Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

#187

Smut, Fluff

Sweets shop!au

Advertencias: sexo explícito, aclaraciones al final.

1234 palabras


 - Estoy buscando un palote largo y grueso, que pueda durarme mucho, ¿tenéis alguno de ésos?

Trabajando en una tienda de chucherías tal y como lo hacía, a Chanyeol no le extrañaba recibir ese tipo de preguntas. Niños pequeños que no sabían lo mal que podían sonar sus preguntas y lo sucias que eran las mentes adultas. No sería la primera vez que se sentía sucio al mirar a un niño inocente que le pedía una de las golosinas que no alcanzaba a ver con su estatura.

Sin embargo, no había nada de niño o de inocente en quien le había hecho esa pregunta. El chico frente a él tendría más o menos su edad, el brillo en sus ojos delataba que no era tan inocente como pretendía y el cómo se mordía el labio inferior mientras lo miraba de arriba abajo decía que no estaba pidiendo realmente una chuchería.

- No tenemos de los grandes... sólo de los normales.

- Oh, bueno, creo que me irá bien igual -le sonrió-. Ah, y también quiero un chupa chups... Me gusta tener algo que lamer.

Chanyeol tragó con dificultad y fue rápidamente a ponerle los dulces que había pedido, cobrándole y notando que el chico había mantenido el contacto entre sus manos más tiempo del habitual al darle el cambio.

Ésa fue la primera de las muchas visitas que el chico le hizo. Solía aparecer a última hora, como si tuviera la secreta esperanza de que Chanyeol estaría solo. También sabía de boca de su compañero Junmyeon, que trabajaba a veces con él, que había ido alguna vez los días que no tenía turno, pero que en cuanto descubrió que el alto no estaba por allí, dejó de aparecer.

Desde luego, Chanyeol se sentía entre asustado y halagado de que un desconocido se tomara tantas molestias por ir a verlo. Debía decir que el chico, que en una de las ocasiones dejó caer sutilmente que se llamaba Baekhyun, no había intentado nada más allá de pedirle dulces y saber más cosas sobre él. Le preguntó por si estudiaba, su edad, sus gustos; todo de poco en poco y siempre respondiendo él mismo también a las preguntas. Así que el alto podía hasta decir que el tal Baekhyun no era un desconocido por las cosas que sabía de él, pero seguía siendo raro que se interesara por él.

No es que le disgustara, muy al contrario Baekhyun era muy atractivo y no podía dejar de imaginar si sus labios sabrían a las chucherías que comía; pero le parecía aún raro que le fuera detrás como si fuera una especie de stalker. Aún así, no fue raro para él verlo en la puerta de la tienda un viernes a las nueve menos diez de la noche, cuando ya estaba oscuro fuera y él estaba a punto de cerrar.

- Hola, Chanyeol -le sonrió, sexy.

- Hola, Baekhyun -respondió tímidamente-. Voy a cerrar ya, ¿quieres algo?

- Oh, bien -sonrió aún más amplio-. Puedes cerrar, así nadie más entrará.

- ¿Pero no quieres nada?

- ¿Te acompaño a casa?

Chanyeol lo miró con las cejas alzadas, pero Baekhyun mantenía esa sonrisa en su cara, esa que fingía una inocencia que el alto sabía por su mirada que no tenía. Derrotado, accedió, cerrando la entrada de la tienda y apagando las luces interiores, hasta que tan sólo las de emergencia y las del escaparate fueron visibles.

- Voy al cuarto de empleados a cambiarme y ahora salg-

Unos labios demandantes se apoderaron de los suyos, haciéndolo gemir de gusto y sorpresa al mismo tiempo, degustando el sabor a fresa mientras lo arrastraban fuera del suave haz de luz del escaparate hasta la oscuridad del interior de la tienda.

- Sé que tienes uno de esos palotes grandes, Chanyeol -susurró contra sus labios la voz de Baekhyun, relamiendo los labios ajenos y haciéndolo temblar-. Y lo quiero ahora.

