#234
❀ Sexy, Slice of life
❀ Mafia!au
❀ 1109 palabras
Baekhyun estaba sentado en su sillón, mirando desinteresado alrededor. De pie, a ambos lados de dicho sillón, estaban sus hombres de confianza, su segundo y tercero que hacían las veces de guardaespaldas. Estaban esperando a su cita de las once, para la que faltaban apenas dos minutos.
Fue casi cómico que, tan pronto las agujas marcaron las once en punto, un golpe en la puerta sonó, pidiendo permiso para entrar.
- Adelante -permitió Baekhyun, no moviendo su posición cómoda pero fijando su mirada en la puerta.
Ésta se abrió, dejando paso a uno de los miembros de su banda con un rango más alto, Kim Minseok.
- El asesino ha llegado, jefe -le anunció.
- Hazlo pasar.
Baekhyun había tenido que recurrir a contratar a un asesino a sueldo que iba por libre para hacer un pequeño trabajo para su 'familia'. Sabía que tenía un topo dentro de los suyos, pero no era tan estúpido como para anunciarlo y que el tipo borrara sus huellas antes de que pudiera siquiera olerlas. No, Baekhyun no era así.
Puede que fuera el jefe mafioso más joven y más agraciado que había. De hecho, estos dos factores, unidos a su alta preferencia por acompañantes masculinos a femeninos, habían hecho que más de uno lo subestimara a la hora de enfrentarse a él, tanto física como psíquicamente. Baekhyun era un hijo de puta duro e inflexible, con los dedos ágiles y unos reflejos casi sobrehumanos. Por eso había urdido ese plan, por eso sólo las dos personas, aparte de él mismo y del asesino, que estaban allí sabían qué iba a pedirle. Ni siquiera Minseok sabía la razón real por la que iba a ir.
Su mente volvió al presente cuando Minseok se apartó y una mata de pelo pastel multicolor entró en la sala. Pudo oír a uno de sus dos hombres de confianza soltar una risita despectiva, pero lo calló con una sola mirada. Él mismo sabía muy bien cómo una imagen puede ser traicionera, y no iba a juzgar a ese tipo por su elección de color al teñirse el pelo.
El tipo avanzó con la cabeza gacha, no dejando ver su rostro. Era alto y bien formado, por lo que se adivinaba de su torso bajo la camiseta que quedaba medio oculta por la chupa de cuero que llevaba. Los pantalones ajustados pero rotos acentuaban aquella aura de universitario rebelde, y Baekhyun estaba deseando que alzara la puta cara.
Se detuvo apenas a un par de pasos del jefe mafioso y, finalmente, alzó la vista. Unos ojos oscuros quemaron a Baekhyun, quien se relamió sus labios repentinamente secos y se apartó un mechón negro de la cara para observar a placer al recién llegado.
Sus rasgos eran aniñados, pero no había nada de inocente en la mirada que le estaba dirigiendo aquel tipo. Sus labios eran carnosos y Baekhyun quería morderlos, preferiblemente mientras se lo tiraba. Joder, era la primera vez que alguien lo miraba así de intenso, más allá de su título de jefe mafioso o de su cara bonita, aquel tipo tenía un deseo en sus ojos que no tenía nada que ver con el materialismo.
- Dejadnos solos -ordenó el mafioso a sus hombres.
- Pero jefe... -empezó uno de ellos, deteniéndose cuando Baekhyun alzó la mano sin mirarlo.
- Lo habéis dejado avanzar hasta mí sin ni quiera cachearlo vosotros mismos. Si quisiera matarme, ya estaría muerto. Fuera.
Mirándose entre ellos y con una última mirada al tipo alto, los hombres abandonaron la habitación.
- Muy valiente, Byun Baekhyun -hasta su voz era sensual, joder, podría correrse sólo escuchando a esa voz decir las palabras correctas.
- No es valentía lo que siento ahora mismo, precisamente -le sonrió de medio lado cual bastardo-. ¿Nombre? Uno real, por favor, no me gustaría tener que llamarte por ese mote de mal gusto que te han puesto en el mundillo.
- Park Chanyeol -el tipo sopló entonces una pompa de chicle que no sabía que tenía en la boca, impasible ante el insulto sutil de Baekhyun hacia su nombre de asesino. Baekhyun se puso en pie y no se perdió los ojos del asesino recorriéndolo de arriba abajo, escaneando su figura, tratando de averiguar qué escondía bajo la ropa.
- Bien, Park Chanyeol -se acercó un paso más, la distancia cada vez menor entre ellos-, necesito que mates a alguien.
El tipo alzó sus cejas, como animándolo a seguir.
- Sé que hay alguien en mi banda que es un topo, alguien cercano a mí.
- ¿Sospechosos? -preguntó.
- Todos y nadie -se encogió de hombros el más bajo-, pero sí creo que es alguien de la parte alta de la jerarquía.
- ¿Como los tipos que se acaban de ir? -se mofó el alto.
- Sí, exactamente -el tono de voz impasible de Baekhyun fue lo que hizo que Chanyeol se callara y lo mirara de nuevo-. No voy a matar a toda mi familia sólo porque sepa que uno es un topo, así que te dejo ese trabajo a ti.
- Entonces sólo quieres que me cargue al topo -Baekhyun alzó una ceja esta vez.
- ¿Decepcionado?
Chanyeol sonrió de medio lado y joder, no debió parecerle atractivo.
- Bueno, tenía entendido que eras dado a otro tipo de favores.
Baekhyun soltó una carcajada antes de volver a hablar. Realmente las malas lenguas querían desfavorecerlo, dejándolo por un jefe de tres al cuarto que se acostaría con quien fuera a cambio de cualquier trato.
- No negaré que eres caliente, Chanyeol, pero siempre que he dado otros favores no ha sido una cosa casual ni de un sólo día. Mis favores son un bien preciado que sólo he dado a unas pocas personas que los han merecido. Lamento romper tus expectativas.
- Oh, no, para nada -sonrió.
Eso descolocó al más bajo, quien frunció el ceño. El tipo alto se inclinó entonces, besándolo por sorpresa y con fuerza tan sólo un instante, antes de separarse, mordiéndole el labio inferior con una sonrisa traviesa y una mirada ardiente, la mirada de alguien que va jodidamente en serio.
- Ahora tengo más ganas de ganarme uno de esos favores, Byun Baekhyun -susurró con voz ronca-. Y cuando me lo gane, no se lo darás a nadie más.
Chanyeol se separó finalmente, el aire denso y cargado entre ellos.
- Encontraré a tu topo, Byun, y salvaré tu culo -anuncio, dirigiéndose hacia la puerta.
- Más te vale -respondió cuando ya estaba por salir, haciendo que parara y lo mirara-. O este culo no podrá hacerte favores.
Con una media sonrisa, Chanyeol salió, cerrando la puerta tras de sí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro