❀ Fluff

❀ Boyband!au

❀ 924 plabras

Baekhyun estaba sentado en su silla, al final de la fila, jugueteando nervioso con el micro en sus manos y mirando hacia la oscuridad ante él, llena de personas que no podía ver porque el foco de luz daba directamente sobre su cara.

Era el showcase de su debut como cantante. Había sido la última incorporación de uno de los grupos más famosos del momento que había perdido un miembro hacía poco. La reacción del público había sido dura tal y como esperaba cuando se anunció que se uniría al resto, pero eso no quitaba que Baekhyun tuviera miedo.

Sus compañeros lo habían recibido con los brazos abiertos, sin embargo. Conocían a Baekhyun de las salas de ensayo, del gimnasio y de los entrenamientos vocales, así que no fue como si un total desconocido entrara al grupo. Para él, fue como llegar al cielo. Aquellos cuatro (ahora tres) chicos habían sido sus ídolos en su temprana adolescencia, y ahora con casi veinte años y convirtiéndose en el nuevo maknae, podía cantar con ellos.

En los ensayos y en el dormitorio, sus ojos siempre iban tras el mayor de todos los miembros. Podría haber sido el líder, le dijeron, pero prefirió que el testigo lo tomara Junmyeon, a quien consideraba más capacitado. Pero a ojos de Baekhyun, nada ni nadie superaba en ningún aspecto a Park Chanyeol.

Park Chanyeol, su hyung que cuidaba de que hubiera comido y descansado, que le dejaba los mejores accesorios para las sesiones de fotos y que siempre le alborotaba el pelo con una gran sonrisa pintada en su cara mientras le susurraba un 'Buen trabajo, Baekhyunnie', se había ganado poco a poco un lugar en el corazón del menor.

Un lugar que lo hacía palpitar fuerte cuando se encontraba cerca de él, sonrojando sus mejillas.

- Baekhyun, eres el nuevo miembro del grupo -se dirigió directamente a él Heechul, el MC del showcase, percibiendo lo silencioso que había estado-. ¿Cómo te sientes al ser nuevo y el más pequeño de todos?

El chico abrió la boca para contestar, pero el foco lo cegó, haciendo que cerrara los ojos y tratara de fijar la vista en Heechul. Se le trabó la lengua por los nervios, las fans seguían mirándolo desde sus asientos sin que él pudiera ver si lo odiaban o no, y el foco dejaba en blanco su mente y su visión. Baekhyun sintió miedo, angustia, pavor subiendo por su cuerpo en un súbito ataque de miedo escénico.

Pero de repente, el foco no lo cegaba porque una mano tapaba su rayo de luz. Un brazo lo rodeaba por la espalda con cariño y lo acariciaba de forma sutil, intentando calmarlo.

- ¿Podéis regular el foco? Baekhyunnie no puede ver nada.

Los chillidos entusiasmados de las fans fueron ensordecedores, y Baekhyun no pudo más que agradecerlo, porque su corazón estaba latiendo tan fuerte que pensaba que de no ser por el ruido, todos podrían escucharlo. Chanyeol le sonrió, tan cerca que se le cortó el aire, tartamudeando un gracias que el otro le devolvió con una sonrisa y alborotando su pelo como siempre.

El showcase acabó sin más problemas, las fans parecieron aceptar bastante bien su entrada (aunque algunas fans más extremas fueran a poner comentarios feos en las redes, lo previno el líder), y ya de vuelta en el dormitorio, Baekhyun no sabía si sentirse más agradecido por aquello o por el gesto de Chanyeol. Realmente había sido muy amable, pensó, debería darle las gracias como correspondía. Así que se levantó y fue al estudio, donde el alto se dedicaba a componer en sus ratos libres. La puerta estaba entreabierta, y pudo escuchar a Chanyeol hablando por teléfono con alguien, así que obedeciendo a su instinto más bajo y primordial, se asomó para verlo.

- La próxima vez no quiero que se repita -decía, muy serio-. Ese foco lo estaba cegando, os lo dije antes de empezar y me ignorasteis -hubo una pausa-. Claro que el chico no se quejó, Baekhyun estaba muerto de nervios y no se atrevió a decir nada, pero su expresión era lo suficientemente clara -otra pausa-. Más vale que no vuelva a pasar.

Colgó con rabia y alzó los ojos, descubriendo allí a Baekhyun, quien dio un bote pensando que iba a ser regañado. Sin embargo, Chanyeol sonrió y lo invitó a pasar, cerrando la puerta tras él.

- ¿Cómo tú por aquí, Baekhyunnie? -le preguntó, aquella gran sonrisa en su boca mientras su mano acariciaba suavemente el muslo del menor, inclinado hacia adelante para poder escucharlo mejor.

- Quería darte las gracias... por lo de antes y, bueno... -Baekhyun enrojeció, pero Chanyeol sólo sonrió más ampliamente.

- No tienes por qué darlas, Baekhyunnie -estaba tan cerca que el más bajo casi podía contar las pestañas de sus ojos y su corazón se estaba volviendo un desastre-. Me gusta cuidar de ti.

- Yo... A mí... -no sabía qué decir, como antes en el escenario su mente se quedó en blanco-. A mí me... gustas...

Una mano gentil lo tomó por la nuca, acariciando los cabellos que allí había antes de tirar ligeramente de él, lo justo para que labios suaves y dulces se encontraran, saboreándose y acariciándose con suavidad, conociéndose como si tuvieran todo el tiempo del mundo para hacerlo.

Chanyeol se separó, dejando su mano aún en la nuca ajena y acariciando sus cabellos.

- Yo cuidaré de ti -le sonrió-. Ahora cuida tú de mí también.

Baekhyun sonrió, su pecho ligero y feliz, y se inclinó para volver a besarlo.