La cadera del dependiente chocó contra el mostrador, pero apenas había tenido tiempo de apoyarse cuando sus pantalones estaban en sus tobillos y la boca del más bajo estaba haciendo maravillas sobre su miembro.

El breve pensamiento sobre la higiene y los inspectores de Sanidad fue pronto desechado al fondo de su mente, justo en el momento en el que Baekhyun se introdujo cuando pudo de su erección en la boca y él soltó una maldición en voz alta. Pudo notar más que ver la sonrisa sarcástica del más bajo en la oscuridad, sus ojos aún acostumbrándose a la oscuridad que los rodeaba; pero ésta contribuía al morbo y la excitación de estar recibiendo una mamada en una tienda de chucherías. La lengua del chico lo estaba llevando al cielo, los nudillos de sus manos blancos de la fuerza con la que se agarraba al mostrador, hasta que, en un momento dado, Baekhyun soltó su miembro con un sonido obsceno que lo hizo estremecer.

- Date la vuelta -ordenó, y Chanyeol no pudo más que obedecer, inclinándose sobre el mostrados y sintiendo manos finas acariciar su trasero y masajear sus nalgas, apartándolas.

- ¡Ah! -exclamó al notar algo húmedo rodear su entrada. El más bajo rió por lo bajo.

- Tranquilo, no pienso hacerte daño.

No lo hizo, pensaba el alto con una lengua y dos dedos dentro de él, hecho un lío de sudor, placer y gemidos, moviendo sus caderas buscando más de aquel contacto que ya le sabía a poco. Suplicó por más y el otro no se hizo de rogar, saliendo de su interior y lubricando su ya más que erecto miembro con saliva para entrar de un solo golpe en su interior, arrancando gemidos de ambas gargantas.

El ritmo fue despacio y suave al principio, como si Chanyeol pudiera romperse si lo trataba con demasiada fuerza, pero pronto comenzó a aumentar el ritmo, sus estocadas fuertes y certeras llevándolos cada vez más cerca del clímax. El orgasmo le llegó tan intenso al alto que gritó, el nombre del más bajo rebotando en las paredes de la pequeña tienda mientras su semen manchaba el frontal del mostrador. Las contracciones asfixiaron el miembro de Baekhyun, quien se corrió seguidamente en su interior, clavándose allí y agarrándose con fuerza a sus caderas con Chanyeol en sus labios.

Se quedaron así, recuperando el aliento, hasta que Baekhyun al fin salió, cogiendo de Chanyeol no sabe dónde unos pañuelos y pasándole uno para que se limpiara. Limpió también como pudo el frontal del mostrador, aunque pensaba hacerlo a conciencia a la mañana siguiente antes de empezar su turno. Se vistió y tiró los pañuelos en la papelera que tenían en la esquina, pero lo que no esperaba era que al girarse para volver, ya sí, al cuarto de empleados, el más bajo rodeara su cuello con los brazos y lo besara de nuevo, esta vez dulce y suave, como si tuvieran todo el tiempo del mundo para hacerlo.

- Baekhyun... -empezó él, pero el otro sonrió.

- ¿Te acompaño a casa? -Chanyeol parpadeó, perplejo.

- ¿En serio?

- No cambio de idea sólo por follarte en el mostrador -le mordió el labio inferior, travieso-. Me gustas mucho, Chanyeol, y me gustaría follarte más veces... En la tienda o fuera de ella.

- ¿Es una manera rebuscada de decirme que quieres salir conmigo?

- Síp.

- Eres de lo que no hay.

- Pero no has dicho que no.

Sonriendo, Chanyeol volvió a besarlo.  


En España, o al menos en la zona donde yo vivo, un palote es esto xD A veces hay tiendas en los que los venden de un tamaño desorbitado, eso es por lo que pregunta Baek... o al menos por lo que finge preguntar xDD

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro