❀ Sexy

❀ Hotel!au

❀ 847 palabras

 - ¡Baekhyun! -la estruendosa voz de Kim Jongdae lo hizo rodar los ojos ya de buena mañana-. ¿Qué tal sienta estar a punto de perder tu intimidad?

- Que te den, Jongdae -le espetó, mirándolo mal mientras el tipo trataba de pasarle un brazo por los hombros y él lo esquivaba.

- Ey, ey -rió Jongdae sin achantarse-. ¿Qué pasa? ¿Aprecias tanto tus pajas nocturnas que te mortifica que ahora vayas a tener compañero de cuarto?

- Ve a ver si te ahogas -y antes de que pudiera decirle nada, Baekhyun se desvió, entrando en un ascensor y bajando a la zona de las actividades.

Baekhyun trabajaba como animador de niños en un hotel de Jeju. Era uno de los más famosos y concurridos, y en Agosto estaba hasta arriba de turistas, nacionales y extranjeros, que buscaban relajarse en el idílico paisaje y no tener que ocuparse de los niños. Ése era el trabajo de Baekhyun, mantenerlos entretenidos durante las horas en las que sus padres preferían tirarse al sol cerca de la piscina sin nada de lo que preocuparse.

Ya que Baekhyun era de Bucheon, disponía de una habitación doble para él solo. Había dos camas, sí, pero él había sido la última incorporación a la plantilla y, por lo tanto, el único que quedaba suelto y sin pareja con la que compartir habitación. No es que se quejara, le gustaba su intimidad y saber que podía hacer lo que quisiera sin molestar a otra persona, ya fuera dormir, escuchar música o masturbarse, tal y como le decía Jongdae.

Pero eso iba a acabar ese día. Iban a meter a un chico nuevo, uno de animación nocturna. Ellos se encargaban de las canciones y las coreografías de los números de la noche, muchas veces también ayudados por los de animación infantil para poder hacer actividades en las que pudieran incluir a los niños, o incluso para que les enseñaran los pasos de baile por la mañana para que pudieran lucirse por la noche. Al ser su compañero, le correspondía a Baekhyun enseñarle el funcionamiento del hotel, los horarios para los empleados y demás, y eso le tocaba las narices también.

El tipo llegaba de Seúl esa mañana, de hecho, y si podía fiarse de su compañera de recepción Kwon Mina, y normalmente podía hacerlo, el tipo ya estaba abajo, preparándose para la noche. Baekhyun Iba dispuesto a demostrarle quién era el amo de la habitación o algo así, cuando las puertas del ascensor se abrieron y lo vio.

Jo-der.

A Baekhyun se le secó la boca, la vida, el alma, todo, cuando vio al tipo alto de pelo rosa y lentillas azules que lo miraba como si se lo estuviera follando mientras bailaba moviendo sus caderas.

- ¿Te gusta? -la voz divertida de Shin Jimin, su compañera de las actividades infantiles lo despertó de su ensoñación. Ella lo miraba con una sonrisa de medio lado, demasiado consciente del efecto que había tenido el nuevo sobre Baekhyun-. Te diría cómo se llama, pero mejor te presentas tú a tu nuevo compañero de cuarto.

- Cállate, no me gusta -trató de refutar, pero ella rió-. Voy a presentarme y a decirle quién manda en el cuarto.

- Claro, dile que recuerde comprar el lubricante de fresa, que es el que te gusta -lo despidió la chica, y él se marchó mortificado.

Maldita sea la vez en la que le confesó a Jimin que le gustaban los tipos altos y sexys, pero ya no servía de nada lamentarse. Se acercó al nuevo, que ya había acabado de bailar, y quien enseguida lo captó, mirándolo fijamente mientras se acercaba. Podría derretirse con esa mirada, maldita sea, ¿por qué narices le quedaban bien esas lentillas?, pero pretendía hacerle saber que no iba a dejarse amedrentar.

- Eres el nuevo, ¿no? -le dijo directamente, haciendo que el otro alzara las cejas y sonriera, divertido-. Soy Byun Baekhyun, animación infantil, y tu compañero de cuarto.

- Entonces son tuyos los calzoncillos de Star Wars que había tirados encima de la cama, ¿no? -le contestó con una sonrisa de bastardo, haciendo que Baekhyun maldijera haber decidido en el último momento no ponerse aquellos bóxers-. Soy Park Chanyeol, encantado, Baekhyun.

Le tendió una mano grande que Baekhyun aceptó con decisión, no queriendo dejarse ganar. Pero lo que no esperaba era que el alto lo agarrara más fuerte y tirara hasta pegarlo a su cuerpo, la sonrisa aún en su cara y la diversión en sus ojos. Se quedaron así, las manos unidas en un agarre firme, los cuerpos juntos y las respiraciones mezclándose. Baekhyun se lamió los labios instintivamente, nervioso, y vio un brillo peligroso danzar en las pupilas ajenas.

- ¿Sabes, Baekhyun? -casi susurró, mirándolo de arriba abajo en el mínimo espacio que había entre ellos-. Me gustaría poder quitarte esos bóxers con los dientes, y creo que a ti también.

Baekhyun tragó con dificultad, notando un escalofrío de excitación recorrerlo de arriba abajo.

- ¿Tienen que ser los de Star Wars obligatoriamente? -preguntó con voz suave. Chanyeol sonrió.

- Los que quieras, Baekhyun.