al recién llegado. La respiración casi se le corta cuando vio al tipo parado en la puerta. Alto, pelo rosa esponjoso, casi como un algodón de azúcar, y un traje caro y elegante que no pegaba para nada con el sitio en el que había entrado.
- Buenos días -consiguió decir el chico-. ¿En qué...?
Pero el tipo se tiró directamente detrás de la estantería donde tenía puestas las frutas y verduras de cultivo ecológico, ocultándose de la vista y asomándose ligeramente por encima del cajón de las zanahorias.
- ¿Se puede saber qué haces? -le preguntó al tipo, sin molestarse ya en fingir buenos modales.
- Shh -lo mandó callar el otro poniéndose un dedo en los labios, fijando sus ojos oscuros en los de Baekhyun y haciendo que a éste le diera un vuelco el corazón-. Estoy huyendo de una fregona con pechos. No le digas que estoy aquí.
- ¿Una fregona con pechos? -frunció el ceño Baekhyun, pero la puerta de la tienda volvió a abrirse y él miró al frente.
En ese momento, las palabras del misterioso hombre tuvieron sentido. Una chica extremadamente delgada con pechos enormes y claramente artificiales, con una cara igualmente artificial y una mata de pelo rubio quemado, entró en la tienda. La fregona vestía un vestido caro, podía verlo, las sandalias tenían piedras incrustadas que dudaba que fueran simples circonitas y las dos C mayúsculas que se cruzaban en el logo de su bolso daban a entender que no, ésa chica tampoco pegaba en su tienda.
- Buenos días -la saludó con fingida amabilidad-. ¿Desea una lechuga?
La tipa lo miró de arriba abajo y miró alrededor de la tienda, juzgándolo a él y a ésta, y él sintió la ira recorrerlo.
- Estoy buscando a Park Chanyeol, ¿lo has visto?
- ¿Tengo pinta de saber quién coño es Park Chanyeol o de que me importe que lo busques?
- Grosero -murmuró ella por lo bajo con desprecio, claramente contrariada.
- Más grosero es que entres en mi tienda a preguntar mierda y a juzgarme con tu estúpido bolso de Chanel -le espetó-. Así que a menos que quieras una coliflor, más te vale salir de aquí.
La mujer se dio la vuelta, airada, y salió dando un portazo. El tipo del suelo silbó, pero no se levantó.
- Tienes agallas, me gusta.
- Supongo que tú eres Park Chanyeol -dijo con molestia, chasqueando la lengua-. Tu novia es todo un espécimen.
- No es mi novia -respondió, frunciendo el ceño, el tipo en el suelo-. Es la mujer que mis padres han considerado apropiada para mí.
- ¿Y no lo es? -alzó una ceja el tendero con diversión.
- Más que dos pechos, prefiero un pene en un amante, ¿sabes? -rodó los ojos el alto-. O al menos alguien que tenga cerebro y no sólo un vestido caro de Armani.
- Comprendo -murmuró Baekhyun, asintiendo-. ¿Y por qué han considerado tus padres que esa fregona con pechos era un buen partido?
- Algo de que su carrera como modelo iba a despegar.
- Su carrera como modelo de productos de limpieza, querrás decir.
La sonrisa de Chanyeol se expandió por su rostro, claramente divertido por su respuesta.
- Muy agudo, Baekhyun.
- Espera -lo detuvo el chico, atónito-. ¿Cómo sabes mi nombre?
- Mis abuelos vivían aquí, he venido muchos veranos a pasar las vacaciones, o al menos lo hacíamos hasta que mis padres montaron su negocio y se hicieron de oro.
- Espera, ¿Park Chanwoo es tu abuelo?
- Bingo.
Escenas difusas de veranos atrapando libélulas y nadando desnudos en el río cruzaron su mente, haciendo que se sonrojara violentamente porque, vamos, el tipo caliente delante de él lo había visto desnudo, aunque fuera a su yo de ocho años.
- Estás mejor que nunca, Baekhyun -y hubo un deje erótico en su voz que lo calentó como la mierda.
- No puedo decir lo mismo de ti -consiguió responderle-. Esconderme detrás de las zanahorias no es mi meta en la vida.
Chanyeol rió en voz alta, esa risa que Baekhyun recordaba claramente en su memoria y que lo hizo sonreír de verdad por primera vez en toda la mañana.
- Wow, qué sonrisa -lo alabó Chanyeol desde el suelo-. Eres muy divertido -Chanyeol lo miró intensamente por un momento-. Sabes, creo que a mí me pega más alguien como tú, Baekhyun. Ya sabes, como pareja.
El calor le subió a Baekhyun a todas partes, joder, y tosió intentando ocultar su sonrojo.
- Para ser tu pareja primero tendrías que invitarme a ir de cita, Chanyeol.
- ¿Te apetece comer juntos? -ofreció rápidamente-. La fregona se va a la una a su supuesta entrevista de trabajo y podré salir de aquí y ser todo tuyo.
Todo suyo era una oferta demasiado tentadora como para ser rechazada. Y Baekhyun no pensaba hacerlo.
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