❀ Sexy(?), Fluff

❀ Internet Dating!au

❀ 981 palabras

 Chanyeol inspiró, espiró, miró el chat por millonésima vez y miró de nuevo hacia su objetivo. No era posible, se decía, pero todo apuntaba a que sí.

Chanyeol era un estudiante en prácticas en una empresa de software y programación. Llevaba cuatro meses trabajando en una empresa bastante bien posicionada y de renombre en la industria, y ya le habían ofrecido un puesto de trabajo para cuando terminara la carrera el mes siguiente. No es que fuera el trabajo de sus sueños, pero el hecho de que contaran con él ya era una buena señal en sí misma. El dueño de la empresa era joven y sabía lo duro que era para los estudiantes encontrar trabajo, así que muchas veces a los que demostraban suficiente potencial, les ofrecía un puesto. Aún recordaba lo deslumbrante de la sonrisa del CEO, porque Byun Baekhyun aparte de ser un joven emprendedor de éxito, era jodidamente guapo.

Sin embargo, si en el terreno laboral las cosas le iban de lujo, no podía decir lo mismo del ámbito amoroso. Había sido rechazado por su última novia hacía más de medio año y desde entonces, estaba buscando alguien nuevo. Ser bisexual te abre muchas puertas, pero cuando estás enterrado en trabajo y con ganas de tan sólo morir cuando llegas a casa, no tienes muchas oportunidades de encontrar el amor. Así que recurrió a lo que recurre todo el mundo hoy en día: internet.

Se abrió un perfil en la página que mejores comentarios tenía de los usuarios. Se pasó una noche de viernes tirado en el sofá pasando perfil tras perfil de chicas y chicos solteros. Rechazó algunos mensajes de personas que obviamente sólo querían mantener relaciones sexuales; estaba buscando algo más duradero... aunque no le durara de por vida.

Entabló buenas conversaciones con una chica algo menor que él que no dudó en mandarle una foto de su escote, pero que por lo demás fue bastante simpática y no se tomó a mal que Chanyeol no recibiera con tanto agrado aquella foto. Pero también comenzó a hablar con un hombre, un ejecutivo según decía su perfil. El hecho de que tuviera una foto de su perro en lugar de una de él mismo, como el propio Chanyeol, le llamó la atención y comenzaron a hablar.

Pronto estuvo claro para él que Ryong04, como se hacía llamar, era su media naranja o algo así. A pesar de que le llevaba al menos seis años, si no mentía en su perfil, parecían tener muchas cosas en común, y las conversaciones se extendían por horas cuando ambos llegaban a casa después de su jornada laboral. Pronto tuvieron sus contactos respectivos guardados en sus teléfonos y chateaban diariamente, cada uno quejándose por su trabajo y animando al otro a seguir.

'¿Te gustaría quedar para cenar algún día?'

Aquellas palabras habían hecho palpitar su corazón, escribiendo con manos temblorosas un Sí que no dudó en mandar. Quedaron en un día, a una hora y, para mantener algo así como la intriga, no se mandaron una foto, si no que tan sólo se dijeron cómo irían vestidos y su aspecto.

Así que no, Chanyeol no esperaba que el ejecutivo de camisa blanca, pantalones y reloj negro y pelo claro fuera quien estaba esperando junto a la fuente. Porque junto a la fuente, sólo estaba Byun Baekhyun.

Éste pareció notar ojos en él, así que levantó la vista y divisó la ropa de Chanyeol, la que había descrito en su mensaje. Pantalones negros, jersey a rayas blanco y negro y chupa negra. No es que nadie más llevara chupa con el calor que había hecho los últimos días, pero encima de su moto, hacía algo de fresco. En cualquier caso, su ropa era inconfundible y Baekhyun se acercó, la pequeña sonrisa que adornaba su cara ensanchándose conforme se acercaba al alto.

- Chanyeol -le dijo al fin, cuando se hubo posicionado frente a él. El menor tragó saliva.

- Señor Byun -se inclinó, a fin de cuentas era su jefe y él no quería ser maleducado.

En aquel momento, los coqueteos, las palabras subidas de tono y sobre todo, oh dios mío, sus quejas sobre el trabajo cruzaron su mente como una estela, siendo terroríficamente consciente de que había estado ligando y quejándose de su trabajo con su jefe.

Pero a él parecía no importarle.

- No seas tan estricto, Chanyeol, nos hemos tuteado antes -le reprochó con una sonrisa, acercándose un poco más cuando el alto se hubo incorporado.

- Pero no sabía que eras tú... Usted -se corrigió de nuevo, y el CEO suspiró.

- Tendré que castigarte si vuelves a decir eso.

- Pero es que usted...

Una mano en su nuca lo obligó a bajar, haciendo que se juntaran sus labios en un beso corto pero intenso en el que Baekhyun tuvo el mando. Al separarse, lo miró a los ojos.

- Soy Baekhyun, Chanyeol -le sonrió, soltando su nuca poco a poco y entrelazando sus dedos con los del menor-. ¿De acuerdo?

- Vale -asintió el alto, tímido.

- Muy bien -el mayor le dio otro pico y se apartó-. Di mi nombre.

- Baekhyun -susurró con voz ronca, y observó con cruda satisfacción cómo su voz hacía efecto en el más bajo.

- Lo has aprendido bien -lo miró con los ojos oscuros de lujuria, pero no hizo nada y simplemente tiró de él para comenzar de una vez su cita-. Sólo hay un sitio en el que tienes que tratarme con el respeto que merezco, Chanyeol, siendo tú un bebé como eres. ¿Sabes cuál es ese sitio?

- ¿En la empresa? -probó, ni siquiera molesto por la denominación de 'bebé'; más bien era algo excitante. Baekhyun lo miró de soslayo y dibujó una sonrisa de medio lado en su cara antes de alzarse levemente para susurrar en su oreja y responder.

- En la cama.