#240
❀ Fluff
❀ Tourist!au
❀ 500 palabras
- ¡Mira, mira, el techo!
Chanyeol rodó los ojos muy clara y visiblemente.
- Sí, el techo, muy bonito, ¿podemos seguir?
El alto era guía turístico de uno de los monumentos más visitados de Seúl, el Changdeokgung. Normalmente tenía que lidiar con grupos numerosos de turistas que, si bien no eran fáciles de llevar a la par porque alguno siempre se dispersaba y se perdía del hilo general de la visita por ir a curiosear por su cuenta; siempre eran más fáciles de llevar que un solo turista.
Cómo odiaba a aquellas personas que lo contrataban sólo para sí, porque querían saber más y más, y le hacían preguntas estúpidas o se entretenían con el más mínimo de los detalles. Y Byun Baekhyun era uno de ellos.
Estudiante de diseño, arquitectura e interiorismo en Bucheon tal y como él mismo le había dicho, se paraba en cada mínimo detalle, porque 'Oh, dios, esto podría reinventarlo e introducirlo en mis propios diseños'.
La verdad era que cuando lo vio venir a primera hora de la mañana, Chanyeol pensó que estaba de suerte. No siempre los turistas eran tan guapos y atractivos como lo era Byun Baekhyun a pesar de la diferencia de edad de cuatro años que los separaba. Parecía un chico inteligente, con buena conversación como le dio antes de entrar al monumento en sí, pero en el momento en el que sus pies tocaron la 'tierra sagrada' como la llamó, no hubo manera de hacerlo callar o hacerlo avanzar.
- Baekhyun, por Dios -rodó los ojos por millonésima vez-. Si no dejas de mirar el techo tendré que besarte.
Lo había dicho en broma (o casi), pero los ojos del más bajo se fijaron en él en milisegundos y no había ni rastro de asombro o miedo, más bien algo de deseo y anticipación brillaba en ellos.
- ¿Lo dices en serio? -preguntó, pero continuó antes de que Chanyeol pudiera abrir la boca-. ¿Besas a cualquier turista al que le cuentas el monumento o debo sentirme especial?
Chanyeol bufó, tratando de esconder su sonrojo por haber dejado que su boca hablara antes de que su cerebro pensara, y se pasó una mano por el pelo, revolviéndoselo.
- No se lo he dicho nunca antes a nadie -dijo.
- Entonces no ibas en serio.
- Tampoco dije eso.
Se miraron a los ojos, como desafiantes, hasta que Baekhyun sonrió de medio lado.
- Por ahora -dijo, con una voz que le indicaba a Chanyeol que había entendido más de lo que aparentaba-, vamos a seguir con el castillo. Y después, cuando terminemos y vayamos a comer, hablamos de besos.
Chanyeol alzó una ceja.
- ¿Me estás invitando a comer?
- ¿Te altera eso más que la posibilidad de besarme?
El alto rió y levantó las manos en señal de derrota.
- Tú ganas -sonrió-. Sigamos con el castillo, entonces.
- Muy bien. Pero Chanyeol -lo detuvo, poniéndose de puntillas para alcanzar su oreja-, esperaré con ganas lo de después.
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