❀ Fluff

❀ Harry Potter!au

❀ Advertencias: aclaraciones al final 

❀ 1051 palabras

Joder, qué bien sentaba la victoria.

Baekhyun estaba compitiendo en el Torneo de los Tres Magos representando a Hogwarts en casa. Los Gryffindor estaban pletóricos con su campeón, quien había conseguido colocarse en cabeza tras la primera prueba con una buena ventaja sobre sus dos oponentes. Ni la chica de Durmstrang ni el chico de Beauxbatons habían conseguido siguiera hacerle cosquillas en lo que a puntuación se refería. Quizá tuviera que ver con que casualmente acertó a oír a los profesores de Encantamientos y Herbología acerca del kelpie* que habían traído específicamente para la prueba y que había investigado para saber cómo dominarlos.

La prueba había durado exactamente cinco minutos para él, lo que tardó en amansar al kelpie con forma de caballo y, con su encantamiento casco-burbuja, persuadirlo de que lo llevara al fondo del lago a recoger la pista para la segunda prueba. Aún recordaba los vítores del gentío, más concretamente los de sus compañeros de Hogwarts y Gryffindor, que casi lo dejaron sordo. Pero más que todo eso, recordaba los ojos de Park Chanyeol.

Chanyeol era un Gryffindor en su año, pero muy al contrario que el resto, no parecía encantado con su presencia o su victoria. Tan sólo lo miraba insistentemente con sus ojos oscuros semiocultos bajo su flequillo de color lila pastel, pero no aplaudía, no expresaba emoción, no nada.

Para ser sinceros, era algo que se venía repitiendo cada año. Los dos primeros años que pasaron allí, Baekhyun apenas sí fue consciente del chico con el que compartía clases y habitación, pero en tercero, con su entrada finalmente en el equipo de Quidditch y el cambio de color de pelo de Chanyeol, algo despertó en él.

Ese año, Chanyeol tenía el pelo teñido de azul, y quizá fue por lo llamativo del color que Baekhyun comenzó a fijarse en él. Lo veía acudir a los partidos, pero no vitoreaba las victorias como los demás cuando Baekhyun capturaba la snitch y les daba los ciento cincuenta puntos que normalmente los coronaban como ganadores. Él sólo lo miraba, y Baekhyun cada vez estaba más intrigado.

No era como si no hubiera intentado hablar con él, tampoco. Con cada año, el color del pelo de Chanyeol cambiaba y él no se cansaba de alabarlo por el cambio (aunque el chico le confesara que era un metamorfomago y que no se teñía, cosa que tan sólo le gustó más a Baekhyun si cabe), que a sus ojos siempre era a mejor, de preguntarle por apuntes de clase, por hacer juntos los trabajos de Astronomía, por todo. Pero todo lo que recibía era miradas intensas y contestaciones amables pero cortas y casi susurradas por una voz que prefería que susurrara su nombre.

Y casi sin darse cuenta, comenzaron a enamorarlo sus pequeñas sonrisas, sus miradas intensas, y la capacidad de ver más allá de lo que la gente solía ver en Baekhyun, una cara bonita y una habilidad extraordinaria sobre la escoba. Porque sí, Chanyeol era observador y se fijaba en pequeños detalles como que Baekhyun no se había tomado las tostadas esa mañana y se las llevaba en una servilleta que le pasaba a escondidas antes de entrar en clase y sentarse con Zhang YiXing. Y al buscador le frustraba, porque a pesar de todo, no podía mantener una verdadera conversación con Chanyeol, ni invitarlo a una cita en Hogsmeade como quería porque siempre se acobardaba al final.

Pero eso iba a cambiar.

Se acercaba el Baile de Navidad y, ante la ausencia de género cuando se le pidió que, por favor, escogiera una pareja para dicho evento, sólo una cara tomó forma en la mente de Baekhyun. Y hacia allí se dirigía, sospechando, y con tino, como averiguó en cuanto cruzó el retrato de la Señora Gorda, que Chanyeol se encontraría en la sala común, sentado junto al fuego bien leyendo algún libro o terminando sus deberes.

- Hola, Chanyeol - lo saludó, contento, sentándose a su lado-. ¿Qué haces?

- Leer -dijo simplemente, mostrándole el ejemplar de Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos de Newt Scamander. A Baekhyun no le pasó desapercibido que estaba leyendo las páginas dedicadas a los kelpies y sonrió.

- ¿Te gustó la prueba del otro día? Como no te vi aplaudir, pensé que querías que me ahogara en el lago -bromeó.

- Sí -le respondió con sinceridad el alto, mirándolo a los ojos y sonrojándose ligeramente-. No quería que murieras.

- Entonces no te gustó que ganara -Baekhyun sonrió y ladeó la cabeza un poco, aún tomándole el pelo. Chanyeol se sonrojó más.

- No -volvió a decir-. Pero si los demás aplauden, no hace falta que lo haga yo.

- Pero a mí me gustaría que lo hicieras tú también.

En ese momento, los ojos del alto brillaron de esperanza, algo que Baekhyun veía raramente en ellos.

- ¿Sabes que se va a celebrar un Baile de Navidad, Chanyeol? -le preguntó finalmente lo que había ido a decir. El otro asintió y él sonrió más ampliamente-. Quiero que seas mi pareja.

La cara de Chanyeol bien merecía todos esos años esperando para pedirle una cita. Sus mejillas se colorearon de un rojo intenso, sus ojos y su boca se abrieron y, en general, se veía tan adorable que Baekhyun tuvo que hacer verdaderos esfuerzos por no besarlo en ese momento.

- ¿Quieres ir... conmigo? -preguntó, anonadado.

- Sí -respondió con rapidez y firmeza-. Me gustas mucho, Chanyeol, desde hace mucho tiempo, y quiero llevarte al baile.

- ¿No tienes que llevar a una mujer? -Baekhyun hizo una mueca.

- Me dijeron pareja, no mujer, así que voy a buscar a la pareja que yo quiera, y a quien quiero es a ti.

El alto parecía aún más sorprendido que antes, si eso era posible.

- Pero... yo sólo soy yo -le dijo, jugueteando con sus propios dedos y bajando la vista a éstos-. Y tú eres el mejor buscador en décadas y campeón de Hogwarts.

- ¿Y? -bufó, sonriendo, mientras lo obligaba con dos dedos en el mentón ajeno a que lo mirara-. Yo quiero estar contigo -Chanyeol ahogó una exclamación.

- Querrás decir ir -susurró, la cara de Baekhyun repentinamente muy cerca de la suya.

- Nop -susurró el buscador de vuelta-. Quiero decir estar.

Fue el beso que compartieron el que le dio a Baekhyun el sí que tanto había deseado tener. Y no sólo el que se refería a ser su pareja de baile.  

*Kelpie:  Un Kelpie es un demonio del agua nativo del Reino Unido e Irlanda, que puede adoptar varias formas, aunque lo más frecuente es que aparezca con el aspecto de un caballo con crines de junco. Seduce a los incautos para que lo monten y, después, los lleva directamente al fondo del río o del lago, donde los devora y deja que las vísceras floten hasta la superficie. La forma de vencer un Kelpie es pasarle una brida por la cabeza con un encantamiento de colocación, con lo que se vuelven dóciles y mansos.

El Kelpie más grande del mundo se encuentra en el lago Ness, Escocia. Su forma preferida es la de una serpiente marina. Investigadores de la Confederación Internacional de Magos se dieron cuenta de que no estaban tratando con una serpiente de verdad cuando vieron que se convertía en una nutria ante la proximidad de un grupo de científicos muggles y, pasando el peligro, volvía a transformarse en serpiente.

Clasificación del Ministerio de Magia: XXXX (sobre cinco posibles)

(Sacado de Animales Fantásticos y Cómo Encontrarlos, edición impresa de Salamandra de 2001)

Happy Harry Potter Day~