❀ Slight angst, Fluff

❀ Company!au

❀ 960 palabras

 - ¿Cuánto tiempo llevas enamorado de Chanyeol?

La pregunta pilló a Baekhyun desprevenido, cortándole el aire y haciéndolo jadear. No se esperaba esa pregunta, no allí ni de aquella manera.

Baekhyun y Chanyeol se conocían desde antes de que ninguno de los dos tuviera memoria, y el más bajo estaba enamorado de él desde que supo lo que era gustarle alguien. Sin embargo, Chanyeol no compartía ese amor por él, al menos no de ese tipo.

Durante años, Baekhyun lo había visto colgarse del brazo distintas parejas, hombres y mujeres, todos de complexión pequeña y delgada, rostro bonito ligeramente aniñado y personalidad alegre. Y todos y cada uno de ellos le habían hecho preguntarse a Baekhyun por qué ellos y no él.

Quizá era porque se conocían desde pequeños, se dijo, aunque eso no le había supuesto ningún problema al más bajo para caer rendido ante su flamante sonrisa y sus chistes malos. Quizá era que Baekhyun nunca demostró muy abiertamente sus sentimientos por el alto, y eso le hacía pensar que realmente no estaba interesado. Sea como fuere, la realidad era que Chanyeol siempre buscaba el amor en otros brazos que no eran los de Baekhyun.

Eso no había hecho que Baekhyun dejara de quererlo. Por más que lo intentara, siempre acababa cayendo de nuevo, porque por más que le hiciera sufrir, sólo Chanyeol conseguía acelerar su corazón o que dejara de latir.

El rumor de que Chanyeol, hijo y heredero de una de las grandes empresas de comunicación del país iba a comprometerse con la hija de una empresa rival para aunarlas en una sola fue la gota que colmó el vaso. A pesar de ser empleado de la misma empresa de la que Chanyeol era Vicepresidente y de saber que la fusión sería beneficiosa para ambos, el dolor que sentía era tan intenso que no pensó que algo más podría afectarle.

Pero eso fue antes de que la futura prometida del amor de su vida le hiciera aquella pregunta frente al despacho de Chanyeol, esperando a ser llamados para entrar.

¿Tan obvio era? Si había sido obvio para aquella mujer que lo miraba con desprecio y ojos afilados, seguro que Chanyeol lo había notado. Y si eso era cierto, significaría que, simple y llanamente, su amigo no lo veía de esa forma.

- ¿Y bien? -repitió ella, visiblemente molesta.

- No es cosa tuya -le replicó Baekhyun, sin molestarse en mantener las formas. Ella no notó y se alzó, caminando amenazante hacia él.

- No te conviene hablarme así, Byun -lo amenazó-. Dentro de poco todo ésto será mío y te daré una patada tan fuerte al despedirte que ni siquiera recordarás el nombre de la empresa.

- Eso no es algo bonito que decirle a nadie, Subin.

La voz grave pero tranquila de Chanyeol los sorprendió a los dos. Estaba en el marco de la puerta de su despacho, mirando a la chica con tranquilidad mientras avanzaba hacia Baekhyun.

- ¿Estás bien? -le preguntó.

- Sí, gracias -respondió el más bajo. No era mentira, a fin de cuentas el golpe más duro se lo había llevado su corazón un par de semanas atrás.

- Bien -le sonrió, antes de que esa misma sonrisa cálida se desvaneciera al girarse a mirar a la mujer-. Te lo iba a decir en privado, pero ya que disfrutas atacando a mis amistades supongo que no mereces ese trato deferente -la sonrisa volvió a su cara, pero esta vez fría y distante-. No voy a comprometerme contigo, si nuestras empresas se fusionan no será por un matrimonio.

Ella ahogó una exclamación indignada antes de comenzar a proferir insultos dirigidos al alto, mientras Baekhyun se quedaba sin habla. ¿No iba a comprometerse?

- Es por él, ¿verdad? -siseó, llena de furia, apuntando a Baekhyun.

- Tengo una reunión importante con Baekhyun ahora -informó, ignorándola-. Te sugiero que te marches tranquilamente, a no ser que prefieras que llame a seguridad.

Ella se largó con grandes y ruidosas zancadas mientras Chanyeol conducía a Baekhyun dentro de su despacho colocando una mano en su baja espalda.

- Lamento que tuvieras que encontrarte con ella -se disculpó el alto, sentándolos a ambos en el pequeño sofá de dos plazas que tenía en la habitación.

- No te preocupes -Baekhyun se mordió el labio inferior, inseguro, antes de seguir-. Entonces, ¿no vas a casarte?

Chanyeol sonrió.

- Espero casarme algún día, pero no con ella -el vicepresidente tomó una de sus manos con suavidad entre las propias, acariciando la piel y haciendo que el más bajo se sintiera en una nube-. No podía casarme cuando ya tengo a alguien de quien estoy enamorado, y así se lo hice saber a mi padre.

- ¿Y lo entendió? -preguntó, no queriendo realmente saber quién era su nuevo objeto de deseo.

- Sí, bastante bien -rió un poco-. Dijo que ya era hora de que fuera honesto conmigo mismo y con esa persona.

- ¿Honesto?

- No he sido honesto contigo, Baekhyun -apretó ligeramente su agarre-. Durante años, me he negado a ver la realidad, eligiendo siempre a personas que encajaban con mi ideal pero que no eran con quien yo quería estar.

- ¿Por qué? -Chanyeol sonrió débilmente antes de responder.

- Porque tenía miedo de perderte, Baekhyun. Por eso buscaba a alguien que te sustituyera, aunque en el fondo sabía que nadie puede compararse a ti.

Baekhyun abrió los ojos y la boca en círculos perfectos, haciendo que el alto volviera a reír, nervioso.

- Pensé -empezó el más bajo, una vez se recompuso- que no me veías de esa manera.

- Nunca te vi de otra, Baekhyun -confesó-. ¿Me perdonarías media vida de estupidez?

Baekhyun rió, aliviado, antes de envolver su cuello con sus brazos y besarlo.