Hola~ Antes de el drabble de hoy, me gustaría que os tomárais un tiempo para leer mis palabras.

Como siempre y primero de todo, muchas gracias por siempre leer y apoyar mi proyecto, realmente me emociona el amor que recibe a diario. Pero no puedo seguir ignorando algo que me causa malestar y que ya cerca del drabble número 200, quería aclarar.

Cuando empecé este proyecto, tan sólo pensé en hacer un drabble cada día, uno que fuera pequeño, único e independiente.  La idea base era ésa, tan sólo un drabble diario con el que hacer feliz a mis lectores. Nunca había publicado a diario, pero aunque es algo estresante, a la vez es algo gratificante.

Por eso, me frustra y me pone triste a la vez cuando algunas personas se quejan de lo cortos que son o piden una continuación. Es algo que viene pasando desde hace mucho tiempo, y simplemente hoy he decidido explicar lo que siento al leer esos comentarios. Entiendo que ambas cosas implican que el drabble gustó mucho, pero ese tipo de comentarios sólo me hacen pensar que mi trabajo fue insuficiente.Los drabbles, por definición, son escritos de menos de 1000 palabras. Como sabéis, en más de una ocasión he rebasado ese número, pero aún así quiero considerarlos drabbles y no oneshots. Yo escribo todos los días, todos. Ningún drabble está escrito o pensado con antelación, todos los escribo en el mismo día de publicarlos. A veces, los corto o los dejo aposta en un punto porque siento que la historia me pide más para poder continuarla más adelante, pero la mayoría de las veces no es así. No voy a hacer continuación de un drabble porque se me pida hacerla, la haré si yo previamente, antes de publicarlo, he pensado que puedo continuarlo; porque creo estas historias como pequeños retazos o pinceladas de las vidas de los personajes, no como fanfics completos. 

Por eso os pido que, aunque me digáis que queréis continuación o que creéis que valdría para más que un drabble, me digáis al menos qué os pareció. Si os gustó, si no, qué parte fue la que más os emocionó. Esas cosas son las que me dan fuerza e ilusión para escribir, no quejas y peticiones. En más de una ocasión mi correo ha estado lleno de mensajes en los que me piden una continuación de un drabble, que muchas veces no pienso seguir, pero muy pocas personas realmente apreciaron mi trabajo y el esfuerzo que hice en hacer ese drabble en concreto, diciéndome lo que les pareció.

Es posible que en el futuro, cuando termine con los drabbles, los ficfest y el longfic que voy escribiendo poco a poco, coja alguno de estos pequeños mundos y lo desarrolle en un fic más largo, no lo sé, pero de momento no es mi intención.

Siento el mensaje, pero era algo que necesitaba decir, me toma mucho tiempo pensar y escribir los drabbles cada día sin fallar y me gustaría que se apreciara ese esfuerzo. Muchas gracias por leer, siempre, y gracias por leer mi nota. Ahora sí, os dejo con el drabble.

❀ Fluff

❀ Wedding!au

❀ 1147 palabras

Notas solitarias comenzaron a sonar, el inicio de una suave melodía que abría el paso al primer baile de los novios ya como marido y mujer. El solista que estaba en el escenario era bastante famoso, un viejo amigo del novio al que había pedido que cantara en su boda, y él no había podido negarse. Así que allí estaba él, en toda su gloria, su atractivo y su guitarra acompañando a la maravilla que era su voz, sin saber que estaba siendo espiado.

- Baekhyun, te va a ver -le susurró Sehun, pero él sólo le dio un manotazo.

- Cállate, Sehun.

Baekhyun era un invitado por la parte de la novia. Había conocido a Kwon Mina en el trabajo, ambos trabajaban para la misma editorial y habían hecho bastante buenas migas en el departamento de diseño y maquetación del que también eran parte Oh Sehun y Ahn Hyejin, también invitados a la boda. Él sabía que Junmyeon era bastante adinerado y que se había criado en unos círculos más altos de la sociedad que ellos, pero realmente no esperaba que en la boda estuviera Park Chanyeol.

Baekhyun era su fan desde que había debutado, viendo crecer al artista que era de su misma edad conforme él lo hacía, y dándole una perspectiva dura de su vida a los diecisiete, cuando él estaba luchando por aprobar el curso y Chanyeol conseguía su primer premio.Aún así, esa admiración no murió y, de hecho, dejó paso a un enamoramiento idílico por el artista que no había dejado de crecer con los años. Nunca había pasado de la raya con su fanatismo, pero allí, con veintiocho años, agachado detrás de una planta y observando la bella cara de Chanyeol mientras tocaba y cantaba, el hombre pensaba que podría chillar de emoción.

La canción terminó y todos aplaudieron, Baekhyun el que más y con más ganas, y el artista se inclinó, felicitó a los novios y volvió de nuevo a su mesa. Baekhyun lo miró, suspiró melancólico y se dejó caer en su propia silla.

- ¿Cansado ya de ser una adolescente? -bufó Sehun al verlo.

