Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

#204

Fluff

Camp!au

Advertencias: continuación del drabble #178

1040 palabras

Las últimas casi tres semanas habían sido de las más intensas para Chanyeol.

    Niños, muchos niños y niñas hiperactivos que buscaban disfrutar del verano iban de un lado a otro, corriendo, riendo y jugando, y preocupando a Chanyeol. Había descubierto que, a pesar de todo, no se le daba tan mal conectar con los pequeños y éstos lo obedecían casi mejor que a los monitores veteranos.

    Concretamente, una niña y un niño, mellizos, parecían adorarlo y lo seguían donde fuera que iba. Estaban fascinados con él, quizá por su altura, y siempre le contaban historias sobre lo que habían hecho cuando él no estaba con ellos o del colegio. Seoyoung y Seohyun eran adorables, y al alto le gustaba cuidar de ellos y escucharlos.

    Pero había otro niño también encantado con Chanyeol y que no llevaba bien que no pasara tanto tiempo con él que con los otros.

    - Chanyeol, ven a descansar aquí conmigo.

    La voz dulce de Byun Baekhyun lo llamó, haciendo que se girara para verlo sentado bajo la sombrilla, tirado en su toalla mientras palmeaba el hueco libre a su lado. Era el último día de campamento, esa tarde los niños debían montarse en el autobús y volver a sus casas, por eso estaban con ellos en la playa, a modo de pequeña excursión antes de la comida y la despedida.

    - Tenemos que cuidar de los niños, Baekhyun.

    - No van a morirse por que estés a un metro y medio más de distancia -bufó el rubio, repitiendo las palmadas.

    Chanyeol suspiró y se resignó, sentándose en aquel hueco pero procurando no rozar mucho su brazo con la piel desnuda del rubio.

    - Estás muy tenso, Chanyeol -rió el más bajo-. El agua no les pasa de la cintura por más que se alejen, no te preocupes. Siempre los traemos a esta playa por esa misma razón.

    No era a seguridad de los niños lo que preocupaba al moreno en ese momento, pero no dijo nada.

    La verdad era que desde aquel intenso primer encuentro, Baekhyun había dejado más que claro que no bromeaba cuando decía que quería jugar con Chanyeol. Alguna vez los niños le habían preguntado por qué se ponía tan rojo cuando el rubio le susurraba cosas al oído, incluso una de las niñas más mayores le preguntó directamente que si eran novios, haciendo que se atragantara con el agua que estaba bebiendo mientras Baekhyun le sonreía de forma misteriosa a la chica.

    A decir verdad, Baekhyun era muy atractivo, mucho. Eso le había quedado claro desde el principio, pero también tenía ese aura de bastardo que sabe que es atractivo y lo usa en su beneficio, siendo aquello precisamente lo que asustaba al más alto. No quería involucrarse con el rubio para luego descubrir que simplemente había sido un calentón y que sería despreciado en cuanto tuvieran sexo.

    Por eso, y a pesar de que Baekhyun le gustaba muchísimo, con sus sonrisas traviesas, sus chistes malos y sus miradas sinceras; el moreno decidió no seguirle el juego. Al final, tuvieron que meterse en el agua con los niños ante sus incesantes peticiones y Chanyeol pudo evitar estar a solas con el mayor.

    Aquella tarde, después de una copiosa comida de despedida y de muchos lloros por parte de los niños por volver con sus padres, los monitores quedaron al fin solos para una última reunión antes de la limpieza general del sitio. Junmyeon los reunió, su sonrisa satisfecha reflejando lo que todos ya sabían.

    - Buen trabajo, chicos -los felicitó-. EL autobús ha tardado más en llegar de lo que esperábamos, así que vamos a ir a tomar algo y dejaremos la limpieza para mañana. ¿Vamos entonces?

    Los gritos de asentimiento se hicieron oír con entusiasmo, y todos salieron a un bar cercano a pedir algo de comida y de bebida. El más alto de todos declinó el ofrecimiento  de alcohol y, sorprendentemente, también Baekhyun, siendo ambos los primeros en levantarse para volver a la residencia con la excusa de ultimar algunas cosas.

    El camino de vuelta fue silencioso, demasiado en opinión del más alto, que no dejaba de mirar de soslayo al rubio. Éste en algún momento lo pilló, pero tan sólo sonrió al ver el sonrojo que aparecía en la cara del moreno cuando esto ocurría. Incluso ya en la habitación, un silencio armonioso flotaba entre ellos, mientras cerraban sus maletas y se sentaban en sus respectivas camas, mirando el que había sido su cuarto durante tres semanas.

    - ¿Por qué no has querido beber? -le preguntó de repente, sorprendiendo al mayor, quien rápidamente se recompuso.

    - ¿Te importa? -sonrió de medio lado-. ¿Acaso querías aprovecharte de mí estando borracho, Chanyeolie?

    - Claro que no -bufó, pero el sonrojo de sus mejillas lo hizo parecer culpable-. Sólo pensaba que eras de los que le gusta beber.

    - No es la ilusión de mi vida -se encogió de hombros-. Pero prefería no arriesgarme hoy, en particular.

    Chanyeol lo miró asombrado, sin comprender. El más bajo sonrió más ampliamente y se levantó, avanzando hasta él y, para su alarma, sentándose en su regazo, sus deliciosos muslos rodeando sus caderas y los brazos rodeando su cuello, los dedos fino enredándose en sus mechones negros.

    - Quería jugar contigo, y eso no puedo hacerlo si estoy borracho.

    - ¿Eso es lo que quieres, jugar? -en su voz grave se filtró el miedo y la tristeza de ser tan sólo un juego.

Baekhyun lo miró entonces, sorprendido, pero de repente sonrió, y no con una de esas sonrisas de bastardo. Fue una sonrisa dulce, bonita, pero sobre todo sincera. Tomó con delicadeza la cara de Chanyeol, su pulgar acariciando con suavidad la piel de su sonrosada mejilla, y se inclinó para besarlo con dulzura, apenas juntando sus labios antes de separarse.

    - No quiero sólo jugar contigo, Chanyeol -le susurró con voz suave-. Peco de ser demasiado sarcástico y demasiado directo, y quizá por eso se puede malinterpretar lo que digo… Pero créeme cuando te digo que quiero jugar contigo, pero durante mucho tiempo.

    El corazón se le aceleró dentro del pecho, mirando los ojos sinceros de Baekhyun, sintiendo la suavidad de su mano en su propia mejilla, y quiso creer en sus palabras.

    - ¿De verdad? -preguntó flojito, como con miedo. Baekhyun sonrió amplio.

    - Déjame demostrártelo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro