#185
❀ Fluff
❀ Fate!au
❀ 807 palabras
Las cosas buenas de la vida comienzan por algo fortuito, algo al azar.
Un autobús que se pierde. Un ascensor que se cierra en tus narices. Un desvío no planeado de tu ruta habitual.
Para Baekhyun, empezó en uno de éstos últimos.
Era un día bastante malo para él, su jefe lo había mandado a casa a mitad de la mañana simplemente porque le disgustaba verle la cara; su casero le había dado un ultimátum para pagarle el alquiler del mes anterior que le debía y había tenido que dejar a su perro en el veterinario porque había descubierto dónde guardaba las galletas de premios y se las había comido de una sentada.
En el momento de su encuentro, Baekhyun había decidido tomar una ruta alternativa para ir al veterinario, ya de vuelta para ver a su pequeño Mongryeong, simplemente porque pensó que un paseo más largo le ayudaría a despejarse.
El desconocido que se puso a su lado en el paso de peatones no tendría por qué haberle llamado la atención más que cualquier otro, pero algo en su interior lo hizo alzar la cabeza y mirar al hombre a su lado.
Decir que se quedó sin respiración de lo guapo que era sería quedarse corto. Era extremadamente atractivo y, por más que quiso, no pudo apartar la vista del hombre alto a su lado. Éste debió notar la mirada del más bajo en el porque se giró para mirarlo, enlazando su mirada directamente con la ajena. Baekhyun sabía que lo habían pillado, pero simplemente no pudo dejar de mirar al desconocido a su lado, quien le sonrió de medio lado, atractivo y enigmático.
El semáforo cambió a verde para los peatones y el momento se rompió, ambos reanudando su marcha.
Sin embargo, Baekhyun observó con pasmo cómo ambos andaban en la misma dirección, sus hombros casi rozándose mientras andaban por la calle al mismo ritmo, en la misma dirección. El otro lo miró y Baekhyun tuvo la decencia de sonrojarse, pero no iba a alterar su marcha. Mongryeong estaba enfermo y él quería saber cómo estaba cuanto antes, no iba a variar su paso por un atractivo desconocido.
Fue aún más sorprendente que ambos se pararan delante de la clínica veterinaria, mirándose el uno al otro con una mezcla de asombro y diversión en la cara.
- Detrás de ti -le dijo al alto, señalando la puerta para que entrara. El otro rió con una voz ronca pero sincera que lo hizo sonreír.
- Como quieras.
Entraron uno tras otro, siendo recibidos por el enfermero que pareció encantado de verlos.
- Oh, ¡qué bien que hayáis llegado a la vez! -exclamó-. Nos preguntábamos qué pasaría si llegábais a horas distintas.
- ¿Por qué? -preguntó Baekhyun-. ¿Cómo está Mongryeong?
- Perfectamente -lo tranquilizó el chico-. Seguidme dentro.
Los condujo a la sala donde tenían a los pacientes ingresados. Baekhyun sintió el alivio recorrerlo al ver a Mongryeong jugar con un caniche negro con toda su energía, eso significaba que, al menos, eso había ido bien.
- ¡Toben! -exclamó con alegría el hombre alto, haciendo que los dos perros pararan de jugar, viéndolos al fin, y que corrieran hacia ellos, felices, recibiéndolos con sendos brazos abiertos y muchos lametones en la cara.
- Los dos han venido por el mismo problema y se han hecho inseparables -les explicó la doctora que estaba allí encargándose de ellos. Les sonrió a ambos-. Nos alegra que hayáis llegado juntos para que podáis conoceros, sería una pena que tuviérais que separar a dos buenos amigos.
Baekhyun miró al otro, el caniche en sus brazos parecía aún más pequeño por su altura, y se alzó con su propio perro en brazos, sonriendo.
- Me llamo Baekhyun -se presentó, sonriendo. El otro lo imitó.
- Chanyeol. Y éste -señaló al perrito negro-, es Toben.
- Éste es Mongryeong -le informó.
Decidieron ir a tomar algo al quiosco del parque más cercano, donde los perros podrían disfrutar del aire libre y de sus ahora liberados estómagos. El café se alargó hasta convertirse en comida; la comida derivó en una cita el fin de semana siguiente con sus perros para pasear y hacer un picnic. Era increíble lo a gusto que estaba con Chanyeol y lo mucho que le gustaba, así que no perdió la oportunidad y le pidió salir juntos de nuevo tan pronto fuera posible. Así una vez y otra, y otra, y otra, tantas que al final ambos perdieron la cuenta de cuántas veces fueron las citas que se pidieron el uno al otro antes de que finalmente, el más bajo se atreviera a dar el paso y a besar a Chanyeol. Descubrió, entonces, que no era el único que había deseado hacerlo.
Una simple disrupción de nuestra vida normal puede hacer un gran cambio. Y para Baekhyun, había sido a mejor.
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