❀ Fluff

❀ Tattoo shop!au

❀ 844 palabras

Baekhyun miraba aburrido una de tantas revistas de tatuajes que había por la tienda, aburrido de no hacer nada.

Era pleno verano, y la gente no solía hacerse tatuajes durante esas fechas para evitar que el sol los estropeara. Al ser un estudio exclusivamente de tatuajes, no mucha gente se pasaba por allí para meterse un poco de tinta bajo la piel en esos meses. Aunque, si la verdad era dicha, Baekhyun pensaba que la mayor parte de la culpa la tenía él.

Pelo rubio suave y lacio, cara aniñada e inocente, complexión delgada y ningún tatuaje a la vista. Ésa era su imagen y eso era lo que los clientes veían cuando cruzaban el umbral. Poco alentador ver a alguien con la piel limpia a cargo de un estudio de tatuajes.

A decir verdad, Baekhyun sí que tenía un tatuaje. Tenía uno en su espalda, una estrella de ocho puntas en los omóplatos con un pequeño círculo en el centro y otro en la terminación de cada punta. Pero claro, a menos que se quitara la camiseta y se pusiera de espaldas cada vez que alguien pasaba por delante, nadie iba a notarlo. Realmente no pegaba allí.

Pero mucho menos pegaba aquel hombre con traje rosa a cuadros que había entrado con decisión. Estaba tan fuera de lugar como un pez fuera del agua, pero se acercó hacia él con paso firme y lo observó.

Bien mirado, aquel tipo era jodidamente atractivo, a pesar de que lo suave de su traje y sus rizos lo hicieran parecer joven e inocente, no había nada de inocente en los ojos que se pasearon por sus brazos desnudos por su camiseta ancha de tirantes antes de fijarse en los propios.

- Quiero hacerme un tatuaje -le dijo simplemente, con una voz ronca que lo hizo sentir un escalofrío que le puso los pelos de punta.

- Tienes suerte, justo hoy en la pescadería nos hemos decidido a hacer cambio de negocio y ser tatuadores -soltó sin pensarlo mucho, dejando que su sarcasmo natural tomara el control. El tipo alzó una ceja y medio sonrió, sorprendiéndolo.

- Qué suerte -asintió a sus palabras-. ¿Y podrás hacerme lo que yo quiera o tendrá que ser obligatoriamente un pez?

Baekhyun sonrió de medio lado como un bastardo y le mostró el catálogo. SIn embargo, el hombre tenía muy claro lo que quería. Un fénix, su silueta en negro completamente con sus alas extendidas. El diseño era propio, según le dijo, pero a Baekhyun le maravilló lo simple pero a la vez tribal y salvaje del dibujo. Asintió y lo guió dentro a la cabina, el hombre tratando de suprimir una ligera expresión de sorpresa.

- ¿Vas a tatuarme tú? -le preguntó, comenzando a quitarse la chaqueta-. No tienes pinta de tatuador.

- ¿Y qué pinta tiene un tatuador? -le preguntó, algo irritado.

- Para empezar, alguien que lleve tatuajes.

Aquello lo hizo explotar. Se quitó la camiseta y le dio la espalda al tipo, mostrando su tatuaje.

- ¿Ahora sí puedo ser tatuador? -casi escupió, con rabia-. ¿Si tengo un tatuaje tatuaré mejor? ¿O necesitas que me cobra los brazos de tinta antes de que consideres que soy bueno?

Se puso la camiseta y miró con ojos de fuego al otro, quien parecía perplejo por su súbito arranque.

- No pretendía decir eso -dijo con voz suave, pero él soltó una risa sarcástica.

- Nadie nunca pretende nada.

Se hizo el silencio. El tipo estaba subido en la camilla, su torso desnudo que el más bajo no podía dejar de mirar, preparado para que Baekhyun pudiera tatuarlo, pero no se tumbaba. Simplemente lo miraba, inseguro. El tatuador estaba por mandarlo a pastar al campo con las ovejas cuando el tipo abrió la boca.

- No pretendía implicar que no sabes tatuar porque no tienes tatuajes. Sólo me sorprendió porque pareces joven y es la primera vez que hago esto -se lamió los labios en un gesto sexy que casi lo hizo gemir-. Lo siento.

Baekhyun suspiró. Era normal que estuviera nervioso, y él se ponía muy a la defensiva cuando se tocaba aquel tema, así que se habían juntado dos malos factores. Se recompuso y lo miró.

- Está bien, no pasa nada, yo me pasé también -intentó quitarle peso al asunto y procedió a coger los guantes higiénicos-. Túmbate en la camilla que pueda prepararte.

- Déjame compensarte -le pidió, tomando su muñeca con suavidad mientras se tumbaba en la camilla boca abajo.

- ¿Y qué se supone que harás, llevarme a un sitio caro? -rió Baekhyun-. Por tu pinta, pareces un niño bien, no sé qué haces tatuándote. Además, no sé ni tu nombre.

- Park Chanyeol -respondió con rapidez.

- Byun Baekhyun -dijo a su vez, marcando el dibujo entre los omóplatos del hombre, tal y como quería-. No me dijiste qué haces tatuándote.

- Déjame que te invite a cenar y te lo cuento -le sonrió de medio lado, su mirada fija en él-. Prometo llevarte a donde quieras.

Baekhyun aceptó justo antes de clavar la aguja.