- ¿No será un adolescente? -lo corrigió Hyejin, dándole una colleja a su compañero, quien se quejó por el golpe frotándose la nuca.

Baekhyun se habría reído si no fuera por el toque en su hombro. Al girarse, se encontró con la feliz cara de Mina y sonrió en automático.

- Mina, hola -la saludó-. El baile ha sido muy bonito.

- Gracias, aunque Junmyeonnie tiene dos pies izquierdos y nos costó un poco que se soltara, pero las clases de baile han merecido la pena -respondió, riendo por lo bajo y haciendo que su compañero de trabajo pensara cuánto dinero tendrían como para gastarlo en clases de baile-. ¿Te importaría acompañarme un momento? Es importante.

- Todo por la novia -le sonrió, levantándose y ofreciéndole su brazo para caminar.

Ella le dio una vuelta por toda la sala, parloteando sin parar como era habitual en ella, hasta que finalmente lo sacó a la terraza. Baekhyun no entendía mucho el por qué era importante que estuviera con ella cuando había decenas de personas en aquella boda que podrían acompañarla mejor que él, pero no dijo nada y la siguió, saliendo al aire templado de la noche de verano.

- Oh, Junmyeonnie, estás aquí -canturreó, llamando la atención de su ahora esposo y del hombre que lo acompañaba. A Baekhyun comenzaron a temblarle las piernas, pero Mina lo arrastró sin piedad hasta que estuvieron junto a Junmyeon y Chanyeol, éste último siendo a quien se dirigió ella-. Chanyeol, éste es mi amigo Byun Baekhyun, trabajamos en la misma empresa.

- Mucho gusto -le sonrió de forma absolutamente encantadora el artista, ofreciendo una mano que Baekhyun estrechó aturdido.

- Baekhyun es tu mayor fan, te lo aseguro -rió Mina-. Pero, como ya te habrá dicho Junmyeonnie no es peligroso, si no, no habríamos dejado que se acercara.

- Mina, querida, mejor dejémoslos solos -le dijo con voz melosa Junmyeon, tomando a su esposa de las manos y marchándose tras saludarlos a ambos. Cerró las puertas de acceso a la terraza y corrió las cortinas, dándoles la privacidad que alguien como Chanyeol necesitaba.

Se hizo un silencio algo espeso entre ellos. Baekhyun estaba absolutamente abochornado por las palabras de su amiga y completamente aturdido por la mera presencia del cantante. Él, por su parte, parecía dividido entre la angustia y la diversión, pasando su peso de un pie a otro mientras intentaba encontrar qué decir.

- Yo... lo siento -se disculpó Baekhyun, inclinándose de la manera más formal que conocía-. No... no sabía que iban a hacer eso... Yo no les pedí que...

- Lo sé, Baekhyun -le sonrió el alto, tranquilizador-. Yo se lo dije a Junmyeon.

- ¿Tú?

El alto sonrió enigmático antes de volver a hablar.

- Te vi antes mirándome en la ceremonia y me causaste curiosidad, así que le pedí a Junmyeon que me presentara -explicó-. No es fácil para alguien con mi fama conocer gente nueva de la nada... Si entiendes lo que quiero decirte.

Sí, Baekhyun creía saber a qué se refería. Chanyeol jamás había tenido un escándalo por citas y jamás se lo había relacionado con ninguna mujer, de hecho las malas lenguas decían que prefería la compañía de hombres y que se lo había visto vagar por la zona de los bares de ambiente. Nunca nada pudo probarse, pero los rumores estaban ahí, y ahora le estaban explotando en la cara a Baekhyun con una nueva posibilidad, una que jamás habría imaginado ni en sus sueños más salvaje.

- ¿Tú querías... conocerme a mí? -preguntó, incrédulo y haciendo reír al cantante-. ¿En serio?

- Sí, Baekhyun, quiero conocerte. Si me dejas, claro.

Él asintió tanto y tan rápido que pensó que se le descolocaría la cabeza o algo así. El alto volvió a reír por lo bajo, mirándolo con una gran sonrisa en su cara. Baekhyun se lamió los labios, nervioso, mordiéndose el inferior para volver a lamerlos poco después. En su nerviosismo, no notó cómo los ojos de Chanyeol estaban fijos en su boca y, cuando se lamió los labios por tercera vez, el cantante lo tomó por la nuca y juntó sus labios, haciendo que su corazón estallara en su pecho y que gimiera un poco por la sorpresa. Cuando se separaron, se miraron a los ojos durante unos segundos, sin decir nada, tan sólo escuchando sus respiraciones y el ruido de la fiesta ahogado por las puertas cerradas de la terraza.

- Vas a tener que dejar de hacer eso -le advirtió, soltando una medio risa nerviosa-, porque no creo que pueda controlarme si hay gente delante.

- ¿Y si no hay gente? -se atrevió a decir el más bajo, en un susurro.

Chanyeol lo miró asombrado, pero Baekhyun volvió a lamerse los labios y él sonrió antes de besarlo de nuevo.